Vaya rato de buen morbo con Lorena A en la piscina

En una fiesta en un chalet, había coincidido con la guapísima Lorena A. Llevaba un bikini blanco con pequeñas lentejuelas formando líneas verticales, de aro, marcando muy bien sus redondos pechos operados, con tirantes finos, y nudo al cuello y espalda y en ambos lados de la braga. Yo llevaba un slip rojo, donde rápido se marco el paquete por culpa de los roces de Lorena al bailar.
La fiesta, avanzada la noche, se trasladó dentro del chalet con los pocos que quedábamos, para poder seguir con la música sin molestar a los vecinos. Lorena y yo acabamos fuera, sentados en el bordillo de la piscina, tomando una copa y charlando. La cosa fue subiendo de tono y Lorena acabo poniéndose de lado en el bordillo, pasando su mojado pie por mi paquete. La pregunte si la apetecía ir a alguna habitación y esta rápido me dijo que no, que era más morboso allí mismo, mientras apartaba la braga a un lado y me enseñaba su coño.
Sonreí, me metí en el agua y me coloqué entre sus piernas. Agaché la cabeza y comencé a comerla el coño, mientras acariciaba sus muslazos. Mis manos subieron varias veces, para acariciar sus redondas y operadas tetas, aun con el bikini puesto. Lorena apretaba mi cabeza con sus manos y apretaba fuerte sus muslos, cada vez que subía mucho la velocidad de mi lengua dentro de su coño. La puse una de sus piernas en mi hombro y la lamí el clítoris, mientras la masturbaba con dos dedos. Cuando Lorena se iba a correr, me aviso. Metí mi lengua de nuevo en su coño y apretó mi cabeza bien fuerte contra ella. Mi lengua se volvía a mover rapidísimo dentro y no paro hasta un rato después de que Lorena se corriera.

Lorena se levanto y me dijo que esperara un momento. Se metió en la casa y a los pocos segundos volvió a aparecer en el jardín con un condón. Lo dejo en el bordillo y se metió en el agua conmigo. Nos besamos y agarre su culazo. Lorena metió su mano por mi slip, acariciándome la polla. la acabo sacando del slip y me masturbo. Me hizo sentarme en el bordillo y comenzó a comerme los huevos, mientras seguía masturbándome.
Lorena se metió mi polla entera en la boca y jugo con su lengua por mi glande, mientras acariciaba mis huevos. Comenzó a hacerme una mamada, metiéndosela y sacándosela entera, de forma suave y sin descanso. Poco a poco fue subiendo la velocidad. Cada poco, volvía a masturbarme y lamer mi glande bien rápido.
Lorena cogió el condón y me lo puso con su maravillosa boca. Me baje al agua y nos besamos y metimos mano, mientras ella me rodeaba la cintura con sus piernas. Agarre fuerte su culazo y Lorena aparto su braga y metió mi polla en su coño. Nos pusimos a follar y besarnos como locos. Una de mis manos acariciaba fuerte su culazo, mientras la otra subió hasta sus pechos. Mi cara, de vez en cuando, bajaba hasta su canalillo, besándolo. Cogí el bikini y tiré de el hacia abajo sacando uno de sus pechos. Lo besé y lamí, para pronto comérsela. Saque su otro pecho para hacer exactamente lo mismo. Sus redonditos pechos operados, entraban maravillosamente en mi boca y se succionaban genial, mientras mi lengua jugaba con sus pezones.
Baje a Lorena y se coloco de espaldas a mí. Separé su braga y metí mi polla en su culazo. Mientras se lo follaba, nos besábamos y acariciaba sus tetas. La apoye contra la pared del bordillo y la folle más duro, el culazo. De repente una pareja entro en la piscina a fumar, pero al vernos en acción, se retiraron yéndose a una zona más lejana.
Volvió a girarse Lorena, y volvimos a follar, ahora contra el bordillo. Mis manos agarraban fuerte sus muslos y ella me besaba apasionadamente. Cuando bajaba la cabeza para morderla las tetas, ella me clavaba las uñas en la espalda, demostrándome lo cachonda que estaba.
Cuando iba a correrme, me volví a sentar en el bordillo. Lorena se puso entre mis piernas y me quito el condón. Volvió a hacerme un mamadón, sin parar hasta que me corrí y ella se tragó todo mi semen. Me puse bien el slip, me baje al agua y volví a comerla las tetas, mientras la masturbe hasta que se corrió.
Lorena se coloco bien el bikini, nos terminamos la copa y volvimos dentro de la casa, donde alguna mirada nos hacía intuir que alguien más, además de los fumadores, nos había visto.