El rapidito de mi mujer 3

- Que mierda querés que le diga Pablo? Para que lo voy a llamar?
- Para que venga hasta acá Agustina. Y acordate que de esto depende el futuro de nuestro matrimonio. - le respondí con gesto serio.
- Mirá Pablo yo te pido disculpas por lo que pasó hoy. Con Simón hace muchos años, antes de conocerte a vos, tuvimos una historia. Después me cagó con otra mina y de ahí que no le volví a dirigir la palabra hasta hoy. Reconozco que estuve con la guardia baja, chupé de más, venía caliente porque nosotros estamos cogiendo poco y se me fueron las cosas de las manos... pero no da que hagamos una escena acá los 3 con los chicos durmiendo arriba - intentaba hacer su descargo Agustina - yo te amo a vos, no quiero que nos separemos y te debo una, realmente si me perdonas te debo una. Podes salir a garcharte a la mina que quieras para quedar a mano. Pero quiero que sigamos unidos. No hagamos papelones ahora.

Sin decirle ni una palabra pero con mi mirada clavada en sus ojos me acerqué y la arrinconé contra la pared. Ella todavía estaba en tanga y remera. Quedamos frente a frente, nariz con nariz y sus tetas contra mí pecho.

- Nuestro matrimonio no puede seguir en pié mientras vos sigas caliente con este tipo - le dije susurrando.

- Ya está, no es más calentura. Fue un momento y ya me lo garché. Ya fue. No se para que querés que lo llame - me dijo.

Algo muy dentro mío me decía que el polvo que nos habíamos echado hacía un ratito había sido una recreación de la cogida con Simón por parte de ella y que por eso se dejó tan fácilmente conmigo. Ella transitaba una lucha interna que oscilaba entre su culpa y su calentura. Y yo lo sabía, así que fui a fondo.

- Decime si recién cuando te garché en el baño no te recontra calentaste porque yo te estaba cogiendo igual a cómo te cogió él -insistí.

- Y vos qué sabes cómo me cogió? - me dijo la muy ilusa

- Porque los estaba viendo Agustina - le retruqué - Vi como te garchó contra la pared sin siquiera sacarte la tanga, sin forro, agarrandote del pelo y acabándote adentro. Y por eso creo que seguís caliente. Porque te imaginabas que el que te cogía recién no era yo sino él -

Se me estaba parando la pija de nuevo y se la apoyé.

- Y si quiero que lo llames es para que te lo cojas de nuevo, te saques toda la calentura que tengas y podamos empezar de nuevo sin temas pendientes - y me sorprendí de haberme animado a realizarle esa petición.

Suavemente mientras le acariciaba los glúteos y le frotaba mi pija por su sexo cubierto de su diminuta tanga continué: - pero te voy a pedir que respetes una condición Agustina.

- Cuál? - me respondió ella empezando a exitarse.

- Eso quiere decir que te lo vas a garchar de nuevo? - Intenté confirmar su decisión, mientras ya mis dedos hurgaban en su sexo húmedo

- Si mi amor. Me lo quiero garchar de nuevo. Me dijo exitada mi esposa - Cuál condición me pedías? -

La besé. La besé fuerte y exitado en la boca. Con la lengua y con saliva.

- La que se tiene que sacar las ganas sos vos. Entonces vos sos la que tiene que proponer y dominar el encuentro en pos de la búsqueda de tu propia satisfacción- dije sin creer todavia lo que estaba por pasar.

- No quiero que te ocupes de darle placer a él. No creo que se lo merezca y además ya hizo lo que quiso con vos en ese cuartucho - continué - Vos sos una bomba y podes manejar todo a tu antojo -

- Si mi amor. Te prometo que lo voy a usar sólo para sacarme la calentura - respondía con palabras mezcladas con los gemidos que le ocasionaban el placer de mis manos.

