Mi experiencia erótica en una playa nudista.
Me llamo Natalia, tengo 24 años, siempre me e sentido atraÃda por el nudismo y hace un año, aunque ya lo habÃa practicado antes, me animé a ir yo sola por fin a una playa en Valencia por la zona de GandÃa.
Ese dÃa me levanté temprano para ir a la playa, ya llevaba 3 dÃas en el apartamento y habÃa estado por la zona tomando el sol, explorando y disfrutando de la agradable sensación de libertad que te da el quitarte toda la ropa y bañarte desnuda en el mar.
HabÃa encontrado un sitio bastante ideal 2 dÃas antes algo apartado en si dentro de la zona nudista entre 2 grandes dunas de arena, muy cómodo para poder estar a mi rollo y vigilar mis cosas más fácilmente si me metÃa en el agua. Fui con un bikini amarillo y un pareo junto con mi pequeña mochila y una toalla, la cual extendà sobre la arena y después empecé a desnudarme, siempre me acelera un poco el corazón al empezar a quitarme la ropa pero la sensación agradable de mi piel al sol y la brisa me tranquiliza al rato.
Soy bastante delgada, peso 53kg y mido 1.67cm totalmente depilada, ojos verdes, morena y el pelo corto a la altura de mis hombros, mi pecho es una 85b bastante firmes con los pezones marrones, medianos con forma ovalada horizontal algo infladillos como forma de cono y mi culete es bastante redondillo sin exagerar con una 36 de pantalón.
Una vez desnuda me encantó sentir la brisa en mis partes Ãntimas, asà que cogà la crema solar y tranquilamente empecé a echarmela suavemente por cada centÃmetro de mi piel y me fui a la orilla del mar a remojarme un poquito para luego tumbarme al sol.
A la hora más o menos me di cuenta de reojo que habÃa un hombre sobre duna a mi izquierda, parecÃa estar observando el mar y la zona pero note como a ratos me dedicaba una mirada bastante prolongada, no le hice mucho caso, no me molestaba que me observasen la verdad asà que seguà leyendo un libro que me traje conmigo tumbada bocabajo. El hombre tenÃa aspecto de tener unos 40-50 años, con canas, poco pelo en el cuerpo y algo gordito.Â
Cuando me dio por levantar la mirada una segunda vez y ver si seguÃa allà no sólo vi que efectivamente aún estaba en el mismo sitio, si no que se hacÃa el distraÃdo mientras se acariciaba el Pene, la cual estaba bastante más grande. No se por que pero eso me empezó a excitar bastante, se me aceleró el corazón pensando que debÃa hacer, si ignorarlo o ofrecerle algo mejor que ver. Después de un rato de debate mental decidà guardar mi libro y darme la vuelta dejando que aquel hombre disfrutará de las vistas de mi cuerpo por delante aunque fuera desde lejos.
Me sorprendió gratamente que no pase desapercibida y que me observaba más detenidamente a la vez que ya no era un pequeño toqueteo lo que se hacÃa, si no que abiertamente empezó a pajearse. No me atraÃan los hombre maduros asà de primeras pero reconozco que esa situación se hizo muy morbosa para mÃ, mis pezones empezaron a incharse y no pude evitar que mi mano fuera a meterse entre mis muslos acariciando mi vagina ligeramente mientras le observaba.
Vi como aquel hombre se pajeaba más rápidamente y de repente paro para empezar a bajar la duna con cuidado, no tardo mucho en acercarse a mi con la polla totalmente tiesa y brillante por la punta para saludarme:
- hola guapa, espero no molestarte.
no tranquilo, está bien - le contesté yo.
Sus ojos estaban observándome de arriba a bajo, deteniéndose en mis tetas las cuales tenÃa los pezones ya durÃsimos, observando mi vientre, mis piernas y mi vagina mientras que los mÃos hacÃan lo mismo, viendo que aparentaba casi los 50, barbita corta y su pene no era especialmente grande pero se la veÃa gordita un poco escondida entre el pelo de la entrepierna.
- ¿te importa si sigo? - me preguntó a la vez que se sentaba a mi izquierda y pasaba la mano por la base de su pene.
