Tomando éxtasis con mi novio y su amiga (2): El Uber.

Subimos al Uber. Primero Laura. Se subió como de un saltito, y eso hizo que le alcanzara a ver fugazmente la bombacha. La tenía metida en la cola, igual que yo. Y creo que Nico también la vio, porque automáticamente me metió mano debajo de la pollera, fue directo ahí y en un movimiento muy sexy me sacó la tela que tenía enterrada entre los cachetes. Él se sentó en el asiento de adelante. Yo fui atrás con Laura. El viaje fue bastante tranquilo en apariencia. Nico fue hablando no sé de que con el chofer, que por suerte iba escuchando música electrónica, y nosotras íbamos bastante quietas, el chofer no habrá notado nada raro, pero por dentro íbamos con una calentura atroz, sabiendo a lo que nos dirigíamos.

Laura buscó mi mano y la agarró. Sentir su piel me hizo dar un respingo. Apoyé mi hombro contra el de ella. Estábamos transpiradas, nuestras pieles se pegajoseaban unas con otras. Me dieron ganas de estar desnuda con ella, llevar el piel con piel al extremo, bailando. Ni siquiera era coger (o no de una manera convencional al menos) sino sentir su cuerpo con todo mi cuerpo. Apoyé mi cabeza en su hombro, y ella me correspondió frotando su pelo transpirado contra mi cabeza. Le apreté fuerte la mano. Cuando aflojé la presión ella llevó discretamente su mano hasta mi muslo, y metiendola suavemente por debajo de mi tenue pollerita agarró el elástico de mi bombacha y se quedó así, agarrándolo como si fuera una manijita.

Esto obviamente produjo una presión de la bombacha contra mi concha. Traté de hacer lo mismo discretamente. Y así viajamos un rato las dos, quietitas, con los ojos cerrados, dándonos tironcitos de bombacha al ritmo de la música. Para cualquiera que no mirara con cuidado estábamos simplemente bailoteando un poco después del boliche. Drogada y borracha como estaba, cerrando los ojos todo se puso más abstracto. Como que no era 100% consciente de lo que estábamos haciendo, pero a la vez lo hacíamos a la perfección. Con los ojos cerrados empecé a imaginar que la presión en mi concha causada por los tironcitos de bombacha eran una pija que me puerteaba (me gustaba mucho cuando Nico me embestía con la pija con la bombacha puesta), o que eran los dedos de Laura.

Por momentos fantaseaba con como iba a ser todo cuando llegaramos al departamento de Nico. No tenía idea de lo que iba a pasar, pero me imaginaba distintas versiones, volvía a mi fantasía de Nico dándole en cuatro a Laura, o Nico dándome en cuatro a mi mientras Laura me daba un beso o simplemente miraba y se pajeaba. Ahora la bombacha se me había entangado de nuevo, y eso hacía que los tironcitos también los sintiera en la parte anal. Supongo que eso fue lo que me llevó a pensar mucho en el culo de Laura. Súbitamente me dieron muchas ganas de conocer esa cola, de abrirle los cachetes, olerla, lamerla, sentir la transpiración de esas nalgas, llenarla de saliva. Como sería hacerle todo eso a la colita que tenía sentada a tan pocos centimetros de distancia? Me alegré de recordar que era muy probable que lo descubriera pronto.

Me imaginé enterrando la cara en esa cola y Nico mirándome excitadisimo, pensando que perra increíble es mi novia. Me excité mucho. Los tironcitos aumentaban en velocidad e intensidad. Estaba pasando. Estaba por llegar al orgasmo. No podía acabar en un Uber! Pero a la vez no podía parar, y no tenía fuerza de voluntad para hacerlo. Laura, muy capa, se dio cuenta. Con su mano izquierda tocó la mano que yo tenía sobre su bombacha como dándome la señal de que la dejara quiera. Eso hice. Después suavemente llevó mi cabeza a su hombro, como si yo estuviera cansada y casi durmiendo.

Me sacó la transpiración de la frente y la nariz. Todo mientras aumentaba los tironcitos rítmicos que repercutían en mi conchita y en medio de mi cola. Acercó sus labios a mi oído y susurró “Dale, podés, pero despacito, calladita. Tranquila que no se va a notar nada”. Siguió con los tironcitos rítmicos. Yo estaba abrumada por el olor riquísimo de su sudor, y no paraba de imaginar su cola caliente abierta frente a mi boca, a Nico acabando frente a nosotras. Nico estaba en otra, charlando con el chofer. Laura aumentó la intensidad, y no pude detener a mi propio cuerpo. Empecé a acabar.

Recobré la concentración para no hacer ruido. Apenas algún gemidito inaudible. Laura monitoreó todo a partir de los temblores de mi cuerpo. Yo lo único que hacía era agarrarle cada vez más fuerte el elástico dela bombacha. Cuando dejé de temblar me abrazó casi maternalmente, mientras me acariciaba el pelo. Ese orgasmo había sido un regalo hermoso y desinteresado, y la pastilla me hacía sentir mucho más intensos el amor y el agradecimiento. El viaje duró unos cinco minutos más. Llegamos, nos bajamos a los tropezones.

Mi calentura no había bajado casi nada a pesar del orgasmo. Subimos las escaleras riéndonos y abrazándonos. Entramos, no prendimos las luces. Nico fue directo aponer música electrónica y encendió unas luces medio bolicheras que tiene. Mientras hacía eso Laura y yo bailoteabamos. Mientras Nico se concentraba en poner la música ella me dio un besito en la boca. Yo instintivamente le agarré una nalga y se la solté. Sentir esa cola elástica y mullida en mi mano fue increíble. Serió. Nico apareció con una cerveza en la mano y se unió a nosotras bailando. Estábamos listos.

4 comentarios - Tomando éxtasis con mi novio y su amiga (2): El Uber.

San34
Necesito el resto de la historia YA
matias_boca96 +1
Que lindo relatoo
Me quede connganas de mas
Fotoo de laura y la nenaa
MrPepito
ufffffffff no se puede creer, estoy ahí con ustedes tres. Muy buen relato
miramesto
Excitación plena 😍😘