Buscar, y encontrar un bull que se adapte a la dinámica de pareja pueda parecer una tarea muy sencilla de antemano, pero no lo es.
Cada pareja es un mundo, y ese mundo tiene reglas. Hay reglas visibles, manifiestas, y otras más difusas, que implican ciertos códigos no dichos entre la pareja. Todas las parejas tienen códigos diferentes. Y más aún, toda pareja va cambiando conforme el tiempo les va pasando. Mi pareja de hoy, no es, ni por asomo, parecida a la que tenía en 2018. Ni siquiera es parecida a la que éramos antes del fin de semana pasado.
Es ahí que ser corneador implica tremendo desafío. Los entiendo, hermanos. Sería muy fácil y sencillo para mí entregar a mi mujer a cualquier hombre. Pero no funciona de esa forma. Es muy necesario que sepan seducirla, hacerla sentir a gusto, que se sienta (muy) deseada todo el tiempo. Que le generen interés. Todo eso es tarea del corneador, aunque los cornudos siempre estemos dispuestos a ayudar en lo que nos sea posible, y allanar el camino.
En nuestro caso hemos tenido de todo. Recibimos muchos mensajes y comunicaciones desde que nos decidimos a empezar en esto. Menos del 10% de quienes nos escriben llegan a hablar con Pauli, esa es la realidad.
Las principales dificultades que encontramos a la hora de recibir un contacto de un potencial bull es que ponen "Hola", y listo. Cómo si eso por si solo fuera a generar el impacto que se necesita para llamar mi atención, mucho menos la de Pauli. Quizás en otras redes sociales, donde hay una historia detrás de cada uno de nosotros representada en nuestros perfiles, sea más fácil lograr una idea de cada uno, y con un "Hola. ¿Cómo andás?" baste para generar interés. En estos espacios, somos completos desconocidos, sin ninguna referencia que sostenga nuestro saludo inicial. ¡Hay que buscar la forma de llamar la atención, muchachos! Ser creativo es un don, y en este tipo de búsquedas te pone por delante en la fila para cogerte a mi novia.
Ni que hablar de los que mandan una foto de la pija, sin ningún contexto. Entendamos muchachos, que la mujer, generalmente, no se erotiza de la misma forma que nosotros. Para llegar a entusiasmarse con nuestra pija primero tiene que estar entusiasmada con nosotros.
Es necesario poder charlar, entrar en confianza, conocerse y empatizar, para poder avanzar en este camino.
Con aquellos que han logrado hablar con Pauli, también hay obstáculos. Ella los prefiere menores de 30, se ve que le gusta el colágeno, ja. Sin embargo, los queridos centenials son una raza bien compleja a la hora de vincularse. Aparecen y desaparecen fugazmente, como si mi novia tuviese que estar disponible cuando ellos así lo crean. Pues no, amigos, Pauli es una reina, y no está para ese tipo de vínculos. De cualquier forma, le encantan los pendejos menores de 30, con buen lomo, y que saben ser interesantes y divertidos. Por ahí pasa su búsqueda.
Así que, aquellos que, exitosamente, han logrado llamar la atención, luego han demostrado mucha flexibilidad a la hora de vincularse. Porque en el cuckold no te vinculás solo con una mujer, te vinculás con una pareja, y todos tenemos que estar contentos en esta tríada morbosa.
El morbo es algo que es necesario manejar también. Un morbo mal manejado puede terminar en una molestia en la pareja, y el final del vínculo quizás. Valoramos mucho aquellas personas que se interesan genuinamente por las personas que somos, y saben entrar y salir del morbo, tratandome como el más raso de los cornudos en un momento, o a Pauli como la más grande de todas las putas, y al rato poder estar hablando de deportes, espectáculos, política o cualquier otro tema trivial que se les ocurra.
Por otro lado, en esa capacidad de morbosear, tienen un plus aquellos que estén interesados en llevar el Cuckold a otro nivel, y, en un plano de dominación y humillación superior, jugar a la sissificación conmigo,
Espero sirva esta pequeña reseña del perfil del bull que a nosotros nos interesa, y sirva para enriquecer los cuernos de todos.
¡LOS ESPERAMOS AL MD!