Y agregó Agustina: - Es un gil, siempre lo fue. No sé porqué volví a caer en sus trampas. Ahora sería capaz de garcharlo y dejarlo bieeen calentito. No lo voy a dejar acabar jajajaj

- Así nos vamos entendiendo. Vos satisfaces tus ganas a costa de él y nosotros luego empezamos de cero aunque quizás algún día me cobre esa deuda que tengo a favor - le dije.

Mientras tanto su cajeta se hacia agua en mis dedos.


Dale. Llamalo - le insistí - decile que venga. Si te pregunta por mí, no estoy. Poné el altavoz.

Marcó. Sonó el tono tuuu... tuuuu.... tuuu
Mi corazón latía a mil y tenia la pija como un fierro. Tenía ganas de cogerla otra vez antes que venga este tipo.

- Hola bombón - se escuchó del otro lado.
- Como andas Simón? - Habló Agus en un tono bastante serio, poco compatible con la calentura que estaba manejando ella.
- Cómo queres que esté? - Dijo él en tono canchero - si volvimos a hacer lo que mejor hacíamos y de la mejor manera -
- Bueno bueno. Escuchame, podes venir al chalet de 2 plantas que esta a una cuadra de la quinta? - Agus había jugado su ficha.
- Obvio que ya voy hermosa -

Las cartas estaban hechadas.


-Que vas a hacer vos? - me preguntó Agus

- Nada. Sólo mirar - Dije

- Vas a estar mirándonos???? - se sorprendió ella - Simón se va a echar para atrás si te ve.

- Tengo que controlar de que cumplas con la condición y de que el boludo este no se zarpe - le respondí ocultando mi verdadera intención que era claramente verla garcharse otra vez a este flaco - ahora vestite que ya debe estar por venir.

- Para qué me voy a vestir si me lo voy a garchar apenas cruce la puerta? Hagamosla corta Pablo.


Pum pum pum - Tres golpes secos interrumpieron la conversación. Los corazones se nos paralizaron y como hacía mucho tiempo no pasaba nos miramos a los ojos con aires de complicidad. Yo me hice a un lado y despejé la zona.

Agus abrió la puerta y Simón entró directo a besarla, como un toro encara la bandera roja de los toreros Ella le corrió la cara mirando hacia donde me encontraba yo.
Ahí Simón se da cuenta de que estaba presente y finge una disculpa.

- No pasa nada. Pablo se va a quedar a mirar. Espero no te moleste. - Dijo Agus a Simón.
- Al contrario, todo bien- respondió Simón.

Ahora sí mi esposa lo besó brevemente y de la mano lo llevó hacia una silla y lo hizo sentar. Ella sabía lo que quería de un hombre y sabía como hacer para obtenerlo. Ella era dominante en el sexo, era una perra cuando se lo proponía. Eso era lo que me enamoraba de ella. Mis pulsaciones estaban a mil, estaba sudoroso y con la boca seca.

Ella en tanga y remera se sentó a horcajadas de él y empezaron a frotar sus sexos por debajo de sus ropas. Ambas manos de Simón revolvían los pelos de Agus mientras se besaban. Luego sin escalas pasaron a sus glúteos. Mientras tanto ella se encargó de sacarle la remera.
Cuando Simón con sus dedos empezó a hurgetear por debajo de la tanga de Agus se escucharon los primeros suspiros de ella.
Se besaban como si estuvieran exprimiéndose la última gota de agua en el el desierto.
Simón claramente estaba introduciendo los dedos en el sexo de mi mujer porque se notaba en el comportamiento cada vez más exitado de ella, quién por sus propios medios se saca la remera dejándo al descubierto esas gloriosas tetas que llamaron la atención de él pues dirigió sus manos a ellas previa lamida de los dedos que habían ingresado en Agus.
Separaron sus bocas para dar espacio a la chupada que Simón infringía sobre las tetas de Agus para luego mirarse fijamente con sus respiraciones agitadas y sus sonrisas a media asta. El bamboleo de los cuerpos no cesaba.
Mi mujer se separo de Simón, se agachó frente a él y de un saque le bajo el short y calzoncillo. Quedó al descubierto la reluciente pija con la que mi mujer todavía tenía temas pendientes a pesar de habérsela comido hacía apenas unas horas.
Agustina envolvió su mano izquierda en el tronco y empezó a masturbarlo. Lo miraba a Simón a los ojos con la cara de degenerada que pone cada vez que está caliente y mordiéndose el labio inferior como si amagara a ir a chupársela pero no.
Los gestos de él con sus manos intentaban atraer la boca de Agus hacia su pija pero ella elegantemente lo evitaba.

