Molinos de San Andrés

Dani nunca terminaste por hacerme caso. Te acordás que de muchachitos, te traía chocolates y te hacía visita. Nos sentabamos por horas en el andén de tu casa, juntos como jugando a ser amantes. Jugando con tu novio Alexis, con el que era el parcero, el del mazda coupé 323. Una chimba. En el que de chingas nos dimos los buenos roses, antes de ir al rancho. De camino a casa, porque además de compañero del colegio, Alexis, era también del barrio, de una cuadra más arriba, donde: "no es tan peligroso".

- claro que me acuerdo. Uy que problema, esa vez que Alexis se dió cuenta mk. -
-Clarooo, la interrumpo. Y continua, mientras siento sus labios llegar a mi oído. En tono de secreto, yo le digo, - Lo del chat, te acordás.
Me mira, tomando aire, y regresa sobre mi oido exhalando, - A mi me encanta que me chupes el culo". Todavía.

Le beso inmediatamente la boca. Y llegamos de un saludo inesperado, imprevisto, a un cuarto de hotel, de luz de neon rojiza, que choca con nuestro cuerpos y les da el contorno perfecto. Dani me acuesta sobre la cama de un empujón, se pone de espaldas y se baja el pantalón de jean azul.

Su espalda fina y encorvada, la coronan dos hombros redondos y un cuello largo. Su cabello es largo y liso. Prototipo de belleza Barbie del mercado. Un culo redondito se asoma con el tirón de su jean, es pequeño pero bien trabajado por horas, días, quizás años, en el gimnasio del barrio, tonificando su cuerpo. Trabajando sus piernas, su culo, el abdomen plano, horas en el gimnasio tras de qué.

Se coge el culo con las manos y lo abre, dejándome ver su ano color vermelho. Hermoso. Trazos delgados de carne dibujando los extremo de una aureola, trazos que convergen en el centro del ano, como el Sol, el Ojo, el Ano, atrapa mi mirada y me le voy en estampida. Hasta el fondo de ese Agujero Negro del ano.

Molinos de San Andrés



Instintivamente saco a más no poder mi lengua, como queriendo alcanzar ese centro que me tiene metafísicamente dominado. Daniela se acuclilla, para poder abrir más el agujero del ano, para meterme a mí dentro de ese hermosos ano que no parece suyo sino de la diablasíma santa Virgen. Maria Magddalena. Me absorve con su culo y yo me entrego con los brazos abiertos. Me voy por ahí como por un tubo.
Y para meterme dentro suyo empiezo por mi lengua. Y es sexo furtivo olor a culo y a saliva. Mi lengua entra toda y Daniela enloquece. Se la saca y vuelve a metérsela, mi lengua dura y firme penetrandola. Empiezo a sentir la sal de su sudor que le baja por la espina dorsal hasta caer en mi boca en mis labios, y dejamos de ser lengua, boca y labios, y ahora enjuagado absoluto de culo, no soy nadie. No soy. Que fiesta. hundido en el meridiano cero, a pesar de todo siento que huele a Daniela, al mismo hedor, el mismo vaho, de la daniela de 15 años. Eso solo quiere decir
- A tu noviecito la apsepxia no le deja gozar así.

amateur

1 comentario - Molinos de San Andrés

ex2043 +1
Que pedazo de ojete el de la foto