Un accidente de coche me convirtio en puta 4

Un simple accidente, un error cambio mi vida y la de mi familia para siempre de un modo que jamas podria haber imaginado. (CONTINUACION)
Para nuestra desgracia y como pude comprobar cuando Ricardo me follo en la mesa de nuestra cocina con mi esposo Luis delante estaba claro que la presencia de mi esposo en casa no era ningún impedimento para el así que mientras al principio trataba de venir a casa para hacer uso de mis agujeros cuando Luis estaba trabajando después de la follada en la cocina Ricardo no tenia ningún problema para presentarse en casa cuando lo deseaba.

Además las llaves de casa que mi esposo le había dado le permitían gozar de entrada libre en nuestra casa siempre que quisiera.

Aquel día era Miércoles y cuando vi que Ricardo entraba en casa decidí mandar a los niños a casa de los vecinos a jugar con sus amigos, los niños aunque eran bastante pequeños me preguntaban quien era ese señor que venia tanto a casa y yo solo podía contestarles que un amigo de papa y mama, por suerte mi desnudez pronto se hizo comprensible para ellos y ya nunca me preguntaban porque yo siempre iba desnuda por casa y en cambio ellos y su padre no.

Aquel día mi esposo llego a casa como de costumbre, después de darle sus llaves a Ricardo habíamos tenido que hacer otra copia para el, mi esposo entro en casa y me encontró en el salón de casa de rodillas delante de Ricardo, que estaba sentado en el sofá completamente desnudo.

Yo tenia la polla de Ricardo entre mis manos y lo llevaba a mi boca devorándolo por entero.

“Buenas noches Luis, ¿que tal el trabajo hoy?”

después de la follada en la cocina mi esposo había tenido que presenciar en otras dos ocasiones cosas parecidas así que por fuerte que pueda parecer no se extraño en absoluto al entrar en casa y ver a su mujer mamando la polla de Ricardo, por su parte Ricardo siempre hablaba a mi esposo con una naturalidad pasmosa como si fuera un simple amigo de la familia y la situación no seria para nada extraña si Ricardo no hiciera ese tipo de preguntas mientras tenia su polla dentro de mi boca con mi esposo mirando.

“Bien Don Ricardo”

Mi esposo trataba de no contestar cuando Ricardo se dirigía a el o lo hacia con las menos palabras posibles pero a Ricardo siempre le gustaba hablar, hacia que la situación fuera mas humillante y eso le encantaba.

“Llegas justo a tiempo para ver el fútbol, ven y siéntate aquí con nosotros”

Mi esposo tuvo que sentarse en el sofá al lado de Ricardo mientras yo seguía chupando su polla y el ponía el partido de fútbol que estaba a punto de comenzar.

Las venas de la polla de Ricardo se le marcaban a lo largo del tronco el cual no hacía más que palpitar con cada una de las caricias que yo le ofrecía, a esas alturas ya conocía bastante bien esa polla que había estado dentro de mi boca en al menos 5 ocasiones sin contar aquella, con las manos apoyadas sobre los muslos de Ricardo sentía como éste temblaba y se estremecía cada vez que lamía su instrumento.

Yo sacaba mi lengua como una ramera recorriendo su polla de arriba a abajo hasta llegar a la punta de su glande el cual yo lamía con la punta de mi lengua, sabia que aquello le encantaba al muy cabron.

“Tu esposa se ha convertido en una mamona de primera, estarás contento Luis”

“Que pasa Luis, ¿es que acaso no te la ha chupado últimamente?”

Mi esposo no respondió y por suerte Ricardo no insistió, mi esposo no me había tocado un pelo desde el día en que me vio en el baño de casa con mi cara cubierta por el semen de Ricardo, desde aquel día apenas me dirigía la palabra y mucho menos me daba algún tipo de beso o caricia.

Yo le miraba la polla y vi que la tenia durísima, a esas alturas ya no me sorprendía pues había visto a Ricardo tomar viagra y ese era uno de los motivos por el cual aquel viejo bastardo tenia siempre ese aguante y esa polla dura como un taladro.

 Algo que también le encantaba es que le chupara la cabeza de su polla mientras le pajeaba con mi mano, eso le hacia cerrar los ojos y gemir como un cerdo mientras mi mano subía y bajaba sobre su estaca de carne y mi boca se centraba en su glande.

también disfrutaba mucho cuando le lamía las pelotas, eso es algo que le encantaba, primero le gustaba que me metiera una de ellas en la boca y la lamiera bien y luego la otra, yo había aprendido a tragarme su polla hasta la empuñadura sin provocarme arcadas y sin que el presionara mi cabeza pero la sensación de su pene rozando mi garganta me estremecía y por suerte la garganta profunda no era algo que le gustara especialmente así que no tenia que hacerlo casi nunca.

