Mi esposa y el mecánico.

Mi nombre es Adrián tengo 39 años y está es la historia de cómo mi esposa me volvió cornudo.
Ella se llama Ana, tiene 37 años, es baja de estatura pero muy hermosa, tiene unas piernas, caderas y un culo increíbles.
Gracias a que se cuida bastante, además de hacer yoga y ese tipo de cosas. Yo por mi parte me ejercito en casa de vez en cuando, solo para bajar la barriga, tengo una bicicleta estacionaria y algunas pesas.
Aunque la belleza de Ana se lo debe en mayor parte a la genética heredada de su madre, mi suegra que aunque ya tiene 58 años la vieja bruja aún tiene unas piernas firmes y un culo que nadie despreciaría.
Afortunadamente sólo heredó la belleza física, pues su carácter es completamente diferente, a pesar de su carácter fuerte ella siempre es alegre y juguetona.

Mi esposa y el mecánico.


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Además de ser una gran madre de nuestras dos hijas de 10 y 6 años.
También nuestra vida sexual siempre ha sido muy activa y satisfactoria.Hemos experimentado con toda clase de posiciones, juguetes e incluso sexo anal, pues Ana siempre fue muy fogosa y cachonda.

Mi trabajo como contador nos permite vivir en una casa grande, con jardín bastante amplio en un residencial privado, además nuestra casa se encuentra frente a un pequeño parque para niños, se podría decir que nuestra vida es perfecta, a pesar de tener los típicos problemas de vez en cuando.
Pero todo cambió cuando conocí a un mecánico gracias a un amigo de la oficina.
Estaba teniendo problemas con mi auto, siempre lo lleve con el mismo mecánico, pero nunca hacía bien su trabajo.

Rubén: que pasa Adrián, problemas de nuevo?
Adrián: sí el pendejo de César nunca hace bien su trabajo.
Rubén: jajaja por eso deje de llevarle mi auto a ése viejo cabron… pero no te preocupes conocí a un tipo que hace un excelente trabajo.
Adrián: pues dame su número.
Rubén: claro, él puede venir hasta la oficina ya que aún no tiene taller.
Adrián: un mecánico sin taller…quisiera saber dónde conoces gente tan rara.
Rubén: jajaja no te preocupes ya te dije hace excelentes trabajos y no cobra nada caro.
Adrián: me importa una chingada cuánto cobré mientras haga bien su trabajo y no tenga que regresar con el pendejo de César.

Después de darme su número, hablé con el tipo para citarlo y me pareció raro su acento caribeño.
Cuando llegó al estacionamiento de mi trabajo, el tipo me impresionó, era un negro algo feo, un poco más alto que yo, tal vez de 1.90, además su físico era bastante musculoso pero no como los tipos de gimnasio lleno de anabólicos, si no más compacto como un futbolista. El tipo venía en una pequeña motocicleta con una caja de herramientas. Entonces comencé a hablar con él, se llamaba José, era un inmigrante cubano de ahí su acento caribeño y tenía 26 años.
Continuamos hablando mientras seguía reparando mi auto, decía que su plan inicial era llegar a U.S.A. pero que nuestro país le había gustado bastante, por lo que había decidido quedarse y establecer su taller mecánico.
Continuamos hablando hasta que terminó su trabajo, me sorprendió que mi auto encendió a la primera y sin problemas.
Quedé satisfecho con su trabajo por lo que le dí una buena propina y también guardé su número por si necesitaba otras reparaciones.

Entonces unas semanas después mi esposa tuvo problemas con su camioneta y me llamó a la oficina.

Ana: amor la camioneta no enciende, vine a la escuela por las niñas, pero ya quiere encender.

Adrián: pero no había tenido fallas o sí?

Ana: no… no había tenido ningún problema…temprano traje a las niñas a la escuela, después fui al yoga y al supermercado.

Adrián: está bien no te preocupes, toma un taxi para ir a casa yo mandaré una grúa para que se lleven la camioneta.

Ana: está bien…la mandarás al taller?