Cada pareja es un mundo, y ese mundo tiene reglas. Hay reglas visibles, manifiestas, y otras más difusas, que implican ciertos códigos no dichos entre la pareja. Todas las parejas tienen códigos diferentes. Y más aún, toda pareja va cambiando conforme el tiempo les va pasando. Mi pareja de hoy, no es, ni por asomo, parecida a la que tenía en 2018. Ni siquiera es parecida a la que éramos antes del fin de semana pasado.
Es ahí que ser corneador implica tremendo desafío. Los entiendo, hermanos. Sería muy fácil y sencillo para mí entregar a mi mujer a cualquier hombre. Pero no funciona de esa forma. Es muy necesario que sepan seducirla, hacerla sentir a gusto, que se sienta (muy) deseada todo el tiempo. Que le generen interés. Todo eso es tarea del corneador, aunque los cornudos siempre estemos dispuestos a ayudar en lo que nos sea posible, y allanar el camino.
En nuestro caso hemos tenido de todo. Recibimos muchos mensajes y comunicaciones desde que nos decidimos a empezar en esto. Menos del 10% de quienes nos escriben llegan a hablar con Pauli, esa es la realidad.
Las principales dificultades que encontramos a la hora de recibir un contacto de un potencial bull es que ponen "Hola", y listo. Cómo si eso por si solo fuera a generar el impacto que se necesita para llamar mi atención, mucho menos la de Pauli. Quizás en otras redes sociales, donde hay una historia detrás de cada uno de nosotros representada en nuestros perfiles, sea más fácil lograr una idea de cada uno, y con un "Hola. ¿Cómo andás?" baste para generar interés. En estos espacios, somos completos desconocidos, sin ninguna referencia que sostenga nuestro saludo inicial. ¡Hay que buscar la forma de llamar la atención, muchachos! Ser creativo es un don, y en este tipo de búsquedas te pone por delante en la fila para cogerte a mi novia.
Ni que hablar de los que mandan una foto de la pija, sin ningún contexto. Entendamos muchachos, que la mujer, generalmente, no se erotiza de la misma forma que nosotros. Para llegar a entusiasmarse con nuestra pija primero tiene que estar entusiasmada con nosotros.
Es necesario poder charlar, entrar en confianza, conocerse y empatizar, para poder avanzar en este camino.
Con aquellos que han logrado hablar con Pauli, también hay obstáculos. Ella los prefiere menores de 30, se ve que le gusta el colágeno, ja. Sin embargo, los queridos centenials son una raza bien compleja a la hora de vincularse. Aparecen y desaparecen fugazmente, como si mi novia tuviese que estar disponible cuando ellos así lo crean. Pues no, amigos, Pauli es una reina, y no está para ese tipo de vínculos. De cualquier forma, le encantan los pendejos menores de 30, con buen lomo, y que saben ser interesantes y divertidos. Por ahí pasa su búsqueda.
Así que, aquellos que, exitosamente, han logrado llamar la atención, luego han demostrado mucha flexibilidad a la hora de vincularse. Porque en el cuckold no te vinculás solo con una mujer, te vinculás con una pareja, y todos tenemos que estar contentos en esta tríada morbosa.
El morbo es algo que es necesario manejar también. Un morbo mal manejado puede terminar en una molestia en la pareja, y el final del vínculo quizás. Valoramos mucho aquellas personas que se interesan genuinamente por las personas que somos, y saben entrar y salir del morbo, tratandome como el más raso de los cornudos en un momento, o a Pauli como la más grande de todas las putas, y al rato poder estar hablando de deportes, espectáculos, política o cualquier otro tema trivial que se les ocurra.
Por otro lado, en esa capacidad de morbosear, tienen un plus aquellos que estén interesados en llevar el Cuckold a otro nivel, y, en un plano de dominación y humillación superior, jugar a la sissificación conmigo,
Espero sirva esta pequeña reseña del perfil del bull que a nosotros nos interesa, y sirva para enriquecer los cuernos de todos.
¡LOS ESPERAMOS AL MD!
18 comentarios - Se busca bull para esta diosa
Suerte
¡Qué lindo sentir ese amor!
Los queremos también.