El partido comenzó y mi esposo no apartaba la vista del televisor mientras yo masajeaba las pelotas de Ricardo y seguía mamando aquella polla.

podía sentir en mis manos la dureza de las bolas de Ricardo que como ya sabia muy bien siempre estaban bien cargados de leche esperando a ser lanzado sobre mi cara o mi coño o cualquier otra parte de mi cuerpo.

Yo procuraba no mirar a mi esposo mientras notaba la cabeza de la polla de Ricardo tocando mi paladar, mirarle mientras tenia que atender mis tareas como la perra de mi amo era casi lo peor de todo aquello.

“Ya casi, abre la boquita perra”

No era la primera vez que se corria en mi boca pero yo no me acostumbraba al espesor y sabor de su semen, el primero que había bajado por mi garganta y se había depositado en mi estomago de mujer casada, jamás había llevado esa practica a cabo con mi marido Luis y ahora ese cabron iba a correrse en mi boca por tercera vez en mi vida.

Yo seguía arrodillada con la boca abierta, por suerte en esa ocasión no se masturbo con su polla dentro de mi boca así que el primer chorro no entro en mi boca, recibí el primer lechazo en la frente, luego apunto mejor y los dos siguientes se colaron en mi boca, uno de ellos por entero y el otro manchando mi cara, Ricardo comprendió que iba a escupir su semen pero no me dejo

“Traga” ordeno

Y yo obedecí tragándome su semen mientras todavía un último chorreton me daba en las tetas.

“Abre la boca perra”

Yo abrí la boca sacando la lengua para que pudiera ver que me lo había tragado todo

“Muy bien, ahora prepara algo de picar y trae unas cervecitas para que tu marido y yo podamos ver el fútbol”

Me levante del suelo y obedecí, a los 10 minutos regrese al salón con un plato de patatas, otro de aceitunas y un par de cervezas para mi esposo y para Ricardo.

Ricardo me ordeno sentarme en el sofá entre mi esposo y el, por suerte me había podido limpiar el semen con servilletas de papel que había en la cocina, le gustaba acariciar mi cuerpo desnudo mientras veía el fútbol, sobre todo pasarme un brazo por encima del hombro y tocarme las tetas así como acariciar mi coño mientras bebía la cerveza o echarla sobre mis tetas para beberla directamente sobre ellas, todo ello delante de mi marido.

En el descanso del partido me ordeno agarrar su polla y meneársela así que mientras en la televisión ponían los anuncios y mi marido no se movía del sofá yo estuve pajeando la vieja polla de aquel hombre mientras tenia a mi esposo a escasos centímetros de mi sentado al lado, cuanto la tuvo bien dura le gustaba ponerse aceitunas en la punta de su polla para que yo me las comiera, comenzó el partido y yo seguía masturbando su estaca de carne cuando con su brazo me empujo sobre el haciéndome sentarme encima suya pero mirando al televisor.

“así puedes seguir viendo el partido perrita”

Yo estaba a horcajadas sobre el dándole la espalda y tuve que ser yo misma la que dirigiera su polla hacia la entrada de mi coño, me iba a follar otra vez y delante de mi marido.

Yo sabia que el prefería ser yo la que hiciera el esfuerzo así que yo misma fui bajando poco a poco, dejándome caer hasta sentir la cabeza de su pene traspasar poco a poco mi coño.

Aunque era una polla mas grande que la de mi esposo después de varias veces ya podía metérmela dentro con relativa facilidad centímetro a centímetro hasta quedar sentada sobre el y poder notar sus gordas pelotas bajo mi culo.

Mis paredes vaginales ya estaban acostumbradas al ariete que se había convertido en el dueño de mi coño desde hacia un par de semanas, Ricardo gozaba apretando mis tetas desde mi posición mientras yo era la encargada de cabalgarle.

“Ya te has hecho a mi tamaño perrita”

Me decía el desde atrás, yo agradecía aquella posición pues al ser yo la encargada del bombeo podía controlar el ritmo y la profundidad de las penetraciones, sin sacarme la polla de dentro me giro sobre su polla dejándome cara a cara con el y de ese modo unió sus labios a los míos, que me besara de esa manera delante de mi marido era casi mas humillante que chuparsela delante de Luis, los besos con lengua eran íntimos y privados y hacerlos con aquel hombre delante de mi esposo me revolvían el estomago.

