Mi amada e inocente esposa III

Ejercicios

El día continuo normal en mi trabajo, al llegar a casa mi esposa me recibió con un tierno beso, como de costumbre lo hace. Cenamos y una vez en la recamara, me conto como estuvo su día; al llegar don Francisco, la saludo con un beso en la mejilla, le pareció extraño el acercamiento, pero nada de importancia, entonces, paso a la casa y se puso a trabajar, platicaron de cosas triviales, pero Lucia tuvo que retirarse a la habitación para cambiarse de ropa, ya que suele ir al gimnasio de lunes a viernes, para esto se vistió con unos leggins ajustados color verdes.

Mi amada e inocente esposa III

Dudo por un instante si dejar o no a Don Francisco solo en casa, y finalmente optó por no hacerlo, entonces decidido ejercitarse en la sala de la casa, se puso audífonos y comenzó a ejercitarse frente a la TV, siguiendo una rutina en línea.
Me dijo también que atrapo a don Francisco mirándola cuando en un momento volteo para ver los avances de la cocina, y don Francisco tenía la mirada fija en sus nalgas. De inmediato al verse descubierto se volteo para seguir trabajando. Le dije que fue una gran idea quedarse en casa para hacer ejercicio, al menos el tiempo que dure la remodelación de la cocina, y en cuanto a las miradas de Don Francisco, le dije que era algo normal y que no le diera importancia.

El viernes, si pude recibir a don francisco, platicamos un poco del avance que llevaba y me explico algunos detalles, antes de irme a trabajar lo deje en la cocina trabajando, mi esposa seguía en la habitación, como de costumbre, al llegar en la tarde a casa, ya en la recamara, Lucia me contaría como estuvo su día.

Según me conto, se encontró al Don Francisco en la cocina, y lo saludo, con un beso en la mejilla, durante el día platicaron de temas más personales… por ejemplo, le dijo a mi esposa que era viudo y que actualmente se sentía muy solo, que sus hijos ya eran adultos y no lo visitaban, entonces lo único que tenía era su trabajo, mi esposa no pudo evitar contármelo con un semblante de tristeza, ella se sinceró con él y le platico un poco de su familia, el tiempo que llevaba casada conmigo. A medio día, repitió la misma acción del día anterior, se puso ropa para ejercitarse y se fue a la sala para comenzar sus ejercicios, se colocó sus audífonos y prendió la TV y fue como si se desconectara del mundo.

De pronto, sintió a sus espaldas una presencia y al mismo tiempo sintió como unas manos rodeaban su cintura abrazándola. Ella salto de inmediato alarmada, para darse cuenta que quien hacia eso, era don Francisco, entonces este de inmediato comenzó a pedirle disculpas y el dialogo según ella, fue el siguiente:
-Don francisco que le pasa!!, porque hizo eso?!!. Dijo Lucia, más sorprendida que molesta
Francisco:
-Discúlpeme señorita no sé qué me paso, perdóneme en verdad, le juro que no fue mi intención, es solo que verla así, me recordó mucho a mi hija y como le dije, me siento muy solo, no sé qué me pasa. Según ella, vio como su rostro se puso triste, a punto de comenzar a llorar.

Entonces Lucia se acercó a él y le dio un abrazo, diciéndole que no se preocupara, solo que la había tomado por sorpresa, pero que ella comprendía y no tenía problema con abrazarlo, si eso lo hacía recordar a su hija y sentirse mejor. Paso un rato más y continúo trabajando, al irse, se despidieron con un abrazo. Lo raro fue según ella, que cuando la abrazo por la espalda, sintió algo enorme entre sus nalgas, pero cuando se dio la vuelta para ver a don Francisco buscando algún objeto o herramienta, este no tenía nada en las manos.