Adrián: No la llevarán a casa…ya te lo había dicho tengo un nuevo mecánico él puede ir hasta la casa para repararla.

Ana: está bien…te veo más tarde…adiós.


Más tarde después de la cena le dije que ya se había acordado con José que iría al día siguiente para arreglar su camioneta.

Adrián: mañana viene el mecánico, podrías quedarte en la casa toda la mañana?...yo llevo a las niñas a la escuela.

Ana: … crees que tarde mucho??

Adrián: no creo, ya hablé con él para explicarle la falla…además es excelente trabajador.

Ana: pues está bien si hacé bien su trabajo yo iré por las niñas en la tarde.

Adrián: claro que sí…escuchá no te lo había dicho…José el mecánico es un inmigrante..

Entonces me miró con una cara sorprendida y un poco molesta.

Ana: un inmigrante???

Adrián: no te preocupes José es buen muchacho.

Ana: está bien…si tú lo dices….

Adrián: jajaja no te enojes…

Después de eso empecé a besarla para que se relajará, entonces nos calentamos y tuvimos sexo un buen rato.
Al día siguiente, todos estábamos listos para nuestro día. Excepto Ana que se quedaría en casa sólo llevaba unos leggins y una pequeña camiseta.
Entonces escuche la pequeña motocicleta de José. 

Adrián: creo que José ya llegó.

Entonces Ana se asomo por la ventana y me miró con una cara un poco molesta.
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Ana: ese es el mecánico??

Adrián: si es el vamos para que lo conozcas. 

Ana: mmm…está bien.

Salimos para hablar con él y para llevar a las niñas a la escuela.

Adrián: buenos días José.

José: bueno días señor Adrián.

Adrián: dime Adrián solamente…me haces sentir viejo, mira te presento a mi esposa Ana.

José: mucho gusto señora.

Ana: …Buenos días…mucho gusto…

Después de saludar Ana se retiro para subir a las niñas a mi auto y regresó junto a mi.

Adrián: y como va el proyecto del taller.

José: muy bien, ya he ahorrado bastante plata, haciendo mucho trabajos, hasta albañilería.

Adrián: enserio también haces albañilería?

José: bueno no tengo mucho conocimientos…
Solo hago lo trabajos más pesados…mover material cavar pozos para cimientos ese tipo de cosas….

Adrián: bueno te dejo tu pago por adelantado confío en que harás un buen trabajo, si necesitas algo puedes decirle a Ana.

José: por supueto.

Entonces Ana entró a la casa y yo me fui para llevar a las niñas.
Dos horas más tarde llamé por teléfono a casa.

Ana: ah…bueno..ah…ah…

Adrián: bueno amor.. pasa algo te escuchas agitada?

Ana: ah...si estaba…ah…usando tu bicicleta…
Cómo hoy no pude ir a la clase de yoga…

Adrián: es cierto lo olvide.…y José ya terminó?

Ana: ah …si amor hace un buen rato que se fue.

Adrián: y que tal la camioneta la probaste?

Ana: si le dí unas vueltas, funcionó de maravilla a la primera.

Adrián: te lo dije es excelente mecánico, entonces puedes ir por las niñas?

Ana: si amor…ah…

Adrián: está bien, bueno te dejo seguir en lo tuyo…te amo.

Ana: también te amo…ah…bye…


Por la tarde cuando regresé ella estaba muy alegre, para la cena preparó mi lasaña favorita. Nuestra vida siguió con normalidad hasta un mes después. 
Yo tenía pensado construir un asador grande en el jardín, ya tenía las medidas y había conseguido unos planos en internet. Parecía bastante sencillo así que decidí construirlo yo mismo, además recordé que José hacía algunos trabajos de albañilería también, por lo que le llamé por teléfono para ver si quería el trabajo y él aceptó con gusto.
Pedí todos los materiales que necesitaba a domicilio y le conté a Ana.


Adrián: amor mañana vendrá José para ayudarme con lo del nuevo asador.

Ana: jo...jose.

Me pareció extraño que respondió algo sorprendida y nerviosa.