Cuando me tenia de frente prefería ser el quien amarrándome desde mis nalgas marcara el ritmo de las penetraciones, aquella barra de carne entraba dentro de mi cada día con mas facilidad.

Le encantaba tenerme ensartada y mirarme a los ojos fijamente, podía tirarse así minutos enteros mientras yo sentía su polla palpitar sin moverse dentro de mi.

El ya sabia perfectamente que en esa postura mis orgasmos no tardaban en llegar y por mucho que yo lo intentaba no podía estar mas de 10 minutos cabalgando sobre Ricardo sin correrme, yo trataba de aguantar, de evitarlo pero mientras que con mi esposo jamás había tenido un orgasmo aquel experto cabron me hacia correr siempre que lo deseaba.

Me tenia ensartada cuando amarrándome de las nalgas se puso de pie conmigo encima, o tuve que pasar mis brazos por detrás de su cabeza para no caer hacia atrás y mis piernas se entrelazaron sobre el trasero de Ricardo.

En esa postura me la saco de golpe para sin tiempo para reaccionar volver a taladrarme con su polla.

Mis ojos se pusieron en blanco al sentirme traspasada hasta el fondo por aquel taladro en una postura que nunca había practicado con mi esposo que a pesar de ser mas joven que Ricardo era bastante mas delgado y no creo que hubiera sido capaz de tenerme encima durante un rato.

 Yo estaba sujeta por los brazos de Ricardo que me tenia bien agarrada por los muslos y me metía su taladro hasta el fondo de mis entrañas una y otra vez, me follaba con tal maestría que sino hubiera sido por estar teniendo sexo obligado habría tenido que admitir que era el mejor sexo de mi vida, para mi horror y desesperación aquel mal nacido follaba mucho mejor que mi pobre Luis.

Abrazada a él me elevaba en el aire cada vez que salía de mí para, al instante, dejarme caer, golpeaba sin descanso mi coño con su estaca con un vigor impropio de alguien de su edad a pesar de la viagra.

“Toma perrita, toma polla de la buena”

Yo le arañaba la espalda y el cuello ante las potentes embestidas que me propinaba, creía que iba a matarme a base de pollazos.

Acerco su cabeza a la mia y volvió a meterme la lengua en la boca, mi esposo como un pelele seguía en el sofá viendo la tele como un autómata sin voluntan ni cojones para parar aquello.

Ricardo me bajo al suelo y me ordeno dándome una palmada en el trasero ponerme de rodillas frente a mi esposo con mis manos sobre las rodillas de Luis.

Mi esposo se mostró sorprendido ante aquella petición igual que yo pero ni el dijo nada ni yo tampoco, una vez que lo hice Ricardo podía ver mi redondo trasero en todo su esplendor, el se puso detrás mia y tomándome por las caderas me arrimo hacia el sintiendo su dura polla en mi trasero, yo creía que iba a follarme a lo perrito en ese momento pero no estaba en lo cierto para mi desgracia.

“Maria Jesús, eres una de las mejores perras que he conocido pero aun te falta dominar cierta técnica para ser la mejor, hoy aprovechando que esta aquí Luis vamos a hacer algo nuevo que seguro que no has hecho con el”

No imaginaba la horrible idea que se le estaba pasando por la cabeza a Ricardo hasta que note su polla presionando mi esfínter, ahí lo comprendí.

“Por el culo no, por favor, por el culo no, nunca me han dado por ahí”

“Ya imaginaba que nunca te habían dado por el culo, si tu esposo apenas usa tu coño no iba a usar tu culo, pero eso me gusta y me anima mas a ser el primero en rompertelo”

Yo estaba agarrada a las rodillas de Luis y mirando a mi esposo grite

“POR DIOS LUIS HAZ ALGO, ME VA A ROMPER EL CULO, AYUDAME POR EL AMOR DE DIOS”

Mi esposo dejo escapar unas lagrimas por sus ojos pero bajo su cabeza y no abrió la boca.

“Prepárate que voy para allá”

La falta de hombría de mi esposo me mato por dentro, algo se me rompió en mi interior al ver como el hombre al que amaba se comportaba como un autentico cobarde permitiendo que aquel tipo me rompiera el culo mientras yo estaba agarrada a sus rodillas.

No había marcha atrás, podía sentir como muy despacio Ricardo presionaba mi esfínter con la cabeza de su polla, cuando consiguió entrar un grito desgarrador salio de mi boca, mi esposo me miro aterrado pensando que Ricardo me había partido el culo en dos pero el seguía presionando en mi culo.

jamás había sentido un dolor tan agudo como aquel, el dolor era como una puñalada que me subía desde el culo hasta la cabeza, como un terrible calambre que no cesaba ni un solo segundo, mi cuerpo se echo hacia delante sobre mi esposo mientras Ricardo seguía presionando.

