Recuerdos, la vuelta al pago I (gay)

Como conté en mis relatos, desde muy chico la sexualidadestaba presente. En los besos con mis compañeras de primaria, en las pajas,primero en solitario y después con mis amigos, las primeras “cogidas” que alprincipio era apoyar la punta de nuestras pijitas en el ojetito del otro, Asíhasta que por primera vez en un envión fuerte le metí la verga a Francisco,aunque hoy creo que ese culo ya había recibido visitas, cosa que el mío no yencima a el se le ponía blanda al momento de querer cojerme,  el después vino con la novedad de chupar la  pija y eso si me gustó y, creo que lo hacia muy bien y así nos divertíamos, yo preñándoleel culo y el acabándome en la boca. Hoy hablamos de bisexualidad, es esemomento era ser o no ser puto y. para mi, ir a un baldío o estar solos en casa,agacharse, separarse las nalgas y esperar que te metan la pija hasta  acabar era mas de puto que meterse la porongade mi amigo en la boca, jugar con la lengua en el oyito de la cabeza y chuparhasta que la leche te llenaba la boca. Eso mientras ambos teníamos noviecitas.Pasada la adolescencia, y ya cada uno por su lado, yo seguí con mi bi curiosidad,así fue como me hice concurrente de la tetera de la estación de trenes, allí viun cartel donde alguien que tenía pija fina se ofrecía para iniciarprincipiantes. Dos veces fuí despues de hora  a ese taller, la última en actitud de putito regalado, las dosveces empecé comiéndome ese chupetín y después me acabaron adentro, me fui dellugar chorreando leche y sin haber disfrutado el momento. En el baño de laestación me canse de preñar culos y dar de mamar, de vez en cuando yo mamé también,conocí a un flaco que me llevó a su casa con intención de darnos un momento apuro sexo y que termino en que a mi me rompió el culo (literal) y el se tuvoque tomar hasta la última gota de leche. También conocí a Antonio, alguien conquien pasé muy buenos momentos, un culo que cogí en todas las formas posibles,unos huevos inmensos que supe descargar con la boca. A el tampoco se le poníadura para cogerme y, de hecho a mi no me gustaba que me cogieran. Mi putezllegaba hasta chupar una pija o hacer una paja. Mientras eso ocurría, yo teníanovia, hoy esposa, tenía compañeras de facultad con las que garchaba lindo yvivía sin remordimientos eso de estar chupando una conchita o una pija o hacerel culo a mi novia, mis compañeras o Antonio. Llegó la época de casarse y esecostado bi se ocultó un tiempo, las escapadas con las compañeras tuvieron sucontraparte en las veces que mi ahora esposa venía de trabajar con el culo roto(por cierto, yo se lo estrené después de mucho insistir y después se convirtióen adicta). Vinieron después los intercambios de pareja, la pareja abierta conuna amante oficial, una mudanza al interior y allí el universo swinger. Reunióndonde íbamos yo terminaba cogiendo con dos o tres esposas que me entregabantodo, especialmente el culo y a mi mujer había que buscarla debajo de tres ocuatro tipos o a veces enredada con otra mujer. Y aparte, para mi solo, estabanlas tentaciones, las chicas trans, algún putito de una página de “contactoss” yvolvió la doble vida, eso también lo relaté, y con un perfil decididamenteactivo. Todo eso lo viví y es lo que puse en mis experiencias, el tiempo pasó ydespués de muchos años, volví con tiempo al lugar donde crecí. Y esa vivenciava en otro relato. 

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