Me comí el culazo de mi nuevo vecino🍑🤫

Paralizaba el tiempo con su personalidad tímida, un poco introvertida. Algo escondía dentro de su cuerpo hermoso, algo atractivo que cautivaba mi curiosidad. Conocerlo fue mi mayor tesoro que guardo hasta hoy. 

"Todos tenemos una historia de amor en el alma... lo importante es encontrar a alguien que sepa leerla"

Ya hacía 5 días que veía a ese chico rubio nuevo en el lugar salir de su casa y dirigirse solo frente al río. Pasaba desde la tarde hasta la noche sentado delante del agua. 


Un día mientras caminaba, lo veo justo allí. Él justo se gira y me ve, pero como no nos conocíamos fue simplemente una mirada rápida. En ese momento pude ver en ese chico que tal vez podría esconder algo mágico. 


Seguí mi camino, y a unos metros hallé un jardín con rosas rojas, que automáticamente me recordaron a mi nuevo vecinito. Tan suaves, bellas, atractivo y seductor que me frené en mi andar. Mi mente me ordenaba dar la vuelta y volver hacia donde él estaba. Me giré, y obedecí a mi intuición.


Al llegar lo veo, solo y mirando hacia el horizonte. Mi corazón latía demasiado fuerte, pero sabía que pasar un rato a su lado sería mágico.



-Hola, soy tu vecino de enfrente, Alexis... ¿todo bien?
Él se giro, y me sonrió y dijo -Hola, estoy bien, mirando el rio jaja
En ese momento una sensación de excitación se apoderó de mi cuerpo al escuchar su voz tan tierna y de adolescente. Tenía una simpatía inocente y una mirada angelical que nunca antes había visto.

Me acerqué y decidí disfrutar de su presencia -y por qué miras tanto hacia el agua?
-Bueno, soy nuevo en este lugar y no conozco a nadie, además, me trae mucha paz
-Pero, no te aburrís estando desde las 15 hasta las 22 horas acá?
-La verdad que no. Vos justo llegaste cuando estaba el sol a hacerme compañía, este es tu momento jaja. A mi me gusta la luz solar, pero cuando la luna cubre mi cuerpo me vitalizo, siento que es ahí cuando brillo.
-Osea que amas la noche?
-La amo, es mi esencia

Su última frase me dejó anonadado. Que la noche era su esencia dijo? ese momento del día de falta de luz, a veces de soledad y desolación, pero... también de lujuria.

-¿Donde vivís? me preguntó con una mirada fija
-Eh, en frente de tu casa, la de la puerta roja
-Ah, sí la localizo. Linda fachada, eh, jajaj

Sin más palabras se paró y se fue. Yo me quedé con las ganas de algo más. Pero no entendía por qué se fue, si todavía no había llegado la noche. No me iba aquedar sentado solo ahí, así que me volví a mi hogar.

Ya de noche, siento que suena mi timbre, era mi nuevo vecino. Desesperadamente le abrí.
-Hola, antes que nada, olvidé presentarme antes, soy Lautaro, decime Lauty
-Jaja está bien. Viniste acompañado, veo que trajiste alcohol y algo para ir picando...
-Si, de una, puedo pasar? vamos a divertirnos un poco
-Dale si, pasa, tuviste una gran idea, que golazo.

Pasamos un par de horas jugando a la play, y después contamos anécdotas tomando su bebida alcohólica en mi habitación. Tanto habíamos hecho que el cansancio se nos apoderó, ambos tumbado en la cama, pero con sed y la bebida ya se había acabado.

-Voy por un vaso de agua, querés?
-Che, pero está el Champagne que sobró, trae ese

Lo fui a buscar, llevé dos copas, y las dejé sobre la mesa de luz. Cuando llegué Lauty no estaba, se había ido al baño. Como tardaba mucho yo me recosté y casi estaba cayendo en un sueño profundo... cuando de la nada, sentí una mano que me rozaba el pecho. Era él. Recorría hasta llegar a mi bulto en el pantalón. Me miró sonrojado y su sonrisa que emanaba simpatía y sensualidad. Tenía puesto una lencería erótica de color blanco que remarcaba sus atributos sexys. Se relucían su culo chiquito, pero bien depilado, piernas larguitas, brazos delgados y agraciados, y la totalidad de su cuerpo suave y sin la presencia de un solo pelo.

Me paré y al mismo tiempo él se puso en cuatro. Mirándome sexy, tomó su atuendo y comenzó a desgarrar y romper su lencería enrejada, dejando al desnudo su culito y su ano.