“Ya esta casi, ya esta perrita, aguanta no vayan a escucharte los vecinos”

Ricardo me tenia bien agarrada y comenzó a sodomizarme, no sabia si la polla de aquel cabron había entrado por completo o no, solo sabia que el dolor era insufrible y me quemaba por dentro, llegue a pensar que me reventaría pues el dolor era tanto que pensé que iba a desgarrarme.

“SACALAAAAAAAA, ME ROMPESSSSSSS”

“Aguanta perra, veras como también llegas al orgasmo con mi polla en tu culo”

Nose cuanto tiempo duro el dolor pero mi culo termino por acostumbrarse a aquel ariete y después de sentirlo quieto dentro de mi pude sentir como muy despacio comenzaba a entrar y salir de mi culo, mi estrecho culo se fue adaptando al cipote de Ricardo que aunque largo no era demasiado grueso, estaba claro que Ricardo no era la primera vez que daba por el culo a una mujer y permitió que mi agujero se dilatara poco a poco para después moverse dentro de mi.

Pronto comenzó a empalarme por el culo con bastante facilidad, no solo me trabajaba el culo, sus manos expertas tocaban mi clítoris produciéndome placer, yo agradecía aquellas manos ya que así podía olvidar el escozor de mi trasero y fui yo misma para mi mayor humillación la que le pidió que siguiera tocándome el coño para no sentir las punzadas en mi esfínter.

Con una mano seguía tocándome el coño mientras con la otra agarro mi melena rubia, de ese modo y tirando de mi pelo me obligaba a levantar la cabeza y mirar a los ojos a mi esposo mientras Ricardo me rompía el culo clavándome su polla sin compasión.

“Ves como te empieza a gustar perrita”

“No, no me gusta, sacala”

“Voy a hacer que te corras con mi polla en el culo por mis santos cojones, ya lo veras”

Ricardo dominaba completamente la follada anal, desgraciadamente pronto el intenso dolor se mezcló con una sensación de cierto placer y cuanto mas tiempo seguía follandome el culo mas iba el dolor desapareciendo y siendo sustituido por el placer, aquel cerdo lo estaba logrando, aquel hijo de puta estaba consiguiendo que me gustara que me diera por el culo.

Pronto comencé a gritar pero no por el dolor de su polla en mi culo sino porque me follaba con tanta fuerza que me hacia daño al golpear mi culo con su cadera y al tirarme del pelo con fuerza, mis tetas se movían al ritmo de la enculada a pocos centímetros de la cara de mi esposo que trataba de mirar a la televisión para no sentir la indignidad de ver las tetas de su mujer agitarse violentamente desbocadas al ritmo de la sodomizacion que otro hombre la estaba dando.

podía sentir sus pelotas chocar contra mis nalgas y el muy cabron pronto decidió alternar de canal y volver a metérmela por el coño en la misma posición

Tirando todo el rato de mi melena su movimiento ganaba intensidad y pasaba del culo a mi coño sin distinción, sin permitir que mi culo se volviera a cerrar, pronto su polla entraba en mi culo con la misma facilidad que en mi coño hasta volver a centrarse en mi culo, pronto el placer había sustituido por completo al dolor y mientras me tiraba del pelo me corri como una perra con su polla enterrada en mi culo y mirando a los ojos a mi esposo.

“Ves perrita, ya te dije que al final te gustaría”

Mi orgasmo no evito que siguiera martilleando mi trasero

“Coño o culo Luis”

“¿Como..?”

“Coño o culo”

“Nose” dijo mi esposo sin saber al igual que yo a que se refería

“Elige uno”

“Culo”

“Muy bien, me correre en el culo de tu mujer”

El cerdo de Ricardo continuo sodomizandome hasta que se inclino hacia adelante y apretando mis tetas con fuerza bufo como un toro y comenzó a correrse dentro de mi culo.

Mi agujero trasero era el único agujero que no había recibido la caliente carga de las pelotas de Ricardo y en ese momento había dejado de ser virgen, ya no le quedaba ningún agujero nuevo donde correrse, mi culo estaba tan sensible que pude notar perfectamente como varios chorros se estrellaron en el, Ricardo seguía sin moverse y sin dejar de apretar mis tetas y yo notaba como su polla se iba desinflando dentro de mi recto, cuando la saco sentí como por mis muslos resbalaba el semen de Ricardo.

después Ricardo me ordeno dormir así, sin ducharme, de echo el mismo se quedo a dormir en casa para comprobar que dormía con mi culo relleno de semen, ceno en casa con nosotros y los niños que empezaban a ver muy normal su presencia en la casa.

