Esposa puta

Hola mis amores, ya les conté cuando mi vecino me cogió y me hizo su perra, les contaré otra de mis experiencias que he tenido, espero les guste y seguiré publicando todas mis experiencias.


Mi esposo es arquitecto y le va muy bien en lo económico y gracias a eso me tiene viviendo como una princesa lo único malo de su trabajo es que se la pasa viajando mucho. No tenemos mucho sexo, me va bien si tenemos relaciones 4 veces al mes, aparte de que no es muy bueno pues a él solo le importa venirse.
Mi vida es muy tranquila y bella, todo comenzó hace 2 meses ya llevábamos 1 mes sin tener sexo porque mi esposo no tenía mucho tiempo pues tenía mucho trabajo antes de acabar la obra que está dirigiendo me comento que Roberto un amigo de mi esposo le ofreció trabajar con él para hacer unos departamentos y que él había aceptado por que la paga era muy buena lo único malo es que la obra duraría unos 3 meses, aparte de que era en otra ciudad. Dos semanas después mi esposo termino la obra en la que estaba y a los dos días se fue para empezar a dirigir los departamentos que construirían y así pasaron dos semanas en las que casi no salía de mi casa.
En ese tiempo que había pasado algunas amigas me invitaban a salir de fiesta pero yo nunca acepte pues no me gustaba ir a escondidas, ya que mi esposo no estaba decidí remodelar mi cocina pues ya estaba muy maltratada conversando con una vecina me recomendó un carpintero el cual está cerca del gym al que voy así que al día siguiente después de ir al gym pase a su carpintería.
Llegando me atendió don Avelino un hombre de unos 47 años no muy alto pues media casi lo mismo que yo y con una gran panza.
—¡Buenos días! lo salude
—¡Buenas las tenga!
—¿Perdón? —me hice la que no escuche
—No digo… ¡buenas días! ¿Qué es lo que se le ofrece?
—Quiero un presupuesto para una cocina.
Y continúe dándole los detalles y medidas de los muebles que quería mientras le daba los detalles de los muebles sentía como don Avelino baja la mirada para verme mejor las tetas, sentía como me las empezaba a comer con la mirada y ver a ese hombre desear tanto mis senos me calentó un poco en fin la cosa es que para el siguiente día ya me tenía el presupuesto y como convino mis intereses lo acepte en tres días más ya estaba trabajando en mi casa y en verdad era un tipo muy peculiar me daba mucha risa algunos detalles de su aspecto y forma de ser por ejemplo se vestía con pantalones de mezclilla y unas playeras arremangadas para dejar ver sus brazos según él, escuchaba canciones de pedro infante y hasta en una ocasión lo encontré cantando.
—¡Amorcito corazón yo tengo tentación de un bizcocho! —cantaba a todo plumón
Hacía que lo interrumpí invitándolo a desayunar —Oiga no quiere un poco de café para que desayune.
—Ay patrona… discúlpeme pese que estaba solo.
—Olvídelo y vengase a desayunar.
En otro momento lo encontré viéndose en un espejo que tengo en la sala haciendo poses de fisiculturista, pero ponía caras muy graciosa y así siempre él era muy chistoso pero también muy coquetón no perdía la oportunidad de lanzarme algunos piropos respetuoso.
Sin embargo un día cuando me iba al gym tuve que regresarme a mi casa por mi celular el cual se me había olvidado, cuando iba a mi habitación escuche algunos ruidos en el baño vi la puerta entreabierta y cuando me asome encontré a don Avelino masturbándose con mi ropa interior con una mano mientras que con la otra olía mi tanguita, él ni cuenta se dio de que lo vi así que fui a mi habitación agarre mi celular y me fui rápido al gym pensando el por qué no lo había corrido de mi casa.
La verdad es que ver a don Avelino masturbándose me había puesto caliente pues como les había contado ya lleva dos meses sin tener sexo desde que mi esposo se fue, toda la noche me pase pensando en lo que había sucedido y en vez de enojarme eso me calentaba llegando al punto de sentir como se mojaba mi puchita, así que después de pensarlo mucho y de lo caliente que estaba se me hiso fácil intentar calentar lo máximo que pudiera pero sin llegar a tener sexo con don Avelino o eso pensaba yo, sabiendo que al siguiente día seria el ultimo que trabajaba en mi casa decidí ir con todo, después de regresar del gym me metí a bañar, escogí un vestido de pijama cortito como de leopardo negro que me llegaba hasta los muslos el cual tenía un gran escote que hacía que se me salieran un poco mis pechos de su lugar con una tanguita de encaje sin bra
Esposa puta

