Estrenando el depa (real con fotos)

Qué tal, me disculpo por no subir nada estos días, sin embargo, han sido días estresantes en los que he tenido una gran carga de trabajo. Pero por lo mismo, en el momento en que me relajo descargo tensión y empiezo a masajearme la verga hasta que termino con una erección que hace que recuerde anécdotas personales que les cuento a manera de relato.

En esta ocasión, les cuento como estrene el departamento en el que actualmente vivo y de paso como debute por la cola a mi entonces pareja, Natalia.

Con Natalia tuve un romance breve, casi fugaz, en el que a pesar del poco tiempo que estuvimos juntos, tuvimos una relación muy pasional. Salíamos a comer, divertirnos turisteando en CDMX pero sobre todo cogiendo. Era algo que disfrutábamos los dos y que mientras duro nos dejamos llevar para disfrutar del sexo y de la vida en general.

Nos conocimos en el Gran Premio de la Fórmula 1 en la Ciudad de México que siempre se celebra en octubre y en una de las fiestas del evento pegamos onda rápido y no nos soltamos hasta que ella se fue. Natalia es una chica de intercambio que vino a la Ciudad por un año y tenía tan solo 23 añitos, lo cual para mi que le saco 8 años era un sueño hecho realidad. si bien yo la conocí en octubre y ella se fue en febrero, pase meses fantásticos que nunca olvidaré.

Ella es blanca, ojos azules, y flaquita con un culo riquísimo, pequeño pero bien formado y un pelo café obscuro que hace que sus ojos contrasten todavía más. Acá les dejo una fotito de Natalia cuando me tendía la cama por primera vez, antes de la reventada de culo que les voy a relatar:

Estrenando el depa (real con fotos)

Ella me acompañó en uno de los momentos más importantes de mi vida, ya que al fin me hice de un lugar propio y lo festejamos como dios manda Champaña y una cogida que recordaré por siempre y también mis vecinos porque les apuesto mi alma a que nunca escucharon gemir de esa forma a una mujer.

Sexo anal

Con Natalia desde el día que nos conocimos hubo química y en la cena en que estuvimos después nos fuimos solos de fiesta hasta el amanecer. Sin embargo, la primera noche no pasó más allá de unos besos pero a partir de la segunda vez que salimos ya la había cogido como dios manda.

Sin embargo, y para no hacer muy extenso este relato, les cuento que el día que me entregaron mi Departamento ella me acompañó y compró champaña para festejar, después de un par de tragos nos fuimos a una sala sin muebles para irnos a una recámara en la que solo había un colchón y una TV jajaja.

En la previa le chupe la concha y sus gemidos y movimientos me indicaban que estaba haciendo las cosas bien y al darle vuelta para seguir en lo mío me pude percatar que tenía un agujerito delicado que inspiraba ternura pero a la vez maldad. Lo confieso, me encanta lamerle el ano a mis novias y esto genera todo tipo de reacciones, desde un freno inmediato hasta los gemidos más intensos en una mujer al estimular una zona que para muchas es un Taboo. En este caso los gemidos inundaban mi recámara sin muebles en la que por la falta de muebles el eco magnificaba los gemidos y empecé a lamer su ano y a introducir mi lengua como queriéndola coger, a lo que si bien ella trató de apartarme en un inicio, después simplemente puso una almohada encima de su cabeza para ahogar los gemidos que esto le producía. Seguí así alrededor de 10 minutos y de repente pude ver cómo introducía su dedito anular en su culo y me pedía que por favor la penetrara.