Cuando nos fuimos a dormir Ricardo se quedo en el salón, a mi su presencia en la casa por la noche me incomodaba muchísimo, jamás se había quedado en casa a esas horas y nunca había echo nada conmigo con mis hijos en la casa pero yo temía que aquel viejo depravado estuviera tramando algo para la noche y por desgracia no me equivocaba.

A las 3:00 de la mañana me desperté con Ricardo desnudo encima mia, me estaba besando la cara y lo único que hacia que nuestros cuerpos no entraran en contacto era la sabana que me cubría a mi y a mi esposo.

“Vamos al salón, pero no lo hagas aquí, aquí en mi cama de matrimonio con mi marido al lado no por favor, te lo suplico”

“Yo a mi puta la follo donde quiero y cuando quiero, ya deberías saberlo, además tu esposo no se mueve, estará dormido”

Mi esposo estaba a mi lado girado hacia el otro lado, no podía verle la cara pero algo en mi interior me decía que no estaba dormido, Ricardo echo la sabana a un lado dejándome desnuda ante el y mi esposo era ahora el único en la cama que estaba tapado.

podía notar todo su cuerpo encima de mi, nunca le había tenido en esa postura, yo sabia que no había nada que pudiera hacer para evitarlo así que abrí mis piernas esperando que comenzara a embestir dentro de mi.

podía sentir su polla por encima de mi vientre, estaba blanda pero sabia que aquella polla no tardaría en ponerse a tono para taladrarme, además a Ricardo le ponía especialmente cachondo follarme delante de mi esposo.

Ricardo me besaba en la boca, el cuello, me lamía, me chupaba los pezones, las tetas, bajaba su áspera lengua hasta mi omligo y luego hasta mi pubis donde después de besar mi clítoris volvía a hacer el mismo recorrido pero a la inversa, sentía el peso de Ricardo sobre mi y como la cama rechinaba al sentir el peso de un tercer ocupante.

“Date la vuelta”

“¿Como?”

“Que te pongas boca abajo, voy a rellenarte otra vez el culo, no puedo dejar que se vuelva a cerrar, así no te dolerá tanto las próximas veces”

“No, por el culo otra vez no…”

“Que te des la vuelta cojones”

Ricardo se echo a un lado y yo me tuve que dar la vuelta, ahora notaba su peso corporal sobre mi espalda.

Sentí de golpe que algo comenzaba a meterse en mi orificio anal, me escocia pero mucho menos que unas horas antes cuando el cipote de Ricardo invadía mi trasero, virgen hasta ese momento.

Ricardo se iba abriendo paso dentro de mi culo poco a poco y por suerte no experimente el dolor de la primera vez, podía notar la polla de Ricardo en mi culo, aparentemente mi trasero era mas sensible que la vagina y con el sexo anal notaba perfectamente la polla dura y caliente de Ricardo que cada vez estaba mas dentro de mi abriéndome poco a poco mientras mi culo iba rodeando su salchicha.

“No grites sino quieres despertar a tu marido y a tus niños”

En la postura en que estaba podía ver la espalda de mi esposo, seguía inmóvil, yo estaba convencida de que fingía dormir.

Con todo el peso de Ricardo sobre mi yo apenas podía moverme, solo podía mover mis pies y mis brazos, el resto de mi cuerpo era prisionero del peso de Ricardo mientras su miembro viril traspasaba mi culo por segunda vez aquel día.

sentía como se hundía dentro de mi hasta que sentí que no se movía nada mas en mi interior.

“Te la he metido hasta las pelotas, ¿ves como ha sido mucho mas fácil que antes?”

Las palabras de Ricardo me confirmaron que me había traspasado todo el culo con su herramienta y efectivamente había sido mucho mas fácil que la vez anterior, con una de sus manos agarraba mi culo mientras su cuerpo se reclinaba hacia un lado apretando al mismo tiempo como queriendo meterme por el culo también sus gordas pelotas.

Pronto volví a sentir el movimiento que realizaba su polla en mi culo, entraba y salía de mi culo, entraba y salía y cada vez que entraba Ricardo no se conformaba hasta que sus pelotas marcaban el tope hasta el que mi culo podía engullir su estaca de carne.

