Mis amigos platenses

Durante mucho tiempo no supe ni sus nombres. Siempre los llamé Cornu y Putita. A veces a ella le digo, hola ¿como está este culo fácilón, tragona, mi reina del pete? A Cornu le gusta oirme hablarle así. Ella se pone colorada y con la voz temblorosa me dice Ay forro. Y se le van los ojos para atrás. 
Donde mejor la pasamos es en los asados, Cornu los prepara con una paciencia tremenda, en la parrillita de la terraza. Y puti siempre que llego de visita se pone polleritas sin bombacha, sabe que ni bien la veo subir le estoy mirando el orto y la concha y cuando viene con una copa para servirme un poco de vino me gusta frotarle los dedos en la concha y sentirle el olor. Vos no mires, Cornu, que puti está jugosa, digo hacia la parrilla y le meto toda la mano en esa concha que me encanta. Me huelo los dedos y se los doy a oler a mi amigo Cornu, adiviná donde jugaron estos deditos?

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