Por alguna razón, esa historia me calentó demasiado, obviamente lo que había sentido era la verga del viejo, me sorprendía lo tonta que podía llegar a ser, le dije entonces, que era un gesto muy noble lo que hacía por él, que me daba gusto estar casado con una mujer tan buena. Le dije también que a veces los hombres abrazamos por la espalda a las mujeres para sentirnos protectores, entonces era normal que el sintiera ganas de abrazarla por la espalda, y en cuanto a lo que sintió entre sus nalgas, quizá la próxima vez debería usar las manos para descubrir que es, quizá don Francisco le estaba jugando una broma.

El decirle eso e imaginarme la escena del viejo apoyando la verga en el culo de mi mujer, me calentó muchísimo, entonces comencé a besarla, mientras le estrujaba las nalgas y le quitaba la ropa, le di la vuelta y la puse boca abajo, comencé a masturbarla y cuando sentí que estaba muy mojada la puse en cuatro, ella tan obediente y complaciente como siempre puso a mi disposición su enorme culo para penetrarlo, dándome todo el control para cogerla como yo quisiera, no quise dejar la oportunidad de mamarle el culo y morderle las nalgas, creo que tengo una obsesion con eso, a pesar de que me ha dicho que le da verguenza que haga eso, estoy seguro que lo disfruta.


esposa


Llego el fin de semana y se me ocurrió una idea que más adelante traería consecuencias. Le pedí que consiguiera dos bolsas para su ropa, en la primera, pondría la que ya no usara, que le quedara chica o no le gustara para regalarla y en otra bolsa que pusiera su ropa sucia para lavarla.
En ocasiones me da por ayudarle con el aseo en la casa, así que no fue raro que le pidiera eso. Hizo lo que le pedí, sin embargo, al momento de llevarme la ropa, deje solo la bolsa con ropa chica, se me ocurrió también aprovechar para lavar su ropa interior, dejando solo tangas disponibles, a pesar de que no le gusta usarlas porque dice que son incomodas, las tiene porque yo se lo pido, ya que me resulta muy excitante que las use y si se trata de complacerme, ella es muy buena haciéndolo.
Fingí una falla con la lavadora (solo desconecte el cable) y le prometí que en la semana lo revisaría, mientras tanto podría usar la ropa que aparto para regalar.
Aproveche tambien la noche cuando se durmió, para instalar dos cámaras con audio, una en la cocina y otra en la sala, sin que se diera cuenta y las vincule con mi celular.

El lunes, nuevamente no llego don Francisco temprano, así que no lo pude recibir, sin embargo, esta vez, al llegar al trabajo, recibí el mensaje de mi esposa y entonces decidí revisar las cámaras.

Don francisco llego, abrazo a mi esposa y le dio un beso en la mejilla, mi esposa vestía un short muy corto y una blusa negra, pues no podía usar su ropa normal, pude ver la expresión del viejo de lujuria y como clavaba los ojos en el culo de Lucia cuando le dio la espalda.


culona

En el día transcurrió normal, don Francisco trabajaba y lucia platicaba con él. Paso un rato y Lucia se fue a la sala para comenzar sus ejercicios, y de pronto vi como don francisco dejo de trabajar para comenzar a verla, parecía un animal cazando su presa, no apartaba la mirada del culo de Lucia. Mientras tanto ella, estaba completamente desconectada del mundo con sus audífonos, de pronto don Francisco camina hacia ella, y como la vez pasada la abraza por la espalda, esta vez Lucia no se apartó, lo único que hace es quitarse lo audífonos y reír;
-Don Francisco!! Me asusto!!. Dijo mientras reía de forma juguetona y ponía sus manos, encima de las de don francisco, quien a su vez la sujetaba por la cadera.
-Perdóneme señorita Lucia, lo que pasa es que el fin de semana estuve muy solo, y he extrañado mucho a mi hija.
-Esta bien don francisco, yo entiendo, no se preocupe. Mientras decía eso, de ponto lucia aparto su mano derecha de la mano de don francisco y la deslizo por detrás tocando la verga del viejo por encima del pantalón.
-Don francisco que es eso que tiene aquí?. Dijo mientras reía
-JAJAJA me descubrió señorita, tengo una herramienta, si quiere se la puedo ensenar.
-Lo sabia!!. Dijo Lucia mientras se dio una vuelta, pero sorprendida, no vio nada.
-Donde esta??!, dijo viendo a Don Francisco.
-Está en mi bolsa izquierda, vamos a hacer un juego, si quiere meta la mano y si adivina que es, entonces se la presto un rato. Dijo mientras se reía.
Lucia dudo por unos segundos y finalmente dijo:
-Bueno, solo porque me gustan los juegos de retos.
Metió su pequeña mano en la bolsa del pantalón del viejo, y duro unos segundos para luego sacar su mando y un poco molesta decir:
-Que tramposo, no tiene nada!!. El viejo solo se rio y se fue a la cocina.
Lucia continúo haciendo ejercicio, de pronto se puso en 4 para ejercitar sus nalgas, don francisco no dejo pasar esta oportunidad y se acercó a ella:



