Semana santa en familia

Nos fuimos con mis viejos y mi hermana a la costa. Teníamos 4 días para relajar un poco del laburo y recargar energías. Fueron un par de horas de viaje en el que la mayor parte me la pasé durmiendo. Me despiertan unos ruidos, ya habíamos llegado y estaban bajando las valijas del baul. Bajo a ayudar, mis viejos ya habían tomado la iniciativa y habían entrado al hotel que habíamos reservado; mi hermana seguía inmersa en la tarea de intentar bajar unas valijas más grandes que claramente no podía.

× que te pasa nena? no tenes fuerza? - le digo desafiante

* callate tarado queres, porqué no me ayudas en vez de estar ahí parado? - me responde ya enojada

Accedo a ayudarla por más que fuese lo último que hubiera querido hacer. Ella estaba apoyada con una rodilla sobre el auto y con las 2 manos tratando de traer una valija, la cual se había quedado atorada en algún lado. Me quedé un rato viéndola de atras y si que tenía un buen culo mi hermana; no tan grande pero si redondo, el short se le metía bien adentro y dejaba sus cachetes a la interperie, "que trolas son las pendejas" pensaba para dentro mío, ellas se vestían así como si nada y a nosotros (la mayoria) nos encantaba ver esos culos con el short subido y apretandolos. Me gustaba lo que veía, estuve así unos 2 minutos más o menos, accedo a ayudarla pero con un leve movimiento de apoyarle la pija sobre ese lindo culo.

* que haces, pajero? - me dice dándose vuelta y mirándome la pija

× el que? - le digo sorprendido - porqué me insultas? encima que te ayudo

* si, hacete el boludo, claro, yo nací ayer - revoleando los ojos

× no se que te pasa, pero bueno dale a ver que tiene esta valija - le digo bajando decibeles y restando importancia al "apoyo" que le di

Al estirarme para alcanzar la valija, tomé un impulso y la apoyada aún fue más notoria. Ella ya no decía nada, su cara al verla a los ojos fue repetitiva de revoleo y resignación; le moví mi cadera de izquierda a derecha, de arriba a abajo, con mi pija ya algo semi-erecta sobre su concha con solo como 'barrera' la diminuta y poca tela del short. Bajé la valija, me aparté de su culo y nos miramos. Fue solo una mirada, sin palabras ni reproches. Nos dirigimos al hotel con nuestros padres y todo quedó ahí, en la nada...

Mi 'hermanita' tiene unos años menos que yo, por eso que cuando llegó a la familia para mi no fue una grata noticia; todo el cariño que me daban mis viejos de repente se esfumó y fue ella la que recibió todo ese regocijo. Crecimos así, con un montón de diferencias y peleas por sobre todo, como la mayoría de hermanos creo. Ya en la adolescencia nuestras peleas cesaron un poco porque íbamos madurando pero cada tanto surgían algo, por cualquier cosa insignificante hacíamos un escándalo como perro y gato. Esa era nuestra relación de hermano - hermana.

Habíamos llegado al mediodía al hotel, nos quedaba toda la tarde para recorrer la zona y quizás ir al centro por la noche. Registrándonos en la reservacion del hotel mi viejo empezaba a mover las manos y elevar la voz, clara señal de que algo no le estaba gustando e iba mal. Hubo un cambio de planes y había solo una habitación para los cuatro. Eso sí, era una habitación amplia como las de campo pero con 2 camas; una para mis viejos y otra para mi hermana y yo.

* ni en pedo, no no no, yo con este tarado no comparto nada - decía la tierna de mi hermana

> ay cielo, no hinches, va a ser solo para dormir y listo, si? - trataba de apaciguar mi vieja

Con desagrado, mi hermana agarró su valija y dirigió el camino hacia nuestra habitación. Yo la seguí de atras y al verla mover el culo de un lado al otro cada vez me gustaba más, sabiendo que hace un rato lo había tenido pegado a mi. Entramos y nos acomodamos, era un habitación de hotel normal, con 2 camas y nada extravagante. Mis viejos se tiraron juntos a dormir la siesta un rato, mientras nosotros acomodamos nuestras prendas en el armario. Al ir doblando mis remeras veía como mi hermana acomodaba sus tangas y corpiños, la miré, ella me devolvió la mirada y quedó todo ahí. Pero había algo en el ambiente, algo entre nosotros.
Al estar en el primer piso, teníamos un balcóncito fuera. Salí a respirar un poco y fumarme un puchito. A los minutos me siguió mi hermana.