- si quieres, no me importa.
Agarro con firmeza y su mano empezó a menearse sobre ella, masturbándose le hacÃa gracia ver cómo la cabeza brillante y gordita casi desaparecÃa entre sus dedos para luego sobresalir.
 gracias, perdona si no es apropiado es que no le e podido resistir, ¿Sueles venir por aqu�.
- es mi tercer dÃa por aquà la verdad. - su mano no paraba de distraerme asà que tenÃa que hacer un esfuerzo para apartar la mirada de su pene la cual parecÃa que pajeaba mas rápido.
- ¿Y estas aquà tú solita?.
- sip, me gusta ir a mi rollo por hay y explorar.
- ya veo ya, pues me alegro que asà sea, no todos los dÃas puedo ver una belleza como tú por aquÃ, y menos aún que no les moleste que me haga una pajilla delante de ellas.
Solté una risita mientras le volvÃa a mirar su pene lo cual el se dio cuenta de cómo se me fueron los ojos hacia abajo.
- ¿Te gusta?.
- si no está nada mal la verdad. - le respondà volviendo a levantar la mirada.
- gracias, a mà me encantan tus ojos y tus tetitas, esos pezoncitos son una delicia.
- jajaja gracias. - le contesté mientras me sentÃa más excitada por los halagos.
- oye, yo estoy a punto, ¿Te molestarÃa si acabo sobre tus tetitas? Me darÃa mucho morbo pero si no quieres no pasa nada tampoco quiero asustarte ni nada por el estilo.
Aquella pregunta me descolocó completamente, en cualquier otra situación habrÃa dicho que no a que un desconocido se me corriera encima pero la situación me estaba pareciendo tan morbosa que sin darme cuenta se me escapó un "no me importarÃa la verdad", la cual hizo que al hombre se le quedará una cara de sorpresa mezclada con excitación al dejarle.
-¿en serio?Â
- si okay, es morboso.
- niña no me lo creo, arrodÃllate aquÃ.Â
Se arrodilló al lado mÃa y so me levanté un poco más sobre mis manos para que mis tetas quedarán a la altura de su pene la cual se acercó tanto que la punta frotaba mi pezón izquierdo mientras se pajeaba a toda velocidad. No podÃa casi creerme la situación en la que habÃa acabado pero no podÃa importarme menos, mis ojos iban desde su cara de satisfacción a su penne sacudiéndose contra mi pezón, empecé a hacer un amago para ser yo quien le ayudará a acabar pero de repente el soltó un bufido y empezaron a salir disparados unos espesos chorros de semen que acaban callendo sobre mis tetas uno a uno, los dos primeros siendo especialmente abundantes seguidos de unos pocos menores hasta que con un resoplido dio un par de meneos con su verga sobre mi pezón y se sentó a mi lado exhausto; diciendo toma mi leche Perra...es lo más morboso que le a pasado en la vida.
No pude evitar soltar una risita mientras que a pesar del calor que hacÃa aún podÃa sentir lo calentita que estába su semen sobre mi piel.
tenÃas mucha leche, mientras limpiaba mis tetas con una toalla.
- gracias a ti niña, que me as puesto muy cachondo.
- de nada, a mà también me a gustado.
- ¿estarás estos dÃas por aquÃ? - me preguntó.
- seguramente sÃ, voy a estar 2 semanitas por aquà y allá.
- me encantarÃa volver a verte otra vez.
- jaja, bueno este es mi sitio favorito, asà que si quieres buscarme aquà andaré tomando el sol.
 estupendo, perdona si te dejo un poco a medias o algo pero esto a durado más de lo que habÃa pensado, por cierto me llamo Iván - me contestó levantándose mientras veÃa como su verga ya habÃa perdido toda la dureza.
- Natalia encantada.
- un placer Natalia, nos vemos.
Le vi caminar hasta que desapareció a través de la duna por la que vino y me quedé mirándome las tetas terminando de limpiar mi humeda vagina ya estaba llena de arena y tras darme un segundo para recuperar el aliento decidà darme un baño rápido en el mar para lavarme y recoger mis cosas de vuelta al apartamento preguntándome si lo volverÃa a ver.
