Mudanza en el piso de mi tía Carolina

Mi tía Carolina, creo que la más guapa de mis tres tías, una hermosa mujer, llena de mucha alegría, una mujer encantadora, de esbelta figura. Siempre fue la más cariñosa de todas mis tías, recuerdo que jugaba mucho con mis mejillas, pero ahora, yo, ya no era el niño que ella había conocido, y ella lo comprobó aquella tarde cuando me vio. Ella recién se había mudado a Madrid, y ahora estaba con todo el follón de la mudanza, sé que estaría sola durante unos días, tenía mucho que ordenar en su nuevo piso. Sabíamos que vendría a vivir a esta ciudad, porque a su nuevo esposo, lo habían contratado en una importante trasnacional. Ahora, ella vivirá a unos 10 minutos de distancia de nuestro piso, esto, hace más fácil que nos veamos por las tardes. Siempre hay algo, en lo que uno puede ayudar.

Mudanza en el piso de mi tía Carolina

La llamada de mi tía Carolina, fue toda una sorpresa para mí.
 
Hola Rodri, me estoy instalando en mi nuevo piso. Y la verdad, es que llevo unos días muy estresantes, me faltan instalar todos los aparatos electrónicos, no tengo idea de cómo hacerlo. ¿Tú crees? que puedas venir por la tarde, así me ayudas y charlamos. Por favor cariño, échame una mano, te lo sabré agradecer.
 
Vale tía, por mi parte me encantaría ayudarte. Esta tarde no tengo mayores planes, yo podría pasar sobre las 6 de la tarde ¿Te parece bien la hora?
 
Genial querido, así me das tiempo a ordenar este caos, y cuando estés aquí, solo nos encargaríamos de los aparatos eléctricos. Preparar é algo de comer, solo para nosotros, ya que hasta el fin de semana no llega mi familia. No vayas a comer nada eh, así aprovechamos la tarde y me haces un poco de compañía, que mucha falta me hace.

 
Mi tía Carolina es una mujer alta, de 1.75 metros, capaz de quitarte el aliento con su indiscutible belleza. La he visto hace dos años atrás, cuando fuimos de visita a su casa. Fuimos para las vacaciones de verano, estar en la playa, piscina, ver su figura en estos lugares, era una hermosa postal para mi sentido visual. Tal vez, volver a revivir esas imágenes, juegos inocentes, fue lo que me animó a ayudarla. Ahora, me parece que está por la etapa de los 40, bienes cierto que los años no pasan en vano y en muchos casos, la edad es solo una cuestión de actitud. Llevar una vida sana, alegre y positiva, es creo yo el secreto de mi tía Carolina. 

Lo que más me impresionaba de esta mujer, era que tenía todo en su sitio. Es como si el tiempo se hubiera detenido en sus maravillosos 30, y que a pesar de tener 2 hijos, el más pequeño de 5 años, aún mantenía su desbordante alegría, las ganas de aprovechar al máximo cada día. De una hermosa sonrisa, amable y siempre atenta. Mirarla de lejos, casi siempre fue una peligrosa maniobra, ya que habían muchas personas alrededor, las miradas siempre estaban pendientes, lo digo en el sentido de que no sería visto de buena manera, que mis atentos ojos captaran aquellos momentos donde alguna prenda, podría adherirse más de lo necesario en alguna parte de su cuerpo.

historias eroticas
 
Mientras me dirigía a su piso, imaginando vaga mente que tipos de ropas estaría llevando, la dulce sensación de volverla a ver, hacía que apresurase mis pasos, hacia tal dirección. Al llegar a su piso, ansioso por el dulce encuentro, pero también con muchas ganas de estar en aquellos brazos. Ya en su piso, ella me abrió la puerta, muy contenta al verme, se alegró de que estuviera ahí, dispuesto a ayudarla en todo. Ella con ropa de estar encasa, algo suelto por arriba, lo suficiente como que nada apretujara su pecho, un pantalón corto de color negro, esta imagen volvía a grabarse en mi mente. Nuestro saludo fue muy efusivo, de mi parte muy cariñoso, abrazándola y alagando sus cualidades, lo bien que se veía, y es que aun en simples prendas, era digna admirar.
 
Después de largos abrazos, casi inseparables, La distancia y el tiempo transcurrido no había borrado el cariño que sentíamos. Sus elogios hacia mi cuerpo, producto de una dieta sana, mi perseverancia por mejorar mi estado físico, la cantidad de horas en el gimnasio, se notaban, esto es algo que ella apreciaba. Mi tía Carolina, también se veía muy bien, lucia maravillosa a pesar de que estaba algo agitada por la mudanza, cajas y cajas dentro del piso. Esto le tomaría algo de tiempo, ordenar todo lo que se veía ala vista, teníamos para rato.