* me das uno? - me pide señalando el atado

× estas loca? desde cuando fumas vos? Los viejos saben?

* ya no soy una nena, y si saben o no ni me interesa, dame uno queres

Que carácter que tenia la desgraciada. Fumamos unos minutos sin decirnos ni media palabra hasta que ella rompió el hielo.

* hoy, en el auto, porqué hiciste eso?

× porqué hice que? - me hacía el desentendido

* ay dale, no te hagas el boludo, sabes bien qué - insiste

× ah el ayudarte? y por que te vi media frágil y boludita, y dije bueno, la voy a ayudar con la valija
* si seguila, ves que sos un pajero bárbaro - revoleando los ojos y girando la cabeza como ofendida

× y si lo sabes al por qué, cuando me paré atras tuyo viéndote el culo, me gustó una banda y me dieron ganas de apoyarte - le respondo

* enserio te gustó? digo ... mi culo? - vuelva su cara hacia mí

× te digo de verdad, para que te voy a mentir, lo tenes tan lindo que me dieron ganas, estas enojada por eso?

* enojada? Ni ahi, vení, tocá

Me agarra la mano, me la lleva dentro de su short y me la pone en su concha. Inmediatamente mis dedos notaron lo humeda que estaba y lo caliente que tenía que estar para tenerla así. Ni perdí tiempo y empecé a pajearla metiendole 2 dedos, ella se arqueó un poco por el placer y se volvió hacia mi, besándome con ferocidad entrecruzando nuestras lenguas.

× pará pará, nos pueden ver desde la calle o pueden venir los viejos, sácate tu remera y ponela ahí junto con la mía - le digo nervioso y caliente

Tapamos el balcón con nuestras remeras funcionando como cortina y cerramos la puerta corrediza que daba a nuestra habitación. Teníamos un espacio reducido de pocos metros pero nos servia igual para lo que queríamos hacer. Que era cojernos.
Ambos desnudos y ya con los shorts por el piso, ella se saca el corpiño y me pela esas hermosas y firmes tetas que tenia.

* te gustan? - me pregunta tímida

× que no me van a gustar, mirá lo que son - yo sediento de probarlas

Me senté y ella se sentó sobre mi verga. Tenía la concha tan mojada que al apoyar el glande se deslizó de una. Empecé a cojerla con desesperación, me llevé las 2 tetas a la boca apretandolas y se las chupaba, cambiando de a ratos con mordiscos que hacían que los gritos ahogados los callara besándome. No paraba de saltar, era una coneja sedienta de pija. Quería que le diera más y más. Sabía que ya estaba al limite y mucho más no podía aguantar; estábamos abrazados besándonos en el último tramo.

× que hago? no aguanto más - le digo

* que queres hacer? - me responde agitada

× te acabo adentro?

* a que no te animas cagón - me desafía

La abracé más fuerte, pegué sus tetas a mi pecho, le comí la boca con locura y todo el semen salio disparado a mezclarse dentro de ella. No paraba de latir mi verga, fueron un par de descargas que nos hizo temblar a ambos; ella había podido llegar al orgasmo y nuestros cuerpos quedaron pegados por un par de minutos. No parábamos de besarnos, era un momento de mucho placer que no queríamos que terminase. Nuestras lenguas dijeron 'hasta pronto' y ella se levantó; algunas gotas de leche caían por su concha deslizándose por los muslos al pararse y nos vestimos como si nada. Antes de abrir la puerta corrediza nos volvimos a besar y la abrimos. Entramos y vimos a nuestros padres durmiendo abrazados muy romanticamente. "Vamos al kiosco" le digo susurrando a mi hermana mientras le agarro un cachete del culo frente a ellos. "Estas enfermo" me dice despacito mientras me agarra la pija con fuerza y ambos salimos rápido de la habitación. Caminando hasta la salida fuimos como una parejita caliente tocandonos y jugando. Salimos afuera y fuimos frente al hotel donde había un kiosco.