viejo verde


-Muy bien señorita. (PLASS) se escucho por tremenda nalgada que le dio.
Lucia se levantó de inmediato y esta vez molesta lo cuestiono:
-Que le pasa!! Porque hizo eso?!!!. Dijo con un tono molesto.
-Señorita perdón, es una broma que tenemos entra albañiles, discúlpeme, no pensé que se fuera a molestar.
Lucia guardo silencio y se fue a su habitación visiblemente enojada.

En la noche estando acostados ya, me conto todo lo que ya ha había visto. Solo agrego el detalle de que estaba segura que el viejo ocultaba algo en su pantalón, me pregunto si era cierto esa broma de dar nalgadas entre albañiles. Yo le dije que sí, pero que solo lo hacían con las personas que consideraban sus amigos, entonces si él le había hecho eso, quería decir que la consideraba una amiga. Me confeso que lo que le había molestado es la fuerza con la que lo hizo, ya que fue muy fuerte y le dolió en verdad.
Le di la vuelta para revisar y en efecto, pude ver la mano del viejo aun marcada en su nalga de lo fuerte que fue.


cornudo consentido

No pude evitar tener una erección de lo excitadísimo que estaba, entonces, le metí una tremenda nalgada en esa misma nalga, so lo pude escuchar como grito de dolor.

-Amor que te pasa???!! Porque me golpeas???!!. Dijo mientras volteaba a verme con sus ojos cristalizados a punto de llorar.

Le di otra nalgada esta vez en su otra nalga y ella intento moverse, forcejeamos un poco y la sometí, tomando sus dos manos con una mano mía y poniéndolas en su espalda, mientras con mi otra mano comenzaba a masturbarla, para mi sorpresa estaba empapada, empecé a tocar su clítoris de forma suave y luego de toma rápida, Lucia no podía dejar de gemir de placer, me saque la verga y la penetre de una sola embestida, ella no dejaba de gemir, de pronto sin sacarle la verga me acerque a su oído, y le susurre:
-Te gusta que te den nalgadas verdad??
No respondió, entonces saque mi verga y le metí otra nalgada con todas mis fuerzas, ella volteo a verme con una mirada que no había visto antes, una mezcla de dolor, placer, odio y mucha lujuria. Volví a penétrarla de golpe, y otro gemido salió de su boca.
-Te gusta que te den nalgadas perra??. Fue la primera vez que me refería a ella de esa forma.
No respondió nada, entonces nuevamente empecé a nalguearla mientras la penetraba de forma violenta, alternaba entre masturbarla y nalguearla, ella en esa posición, es decir boca abajo, pero sin estar en 4, solo levantaba el culo para recibir toda la verga que pudiera, ahora sus gemidos se convirtieron en gritos de placer.
-Siiiiiiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiii me gusta que me nalgueen!!!! Amor, no pares porfavor!!!!. Me grito.
Cuando le saque la verga, un chorro de fluidos salió disparado, había tenido su primer squirt.

Continuara...

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