Adrián: si no tardará mucho solo quiero que mueva al patio trasero los materiales que están en el jardín y también compactará la tierra donde retiré el césped.

Ana: si…está…está bien…

Adrián: te molesta algo, te ves rara.

Ana: no..no amor no es nada.

Adrián: no te preocupes, hablé con él solo usara la reja del jardín para entrar, el resto de la casa puede quedarse cerrado y tú puedes ir al yoga o a tomar un café.

Ana: si amor no te preocupes.



Después de eso se acercó a mí acariciándome, pero aún la sentía algo nerviosa, entonces comenzó a darme una mamada por lo que no le dí más importancia.
Por la mañana noté que ella aún actuaba muy rara eso me tenía intrigado. No sabía que le sucedía, habría tenido algún problema con José el día que reparó su camioneta o tal vez le faltó el respeto, ella estaba preparando el desayuno y el almuerzo para las niñas, entonces se me ocurrió una idea.
Decidí revisar el archivo de las cámaras de seguridad, solo son dos la de la puerta principal y la del patio trasero. Como nuestro fraccionamiento es privado además de tener guardia las 24 horas, nunca decidí instalar más cámaras. 
Comencé a buscar la fecha del día que José vino a casa, hasta encontrarlo adelante la toma hasta después que me fui para llevar a las niñas al colegio, todo parecía normal solo era José trabajando hasta que terminó y se acercó a la puerta para llamar a Ana.
Ella salió para probar la camioneta, subió la encendió y arrancó.
Podía ver que ella dió varias vueltas alrededor del parque frente a nuestra casa, mientras José estaba de espaldas guardando su herramienta en la caja que cargaba en su motocicleta. Hasta que Ana estacionó la camioneta frente a la cochera, de pronto bajó y se paró frente a José.
Al parecer comenzó a platicar con él, entonces ví como con una sonrisa bastante nerviosa empezó a mover sus manos como si le preguntara algo, José seguía de espaldas por lo que solo podía ver que decía que si con su cabeza, entonces ella reaccionó sujetándolo del brazo con una gran sonrisa y unos enormes ojos de sorpresa. Casi al instante ella le dijo algo y entraron rápidamente a la casa.
Estaba desconcertado tal vez lo invitó a lavarse después de la reparación o tal vez lo invitó a almorzar algo, no sabía qué pasaba comencé a adelantar el vídeo para ver a qué hora salía José, seguí adelantado hasta que por fin salió y subió a su motocicleta para irse.
Había pasado cerca de cuatro horas dentro, casi una hora después Ana salió, subió a la camioneta y se fue ya era la hora de recoger a las niñas.
Estaba en shock no creí lo acababa de ver a la hora que llamé por teléfono ese día ella me dijo que él se había ido pero aún seguía en casa con ella.
Después de eso bajé para desayunar pero seguía impactado, un rato después José llegó.

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Entonces salí para explicarle lo tenía que hacer, unos momentos después Ana salió con las niñas para llevarlas al colegio y ella se puso muy nerviosa al verlo.

José: bueno días señora Ana.
Ana: ...bue..buenos días José.