Estaba ejecutando magistralmente el plan. Llegué a pensar que era capaz de masturbarlo hasta hacerlo acabar y dar todo por terminado ahí nomas. Eso sí me hubiera gustado.
Pensaba en eso cuando caí en la cuenta que mi esposa masturbaba una pija con la mano en la cual tenia el anillo que con tanto amor yo coloqué ahí el día de nuestro casamiento. Y ahora ese anillo estaba embadurnado con el líquido preseminal de otro hombre.
Mi esposa separó su mano de esa pija y se sacó la tanga. Fue nuevamente a sentarse a horcajadas de él. Tomó su pija nuevamente con la mano que tenía nuestro anillo de bodas y se la llevó a su clítors donde comenzó a refregarselo con afán masturbarorio.
Era una práctica habitual en ella pajearse con la punta de mi pija previa prenetración y también lo estaba haciendo con Simón. Recién volví a escuchar algo de la voz de Simón cuando mi esposa tomó la delicada decisión de clavarse de un saque toda la pija en su concha. Se escuchó un gemido ahogado por parte de él y un suspiro de satisfacción por parte de ella. La fase "obtener satisfacción" del plan, muy a mi pesar estaba en marcha.

Uno de mis errores fue creer que haberlos visto garchar en ese cuartucho había sido suficiente como para inmunizarme respecto de lo que estaba por pasar. "Total cornudo ya soy" llegué a pensar. Un polvo mas de ella para sacarase las ganas y despues vía libre para hacerlo yo con quien quiera.

Ocurre que al estar presente en la misma sala en donde 2 personas están teniendo relaciones las cosas se viven de una manera diferente que al verlos por detrás de una ventana o una pantalla.
El olor que desprenden los cuerpos exitados cuando están cogiéndose mientras se mezclan entre sí es algo difícil de describir, más aún cuando uno de esos olores resulta muy familiar y el otro completamente desconocido. El ruido muy sutil de los genitales en trabajo chapoteando entre sí y las respiraciones como epílogo de lo que sucede entre los cuerpos.
"Así? Sí. Más? Sí. Ahh. Ahh". Eso es solamente lo que podían verbalizar aquellos dos. Esas palabras se repetían en loop constante.
Trataba de abstraerme y pensar que solo eran 2 pedazos de carne frotándose. Porque lo eran y así se trataban ellos entre sí. Porque para ellos dos el otro no era más que un pedazo de carne con el que obtener placer.

Mientras tanto Agustina hacía salir y entrar por completo esa pija que tanto deseaba cada vez a mayor velocidad. Y apenas, casi imperceptible, me dirigió una mirada que duró 1 milisegundo con sus ojos entrecerrados y sus labios separados solo lo suficiente para permitir el paso del aire de los gemidos, en la que entendí que me decía que estaba por acabar. Es la cara de degenerada que pone siempre cercana al clímax.
Simón alternaba entre chuparle las tetas y cogerle la boca con su lengua (porque la forma de besarse era así de obscena) pero nunca más soltó los glúteos de mi esposa los cuales alejaba de su pelvis para luego atraerlos a toda velocidad hasta el impacto final. Incontables veces de entrar y salir en ella al fin lograron el cometido de Agus, que agudizó sus gemidos, estrujó su cuerpo y liberó un orgasmo demoledor sobre él.

- Me acabaste toda la pija putita - susurró Simón

Ella le respondió con beso que a mi parecer estuvo de más y se quedó quieta encima de él con la pija adentro recuperando el aliento.
Yo estaba mirándolos de costado. Mi esposa con los ojos cerrados, él con los ojos abiertos inyectados de calentura miraba el techo casi sin pestañear.

