Tenía 19 años recién cumplidos y estaba en el Ejército cumpliendo el servicio Militar Obligatorio.
Salíamos de franco todas las tardes a las 18 hs. y recorría a pie las aproximadas 10 cuadras hasta la plaza para esperar el colectivo que me llevase a casa.
Un miércoles, después de salir del cuartel y haber caminado unas 3/4 cuadras, pasé por una casa bastante grande con verjas en el frente y un hermoso jardín, cuando sentí que alguien me chistó.
Era una señora de unos 65 años, de contextura normal, morocha de tez muy blanca, casi pálida se podría decir.
Me volví hacia ella.
-" ... por favor soldado, me podría ayudar con algo ?...- preguntó
-"... tengo que cambiar la garrafa de la cocina y es muy pesada, podría hacerlo usted ?..."-
Me abrió la puerta y fuimos hacia un patio inmenso donde se encontraba la garrafa llena. La tomé y llevé hasta la cocina, donde procedí a cambiarla.
La señora - Carmen era su nombre- me agradeció y preguntándome dónde vivía y que edad tenía me convidó con un vaso de jugo, luego de lo cual me quiso dar unos pesos por el favor, pero me negué y le dije que me iba.
Volvió a agradecerme y me fui a esperar el colectivo.
El viernes - 2 días después- volví a pasar por el frente de su casa y ella estaba sentada en el jardín del frente... la saludé y me llamó.
-"... le voy a pedir otro favor si es posible .... necesito cortar unas ramas de la enredadera y están altas, podrías ayudarme ?-
Pasamos hacia un gran fondo al final de la casa...la enredadera estaba bastante descuidada.
-"... tiene una escalera ?...- pregunté, a lo que la señora me indicó donde buscarla.
Subí un par de escalones y comencé a cortar las ramas que más sobresalían.
Estaba en eso cuando siento una mano acariciando mi bulto ... la vieja miraba para otro lado mientras me acariciaba la pija, que no dudó en ponerse dura en 2 segundos ... a los 19 se ponía tiesa por cualquier cosa sin importar sexo ni edad !!!
Aflojé el cinturón y cayó mi pantalón.
Doña Carmen ya estaba bajando el calzoncillo y acercándose aún más empezó a pasarse la pija por la cara.
Empujé su cabeza y se la metió en la boca.
Chupaba y amasaba mis huevos, evidentemente había sido una gran petera en su juventud.
hacía ruido con su boca y se la metía hasta la garganta ... le dije que iba a acabar.
Comenzó a pajearme aceleradamente y después del primer chorro, se la volvió a meter para tomarse el resto y dejarla limpia.
Se metió en la casa y yo bajé como pude de la escalera y me acomodé la ropa.
Fui hacia dentro y la vieja estaba sentada en el comedor.
Me llamó y me dió plata - era bastante debo decir-... esta vez la acepté
-"... si querés pasar otro día y yo no estoy afuera, tocá timbre ..."
Me despedí y salí hacia la calle.
El domingo estuvo lloviendo todo el día, y cerca de las 6 de la tarde fui hacia lo de doña Carmen.
Toqué timbre y apareció después de un rato, estaba durmiendo la siesta.
Me hizo pasar y lo primero que hizo fue tocarme la pija.
Nos dirigimos hacia la habitación.
Había una cama inmensa y 2 grandes espejos a cada lado ... era una casa antigua y cada ambiente era de grandes dimensiones.
Ella quedó en ropa interior y yo me desnudé.
Sentada en el borde de la cama agarró mi pija y la empezó a chupar.
Mis manos buscaron sus tetas ... si bien estaban caídas todavía guardaban algo de dureza y sus pezones eran largos y puntiagudos.
Lamía mis huevos extraordinariamente bien, haciendo que le pidiera que fuera mas despacio porque me iba a hacer terminar.
Se recostó en la cama y me hizo señas para que la cogiera.
Abrí sus piernas y la penetré de una, me llamó la atención que a pesar de su edad, estaba empapada por la calentura.
Bombeé un buen rato y descargué mi leche en su interior. Me quedé encima de ella ... lamiendo sus tetas.
Me dijo que le dolían los ovarios de la cogida que habíamos tenido.
Me preguntó si tenía que irme pronto ... le contesté que había traído la ropa de soldado y me podía quedar a dormir si le parecía bien.
Se sonrió y levantándose de la cama dijo que iba a preparar la cena y que lo único que esperaba era que la cogiera toda la noche.
Cogimos esa noche y varias más ... cada noche de sexo me deba plata... mucha plata.
Durante 9 meses la cogí (me cogió) de todas las formas posibles.
Cortamos porque uno de sus hijos se separó y se fue a vivir con ella.
Me pagó por cada gota de leche que quedó en su cara, tetas, concha y boca ...