Después de eso ella subió a la camioneta rápidamente y se fué. Yo estaba totalmente fuera de mí, no sabía qué sucedía, después de explicarle a José, cerré la casa con llave y me marché al trabajo.
No podía pensar en otra cosa, así que cuando estaba a punto de llegar a la oficina decidí regresar, tenía que hablar con José y necesitaba una explicación.
Cuando llegué a casa quedé helado, al ver la camioneta de Ana que estaba frente a la cochera, se suponía que ella no regresaría, hasta que José terminará y se fuera. Rápidamente estacioné mi auto frente al parque, para correr a la casa, pude ver que los ladrillos y bultos de cemento ya no estaban en el frente.
Entonces entre por la reja del jardín, dentro de mí aún tenía esperanza de entrar y encontrar a José solo trabajando.
Pero no estaba, entonces escuché un gemido, yo sabía de quién era…era de Ana.
Me acerque a una de las ventanas, mi cuerpo se paralizó por completo mientras mi mente se quebró, la transparencia de las cortinas me permitió ver aquella escena.
Ana estaba sobre el sofá en cuatro patas mientras José la penetraba y ella gritaba como loca.
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Ana: ahh!..ah..ah..ah…si!!..ahh...ahhh!!!
José: sí mamita!…
Ana: si!!!...ahh..si!!...ahh!…ahh!..ahh…ahhhhh!…
José: te gusta mami!!!!
Ana: ahhh!!! sii!!!.. papito!!…ah!...si!..ah…ahhh!!!..
José: eso!... grita mamita!!…
Ana: ahhh!…si!!!…ahh!!...me vengo!!!...aaahhh!!!
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Ella tuvo un gran orgasmo que la hizo retorcerse muy fuerte, pero quedé más aterrado cuando José se hizo a un lado sacando su enorme verga de su coño. 
No creía que Ana pudiera meterse semejante cosa dentro, su verga era un poco más gruesa que la mía pero lo impresionante era lo larga que era, esa cosa facilmente medía más de 27 centímetros la mía de 17 centímetros no se le comparaba.
No podía creer semejante escena, mi amada esposa siendo infiel en mi propia casa y de pronto José comenzó a hablar.

José: ah..estás muy caliente mami…que pasa el seño Adrián no hace un buen trabajo…

Ana: ah.ah…claro que sí…Adrián tiene una buena herramienta…ah..ah…siempre me ha complacido..ah…también con toda clase de juguetes….

José: entonces mami….

Ana: ah..ya te lo había dicho…ah…aunque ya he probado de todo…. siempre tuve el antojo de una verga enorme…pero no de las de plástico…ah… si no de una de carne….pero no creí que fuera tan adictiva…ah…..por eso fuí hasta tu feo apartamento la última vez…..para que me cojieras otra vez 

José: jajajajaj así….. entonce puedes ir cuando quieras…
si quieres a diario…..

Ana:ah …claro que no….se vería muy sospechoso…..
por eso me emocioné cuando Adrián dijo que venías……ah…

José: bueno entonce te daré suficiente verga para varios días mami…jajajaja

Ana: siii!... papito!…ah…. lléname de verga!!!.... hasta el cansancio…..

Yo estaba completamente quebrado, no solo la había cojido en nuestra casa, si no que ella había ido hasta donde él para que lo hiciera de nuevo.
Pero aún no terminaba ella rápidamente se puso de rodillas para empezar a mamarle la verga.
Le sujetó la verga con ambas manos para empezar a chupar la punta, yo sabía que ella daba unas mamadas excelentes y está no era la excepción.

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Ella estaba como loca lamiendo su verga desde la base hasta la punta, cambiaba jalandole la verga mientras chupaba sus enormes huevos, de pronto la soltó y entonces de un solo golpe la tragó por completo hasta la garganta.
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Mi cuerpo seguía congelado sin poder moverse, mientras seguía viendo a mi esposa mamandole la verga a José y disfrutando como animal.
Entonces Ana se detuvo muy agitada, José la sujetó del cuello con una mano, para que se pusiera de pie y entonces comenzó a besarla.
Entonces se detuvo mientras aún la sujetaba del cuello y la llevó hasta el sofá.


José: vamo mami! aún tengo que dale mucha candela a tu coñito…
Ana: si! Papito!...si!!!..

José se sentó en el sofá, de inmediato Ana subió sobre su verga y comenzó a deslizarse lentamente.

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Ella solo tardó unos instantes para comenzar a rebotar como loca sobre su verga y entonces me di cuenta que yo tenía una gran erección.
No podía creerlo estaba confundido y furioso.
Eso no era posible, no era posible que estuviera excitado, mientras veía como mi esposa cojía como toda una puta.

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Ana: ahh…si…ahh!...aaaggghhh!!!....que verga!!!!
José: e to'a tuya mami!!!
Ana: ahh!..ah!..ah!..aaahhh!!!....ah!..ah!... ahhhh!!!
José: vamo mami!!...mas duro!!...
Ana:ahh!!....si!!...papito!...si!!!....ahhh!!!..aaahhh!!!!