Yo nunca pero nunca en la vida había estado tan caliente. Y nadie me había siquiera tocado alguna parte de mi cuerpo. Ni yo mismo. Estaba esperando ansioso que Agustina termine con el plan para después sí finalmente poder volver a cogermela.

En eso veo que ella se saca la pija de adentro, se para y va a buscar su tanga para colocársela. Al descubrirse la pija de Simón confirmé efectivamente que él no había acabado. Guauuuu todo iba más que bien, todo según lo planeado... mi mujer ya se había sacado las ganas, lo había dejado sin acabar al otro y se estaba yendo a cambiar.

Y es en este momento cuando las cosas se pusieron complicadas.
Porque Simón se levantó de la silla como un resorte siguiendo a Agustina desde atrás. La tomó de la mano la hizo girar, la atrajo hacia su cuerpo y empezó a besarla casi a la fuerza. Mi mujer con ambas manos intentó separarse y miró hacia donde estaba yo mientras él no la soltaba y continuaba asediándola.
Yo no me animé a intervenir, temí que ella se enojara por no dejarla resolver las cosas. Intentó zafarse una vez más pero Simón llevo una de sus manos a la vagina de Agus y le clavo un dedo, una y otra vez, la cogió con el dedo un ratito y ella pasó de la resistencia a la parálisis y de la parálisis al aflojamiento de las piernas y casi en simultáneo a los gemidos suaves.
Como si de una muñeca de trapo se tratara la tiró sobre el sillón de tres cuerpos que habia en living y la puso en cuatro. Agustina se giró un poco, me miró a los ojos, pude sentir en su su mirada algo de lástima por mi y como si me quisiera decir "perdón mi amor pero ya fue, me voy a dejar coger de nuevo". Pero era una mirada de lástima hacia mi que estaba ahí observando nuevamente como iba Simón a hacer con ella lo que quisiera. El plan había fracasado. Habiamos jugado con fuego y nos estabamos quemando, sobretodo ellos eran los que ardían. Fue la última vez que vi a mi esposa a los ojos esa noche.
Simón le apoyó la punta de la pija y se la clavó de una. Como una bestia la empezó a coger y se decía para sí mismo - que buena puta, que buena puta por dios - y plap plap plap plap sus huevos contra el culo de mi esposa mientras ella gemía como la buena puta que siempre fue. Entregada nuevamente en cuerpo y alma a Simón.

-Plafff !! - retumbó la primer nalgada.

Conocía perfectamente a Agustina y sabía que esos no eran sus modos.

- Plaf, plaf, plaf !!! - se sucedieron las nalgadas mientra Simón reafirmaba para sí mismo lo "buena puta" que era mi esposa.

Parece que eso calentó más a Agus porque dejó gemir para repetir como posesa- Sí sí sí sí- mientras esté tipo la embestía sin piedad a 2 metros míos.

Simón la tomó del pelo y la inclinó hacia atrás y ella se llevó su mano hábil a la concha para masturbarse mientras era perforada por su pija predilecta.

- Si mi amor, si mi amor que me vengo. Dámela toda, dámela - suplicaba Agustina.

Su premio llegó y con creces porque fueron 5 o 6 embestidas finales de Simón dentro de ella.