Doña Carmen quedó contenta y yo con dinero para mis gastos.
Salíamos de franco todas las tardes a las 18 hs. y recorría a pie las aproximadas 10 cuadras hasta la plaza para esperar el colectivo que me llevase a casa.
Un miércoles, después de salir del cuartel y haber caminado unas 3/4 cuadras, pasé por una casa bastante grande con verjas en el frente y un hermoso jardín, cuando sentí que alguien me chistó.
Era una señora de unos 65 años, de contextura normal, morocha de tez muy blanca, casi pálida se podría decir.
Me volví hacia ella.
-" ... por favor soldado, me podría ayudar con algo ?...- preguntó
-"... tengo que cambiar la garrafa de la cocina y es muy pesada, podría hacerlo usted ?..."-
Me abrió la puerta y fuimos hacia un patio inmenso donde se encontraba la garrafa llena. La tomé y llevé hasta la cocina, donde procedí a cambiarla.
La señora - Carmen era su nombre- me agradeció y preguntándome dónde vivía y que edad tenía me convidó con un vaso de jugo, luego de lo cual me quiso dar unos pesos por el favor, pero me negué y le dije que me iba.
Volvió a agradecerme y me fui a esperar el colectivo.
El viernes - 2 días después- volví a pasar por el frente de su casa y ella estaba sentada en el jardín del frente... la saludé y me llamó.
-"... le voy a pedir otro favor si es posible .... necesito cortar unas ramas de la enredadera y están altas, podrías ayudarme ?-
Pasamos hacia un gran fondo al final de la casa...la enredadera estaba bastante descuidada.
-"... tiene una escalera ?...- pregunté, a lo que la señora me indicó donde buscarla.
Subí un par de escalones y comencé a cortar las ramas que más sobresalían.
Estaba en eso cuando siento una mano acariciando mi bulto ... la vieja miraba para otro lado mientras me acariciaba la pija, que no dudó en ponerse dura en 2 segundos ... a los 19 se ponía tiesa por cualquier cosa sin importar sexo ni edad !!!
Aflojé el cinturón y cayó mi pantalón.
Doña Carmen ya estaba bajando el calzoncillo y acercándose aún más empezó a pasarse la pija por la cara.
Empujé su cabeza y se la metió en la boca.
Chupaba y amasaba mis huevos, evidentemente había sido una gran petera en su juventud.
hacía ruido con su boca y se la metía hasta la garganta ... le dije que iba a acabar.
Comenzó a pajearme aceleradamente y después del primer chorro, se la volvió a meter para tomarse el resto y dejarla limpia.
Se metió en la casa y yo bajé como pude de la escalera y me acomodé la ropa.
Fui hacia dentro y la vieja estaba sentada en el comedor.
Me llamó y me dió plata - era bastante debo decir-... esta vez la acepté
-"... si querés pasar otro día y yo no estoy afuera, tocá timbre ..."
Me despedí y salí hacia la calle.
El domingo estuvo lloviendo todo el día, y cerca de las 6 de la tarde fui hacia lo de doña Carmen.
Toqué timbre y apareció después de un rato, estaba durmiendo la siesta.
Me hizo pasar y lo primero que hizo fue tocarme la pija.
Nos dirigimos hacia la habitación.
Había una cama inmensa y 2 grandes espejos a cada lado ... era una casa antigua y cada ambiente era de grandes dimensiones.
Ella quedó en ropa interior y yo me desnudé.
Sentada en el borde de la cama agarró mi pija y la empezó a chupar.
Mis manos buscaron sus tetas ... si bien estaban caídas todavía guardaban algo de dureza y sus pezones eran largos y puntiagudos.
Lamía mis huevos extraordinariamente bien, haciendo que le pidiera que fuera mas despacio porque me iba a hacer terminar.
Se recostó en la cama y me hizo señas para que la cogiera.
Abrí sus piernas y la penetré de una, me llamó la atención que a pesar de su edad, estaba empapada por la calentura.
Bombeé un buen rato y descargué mi leche en su interior. Me quedé encima de ella ... lamiendo sus tetas.
Me dijo que le dolían los ovarios de la cogida que habíamos tenido.
Me preguntó si tenía que irme pronto ... le contesté que había traído la ropa de soldado y me podía quedar a dormir si le parecía bien.
Se sonrió y levantándose de la cama dijo que iba a preparar la cena y que lo único que esperaba era que la cogiera toda la noche.
Cogimos esa noche y varias más ... cada noche de sexo me deba plata... mucha plata.
Durante 9 meses la cogí (me cogió) de todas las formas posibles.
Cortamos porque uno de sus hijos se separó y se fue a vivir con ella.
Me pagó por cada gota de leche que quedó en su cara, tetas, concha y boca ...
Doña Carmen quedó contenta y yo con dinero para mis gastos.
6 comentarios - El día que vendí la pija