Sigueme en TwitterX @erotichistoria
Me llamo Natalia, tengo 24 años, siempre me e sentido atraÃda por el nudismo y hace un año, aunque ya lo habÃa practicado antes, me animé a ir yo sola por fin a una playa en Valencia por la zona de GandÃa.
Ese dÃa me levanté temprano para ir a la playa, ya llevaba 3 dÃas en el apartamento y habÃa estado por la zona tomando el sol, explorando y disfrutando de la agradable sensación de libertad que te da el quitarte toda la ropa y bañarte desnuda en el mar.
HabÃa encontrado un sitio bastante ideal 2 dÃas antes algo apartado en si dentro de la zona nudista entre 2 grandes dunas de arena, muy cómodo para poder estar a mi rollo y vigilar mis cosas más fácilmente si me metÃa en el agua. Fui con un bikini amarillo y un pareo junto con mi pequeña mochila y una toalla, la cual extendà sobre la arena y después empecé a desnudarme, siempre me acelera un poco el corazón al empezar a quitarme la ropa pero la sensación agradable de mi piel al sol y la brisa me tranquiliza al rato.
Soy bastante delgada, peso 53kg y mido 1.67cm totalmente depilada, ojos verdes, morena y el pelo corto a la altura de mis hombros, mi pecho es una 85b bastante firmes con los pezones marrones, medianos con forma ovalada horizontal algo infladillos como forma de cono y mi culete es bastante redondillo sin exagerar con una 36 de pantalón.
Una vez desnuda me encantó sentir la brisa en mis partes Ãntimas, asà que cogà la crema solar y tranquilamente empecé a echarmela suavemente por cada centÃmetro de mi piel y me fui a la orilla del mar a remojarme un poquito para luego tumbarme al sol.
A la hora más o menos me di cuenta de reojo que habÃa un hombre sobre duna a mi izquierda, parecÃa estar observando el mar y la zona pero note como a ratos me dedicaba una mirada bastante prolongada, no le hice mucho caso, no me molestaba que me observasen la verdad asà que seguà leyendo un libro que me traje conmigo tumbada bocabajo. El hombre tenÃa aspecto de tener unos 40-50 años, con canas, poco pelo en el cuerpo y algo gordito.Â
Cuando me dio por levantar la mirada una segunda vez y ver si seguÃa allà no sólo vi que efectivamente aún estaba en el mismo sitio, si no que se hacÃa el distraÃdo mientras se acariciaba el Pene, la cual estaba bastante más grande. No se por que pero eso me empezó a excitar bastante, se me aceleró el corazón pensando que debÃa hacer, si ignorarlo o ofrecerle algo mejor que ver. Después de un rato de debate mental decidà guardar mi libro y darme la vuelta dejando que aquel hombre disfrutará de las vistas de mi cuerpo por delante aunque fuera desde lejos.
Me sorprendió gratamente que no pase desapercibida y que me observaba más detenidamente a la vez que ya no era un pequeño toqueteo lo que se hacÃa, si no que abiertamente empezó a pajearse. No me atraÃan los hombre maduros asà de primeras pero reconozco que esa situación se hizo muy morbosa para mÃ, mis pezones empezaron a incharse y no pude evitar que mi mano fuera a meterse entre mis muslos acariciando mi vagina ligeramente mientras le observaba.
Vi como aquel hombre se pajeaba más rápidamente y de repente paro para empezar a bajar la duna con cuidado, no tardo mucho en acercarse a mi con la polla totalmente tiesa y brillante por la punta para saludarme:
- hola guapa, espero no molestarte.
no tranquilo, está bien - le contesté yo.
Sus ojos estaban observándome de arriba a bajo, deteniéndose en mis tetas las cuales tenÃa los pezones ya durÃsimos, observando mi vientre, mis piernas y mi vagina mientras que los mÃos hacÃan lo mismo, viendo que aparentaba casi los 50, barbita corta y su pene no era especialmente grande pero se la veÃa gordita un poco escondida entre el pelo de la entrepierna.
- ¿te importa si sigo? - me preguntó a la vez que se sentaba a mi izquierda y pasaba la mano por la base de su pene.