Ana empezó a retorcerse sobre José, ella había tenido otro gran orgasmo, su verga salió de su coño casi escurriendo con todos sus fluidos, no creí que Ana pudiera lubricar tanto.
Se quedaron en la misma posición recuperando fuerzas durante unos momentos, entonces José la abrazó para cargarla y se puso de pie con ella en brazos.
Su fuerza era impresionante, la recostó en el sofá en posición de misionero y comenzó a penetrarla lentamente.
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Ana: ah…mmmm…si…mmm….ah….
José: mamita está tan mojada….
Ana: ah…ah…si!...papi..ahhh…métela toda!!!!
José: por supueto jajajaja
Anda: ahh…ahh…ahh….Si!!...ahh…ahhh!!!


José comenzó a embestirla con fuerza, mientras ella gritaba y gemía de placer.


Ana: ahh!.....así!!!...papi!!...dámela toda!!…ahhh!! 
José: si!...si!...
Ana: ahhh!!...ahhh….Si!!!...ahhh!!!....ahhh!!!!!!
José: si!...aquí va…. to'a la leche mami!!!
Ana: aaahhh!!!....Si!!!...aaahhh!!!....aaahhhh!!!!!!!
José: ah…ah…aaah….

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No podía creerlo José había eyaculado en su coño podía ver cómo sus enormes huevos se contraían vaciando su esperma, mientras las piernas de Ana temblaban de placer.

Pero no había terminado sin dejar de penetrarla, él la tomó por ambas piernas para ponerlas sobre sus hombros, era impresionante ver su coño con esa verga dentro y su culo totalmente expuesto.

Entonces comenzó a taladrar su coño de nuevo, con cada embestida, brotaba el semen de su eyaculación , mientras ella seguía gimiendo como loca

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Ana: aaahhh!!...ahhh!!...Más!!!....ahh!!!!...Más!!!!!!
José: ah…si!...si!!!
Ana: Si!!... aaaggghhh!!!!....aaahhh!!!.... aaahhh!!!!
José: ah!... mamita!!!!
Ana: aaaggghhh!!!!..aaahhh!!!!....aaaggghhh!!!!!
José: si!!!.... carajo!!!!


Ana tuvo dos orgasmo consecutivos, ese placer le provocó que su coño estallara en un squirt, yo seguía con mi erección mientras ellos jadeaban como animales agotados.
Pasó un rato mientras seguían recuperando el aliento, creí que ya todo había terminado, pero de pronto José la sujetó por la cadera para darle vuelta y ponerla en cuatro patas.

José: vamo…mami quiero probar ese culazo de nuevo…
Ana: ah..ah…si…Papi…hazlo...ah…méteme esa verga!...ah…por favor Papi!!!!!
José: claro mami!!


El empezó a lamer su culo, no podía creer que Ana pudiera meterse esa verga en el culo, pero sus palabras decían todo lo contrario.
De inmediato José le metió un dedo en el culo, para dilatarlo, pero también con la palma de la mano comenzó a untarle el semen que le escurría por las nalgas en el culo para lubricarla.
El se puso de pie, para colocar la punta de su verga en su culo y comenzó a penetrarla lentamente.

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Ana: aaahhh…si…papi…ahhh….aaahhh!!!
José: ah…si!!
Ana: ahhh…mas!…aaahhh!...aaahhh!!!.... Más!!!!
José: si!... mami!!!....
Ana: aaahhh!... aaaggghhh!!.. aaaggghhh!!!!!

Aquello ya era una auténtica escena porno, José la había empalado por completo y entonces comenzó a taladrar sin piedad.
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Ana: ahhh!..ahhh!!....Si!!!..ahhh!...aaahhh!!!...
José: ah…mami que culo!!
Ana: aaaggghhh!..ahhh!..Mierda!!.. aaahhh!!!!!
José: si…si…si!!
Ana: aaahhhh!..aaahhh!…aaaggghhh!!..aaahhh!!!
José: tómala toda!!
Ana: aaaggghhh...aaaggghhh!!....Si!!!.. aaahhh!!!!
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El volvió a eyacular pero está vez en su culo, de pronto la soltó para sentarse a su lado, aquello era impresionante el culo de Ana quedó tan dilatado que aún no cerraba y toda el esperma de José brotaba a chorros.
Ana se derrumbó sobre el sofá agotada, los dos jadeaban agotados, pasaron varios minutos sin moverse, hasta que José se puso de pie.