Todavía notaba algo de dolor, sobretodo cuando volvía a meterla hasta el fondo pero yo podía soportarlo, lo que sabia que no podría soportar era si empezaba a moverse rápidamente como la anterior ocasión, la velocidad de sus penetraciones fueron las que lograron que me corriera por el culo y sabia que igual que no había podido evitarlo la otra vez no podría evitarlo en esta ocasión,¿habría algo mas humillante que llegar al orgasmo con un viejo violador follando tu culo en tu cama de matrimonio con tu esposo al lado?.

Su cuerpo se movía lentamente al mismo ritmo que su polla dentro de mi culo, metía sus manos debajo de mi cuerpo buscando mis tetas las cuales pellizcaba con fuerza como queriendo que gritara y así despertara a mi esposo, pero yo mordía la almohada y de ese modo lograba ahogar los gritos.

La velocidad de sus pollazos en mi culo fue aumentando y por desgracia empecé a gemir al sentir sus embestidas, yo seguía mordiendo la almohada pero en esa posición me era complicado respirar así que cuando me movía para coger aire no podía parar mis gemidos que de momento eran leves y bajitos.

“Te gusta que te folle el culo en tu cama de casada perrita, yo se que te gusta”

Yo no dije nada pero era evidente por mis gemido, a mi cuerpo le gustaba aquello y el muy cerdo lo sabia, su polla no dejaba de moverse dentro de mi cada vez mas rápido, mas y mas rápido, yo sentía como su polla chocaba contra las paredes de mi culo y pronto mis gemidos se fueron haciendo mas fuertes, yo sabia que era imposible que mi esposo siguiera durmiendo en aquella situación pero el seguía sin moverse, además el cabron de Ricardo empezó a decir en voz alta…

“¿Escuchas a tu mujer gemir Luis?, date la vuelta y mira como ahora se la puedo meter por el culo con mucha facilidad, su culo va a resultar mas tragón que el de una fulana de carretera, ¿me oyes Luis?”

Mi esposo seguía sin girarse aunque ya resultaba claro que si no se movía es porque no queria hacerlo.

“POM,POM,POM”

Los ruidos del cabecero de mi cama contra la pared eran brutales cada vez que Ricardo se echaba hacia delante de golpe clavándomela hasta el fondo.

“Mas despacio, por favor, mas despacio”

 Ricardo hacia caso omiso de mis palabras y todavía se movía mas fretenicamente, su polla entraba y salía de mi culo a una velocidad endiablada y su cuerpo me aplastaba contra el colchón, me galopaba con una furia brutal.

“Mama, ¿que pasa?, ¿que es ese ruido?”

Era la voz de mi hija, no podía verla desde mi posición pero los ruidos debían haberla despertado y había venido a nuestro dormitorio.

“Tranquila bonita, tu mama y yo ya estamos terminando”

Dijo el cabron de Ricardo sin dejar de encularme con rapidez.

“Por favor, que mi hija no vea esto, para ya”

Yo hablaba muy bajito para que mi hija no me oyera, no creyera que pensara que Ricardo me estaba haciendo daño, aunque así fuera.

“Tranquila, que ya se ocupa Luis”

Ricardo comenzó a mover a Luis

“Venga Luis, lleva a tu hija a su cuarto mientras yo termino aquí”

Mi esposo se levanto al momento de la cama, como yo pensaba no dormía y pude ver como se levantaba de la cama al mismo tiempo que Ricardo se quedaba quieto, su cuerpo se ponía rígido y comenzaba a gemir con fuerza, luego volvió a reanudar sus embestidas pero mucho mas despacio.

Continuaba clavándomela hasta lo más hondo y yo notaba una nueva descarga de su semen que me entraba a borbotones en el recto.

Pronto se quedo quieto encima de mi, con su pene dentro, cuando supuso que ya me había llenado el culo por completo se giro y se puso al lado de la cama donde dormía mi esposo, en ese momento solo se escuchaba en nuestra habitación el ritmo de nuestros jadeos y de nuestra respiración agitada.

Yo trate de levantarme pero Ricardo me lo impidió

“¿Dónde va mi perrita?”

“A ver a mi hija”

“Estate aquí, tu marido se esta ocupando de ella”

Me puse boca arriba sobre la cama, podía notar como el semen salía de mi culo y manchaba mis sabanas pero Ricardo no me permitió levantarme a limpiarme, me abrazo y me pidió que le acariciara la polla.

Eso es lo que mi marido pudo ver cuando volvió a nuestra habitación, a su mujer desnuda abrazada a Ricardo y sobandole la polla mientras el me abrazaba como si fuera su amante y su cuerpo descansaba en el lado donde dormía mi esposo.

