Dos Abuelas

Esto me paso hace poco, la empresa en la que trabajo tiene una sede en Ushuaia y cada tanto me toca viajar allá para resolver temas administrativos o capacitar. Esta vez era por ambas cosas por lo que a diferencia de otras veces iba a ir más de una semana, y como no conseguían pasajes porque fue a último momento me enviaron un viernes. Hasta ahí todo normal, mientras esperaba en Aeroparque me cayó un mail de la empresa con una reserva de un auto, lo cual me parecía raro, las oficinas de la empresa están en el centro de la ciudad y generalmente me llevan y traen, entonces mire el mail de la reserva del hotel y descubrí que me habían mandado a un hotel que está alejado de la ciudad que tiene una vista increíble, en eso me acorde que el chico que está a cargo de todas gestiones de los viajes es gay y siempre me está tirando algún palo, así que decidí mandarle un mensaje agradeciéndole a lo que obviamente me respondió que en algún momento tendría que pagar el favor, pero será en otro momento.
 
Abordo el avión muy contento pensando lo bien que la iba a pasar en un lindo hotel en lugar del hotel simplón al que iba siempre, me acomode junto a la ventanilla y a los segundos se acercan dos señoras mayores de unos 60/65 años muy coquetas ambas, pero no les preste atención, abrí mi mesita y me puse a trabajar en las presentaciones que tendría que hacer la semana siguiente así me quedaba tiempo para disfrutar el fin de semana. La mujer que se sentó a mi lado era más bien grandota por lo que un par de veces mientras se acomodaba me empujo un poco, y sinceramente putee más de una vez que en lugar del hotel lindo no me hubieran mandado en ejecutiva para ir más cómodo. Pero después de un rato se quedó quieta y se puso a charla con su compañera y con una pareja también mayor que estaba del otro lado.
 
El avión despego, cuando habilitaron me puse los auriculares para escuchar música (no me gusta volar) y seguir trabajando, hasta que en un momento siento que me tocan el hombro, concentrado como estaba no me di cuenta de que estaba la azafata ofreciendo algo para tomar y la señora que estaba a mi lado me avisaba. Me saqué los auriculares y pedí algo para beber, y ahí me pregunto quien estaba a mi lado si viajaba por trabajo, medio obvio, pero entendí que estaba aburrida y quería charlar, le dije que sí y ahí me conto que ellas eran amigas y viajaban con un grupo de jubilados de su club, que organizaban siempre viajes a distintos destinos para pasear, y que siempre iban con sus maridos pero que ahora su amiga se había separado y el marido de ella se había lastimado la cadera y no podía viajar. Allí me entere también sus edades, quien estaba a mi derecha era Alicia, tenía 65 años recién cumplidos, psicóloga abuela de 3 nietos y una por llegar, y dueña de unos tremendos ojos azules, en tanto que su amiga Silvina tenía 69 años próxima a cumplir 70 aunque la verdad a simple vista parecía mucho más joven que la primera, a duras penas le daba 60 años, recientemente divorciada y con hijos grandes que vivían fuera del país. Entre una cosa y otra me entere que las jubiladas no eran dos abuelitas normales, sino que eran dos señoras de San Isidro con mucho nivel. Era la primera vez que viajaban a Ushuaia y me contaron que a diferencia de otros grupos ellos tenían un par de excursiones, pero generalmente se manejaban libres y solo se juntaban para cenar. Les aconseje algunos tipos de la isla para que pasearan y pasamos el resto del viaje charlando de la vida, lo que hizo que no pudiera avanzar con mis presentaciones.
 
Al llegar a Ushuaia cuando se pararon pude apreciarlas por primera vez, Alicia era una mujer grandota, se podría decir gordita, pero era grandota firme con dos tetas muy grandes y una cadera importante que coronaban un gran culo. Su amiga por otro lado era flaca, aunque con unas tetas más bien grandes que se notaban no eran naturales y unas largas piernas, para colmo llevaba un pantalón de vestir bastante ajustado que dejaba poco a la imaginación y para mi sorpresa tenía una cola que muchas adolescentes quisieran tener. Bajamos del avión, tomé mi valija y me despedí de ellas deseándoles que disfrutaran el viaje, a lo que para mi sorpresa Silvina que era la que menos me había hablado en el viaje me pidió mi teléfono por si necesitaban algún tipo sobre la isla o alguna ayuda. Se lo di y me despedí de nuevo.
 