José: ah…ah…mami tengo que usar tu ducha…aún tengo trabajo que termina.

Ana: ah…ah…si…papito…ah…llévame contigo…ah..ah..mi…culo quiere…más!!!

José: jajaja…pero claro mami!

Él la tomó en brazos como si fuera una muñeca de trapo y subió las escaleras.
Después de un rato volví a escuchar los gemidos de Ana que venían desde la ducha.
No sabía qué hacer, mi mente era una locura y aún tenía una erección.
Decidí volver a mi auto e irme,mi mente era un caos,conduje durante varias horas y di muchas vueltas.
Hasta que fue hora de volver a casa, cuando llegue la cena estaba lista y Ana se veía hermosa.
Actuaba muy alegre como si nada hubiera pasado, mientras yo seguía bastante pensativo, por lo que ella se dió cuenta.

Ana: amor te pasa algo estás muy pensativo…
Adrián: no…no es nada cosas del trabajo…
Ana: de verdad…o no te gusto la cena??
Adrián: no amor son cosas del trabajo…y la cena está deliciosa….
Ana: está bien puedes contarme si quieres..

Unas horas después estaba en nuestra recamara, aún pensando y entonces ella salió de la ducha solo con una toalla puesta.

Ana: amor te ves muy raro seguro estás bien…

No pude resistir más me puse de pie, para tomarla del cabello y le arranque la toalla.
Comencé a masturbarla mientras le besaba el cuello y la tenía bien sujeta del cabello.

Ana: Adrián!..que haces…mmm…ah…
Adrián: estoy caliente….mi amor….
Ana: ah…ah…amor…ah….ahhh….

Aunque creí que se molestaría o se resistiría, no fue así, a la muy zorra le encantó, su coño de inmediato se mojo.Yo estaba enojado y excitado al mismo tiempo.
Sin soltarla del cabello la recosté en la cama, mi verga estaba demasiado dura y casi escurriendo.
Subí sobre ella para penetrar su culo de golpe, José le había dejado el culo tan dilatado que no necesite lubricarlo y comencé a embestirla sin piedad.
esposa infiel



Ana: ahh…ahhh….si amor!... ahhh…aaahhh!!!
Adrián: ah..ah….ah!
Ana: ahhh…ahhh!... más…más!!.. aaahhh!!!...
Adrián: ah…te gusta zorra!!!...ahh..
Ana: aaahhh!..aaahhh!!..si…Si!!!...aaaggghhh!!!
Adrián: ah..ah…si!! Si!! Te gusta puta!!!
Ana: ahhh!! Siii!!!!...aaaahh!!!...Maaaasss!!!

Continué embistiendo su culo hasta venirme, nunca había eyaculado tanto, pero yo seguía con la verga como piedra la seguí cojiendo un buen rato hasta quedarnos dormidos, nunca la había penetrado tan duro.
Pero todo era resultado de verla cumplir su fantasía como toda una puta infiel.
Unos meses después José por fin inauguró su taller, desde entonces me encargo de enviarla de vez en cuando, para que le dé "mantenimiento" a su camioneta.

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Y por las noches me encargo de cojerla como la gran puta que es.
cornudo feliz


Fin.

7 comentarios - Mi esposa y el mecánico.

Hugoses2 +1
Si n duda muy bien relato y q puta es tu esposa ese migrante le da cañaaa
Mogagarza7 +1
Muy buen relato y las imagenes le dan un plus
Ulilegii77 +2
Muy buen relato y que putita es tu mujer hermano!!!!
Felicitaciones
ramos184 +1
Que delicia de relato +10