Cuando Ricardo le vio en la puerta le dijo

“Luis, ve a dormir al sofá, me quedo aquí por si mas tarde tengo ganas de volver a follar con tu mujer”

Ya no me sorprendió que mi marido se diera la vuelta sin decir nada y se fuera a dormir al salón, Ricardo le había robado hasta la cama y el seguía mostrándose totalmente impotente sin protestar por nada.

Por suerte el resto de la noche Ricardo no tuvo ganas de marcha, nose como logre dormir con el a mi lado pero supongo que las enculadas me habían dejado agotada, al despertar pude ver como Ricardo seguía junto a mi con un par de dedos dentro de mi coño.

Me levante de la cama y el se despertó

“¿Dónde vas ahora?”

“A ducharme y a preparar a los niños para ir al colegio, amo”

“Que los lleve tu marido”

“Si los lleva el llegara tarde al trabajo”

“No pasa nada por eso, a fin de cuentas ya sabes que no es de el de quien depende ahora la estabilidad de la familia”

“Como quieras amo”

“De todas formas lo de la ducha es buena idea, ayer sudamos mucho,jajaja”

Ricardo se levanto de la cama y me dio la mano para levantarme de la cama y llevarme al cuarto de baño, cuando pasamos por el salón vimos que mi esposo no estaba en el sofá, al entrar al baño pudimos verle lavandose los dientes en el baño.

“Buenos días Luis”

Mi esposo no respondió y continuó lavandose los dientes

“Tu esposa y yo nos vamos a dar una ducha, hoy tienes que preparar tu a los niños y llevarles al colegio”

Mi esposo se limito a decir

“Como usted diga Don Ricardo”

Mi esposo se mostraba cada día mas como un completo pelele.

Ricardo y yo entramos en la ducha desnudos como estábamos y el puso en marcha el grifo, cogio una esponja y después de echarla gel comenzó a recorrer mi cuerpo con ella, se regodeaba en mis muslos y sobre todo en mi coño mientras mi marido seguía en el baño.

Antes de terminar de lavarse los dientes y salir del baño mi marido pudo ver como la esponja en la mano de Ricardo subía por mi tripa y se de tenia en mis tetas, las cuales froto a su antojo.

“Mi perrita tiene que estar bien limpita”

Luego me dio la vuelta poniéndome cara a cara con el y me dio la esponja, yo sabia lo que el queria así que no hizo falta que me dijera nada, pronto estaba enjabonándole sus huevos y su polla la cual volvía a crecer mientras yo le pasaba la esponja por ella.

“Ya se esta poniendo dura para darle lo suyo a mi perrita” me dijo al mismo tiempo que juntaba sus labios a los míos y me daba un profundo beso.

Luego me hizo girarme nuevamente y dejar la esponja en el suelo de la bañera que ya estaba llena hasta la mitad, el chorro de la ducha caía sobre nosotros mientras Ricardo me besaba las orejas, luego el cuello, los hombros hasta bajar hasta mis nalgas las cuales mordisqueaba para volver a subir hasta mi cuello.

Yo podía notar la dura polla de Ricardo entre mis nalgas lista para entrar al ataque de un momento a otro, así nos vio mi marido cuando entro al baño.

“Perdon…”

“Que pasa Luis”

“Tendría que usar el baño para peinar y lavar la cara a los niños”

“Adelante”

“Pero…” dije yo

“No pasa nada, somos una familia y hay confianza, los niños pueden entrar en el baño tranquilamente”

El idiota de mi esposo asintió con la cabeza y salio del baño, Ricardo aprovecho para tumbarse en la bañera al tiempo que me bajaba y me hacia sentarme sobre el con su polla dentro.

“Los niños no… que no vean…”

“Son unos niños, no se enteran de nada así que calla perrita” me dijo

Mi esposo entro con los niños mientras yo seguía sentada con la polla de Ricardo clavada en mi coño.

“Hola mami”

“Hola preciosos” dije yo

Ricardo no me levantaba y aunque los niños podían vernos en la bañera no podían verme empalada por la polla de Ricardo.

“Mami por que te bañas con tu amigo”

“Es para ahorrar agua cariño, como cuando te ducho con tu hermano”

Mi esposo comenzó a lavar y peinar a los niños al tiempo que Ricardo muy despacio me iba desenfundando su polla para metérmela de golpe y hacerme gemir

“¿Estas bien mami?”