× buenas tardes, me vendes unos preservativos, prime si tenes por favor? - le digo a la linda chica que atendía

+ algo más quieren?

× eee elegí algo para comer si queres - le digo a mi hermana - si una consulta, no tenes algún tipo de gel o algo similar?

+ gel para el pelo? Si tenemos estos 2 - me dice señalando unos potes

× eee claro no no, para el pelo no, sino más para, eee más íntimo digamos
+ ahhhh claro - y mira de reojo a mi hermana sonriéndo - no no, eso ya no tenemos, tener que ir ya a una farmacia, hay una a 2 cuadras y media más o menos

* no importa, estamos apurados - me dice mi hermana dándome un codazo

+ saben que? por que me gusta la pareja que hacen, yo como mujer una siempre tiene un poco de todo a donde va

* no, no somos pareja - le retruca mi hermana

+ aún no, nos estamos conociendo, pero vamos a serlo, tranquila - Le digo a la kiosquera

Mi hermana me quería matar. No había motivos para preocuparse si eramos turistas y nadie nos conocía ahi. A mi me daba mucho morbo decir que mi hermana era mi pareja.

+ yo tengo un poco de gel íntimo, con mi novio nos gusta estar preparados, ya saben, por si pinta - nos dice riéndose

× claro...por si pinta, obvio - le respondo

+ si lo aceptan se lo puedo prestar, igual no debe quedarle mucho pero para una más alcanza - dice la risueña kiosquera

Agarro el gel, se lo doy a mi hermana la cual me lo agarra con fuerza y con enojo por su mirada, les pagamos las cosas a la chica y nos volvemos al hotel. Mi hermana no me dirigió la palabra en la vuelta, ya la conocía y sabía que por fuera era dura pero por dentro le pasaban mil cosas. Llegamos a la habitación, entramos y claramente nuestros padres no dormían por la música a todo volumen que retumbaba. Al entrar, la imagen que tuvimos que acontecer nos iba a marcar el rumbo de nuestras vidas, a ambos. Nuestros viejos estaban cojiendo, claro que no era nada de otro mundo al ser matrimonio y llevar una vida unidos. Pero para nosotros si era una noticia impactante, al no haberlos visto nunca en esa situación. Con mi hermana nos miramos y no lo podíamos creer.
La situación era asi: mi vieja en cuatro, mi viejo poniéndosela por la concha y con un plumero en la mano izquierda que se lo metía y sacaba del culo. Yo no lo podía creer en verdad. El heavy metal que sonaba con todo, musica favorita de mi viejo, hacia que el balanceara su cabeza de arriba a abajo. El muy cogedor estaba disfrutando de esa escena y jamás me imaginaria que iba a verlos así. Mi vieja no paraba de gritar que le dolía el culo por el plumero pero que lo quería más adentro, mi papá se lo sacaba, lo chupaba llenándolo de saliba y se lo volvía a meter. Mi mamá aullaba pero le gustaba un montón a la que era hasta hoy para mi una madre sumamente recatada y ejemplar. Todo era muy loco.

* te está calentando, no? - me pregunta mi hermana

× no te voy a mentir, verla a la vieja así, si, mirá como la tengo - le digo pelandole la pija ahí mismo

* no seas tarado, estas loco? y si se dan vuelta los viejos? guardatela

× piensan que nos fuimos por ahí, sino no se hubieran puesto a cojer como 2 desquiciados, mira como me están - y les señalo mientras seguian dándose matraca

* a mi me calienta un poco también, pero no se, tengo miedo

× con el miedo no hacemos nada, date vuelta - le digo

* que? No pará, vos queres darme por ahí? - y se mira la cola

× y seguro que vos no queres? trajimos el gel y todo

* mmmm bueno pero despacito, por mí y por que los viejos no nos escuchen - me dice convencida pero con miedo