Yo no sentí la necesidad de ver más. Me fui de la escena hacia el baño a limpiar mi propia acabada que la conseguí sin siquiera tocarme.
Hice un poco de tiempo esperando a escuchar la puerta de calle para no tener que cruzarme con Simón .
Al cabo de unos 15-20 minutos como eso no sucedía, me fui nuevamente al living en donde había ocurrido el cotejo. Cual fue mi sorpresa al ver no solo que Simón no se había ido sino que todavía ninguno estaba vestido y bueno...
De fondo se escuchaban esos sonidos ahogados típicos - ahhgg uhhggg ahhhg - Estaba mi esposa acostada boca arriba en el sillón pajeandose con las dos manos mientras Simón parado al lado suyo introducía media pija adentro de su boca.
Obviamente ellos no notaron mi presencia y mi mujer mientras llegaba al orgasmo con sus manos, le pedía a Simón la leche en la boca. Él le descargó unos lechazos en la boca y al sacársela le refregó la pija por toda la cara y se acostó luego haciéndole cucharita.
No pensé que esto iba a llegar a tanto. Estaba frustrado, caliente, triste... vencido.
Subí al piso superior de la vivienda y me acurruque en un rincón del piso hasta quedarme dormido casi llorando.
Al cabo de unas horas me despertó una charla medio subida de tono que venía de la planta baja entre Agustina y Simón pero no alcanzaba a distinguir que se decían. Ya quería que todo esto se termine y bajé como para ponerle un punto final a algo, no sabía si a mi matrimonio o a la presencia de este tipo ahí. Resultó ser que en la discusión que estaban teniendo mi mujer intentaba frenar el ingreso de la cabeza de la pija de Simón en su culo. Cuando llegué y crucé miradas con él, fue el estímulo suficiente para que desoyera los rotundos "no" que mi mujer emitía y se la clavara hasta la mitad. Agustina en el fondo disfrutaba de ese juego medio perverso de hacer las cosas casi por os la fuerza.

- Ahhh hijo de puta me vas a matarrrr - dijo ella.
- Hija de puta vos! Mira el orto que tenes y no me lo dejas coger- y se la terminó de hundir.

Yo hacia varios años que no le hacía el orto y este sorete se la estaba culeando como si nada. La tortura no duró mucho porque Simón se lo llenó de leche rápidamente. Cómo resistirse al tremendo ojete de mi esposa?
Ella rápidamente se refugió el baño y yo tuve que ver cono el tipo se iba de la casa satisfecho de haber disfrutado a voluntad de mi mujer.

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El viaje de vuelta a capital estuvo tenso. Nada se habló hasta pasados unos días.
Para ambos la vida siguió como era antes, tratando de olvidar esos días pero reviviendolos a veces mientras garchábamos. Yo tengo pendiente todavía la propuesta de mi mujer de garcharme a otra mina. No creo que Agus se haya sacado todas las ganas con este tipo, pero es lo que hay...
Por lo pronto eliminamos a Simón y sus amigos de Rosario de redes y celular. Aunque a veces se lo reviso para asegurarme de que el buitre no quiera volver por su presa.

6 comentarios - El rapidito de mi mujer 3

Corredor_1718 +2
Excelente!!! Tremendo relato. Cuando apostás podes perder y es lo que le pasó al esposo. La idea que se saque las ganas para olvidarse le salió muy mal, Simón cuando quiera va a aparecer y va a hacer lo que quiera con Agustina, es su dueño, hay que aceptarlo.
Si la pareja sigue junta, será un calvario para el esposo, constantemente perseguido por ese recuerdo y desconfiando en cada momento. Muy buena historia, van 10!!!
sponjfloyd
Muchas gracias por la devolución. Un saludo
sponjfloyd
Creo que el momento de quiebre es cuando Agustina acaba la primera vez, Simon la va a buscar y ella termina entregando (de nuevo) pero bajo las reglas de él.
aleabu +1
Cómo relato esta genial.... Ahora sí tiene un poquito de realidad son un gil importante!
sponjfloyd
Jajajaja
rosarinomatador
Esta tan bueno q no me decido sin me gustaria ser Simon o el Marido
sponjfloyd
Jaaajajajajajajsjsjsj
Graciasss!!!
Kaizer-sose
Muy bueno!!!! Terrible!!! El hecho de que se llame Agustina me gusta jaja. Pero el momento en que ella pierde el control es terrible...
sponjfloyd
Esa era la idea que quería transmitir.
La piba perdiendo el control por una pija "prohibida", rindiendose
Casadobi2023 +1
Nada mas disfrutar los cuernos...seguro habran mas ...saludos van 10+.