Me fui a retirar el auto, obviamente para variar como suele pasar con las retadoras el auto “económico” que me habían reservado no estaba disponible y me querían cobrar un plus por darme una camioneta, tras varias discusiones y amenazas de defensa al consumidor me dieron la 4x4 sin costo extra, pero me habían hecho perder bastante tiempo, me dirigí ya con mi coche hasta el hotel. Y mientras hacia el checo in escuché que gritaban mi nombre, me di vuelta y allí estaban Alicia y Silvina, me sorprendió porque me habían dicho que iban a un hotel de la montaña, pero no a ese
 
Y: ¿qué hacen acá?
S: hubo un problema con nuestras reservaciones y a nosotras y otra pareja nos enviaron acá
Y: ¡qué suerte! Este hotel esta medio lejos, pero es de los más lindos y tiene unas vistas preciosa
A: si la vista de la habitación es tremenda
S: y la que tenemos ahora en el lobby no está mal tampoco – guiñándome un ojo –
Y: bueno muchas gracias, lo bueno es que las voy a cruzar seguido y también van a alegrar mi vista
 
Ambas rieron y me dieron un beso y se alejaron para ir a encontrarse con su grupo, una vez más silvina me sorprendió porque su beso fue cerca de la comisura de la boca y me apretó fuerte contra ella. Yo me fui a mi habitación me di una ducha y me puse a preparar el trabajo. Cuando me quise dar cuenta ya era de noche así que bajé a aprovechar que el hotel tiene un restaurant con una vista increíble a hacer uso de mis viáticos. Una vez más me encontré en el restaurant con Alicia y Silvina que estaban esperando para ingresar junto a la otra pareja, insistieron para que los acompañara y no comiera solo que era una pena, así que pase el resto de la noche charlando con ellas y el matrimonio que también era de San Isidro y de un muy buen pasar, por lo que en la mesa el vino y el champagne caro fueron moneda corriente y yo sufría pensando cómo iba a justificar eso en los gastos. Yo pase la velada sentado al lado de Silvina que con el correr de las copas se ponía cada vez más conversadora, al punto que mientras su mano se apoyaba en mi pierna me conto con lujo de detalles cual novela de la tarde había descubierto que su ex se acostaba con la chica de la limpieza y con la secretaria, pero peor aún que había descubierto que tenía relaciones con la hija de unos vecinos que era menor de edad, y gracias a eso había logrado sacarle más de lo que le correspondía en el divorcio. No sé si fue el alcohol o qué, pero Silvina también me conto que hacía más de 4 años que no tenía relaciones sexuales, que cuando descubrió que su marido la engañaba pensó en hacer lo mismo, pero no se sentía segura y además la mayoría de los hombres que se le acercaban eran de su edad o más grandes y les resultaba aburrido, todo esto con su mano acariciando mi pierna y no voy a negar mi pija cada vez más dura.
 
Por suerte el hombre del otro matrimonio me empezó a sacar charla y ahí surgió que tenía la camioneta y obviamente al ser un conocedor del lugar comenzaron a insistir para que les haga de guía para ir al parque al día siguiente y a tolhuin de ser posible el domingo, que ellos harían frente a todos los gastos de combustible y todo lo que fuera comidas y demás, me negué varias veces no porque no me gustara hacerlo, sino que más bien por educación, pero termine aceptando. Tras comer los postres (si los postres pidieron varios) pidieron la cuenta y cuando quise abonar mi parte Silvina y Alicia no me lo permitieron aduciendo que era su invitado. Nos despedimos y quedamos que nos encontraríamos al otro día en la recepción a las 10 para ir pasar el día al parque. Mientras todos se fueron a sus habitaciones yo me fui al lobby a hacer unas consultas sobre algunas excursiones para el día siguiente y al terminar vi que Silvina estaba en uno de los sillones del bar tomando algo sola mirando por la ventana, la verdad que la madura estaba preciosa con un vestido largo negro al cuerpo que resaltaban su figura que lejos estaba de ser la de una abuela. Recordé todo lo que me había contado en la cena y su actitud y decidí acercarme a ella.
 
Y: ¿la puedo acompañar?
S: ¿ahora me tratas de Ud.?
Y: perdón me gusta
S: me haces sentir más vieja de lo que soy, pero me gusto, o quizás me gustas vos
Y: apa, se ve que el alcohol te libera
S: el alcohol y que ya no me acuerdo lo que es estar con un hombre
Y: ¿y yo soy un hombre?
S: sos un bombón que no le puedo sacar el ojo desde el avión
Y: gracias, vos sos una delicia y no entiendo cómo pudo pasar tanto tiempo sin que un hombre te disfrute
S: ¿y vos me queres disfrutar?
Y: me encantaría que vos disfrutes
 