“Si cariño, es un juego, como el de ayer por la noche, no pasa nada”

“Ahh, vale mami, papa ya me contó ayer que te gustaba mucho jugar con vuestro amigo”

No sabia lo que mi esposo les había contado a los niños pero ellos eran tan pequeños que no tenían ni idea de lo que estaba pasando y lo del juego era la forma mas sencilla de explicarles aquello, cuando salieron del baño mi hija me pregunto si no íbamos a desayunar todos juntos…

“Tu mama y yo desayunaremos mas tarde pero tranquila que mama se tomara un buen vaso de leche” le respondió a mi hija el cabron de Ricardo.

Cuando mis hijos y mi marido salieron del baño Ricardo no me follo, me dejo con su polla dentro hasta que se fue desinflando dentro de mi, cuando escucho la puerta de casa salimos del baño.

“Voy a darte el desayuno que le he prometido a tu hijo que te daría antes de irme”

Yo imaginaba lo que queria decir, en la cocina se sentó en la encimera de la cocina y meneo su polla dándome a entender que mi desayuno estaba entre sus piernas.

En esa posición no tuve que arrodillarme, solo inclinarme sobre el hasta tener su polla tan cerca que podía verla contraerse, se estaba pajeando y ya había recobrado su habitual tamaño y dureza, se pajeaba mientras me miraba sonriente.

Apoye una de mis manos sobre su muslo y con la otra agarre su polla, pase mis dedos por la base y pronto la punta de mi nariz toco la punta de su polla, mi lengua recorrió todo aquel tallo que tan bien conocía ya a esas alturas, me metí el glande en la boca y comencé a succionar al mismo tiempo que soltaba su polla con mi mano para masajearle las bolas.

“Recuerda tomarte tu vaso de leche por tu hija, no dejes ni una gota”

Mi lengua lamía todo su pene así como sus pelotas, la punta de su polla podía llegar con facilidad hasta mi garganta y a veces me detenía ahí con su polla bien dentro, sabia que le gustaba verme así, totalmente entregada con su miembro clavado en mi boca hasta el fondo.

“RING…RING”

El teléfono que teníamos en la cocina comenzó a sonar pero yo no me moví y me mantuve con la polla de Ricardo dentro de mi boca

“RING…RING”

“Contesta perra”

Me saque la polla de la boca y respondí al teléfono

“¿Si?”

“Hola mama”

“No, Luis ha llevado hoy los niños al colegio”

“Ven perrita, no dejes que tu desayuno se enfrié”

Me acerque a Ricardo mientras seguía hablando con mi madre y cuando estuve cerca de el me empujo la cabeza hacia abajo, no podía creer que quisiera que se la chupara mientras hablaba con mi madre pero lo tuve que hacer.

Cuando mi madre hablaba yo mamaba aquella polla y cuando esperaba respuesta me la sacaba de la boca pero no dejaba de atenderla, escupía sobre el glande y dejaba que la saliva resbalara por la polla de Ricardo para poder agarrarla y pajearle de arriba abajo lentamente mientras seguía conversando con mi pobre madre que no sabia nada de lo que ocurría en esos instantes.

“Si mama, estoy con mis tareas”

Obviamente mi madre no sabia que entre esas tareas ahora estaba la de chupar la polla de Ricardo y dejar que me diera por el culo o me la enchufara por el coño.

“Te llamaba porque queria ir a comer a tu casa y así nos veíamos, yo me ocupo de recoger a los niños”

Tuve que tapar el teléfono y soltar la polla de Ricardo la cual se quedo apoyada en mi frente, debía pedirle permiso a aquel hijo de puta para que mi madre viniera a casa a comer pues no queria que viera nada de aquello y tampoco que me viera desnuda.

“Esta bien, puede venir y por esta vez te dejare que te vistas, por desgracia yo tengo unos asuntos que resolver y no podré acompañaros”

“Esta bien mama, te espero aquí sobre las 15:00”

había vuelto a meter la polla de Ricardo en mi boca mientras mi madre hablaba y justo cuando me la iba a sacar para despedirme de mi madre me agarro con sus dos manos la cabeza y me dejo su polla enterrada en la garganta.

“Aquí viene tu vaso de leche”

sentí como por primera vez se corría en mi garganta directamente y sin remisión, yo solo podía tragar y su polla estaba tan dentro de mi boca que su leche ni siquiera caía en mi boca sino que bajaba directamente chocando contra mi garganta hasta mi estomago.

“Glup…glup…”

“¿Hija, sigues ahí?”

Trague tan rápido como pude para poder sacarme la polla de la boca y despedirme de mi madre, luego Ricardo se bajo de la encimera de la cocina, se vistió y se marcho de casa, yo no sabia a que se dedicaba exactamente pero estaba claro que no tenia horarios y podía visitarme siempre que queria, a mi por mi parte solo me quedaba esperar su próxima visita

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