Relato erotico con imagenes
 
Me pidió que le conectara los aparatos eléctricos, televisores, nevera, el micro, cosas así. Ciertamente tenía varios de estos aparatos, pero en el piso, no habían tantos tomacorrientes. Bajé al chino para comprar algunos alargadores, subir y dejar todo conectado, comprobar que todo quede funcionando. Ya en su piso nuevamente, nos dimos cuenta, que el chico que había ido a instalar el internet, no probo esta conexión. Además, tenía que haberle colocado la clave wifi a la portátil y las tabletas de los peques. Bueno, en fin que habían cosas por hacer. Pues yo me ocupé de estos aparatos, me quedé en la sala y ella se dirigió hacia las habitaciones, que le quedaban al final del pasillo.
 
Yo en cierta manera, me sentía muy motivado estando en su piso, sentir sus pasos de un lado a otro, mirar cómo movía las cajas, la manera que llevaba todo, me encantaba sentir su presencia, quizás su aroma.Habían sentimientos difíciles de ocultar, sentimientos muy personales, algunos que no puedes contarselos a nadie, la sola idea de tener aquellos deseos,sentir una agitación en el pecho al sentir la presencia de alguien, la dulce ilusión de estar cerca y compartir un espacio, lo más simple se volvía algo especial. Me pasaban cosas por la cabeza, pero intentaba no expresarlas,después de todo, quién podría entender esto, habría acaso alguna manera de no sentir este tipo de emociones.


Relatos eroticas con mujeres mad
 
Al cabo de un rato, yo había terminado las conexiones,de probar el wifi en todos los equipos y funcionaban bien. Sin más que hacer esperé sentado en el sofá. Ella había ido a su habitación, yo no sabía qué más hacer,ordené unas cajas que estaban en el medio del salón. Ella no regresaba, tenía planeado llamarla para avisarle que ya me retiraría. Que si no me necesitaba para nada mas, pues me iría. Caminé hasta el final del pasillo, para contarle que ya había terminado, lo que yo tenía que hacer. Yo quería que probara el wifi en los equipos, así no me sentiría solo en aquella enorme casa, que por cierto, a pesar de tener muchos años de construcción, estaba muy bien conservada.
 
Yo había terminado de instalar los aparatos eléctricos, y esperé un momento. En esa espera moví un poco de cajas, como para no aburrirme, así le daría un poco de tiempo en caso que ella estuviese ocupada. Me comentó que iría a su habitación para terminar de arreglarla, caminé hacia el final del pasillo para buscarla. Grande fue mi sorpresa al escuchar voces, más aun saber que en dicho piso, solo estábamos los dos. No había una puerta trasera, como para que alguien entrase por ahí. Mis pasos fueron desacelerándose, el asombro que me causó, escuchar aquellas voces, me ponían algo nervioso, aunque estaba claro que venían de algún aparato eléctrico.


Relaciones sexuales con mujeres

Estaba claro que venían de alguna plataforma de videos para adultos, ya que, un comercial de cámaras web se escuchó fuertemente. Pero bueno hasta ahí nada quizás anormal. Al pasar por las primeras habitaciones que eran de los más pequeños, toqué la puerta, para saber si estaría en alguna de ellas. Entré a las dos habitaciones y no había nadie. La habitación del cuarto de baño, separaba su habitación, de la de una de sus hijos. Los sonidos eran un poco más fuertes, se oían con más claridad desde esta parte del pasillo. Ya me entraba la duda por seguir avanzando, mis pasos ya se habían detenido del todo,no me animaba a seguir en este pasillo, pero tampoco quería devolverme tras mis pasos.

La situación se había puesto algo extraña, debería de seguir y llegar hasta casi el final del pasillo y enterarme de lo que estaba sucediendo. La otra opción, que me quedaba más a mano, era meterme en el baño,quizás desde ahí seguir este momento. Mi cuerpo pegado contra la pared,intentando contener el aliento, para no espantar, mucho menos asustar a quien este en la habitación, o a lo mejor si habrían dos personas, pero vuelvo a repetir, no habría manera de que entrase alguien más. Espera, pensé por un momento, y si antes de yo haber llegado, ya habría alguien en el piso. Esta idea no me pareció nada extraño, pero no habían maletas de viaje, quizás mi tía me lo hubiera comentado, me lo hubiera hecho saber. 
La curiosidad siguió para mí, pero ahora, alguien había bajado el volumen del dispositivo desde donde se habían oído las voces. Sentí que alguien arrastraba unas chanclas dentro de esa habitación, se las ponía rápidamente y salía presurosa de esta. El baño me quedaba muy cerca, la única opción que me quedó, fue meterme ahí. Quede expuesto, ya que no cerré La puerta, simplemente entré, ya estaba dentro, solo esperaba que si era mi tía,entraría y me vería ahí, sin hacer nada, que explicación podría dar, quizás notaría que la estaba espiando. Me sentí con la mente en blanco en ese momento.