Sentí la motivación de acercarme, puse mi rostro y comencé a chupar ese agujerito. Mientras tanto iba desnudando mi verga que masturbaba a través de mi ropa interior. Su culo sabía a flores cuando amanece en la mañana.

Yo ya me había enganchado, me sentía enamorado y cautivado. Le dije que se acueste mirándome a mi. Él quedó con la cabeza por debajo de mis piernas. Saqué mi pene y lo introduje en su boca. Duro y recto pasaba dentro de él a ritmo lento. Cada entrada y salida tocaban mis fibras sensitivas en lo más profundo. Después, lo tomé de atrás de su cabeza y con fuerza y rapidez le la hacía tragar más profundo. Luego se la saqué y se la pasa por la lengua para que la saboreara. Pero la calentura me florecía cada vez más, se le introduje otra vez, pero golpeando la cabeza de mi poronga con su cachete, y lo cacheteaba, mi pija se corría para la izquierda y jugaba a moverla a cachetadas en su rostro, mientras yo miraba su cuerpo desnudito.



Se acomodó acostado con el abdomen hacia el colchón, y sus piernas una encima de la otra, dejando un espacio por donde yo podía ver sus genitales. 

En la habitación comenzó a hacer calor, había poco oxígeno, me sentía atontado, no sé si por el clima o por el cuerpo de Lautaro. 



Me acerqué y lo penetré por detrás. Despacito iba sintiendo sus paredes anales y el calor de su interior. Creo que la mejor definición para su cuerpo es que es el único infierno donde me gusta arder.

Ya él, disfrutando de la comodidad de mi cama, contra el respaldo y abierto de piernas deja ver su vientre. Plano, suave y un manantial de piel y sensualidad que desembocaban en su pene y testículos sexys que me volvían loco. 

Frente a él seguí con el acto, ya que su ano estaba dilatado seguí penetrando pero ahora rápido, necesitaba encender más el fuego de la pasión. Él gritaba y gemía.

"Quiero sentirte mío en tu silencio, hasta en tus gemidos"

Después de 3 minutos lo volví a poner en 4. Pellizqué sus nalgas y seguí haciéndole el amor como un desesperado. El sudor nuestro comenzó a hacerse presente, y yo bajé mi columna para besar y chupar su cuerpito mojado, sintiendo el sabor salado de cada una de sus gotas que emanaba de su cuerpo.

Sentía como si ese corral de rosas rojas que vi en la calle nos enlazara y atara con sus ramas y espinas creando una gran conexión entre los dos. 

Su todo me enceguecía, la luna estaba ya en la ventana contemplando el desnudo cuerpo de Lauty. Carne que parecía femenina en la cama, tierna como beso y estético como obra de arte. 

-En cualquier momento me vas a hacer acabar, putito hermoso
Fue mientras ambos acostado de costado paro mirándonos de perfil, yo aproveché a introducir como pude la cabeza de mi pene, el sujetaba con su mano izquierda para que no se me salga. Las respiraciones agitadas mientras nos comíamos a besos apasionadamente y acariciaba su espalda y culo.

Sus besos me romantizaban pero la eyaculación se retrasaba, comencé a ponerme ansioso. Así que me puse por detrás y dando golpes fuertes y pausados con mi vientre en su cola mientras lo penetraba e iba turnando con velocidades más rápidas comencé a llegar al final. Él levantaba la cintura y sus nalgas, su pene colgaba y salía liquido preseminal de su uretra. La excitación era tanta que me sentía explotar, apretaba mis ojos y dientes, sentía el calor de la lava queriendo salir.



De pronto, una explosión aconteció en mi. Quedé aturdido como si un explosivo explotará a mi lado, sin vitalidad, mis ojos sin fuerza se cerraron y caí medio inconsciente en la cama. Observé que de su ano mi fluido blanco comenzaba a brotar hacia afuera, y mojaba hasta sus testículos. Él se puso encima mío y me beso. Sus labios carnosos me daban las gracias de tanto placer.



Los dos quedamos sobre la cama tratando de recuperar fuerzas luego de tanto esfuerzo. Pero el sueño nos venció, amos quedamos adormecidos. 

Cuando desperté al otro día él se había ido, pero a mi lado dejó su ropa interior. No sé si volveré a verlo, pero tal vez sea un mensaje de que pronto volveré a hacerme dueño de sus fantasías.