Ni lento ni perezoso, empecé a pasarle la verga en la concha sin penetrarla como si mi verga fuera una brocha que pinta una pared. Ella estaba ansiosa de verga pero yo me resistía y la hacía desear que se la metiera hasta que me lo pidió porfavor. Se la dejé de ir de una hasta los huevos, porque me gusta marcar territorio y que sientan el tamaño y ya después de a poco empiezo el bombeo. Siempre aumentando la intensidad pero siempre atento a sus reacciones, movimientos y sobre todo al flujo vaginal y ya que se siente empapado empiezo a darle con ganas. Dándole verga con ella boca abajo pude notar que no dejaba de meterse un dedo en su culito a lo que le aparte la mano y, en cambio, empecé a jugar con mi pulgar, únicamente masajeando y presionando sin introducirlo, ojalá pudiera transmitir con palabras la excitación y satisfacción que me producía ver su cara gozando a plenitud; sin embargo, si eso fuera posible para el que escribe, le pelearía un premio Nobel a García Márquez, ya que esa cogida era digna de una novela de realismo mágico. Al notar que ella ya no daba más, le metí el pulgar hasta la primera falange y para este momento ya la bombeaba como un animal. Sus gemidos ya eran gritos y me gritaba que me amaba, le jalaba el pelo y bañados de sudor nos fundíamos en un abrazo dominante en el que le jalaba fuerte el pelo para levantarle la cabeza para besarla y con la otra mano le ahorcaba el cuello mientras seguía bombeando.

Cuando estaba totalmente al palo, saqué mi verga y la dije si quería que le hiciera el culo:

-“¿quieres que te haga la cola?”
-mhhh mhhhh mientras miraba a la pared sin enfocar, ni razonar absolutamente nada.

Yo totalmente poseído, le di un golpe al colchón con todas mis fuerzas y le grite

-“pendeja te estoy preguntando si quieres que te coja el culo”

No sé si fue la impresión del golpe o qué pasó que ella solo dijo

-“si” mientras empezó a morder la almohada

Saque un tubo de crema que tenia y me lo puse en la verga y despacio empecé a empujar. Me costo trabajo que entrara la cabeza, ustedes han visto que soy bastante cabezón 😉, pero ella aguantó sin quejas -la verdad es que las flaquitas siempre se la bancan, se las recomiendo- hasta que entró la cabeza. Se la metía sin parar pero esto lo hacía muy despacio, ella tenía los ojos blancos y junto a su cara había un charco de baba, de repente empezó a entrar con facilidad hasta que se la metí toda. El dolor le vino cuando la sacaba, así que estuvimos un rato hasta que por fin agarramos ritmo y me vine. Les juro que nunca había sacado tanta leche. Una vez que nos despegamos y bañados de sudor solo nos miramos y nos reímos con complicidad, ambo sabíamos que nos habíamos marcado para siempre y sin importar que fuera de nosotros, ella siempre recordaría que le debuté el culo y yo siempre recordaré que la reventé.
Esa noche cogimos 2 veces más durísimo, mis vecinos escucharon todo y -afortunadamente son parejas jóvenes, por lo que no hubo quejas sino bromas- en el chat de vecinos solo había comentarios que decían “se ve que alguien la pasó bien”, “que envidia”, “en ese depa si se da el grito (en alusión al grito de independencia)” etc….

Con el paso de las semanas Natalia ya era una más y entraba y salía como si fuera su casa y si nadie la había visto entrar sus gemidos recibiendo mi verga anunciaban que estaba ahí. Imágenes como la que les dejó de ella buscando un condon más o un brasier que yo me quedaba me acompañaran hasta mi tumba y cuando llegue el momento podré decir que viví..,

erotica

flaquita

Pero lo que nunca olvidaré es esa imagen de su culo, en un bonito calzón de flores, que yo sé que debuté -y ahora ustedes también- en un departamento sin muebles y sin persianas en el que seguramente nos vieron los vecinos con una mujer hermosa a la que el pudor se le hizo irrelevante con tal de coger con alguien a quien quiso.

Debut

Si les gusta el relato, comenten y dejen puntos porque eso es lo que más me calienta y a su vez motiva.

Pronto estaré en la playa, con una pareja de Polanco a la que estoy corneando y el esposo me pago mis vacaciones con ellos con tal de que le dé verga a su mujer. Espero convencerlos de tomar fotos para traerles otro relato, saludos de su amigo

Bonito y Vergon

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