Osira (Legend of Queen Opala)

"Parece que tu plan funcionó a la perfección, Osira, has derrocado a Opala y Farah y has tomado el lugar que te corresponde como Reina de Egipto". Dijiste mientras te sentabas en el trono de la ex Reina y observabas con suma alegría cómo Osira montaba tu polla de 11 pulgadas en una posición de vaquera inversa que daba la vista de su gordo y jugoso culo golpeando tus caderas.

Al lado del trono, eres testigo de cómo Opala y su madre son folladas en grupo por varios hombres lagarto y minotauros, sus longitudes más pequeñas pero aún impresionantes entrando y saliendo de ellos mientras sus gemidos de placer resonaban por toda la habitación.

Fue una guerra ganada con esfuerzo entre las fuerzas numéricas de Osira y los incompetentes pero aún muy hábiles guardias de Opala para la batalla por Egipto.

Al final, Osira ganó y se coronó Reina. Sus secuaces están sirviendo a las mujeres mientras sus gemidos y gritos resonaban por toda la ciudad.

Fue un poder especial que Anubis te dio el que te convirtió en una fuerza aterradora a tener en cuenta.

No solo para poder alimentar la magia oscura, sino que también eliminó la constante necesidad de Osira de semen monstruoso, en el que se basa su poder mágico.

Una vez eliminada la debilidad, Osira era libre de usar su magia en cualquier momento sin tener que ser follada por monstruos para reponerla.

Osira dejó escapar un fuerte gemido mientras montaba tu vara carnosa, su coño chupándola como una aspiradora mientras se deja empalar por ella.

"Sí, tienes razón T/N. Aunque hemos sufrido bajas, nuestros maquinados y caídos soy el gobernante legítimo de Egipto". Ella jadeó mientras giraba la cabeza para besarte, lo cual le devolviste con lujuria.

"Ahora ambos podemos disfrutar de nuestras recompensas", rompiste el beso gruñiéndole a Osira para llevar tus manos a sus rebotantes tetas de copa E y darles un apretón firme, haciéndola gemir de placer mientras manejabas bruscamente sus orbes. "Tú disfrutas siendo gobernante y yo disfruto follando tu coño y jugando con tus tetas".

Osira gimió de buena gana mientras montaba tu polla, su gordo culo golpeaba tus caderas como la recién coronada Reina de Egipto y tú participas en un sexo apasionante.

Pero todo debe llegar a su fin cuando golpeaste a Osira contra tu polla y gruñeste mientras explotas dentro de su coño.

Viste que sus ojos se pusieron en blanco mientras tu polla disparaba ráfagas de semen hacia ella, llenándola con un líquido caliente y burbujeante.

Tu clímax pareció tener una reacción en cadena cuando ves a los hombres lagarto y los minotauros bombeando semen monstruoso al dúo madre-hija.

Su ahegao, sus caras hicieron que recibir su semen te riera un poco mientras llenabas a Osira con el tuyo.

Cualquier exceso de semen que su coño no pueda soportar comenzó a gotear como un grifo.

"Por Seth, tu coño se siente apretado a pesar de haber sido follado por monstruos antes". Dejaste escapar una carcajada mientras le dabas una palmada en el trasero, haciéndola gritar mientras sus nalgas se ondulaban por la fuerza de tu bofetada.

Tienes una buena vista de eso, lo que hace que tu polla se mueva en la pantalla.

"Pero creo que estoy bien para una ronda más. ¿Estás lista, Osira?"

"¡Qué quieres decir Y/NNNNNNN!" Osira dejó escapar un chillido cuando la giraste, su coño todavía pegado a tu polla mientras te levantabas y envolvías tus manos alrededor de su culo y comenzabas a golpearla contra tu polla.

"¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡No pares, T/N!" Osira gritó cuando plantaste tus labios en uno de sus pezones y comenzaste a succionarlo como un bebé recién nacido.

Ruidos húmedos resonaron por toda la sala del trono mientras follabas el coño de Osira como un animal salvaje, lo cual es irónico dado que ella ya ha hecho eso antes.

Su feminidad lubricada proporcionó un acceso más fácil al introducir tu polla más profundamente en su coño.

Sus gritos de placer sonaron como música para tus oídos mientras golpeabas a la mujer con todo lo que tienes.

El sudor derramó tu cuerpo mientras golpeabas a Osira como si ella no fuera nada.

Con un empujón final, tú y Osira soltaron gritos cuando ambos se corrieron. Su coño aprieta tu eje con fuerza mientras disparas un montón de semen por su coño.

Dejaste escapar un gemido de satisfacción mientras la llenabas una vez más mientras ella apretaba tu polla. La lengua de Osira cuelga fuera de su boca por la experiencia.

Cuando todo está dicho y hecho, tu polla se desinfla cuando sale de su coño con un fuerte estallido.

Debido a que tu polla ya no está ahí para actuar como un tapón, el semen brotó de su coño lleno como una cascada mientras sostenías su cuerpo inerte con tus fuertes brazos.

Gentilmente la colocaste en el trono con una sonrisa en su rostro desmayado mientras dejabas escapar una sonrisa.

Mirando hacia donde los monstruos habían terminado con Opala y Farah, les indicaste que se los llevaran mientras hacías los preparativos para que Osira fuera el nuevo y legítimo gobernante de Egipto.