—Hola Avelino —dije haciendo mi aparición.
—P-patroncita ¿que no tiene frio?
—No en realidad estoy muy calientita.
—¡Se ve rechula con esa ropa!
—Gracias… mmmhh ¿le gustan mis melones? —le pregunte inclinando un poco para que viera mejor mis tetas
—¡Glup si están buenísimos! —me contesto atragantándose con su saliva
—Bueno pues le voy a dar una probadita —le dije enderezándome lentamente que hasta se puso rojo me dirigí al frutero que estaba sobre la mesa moviendo el culo para su deleite y cuando agarre el melón
—¿A esos se referí? —me pregunto
—Pues claro ¿Qué existen otros melones?
—No claro… es que yo pensé
—¿Qué pensó?
—No nada —me contesto tomando la rebanada que le ofrecí llevándosela a la boca y dándole una tremenda mordida que hasta el jugo escurría por las comisuras de sus labios eso me calentó que por cierto para este punto sentía como mi puchita comenzaba a mojarse después de acabarse el melón el siguió trabajando entonces tome una silla y me senté cruzada de piernas dejándole ver mis muslos el nada mas carraspeó y siguió trabajando
—¡Que brazotes tiene! —le dije
—Son para abrazar mejor —contesto en son de broma
—¿Y qué narizota tiene? —le dije viendo el bulto que iba creciendo en sus pantalones
—¿Narizota?... ¡Pero si la tengo chata! —sin entender a lo que me refería después me agache para ver cómo estaba quedando la puerta que ponía dejándole ver mejor mis tetas que casi se me salían por el escote que usaba, empecé a ver como volteaba la mirada disimuladamente para ver mejor mis tetas comencé a enderezarme para empezar a cruzar del otro lado mis pierna lentamente a lo que le deje observar mejor la tanguita que estaba usando y por supuesto mi vagina bien depiladita que ya está escurriendo de lo caliente que estaba, cuando me di cuenta don Avelino ya estaba súper nervioso pues empezó a sudar
—Que calor está haciendo ¿verdad?
—¿Tiene calor? voy por unos refrescos ahorita vuelvo —le conteste porque aunque el súper más cercano estaba 20 minutos de mi casa sentía como a cada momento me calentaba más y no quería que calentar a don Avelino que era mi plan se me saliera de las manos y pasara otra cosa.
Así que decidí ir al súper para ver si se me baja lo caliente que estaba agarre una blusa me la puse sobre el vestido para que nadie viera que no tenía bra pues el escote del vestido dejaba ver parte de mis tetas de camino al súper intentaba bajarme lo máximo posible lo caliente que estaba pero no podía además de que ya tenía muy mojada mi vagina además de mi tanga de lo caliente que estaba mientras buscaba los refrescos sentía como a cada paso que daba escurría mi vagina de lo caliente que estaba.
Ya de regreso del súper pesaba en abortar el plan de calentar a don Avelino para meterme a mi habitación y no salir hasta que se fuera pero cuando entre a mi casa ya no está don Avelino así que deje los refrescos en donde estaba trabajando y decidí irme a mi habitación cuando pase al lado del baño vi que la puerta estaba media abierta me asome y ahí estaba don Avelino masturbándose otra vez con mi ropa interior y eso termino por calentarme, empecé a jugarme las tetas con una mano, mientras iba bajando la otra hasta llegar a mi vagina para empezar a introducirme dos dedos lentamente hasta sacarme algunos gemidos mientras veía como se masturbaba empezaba a introducir más rápido mis dedos en mi puchita hasta no poder contenerme más ya necesitaba comerme su prieta verga lo más rápido posible así que corrí hacia mi habitación para sacar un condón y quitarme la blusa mientras sentía como escurría mi vagina de lo mojada que estaba, abrí la puerta del baño
—¿Por qué tan solito? —le pregunté
—¡Yo, yo p-perdóneme! —me contesto nervioso mientras veía como se le encogía el pene
—¡Mira se desmayó! Pero no te preocupes ahorita la revivimos —le insinué provocativamente mientras me agachaba para empezar a acariciarle sus testículos peludos.
Don Avelino se quedó con cara de sorpresa mientras jugaba con sus testículos y casi instintivamente su verga comenzó a erguirse de apoco, ver su pene peludo me excitaba más pues mi esposo siempre la tiene bien depiladita así que empecé a llevar la punta de mi lengua alrededor del pellejito que todavía cubría la cabeza, cuando esta comenzó a asomarse vi que alrededor del glande tenía una masita blanca que desprendía un olor fétido esto enardeció mis sentidos y sin detenerme a razonar con mi legua la fui limpiando, después fui bajando hasta el nacimiento de ser verga y lamí sus testículos mientras don Avelino solo gemía de placer.
novia
De repente su pene se hincho sobre manera ante mi deleite y ansiosa lo introduje de un solo bocado comencé a meter y sacar Aquella verga peluda enorme pues media de 22 o 23 centímetros la estaba chupando como una loca mientras el solo mordía sus labios ahogando sus gemidos senté a don Avelino en el inodoro para sacarme las tetas y masturbarlo con ellas mientras veía como su pene desaparecía de apoco en mis enormes senos hasta no dejarla verla más, el empezó a pellizcar mis pezones para sacarme algunos gemidos
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me levanté y empecé a quitarme el vestido mientras le bailaba sensualmente para su deleite cuando esta por quitarme los tacones el me detuvo
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Continuará

1 comentario - Esposa puta

Rarusa
Que falso todo no mms