- si quieres, no me importa.
Agarro con firmeza y su mano empezó a menearse sobre ella, masturbándose le hacÃa gracia ver cómo la cabeza brillante y gordita casi desaparecÃa entre sus dedos para luego sobresalir.
 gracias, perdona si no es apropiado es que no le e podido resistir, ¿Sueles venir por aqu�.
- es mi tercer dÃa por aquà la verdad. - su mano no paraba de distraerme asà que tenÃa que hacer un esfuerzo para apartar la mirada de su pene la cual parecÃa que pajeaba mas rápido.
- ¿Y estas aquà tú solita?.
- sip, me gusta ir a mi rollo por hay y explorar.
- ya veo ya, pues me alegro que asà sea, no todos los dÃas puedo ver una belleza como tú por aquÃ, y menos aún que no les moleste que me haga una pajilla delante de ellas.
Solté una risita mientras le volvÃa a mirar su pene lo cual el se dio cuenta de cómo se me fueron los ojos hacia abajo.
- ¿Te gusta?.
- si no está nada mal la verdad. - le respondà volviendo a levantar la mirada.
- gracias, a mà me encantan tus ojos y tus tetitas, esos pezoncitos son una delicia.
- jajaja gracias. - le contesté mientras me sentÃa más excitada por los halagos.
- oye, yo estoy a punto, ¿Te molestarÃa si acabo sobre tus tetitas? Me darÃa mucho morbo pero si no quieres no pasa nada tampoco quiero asustarte ni nada por el estilo.
Aquella pregunta me descolocó completamente, en cualquier otra situación habrÃa dicho que no a que un desconocido se me corriera encima pero la situación me estaba pareciendo tan morbosa que sin darme cuenta se me escapó un "no me importarÃa la verdad", la cual hizo que al hombre se le quedará una cara de sorpresa mezclada con excitación al dejarle.
-¿en serio?Â
- si okay, es morboso.
- niña no me lo creo, arrodÃllate aquÃ.Â
Se arrodilló al lado mÃa y so me levanté un poco más sobre mis manos para que mis tetas quedarán a la altura de su pene la cual se acercó tanto que la punta frotaba mi pezón izquierdo mientras se pajeaba a toda velocidad. No podÃa casi creerme la situación en la que habÃa acabado pero no podÃa importarme menos, mis ojos iban desde su cara de satisfacción a su penne sacudiéndose contra mi pezón, empecé a hacer un amago para ser yo quien le ayudará a acabar pero de repente el soltó un bufido y empezaron a salir disparados unos espesos chorros de semen que acaban callendo sobre mis tetas uno a uno, los dos primeros siendo especialmente abundantes seguidos de unos pocos menores hasta que con un resoplido dio un par de meneos con su verga sobre mi pezón y se sentó a mi lado exhausto; diciendo toma mi leche Perra...es lo más morboso que le a pasado en la vida.
No pude evitar soltar una risita mientras que a pesar del calor que hacÃa aún podÃa sentir lo calentita que estába su semen sobre mi piel.
tenÃas mucha leche, mientras limpiaba mis tetas con una toalla.
- gracias a ti niña, que me as puesto muy cachondo.
- de nada, a mà también me a gustado.
- ¿estarás estos dÃas por aquÃ? - me preguntó.
- seguramente sÃ, voy a estar 2 semanitas por aquà y allá.
- me encantarÃa volver a verte otra vez.
- jaja, bueno este es mi sitio favorito, asà que si quieres buscarme aquà andaré tomando el sol.
 estupendo, perdona si te dejo un poco a medias o algo pero esto a durado más de lo que habÃa pensado, por cierto me llamo Iván - me contestó levantándose mientras veÃa como su verga ya habÃa perdido toda la dureza.
- Natalia encantada.
- un placer Natalia, nos vemos.
Le vi caminar hasta que desapareció a través de la duna por la que vino y me quedé mirándome las tetas terminando de limpiar mi humeda vagina ya estaba llena de arena y tras darme un segundo para recuperar el aliento decidà darme un baño rápido en el mar para lavarme y recoger mis cosas de vuelta al apartamento preguntándome si lo volverÃa a ver.
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