Mudanza en el piso de mi tía Carolina
 
Aquellas chanclas solo asomaron a la puerta de La habitación, no salieron al pasillo, mi angustia se fue disipando con el pasar de los segundos, ya que no escuché más los sonidos de alguien caminando. Recobré él sentido de mi respiración ya que fueron unos breves instantes, pero ahí casi escondido en la habitación del baño, sin tener alguna explicación, me sentí algo angustiado. Estaba por irme de ahí, ya me la había jugado mucho, cerré la puerta del baño, esperé unos minutos y bajé la bomba del wáter. Era suficiente bulla como para que alguien lo oyese y podría saber que yo estaba cerca de su habitación. Salí con la tranquilidad de estar a salvo, más relajado y pues ya dispuesto a marcharme a mi casa, que aunque no me quedaba lejos, la echaba de menos. 

Al estar nuevamente en el pasillo, mi cabeza se volvió hacia la habitación de mi tía. Los sonidos se volvían a colar por el pasillo,intenté no hacer caso, no voltear ni nada de intentar curiosear, pero no pude evitarlo. Ahora la puerta estaba entreabierta, menos que antes, pero entreabierta, lo que hacía más fuerte mi intención de mirar que pasaba dentro.Que había, quienes estaban, que estarían mirando en aquel aparato. La curiosidad me arrastró hasta la puerta, esto no estaba bien, espiando a quien no debía,pero, yo no tenía la culpa, estos sonidos que salían de la portátil ahora se mezclaban con sonidos reales.
 
Estaba todo claro, solo en aquella habitación, había una persona y estaba viendo alguna película, pero que extraña manera de hacerlas cosas, lo digo en el sentido que me tenía a mi abajo, instalando los aparatos eléctricos, que tiempo pensaba que me podría demorar ahí. Es que no había sentido mis pasos en el pasillo, lo cerca que estaba de su habitación,pero lo más fuera de razones lógicas, era mi presencia en su piso. Ahora, debo decir que los sonidos se escuchaban más fuertes, se oían más intensos, tenían más alcance en cuanto a gravedad. No me parecía nada extraño, quizás era su manera de aliviar el estrés, pero porque en ese momento. Acaso era su intención que yo oyese todo esto, y si era así, porque.
 
Yo al asomarme a la puerta, vi todo a la luz tenue dela tarde-noche, la iluminación de la portátil, ya que las luces no estaban encendidas, lo que se entendía por lógicas razones. La ranura que había entre el marco de la puerta y la misma puerta, era lo justo como para mirar sin ningún tipo de obstáculo. Sonidos más graves, movimientos que resonaban en aquella habitación,todo era algo espectacular, no fue sino hasta 5 minutos después que todo terminó.La luminosidad de la portátil había terminado antes, un silencio selló aquella tarde-noche. Mis ojos habían presenciado algo que no podría contar a nadie,quien lo podría creer además. Sería difícil intentar convencer a nadie de esto,total que no me importaba ir por ahí contando esto.

historias eroticas
 
Tan pronto como hubo oscuridad y silencio en aquella habitación,me deslicé con el mismo silencio con el que había llegado desde la sala.Terminar pillado aquí sería una tontería, un descuido de parte mía, si ella lo había tenido, eso fue algo que aprecié. Me deslicé hacia la sala, para disimular que yo había estado todo este tiempo aquí. Ahora sí que sentía los pasos de las chanclas venir hacia esta parte del piso, su voz se escuchaba en todo el pasillo, mi nombre resonaba fuerte y claro, una fuerte palpitación me sacudió el cuerpo. Yo estaba seguro que no me había visto, eso lo tenía claro,aunque lo otro, creo que empezaba a dudar si en realidad lo había visto. Pero fue algo que deje pasar, las cosas que había oído y visto solo quedaron para mí.
 
Después de esto, conversamos un largo rato. Recordamos tiempos de verano, comprobamos que todo haya quedado correctamente enchufado.Su mirada al verme en la sala, algo acalorado, un poco nervioso sí, no era común estar en esta situación a diario, no en mi caso. Pero ella había advertido algo, la manera en que me preguntaba y giraba la cabeza, me dejaban algo intranquilo. Las siguientes tardes, volví por aquí. Esta situación se volvió a repetir, una vez más, solo que ahora, solo pude saberlo estando detrás dé la puerta de su habitación. Ya pasaron dos meses y no he vuelto a visitarla,ahora ya estará instalada con su familia. Solo me queda el agradable recuerdo y una imagen más para mi colección.
Gracias por llegar hasta el final:


Si quieres ver el video en youtube: https://www.youtube.com/watch?v=nQVpym2NKaA&t=29s


0 comentarios - Mudanza en el piso de mi tía Carolina