El sabado salí de joda con amigos y ahí nos encontramos unas pibitas. Una de ellas, A, una chica chetita, linda, bajita, buen culo, labios gruesos, boca muy de petera, morenita y sin dudas lo mejor, ese culo. Pelo teñido de castaño claro, aunque ella ya es castaña oscura. Hablamos, empezamos a chapar y una cosa llevó a la otra y venimos al depto. Eella estaba con un top negro y un jean clarito de esos no muy apretados.
La piba 33 años, tenía las cosas claras. Cuando le empecé a tocar el culo abajo del jean caí en cuenta del monumento que tenía adelante. La dejo en ropa interior, ella a mi y me empieza a manosear la pija. Yo ya al palo, y como pueden ver, tengo una buena verga, le tocaba el culo desesperado. Hermosa tanga negra la piba. Chapabamos, yo le alababa el culito y se lo tocaba, la pibita me sonreía y me agarraba la verga.
En eso se sienta en el sillón y me baja el boxer y pum, como un resorte le quedó durísima a la altura de la cara. Me empieza a pajear, yo loco para que me la chupe se la acercaba a la boca y ella solo se reía y me miraba y me decía "uff como estás". Ahí parado desnudo con la pibita en ropa interior, le saco el corpiño y la dejo en tanga. Hermosas tetas, tamaño perfecto y sentí su boca. Ufff esa sensación de las primeras chupadas, iba muy suave, en la cabeza, lento, despacio. Casi como en cámara lenta su boca recorría cada cm de la cabeza de la pija. Ella descubría el glande con la boca y lo volvía a cubrir con la mano. Hacía algo que me excita muchísimo, la chupaba un poquito y me miraba buscando aprobación y viendo mi reacción, me sonreía y seguía. Así cada unos 20 segundos. Hasta que cuando ya estaba la pija de 20 cm dura como un hierro y latiendo me dijo "Ay, dale, metemela" pero yo estaba en la gloria total, le pedí que siga un poco más, y se copó.
Cuando en un momento por instinto, cosa que nunca hago, me empecé a pajear yo en su boca con mi mano y ella me agarraba el tronco con la mano derecha y las bolas con la izquierda y me miraba con cara de gatita. Me quería pajear ella pero yo no la podía soltar, necesitaba darle la leche. Me sacó la mano, se arrodilló enfrente, me apoyé parado contra la mesa y me empezó a pajear y sonreir me decía:
- Qué? (Y me pasó la lenguita por la punta mientras me pajeaba y me miraba) Mhhh. Si. Qué? Vas a acabar ja! Vas a acabar,mmmh, si. (Me miraba). Qué? (Sonreía).
- Ay si! (Yo ido resistía)
- Dame (Se metió la cabecita en la boca y chupó 5 segundos más. Se la sacó y me empezó a acariciar la pancita con una mano mientras con la otra me pajeaba y me miraba contentísima)
Acabé, chorros y chorros. Ella apuntaba a sus tetas, pero le caían en la cara, la boca, todos lados. Una marea de leche.
Cuando termina me dice "Ay, si! Qué rico". Yo ya no podía más, le tiré el lechazo de mi vida, solo quería irme a dormir. La piba toda hoy todavía quería pija. Me recuperé y a los 15 minutos, se me subió encima, me cabalgó entero y le terminé dando en 4 con la tanga puesta (me encanta eso). Le acabé arriba del culito y se fue.
Como me gustan esas peteras que piden aprobación. Relato más el pete porque creo que es la mejor parte. Amo ese poder que da tener la pija en la boca de una minita, sabés en ese momento que son tuyas y están totalmente dispuestas a darte el placer máximo. No hay más gloria que cuando disfrutan peteando.
La piba 33 años, tenía las cosas claras. Cuando le empecé a tocar el culo abajo del jean caí en cuenta del monumento que tenía adelante. La dejo en ropa interior, ella a mi y me empieza a manosear la pija. Yo ya al palo, y como pueden ver, tengo una buena verga, le tocaba el culo desesperado. Hermosa tanga negra la piba. Chapabamos, yo le alababa el culito y se lo tocaba, la pibita me sonreía y me agarraba la verga.
En eso se sienta en el sillón y me baja el boxer y pum, como un resorte le quedó durísima a la altura de la cara. Me empieza a pajear, yo loco para que me la chupe se la acercaba a la boca y ella solo se reía y me miraba y me decía "uff como estás". Ahí parado desnudo con la pibita en ropa interior, le saco el corpiño y la dejo en tanga. Hermosas tetas, tamaño perfecto y sentí su boca. Ufff esa sensación de las primeras chupadas, iba muy suave, en la cabeza, lento, despacio. Casi como en cámara lenta su boca recorría cada cm de la cabeza de la pija. Ella descubría el glande con la boca y lo volvía a cubrir con la mano. Hacía algo que me excita muchísimo, la chupaba un poquito y me miraba buscando aprobación y viendo mi reacción, me sonreía y seguía. Así cada unos 20 segundos. Hasta que cuando ya estaba la pija de 20 cm dura como un hierro y latiendo me dijo "Ay, dale, metemela" pero yo estaba en la gloria total, le pedí que siga un poco más, y se copó.
Cuando en un momento por instinto, cosa que nunca hago, me empecé a pajear yo en su boca con mi mano y ella me agarraba el tronco con la mano derecha y las bolas con la izquierda y me miraba con cara de gatita. Me quería pajear ella pero yo no la podía soltar, necesitaba darle la leche. Me sacó la mano, se arrodilló enfrente, me apoyé parado contra la mesa y me empezó a pajear y sonreir me decía:
- Qué? (Y me pasó la lenguita por la punta mientras me pajeaba y me miraba) Mhhh. Si. Qué? Vas a acabar ja! Vas a acabar,mmmh, si. (Me miraba). Qué? (Sonreía).
- Ay si! (Yo ido resistía)
- Dame (Se metió la cabecita en la boca y chupó 5 segundos más. Se la sacó y me empezó a acariciar la pancita con una mano mientras con la otra me pajeaba y me miraba contentísima)
Acabé, chorros y chorros. Ella apuntaba a sus tetas, pero le caían en la cara, la boca, todos lados. Una marea de leche.
Cuando termina me dice "Ay, si! Qué rico". Yo ya no podía más, le tiré el lechazo de mi vida, solo quería irme a dormir. La piba toda hoy todavía quería pija. Me recuperé y a los 15 minutos, se me subió encima, me cabalgó entero y le terminé dando en 4 con la tanga puesta (me encanta eso). Le acabé arriba del culito y se fue.
Como me gustan esas peteras que piden aprobación. Relato más el pete porque creo que es la mejor parte. Amo ese poder que da tener la pija en la boca de una minita, sabés en ese momento que son tuyas y están totalmente dispuestas a darte el placer máximo. No hay más gloria que cuando disfrutan peteando.
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