Doble vida (8)

Me fui al baño detrás de ella yme senté en el inodoro mientras la contemplaba ducharse. Me gustaba verla desnuda.Creo que a esta altura ella también disfrutaba exponiéndose como lo que era,una puta.
Cuando nuestros ojos se cruzaronno dejamos de sostener la mirada. Ella se enjabonaba. Yo me masturbaba. Sustetas eran perfectas. Mi pija estaba enorme y dura. Sus pezones estabanhinchados. De mi verga brotaba el líquido pre seminal a borbotones.
-       Tengo ganas de mear, pero con la pija parada novoy a poder le dije
-       ¿Necesitas ayuda?
-       Si
-       Entrá en la ducha, me dijo ella
Yo me dejé llevar y me metí conella en la ducha. Ni bien entré empezamos a besarnos. No parecíamos hermanosque se habían odiado. Ella parecía haber olvidado el episodio con el perro y yono recordaba todas sus humillaciones. Parecíamos dos desesperados. Ella meagarraba la pija y me pajeaba, yo le metía de a dos o tres dedos en la concha.Ella se arrodilló a chupármela, yo le acariciaba el cabello mientras le caía elagua en la cara. Ella me miraba con lujuria, yo a ella, también.
Miré para abajo. El agua le caíapor el pelo y por toda la cara, pero no dejaba de chuparme la verga. Lo hacíacon una pasión desmedida. Se afanaba en metérsela completamente en la boca. Yola agarraba de la cabeza y empujaba hacía mí para intentar hacerla sufrir.Llegó inclusive a hacer arcadas, pero nunca dejaba de chuparme, parecíaobsesionada. Evidentemente, ella sentía placer al chupar una verga.
En ese momento, como si fuera unrayo, una idea muy perversa se originó en mi cabeza. Volvieron las ganas deorinar y nuevamente me pregunté ¿Por qué no?
Saqué mi pija de la boca de mihermana y ella abrió los ojos como un niño al que se le escapa un globo,parecía abandonada. Me moría de ganas de orinar y mi pene comenzaba a perder unpoco la erección. Sin decirle nada me agarré la verga y apunté a sus pechos.
El delgado y dorado hilo de oríncomenzó a salir de mi pija y comenzó a bañar a mi hermana. Ella me miraba comono entendiendo nada, pero aun así no dijo palabra. Estiré mi mano y apagué laducha, quería que solo mi dorado fluido la recorriera por completo. No meanimaba a apuntar a su rostro. Creo que fue ella la que me lo pidió cerrandolos ojos y levantando la cara hacia mí. No dudé. Empecé a dirigir el chorro depis a su cara y no sé si me pareció o qué, pero una leve sonrisa parecíadibujarse en su rostro.
Cuando menos lo esperaba, abriósus ojos y ¡su boca! Aprestándose a recibir el fluido en sus fauces. Una locuracomo me miraba y buscaba con su boca abierta el chorro para que se le meta.Creo que no tragó, pero me cuesta saberlo a ciencia cierta. Siguió moviendo sucabeza y adelantó su cuerpo cuando el chorro perdía potencia, acercándose cadavez más a mi pija y buscándola con la boca.
Yo la miraba obnubilado, no podíacreer que Naty, mi dulce hermana para todo el mundo, fuera tan puta y tansumisa cuando quería. Seguía arrodillada y ahora reinaba en el ambiente un oloracre de mi orinada. Era algo asqueroso en otra circunstancia, pero en esta hizoque la pija se me pusiera mucho más dura aún.
-       Chupame la pija – le ordené
-       Mmmmm – susurró
Natalia se metió la verga sindilación y comenzó una mamada superlativa. Me acariciaba los huevos y se metíatoda la pija en la boca
-       ¿Te gusta mi verga, putita?  – la pregunta me salió sola
-       Mmmmm – asintió con la cabeza sin sacarse mipija de la boca
-       Sos una puta, Naty, sabías?
-       Mmmmm – volvió a asentir
Su cabeza subía y bajaba con miverga dentro de su boca y me dirigía sin retorno a un orgasmo incomparable.Estaba sometiendo a mi hermana y le iba a acabar en la boca
-       ¿Te vas a tragar toda mi leche?  – le pregunté
Para mi sorpresa, esta vez noasintió e hizo algo mucho mejor. Se sacó la pija de la boca y mirándome a losojos me dijo:
-       Lo que vos quieras
-       ¡Si, trágate mi leche, puta!  – le ordené
Me vacié en su boca. Primero unchorro, luego otro y otro y otro. No paraba de acabar y mi hermanita de tragarcomo una devoradora compulsiva de leche.
Le agarré la cabeza fuerte haciamí e hizo una arcada, casi vomita, pero con los ojos llorosos me miró y siguióchupando y tragando mientras mi pene volvía a su estado de reposo dentro de su boca.
Cuando mi hermana terminó deducharse y actuando con mucha parsimonia, se puso de pie y tomando el jabón consus dos pequeñas manos comenzó a enjabonarme la pija y los huevos.
-       Vamos a dejarte limpito – dijo sin mirarme a losojos
-       Bueno – dije yo dejándome hacer
El tiempo restante lo pasóabocada a la tarea de dejarme limpito. Me pasó la mano enjabonada por la cola ysentí una pequeña oleada de placer. No quise dejarla que avance en profundidadpara no mostrarme vulnerable ante su accionar, de modo que me fui sin decirpalabra, saliendo de la ducha si secándome el cuerpo mientras la miraba bañarsey acariciarse el cuerpo enjabonado.
Me fui a mi habitación antes demostrar una erección que seguramente me provocaría si me mantenía allí.
Ya en mi habitación me puse atrabajar en algunas cosas para no atrasarme mientras pensaba de qué manerapodría humillar a mi hermana. Nada se me ocurría.
Después de un rato de trabajar,volví a mirar las fotos de Naty y sin saber cómo una nueva idea perversa seapareció en mi mente: su cola abierta, su fruncido ano abierto en la foto debíaser mío.
 
 
(continuará…)
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Doble vida (8)

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4 comentarios - Doble vida (8)

CharlyNew2
Te puede gustar o no el contenido... pero como relato es Excelente... Brillante!!!
soretin3
Gracias Charly, espero que te haya gustado
jajaja
abrazo maestro
milangac
Que linda se pone la historia. Salud amigo
soretin3
Gracias MilangaC Amigo
n1nf0
+10 porque no sobra ninguna palabra y quedó contenido todo el morbo sin colocar extras innecesarios. En otro orden de ideas, la progresión de la historia me encanta, sigue por ahí, muchas gracias.
soretin3 +1
Gracias n1nf0 hermoso lo que comentas
Hugobran1
Muy buenoooo
soretin3
Gracias amigo Hugobran1