Ruth, Una Mujer sin Tabúes 3


Continuación en la cocina…


Al estar agachada y tardarse mas de lo normal, ya había previsto un movimiento.

R: Shak, hazme un favor muy grande.

S: claro, lo que digas patrona.

R: saca vasos y cubiertos de la alacena de arriba por favor, acá abajo hay un desmadre y los platos están hasta el fondo.

S: por supuesto bella dama, con permiso eh.

R: pásale mi rey.

Se inclinó si mas se podía y el ni corto ni perezoso se pegó lo menos que se pudo a su culazo, claro, no sin antes acomodar su ariete hacia arriba para que ella sintiera entre los cachetes de su culo su gran bulto, puesto que se gastaba una buena polla de 20 cm de longitud y mas de una pulgada de grosor, el como podía sin pegarse a sus nalgas en pompa, pero era imposible alcanzar la agarradera de la alacena, tuvo que pegarse a su blanco derrier de Ruth.

R: ¿oh! (grito de impresión, pero mas de placer, ella hizo que se caía pero mas que sujetarse lo que hizo fue apoyarse para recargar mas el culo en su trabuco, el se despega un poco, pero no completamente).

S: perdón patrona, casi te tiro ¿verdad?

R: no Shaki, lo que pasa es que estás muy grandote, y mi espacio es muy pequeño aun, creo que hay que ensancharlo (lo volteaba a ver por encima del hombro con la mirada provocadora).

S: si es cierto, si gusta le puedo ayudar con ese pequeño asunto, tengo la herramienta necesaria.
R: y hablando de herramienta, que no te estorba esa que te dejaste en el pantalón (obvio el entendía el juego, lo había jugado ya varias veces, le gustaba mas eso, puesto que con juegos se las cogía mas caliente, que cuando lo llamaban directamente para follar, hubo rachas de puro sexo, y el ya tenía tiempo rechazando esas propuestas, puesto que se había metido en problemas, ya que la mayoría eran casadas infieles sin permiso y algunas hasta hijas de papi, la mayoría teniendo el tiempo limitado).

S: no, no es herramienta, es mi celular, mira, también está grandote.

R: ah con razón hasta sentí que vibró.

S: si, tengo mucha clientela, sobre todo mujeres casadas que sus maridos no saben hacer las chambas que hago.

R: ya me imagino, si me haces una chamba excelente (echa su culo mas hacia atrás y topa con su bulto, el lo entiende y hasta agarra con una mano una de sus caderas), seguiré utilizando tus servicios y toda tu… herramienta.

S: ah por supuesto, cuando quiera siempre y cuando tenga tiempo disponible patroncita, mis servicios y mi herramienta siempre estará a su servicio (se pega mas a su culazo, ella se voltea hacia dentro de la alacena y contiene un gemido, el empieza el sube y baja frotándose una, dos, tres veces).
S: ay patrona, porqué deja los utensilios hasta el fondo, tendré que estirarme mas, perdón si la empujo mas y le incomoda mi celular, usted disculpará (ella lo voltea a ver con la mirada zorra y las mejillas sonrosadas).

R: tu empuja, yo resisto lo que me empujes hombresote (el entendió la orden, empujó y se sujetó mas con una mano a su cadera, punteo, hasta casi traspasar la delgada tela de encaje de su tanga y la de su propia ropa), fueron como cinco punteadas mas, en una el disimuló que se caía y se sujetó con ambas manos de sus caderas, ella se incorporó un

poco, pegando si más se podía su bien formado culo, apoyándose del respaldo del mueble y gimiendo un fuerte oooh)

S: perdón patrona, perdí el equilibrio.

R: no te preocupes, los accidentes pasan, (hora de terminar el juego, y saca rápido los platos de la alacena, despegándose de el de repente, provocando que ahora si perdiera el equilibrio de verdad y como no queriendo fue a sujetarse de lo que podía, yendo sus manos a sus tetas que pude sentir hasta los pezones erectos entre sus dedos).

S: perdón otra vez patrona, es que se quitó de repente y no me pude sujetar de algo mas.

R: no te preocupes guapo, ya te dije (el quitó sus manos de sus pechos rápido), tienes las manos grandes eh.

S: son para sujetarme mejor.

R: si que te sujetas bien eh, ¿así eres para todo?

S: soy un todólogo.

R: jijiji, ya siéntate, vamos a comer.

El también dejó de hacerse el pendejo y sacó los utensilios de la alacena.

R: espérame tantito, ahorita vengo, voy al sanitario.

S: si madame.

No fue al baño, fue a su recamara, se quitó la tanga empapada que traía, se subió mas la falda y se desabotonó otro botón de la blusa, para rematar se puso unos tacones de plataforma de 15 cm y se incrustó un plug gigante en su hambriento agujero anal, pero antes de bajar se sentó para bajar un poco la calentura que le quemaba, y se masturbó con un vibrador gigante, apenas se lo metió unos segundos y tuvo un orgasmo gigante, que dejó lleno de líquidos vaginales blanquecinos, esto la dejó cali9ente también con ganas de más, pero ya no tanto como para querer explotar y terminar el juego que había empezado con Shakur, esta vez bajó para ir por todo.


Continuará…

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