Me acerque y la bese, fue un beso simple al principio pero que fue tomando mas pasión, nos empezaos a acercar en el sillón, hasta que una de mis manos se metió por el tajo de su vestido para acariciar su pierna y sus dos brazos me agarraron fuerte del cuello, no podía creer estar besándome de esa manera con una mujer de esa edad, cuando sintió mi mano recorriendo la piel de su pierna un escalofrió recorrido su cuerpo y pude sentir un gemido ahogado en mi boca. Justo en el momento que mi mano llegaba a su entrepierna y sentía la humedad de su bombacha, se separó de mi
 
S: no puedo ahora, me espera allí, pero quiero mas
Y: tranquila, tenemos muchos días si es lo que queres
S: quiero esto – poniendo su mano en mi pija que estaba como un garrote –
 
Volvió a besarme mientras acariciaba mi pija, pero fue unos segundos, se paró se dirigió al ascensor que llevaba a las habitaciones. La acompañe y en cuanto la puerta se cerró empezaos a besarnos de nuevo con pasión, llegamos a mi piso y no me dejo bajar del ascensor. Cuando llegamos a su piso la señora fina me tomo de la mano y me llevo hasta un cuartito que usaban los de limpieza para guardar las sábanas y otras cosas, cuando vio que no nos veía nadie me empujo adentro y antes que pudiera decir nada se arrodillo y saco mi pija del pantalón y empezó a chuparla
 
S: dios que linda es, hacia mucho que no veía una
Y: disfrútala, la chupas muy bien
S: me falta práctica, de pendeja no sabes lo que era no había pija que aguantara mi boca
Y: si seguís así yo no voy a aguantar mucho mas
 
La verdad que lo hacía con una maestría increíble es cierto que no soy superdotado, tengo un largo normal, pero si es gorda, pocas chicas lograron hacer una garganta profunda a mi pija y ella lo hacía, se la comía toda hasta el fondo agarrándome fuerte de la cola. Entre los besos, todo lo que me había dicho y los toqueteos yo estaba a mil y lo hacía de una manera que no podía aguantar mucho más, se lo dije, pero no se detuvo ni un segundo, siguió así hasta que me hizo acabar, tragándose toda mi pija y enviando los chorros de mi leche directo a su garganta. Cuando acabo limpio mi pija con su lengua y me sonrió.
 
S: ¿te gusto bebe?
Y: increíble, y que me digas bebe me pone más a mil
S: sos un bebe y no sabes hace cuanto que quería tomarme la leche de un bebe
Y: nunca hubiera pensado que eras tan putita
S: todavía no viste nada, ya vas a ver, ahora anda a tu habitación
Y: no para vos así no te vas a ningún lado
 
Ahora fui yo el que me arrodille, levante su vestido y baje una bombacha que no era una tanga, pero si era de encaje y muy sensual y estaba empapada, me sorprendí de que una mujer a su edad todavía se lubricara de esa manera siempre pensé que tendrían que usar lubricante. No le di tiempo ni a protestar que tenía su bombacha por los tobillos y ante mi aparecieron unos labios carnosos cubiertos de una mata de pelos brillosos blancos, si bien estaba peluda era algo prolijo. Y automáticamente hundí mi cara entre sus piernas, su gemido tuvo que haberse escuchado al menos en todo el piso. Comencé a jugar con mi lengua mientras ella apretaba con sus manos mi cabeza contra ella, fueron unos pocos minutos no creo que hayan sido mas de 2 o 3 de su concha no paraban de salir jugos y de su boca gemidos hasta que de pronto silencio y sus dedos entrelazándose entre mis pelos y apretándome contra ella casi hasta el ahogo y una catarata de líquidos inundo mi rostro. Le temblaron las piernas y tuve que pararme rápido para agarrarla y no se callera al piso
 
S: por dios bebe, hace cuanto que no acababa así
Y: ahora si te podes ir a dormir
S: y como voy a dormir… toma un regalito algo me dice que soy tu primera vieja y te lo mereces
 
Me dio su bombacha completamente mojada, se acomodó el vestido y abrió la puerta vio que no viniera nadie y salió, se alejó hacia su habitación tirándome un beso. Cuando salía del cuartito justo entro una mucama que se sorprendió, el olor a sexo era claro y se sonrió, devolví la sonrisa y me fui rápido a mi habitación.
 
Me di una ducha y caí rendido en la cama… ya les contare como siguió mi experiencia con las abuelas

7 comentarios - Dos Abuelas

veteranodel60
Realmente un relato de lujo, te dejo mis 10 puntos y felicitaciones por la experiencia y espero que sigas contando
wade-x
Esperando la continuación +10
EightBall
te lei en contactossex...jejej soy de ush la prox invita
fede4u
excelente relato... me engancho la historia...
me encantan las veteranas asi!!