Al entrar a la habitación hay uno de los 2 armarios, el otro está ubicado más cerca del baño. Queda un mini escondite que para 2 personas flacas como nosotros nos alcanzaba para ocultarnos sin sobrarnos nada. De pie uno pegado al otro era justo e ideal, y claro que íbamos a estar pegados. Saco el gel de la cartera de mi hermana, le bajo el short hasta los pies, me pongo gel en la punta de la verga y le abro los cachetes del culo. Me agaché para chuparselo un poco sin moverme demasiado, nuestros viejos seguian aullando sin ningún problema. El sabor era agradable, muy gusto a culo. Se mezclaba el aroma de su piel perfumada con la transpiración lógica, me gustaba un montón. Le metí unos minutos el pulgar para estimularlo, que su ano ya se dilatara para tenerlo listo, con unos minutos más abriéndoselo y llenándolo de baba estaba listo. Hora de activar.
La pija me latía a mil, sabía lo que se le venía. Se la pongo en la entrada, mi hermana toma aire y me agarra fuerte de las manos, tomé aire yo y se la metí despacito.

* ay ay pará pará, más despacio - me decía entre susurros gimiendo y sufriendo a la vez

× tranquila, respirá - le decía al oído calmandola

Estuvimos quietos un ratito cuando con otro impulso se la fui metiendo de a poco, mi hermana se mordía los labios y sus uñas quedaban marcadas en mis manos. No perdí más tiempo, sabia que en algun momento tenia que meterla hasta el fondo sino no avanzaba. Se la metí hasta que mis huevos chocaron contra su cuerpo. Ella gemia y gemia, tenía los labios rojos de tanto morderlos. Su ano ya estaba dilatado y amoldado a mi verga así que había empezado a meterla y sacarla con más fluidez.

* me estas rompiendo el culo hijo de puta - gemia en voz baja

× y que no te gusta? no te gusta que tu hermano te rompa el culo? - con voz agitada le respondía

Miro a mis viejos; ahora mi papá estaba tirado sobre la cama y mi mamá saltando sobre el. Las bolas algo caídas por su edad rebotaban contra el culo gordo de mi vieja mientras él le chupaba las tetas. Yo no aguantaba más verlos así a ellos. Agarré a mi hermana con mis manos sobre su delgada cintura y empecé a bombear con más ferocidad. "Au me duele" susurraba mi hermana pero yo ya estaba con la cabeza perdida. Verlos a mis viejos cojiendo así de locos me transmitía cojerla a mi hermana con la misma locura. Con una mano empecé a pajearla, le agarré el clitoris con fuerza y ella gritó.

* pará tarado, pará o me vas a hacer gritar, me estas volviendo loca no aguanto más - decía ya con la voz un poco más subida

× gritá puta, si te gusta gritar gritá, dale trola - ya le decía sin susurrar

Mi hermana empezó a gritar con todo, "ay pará, pará, me duele el culo, ay ay me gusta igual, seguí segui no pares" y mis viejos se pararon. Mientras venían caminando hacia nosotros yo no podía detenerme, no ahora. Le llené el culo a mi hermana. Se lo dejé repleto de esperma. Los cachetes colorados por apurarla a que lo moviera más rápido. Mis brazos rasguñados de tanta uña incrustada. Los muslos chorreando leche. Y pis. Y transpiración. Una mezcla de todo, por haberla complacido como tal, por estar a unos metros de nuestros viejos, por el morbo y el placer de lo arriesgado. Y lo prohibido.
No me pude despegar de ella pasando unos minutos, el agujero del culo lo tenía muy abierto y brillante. Miramos a nuestros papás, que estaban parados a un costado, ellos nos miraron a nosotros. Mi papá con la pija aun erecta chorreando de leche, mi mamá con las tetas coloradas de tanto chupeteo y la concha brillosa. No sabíamos que decirnos, ¿que había que decirnos?

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