Femboy en la playa (Relato con imagenes)

Femboy en la playa (Relato con imagenes)




En el verano de mis 18 años por fin fui a la playa como siempre desee ir, con un bikini que además tenía volados en la parte superior. Me sentía tan linda y por todas las  miradas que obtenía lo confirmaba.

Hacía mucho calor, caminé por la arena hacia la tienda más cercana y pedí una bebida fría.

—Una limonada para la chica linda 
—dijo el joven que atendía, de unos veintitantos años, su piel estaba bronceada y su cuerpo marcado.

Yo me sonrojé, sonreí y al ver que no tenía más clientes me quedé hablando con él. Después de un rato me atreví a preguntar:

—¿Si no fuera del todo chica seguiría siendo linda?

Él me miró serio, después sonrió.

—Más que linda, yo diría que bella y sensual.

—¿Sensual? 
—mi cara se puso roja.

—Claro, con ese bikini que portas me has provocado una erección.

—M-mientes...

—¿Quieres comprobarlo?

Mi cara siguió ardiendo, volteé a los lados, seguía sin haber gente, asentí. Él me hizo una seña con la cabeza para que lo acompañara atrás de la tienda. Una vez ahí remarcó su entrepierna y pude ver como se trazaba un gran bulto bajo sus bermudas. Yo tragué saliva, sentí mucho más calor que antes.

—Que linda te ves cuando sudas 
—me dijo él y se acercó a mí
—. ¿Puedo saboteare?

Pasó su lengua por mi piel, primero por mi hombro, después por mi axila, luego la parte superior de mi bikini, mi costado y mi vientre.

Yo me sentí apenada pues en la parte inferior de mi bikini también se remarcó un bulto, pero más pequeño.
—Qué adorable.

Dijo él y volvió a poner su lengua en mi piel, bajó a mi pelvis, después a mis piernas, luego se levantó y me besó en la boca, su lengua dominó la mía sin que pusiera resistencia.

—En serio que eres demasiado linda y sensual 
—jadeó durante el beso
—. Quiero darte más, ¿puedo?

—Sí, sí 
—respondí agitada.

Él sonrió, me volteó, hizo que me recargara sobre un poste y me bajó las bragas azules del bikini. Sentí su lengua en mi ano, mi cuerpo se arqueó, jadeé con mucho placer, mi erección creció a tope y la punta me goteó.
Me dio lamidas durante mucho tiempo, después se levantó, bajó sus bermudas y presionó su gruesa punta contra mi ano.
—¿Lista?

Yo asentí. Él hizo un breve pero continuo empuje con sus caderas y me fue penetrando. El calor se apoderó de cada parte de mi cuerpo, de mi boca salieron gemidos obscenos que me avergonzaba exclamar pero que no podía detener. Su miembro se sentía tan caliente y grande, el mío 
goteó más. 

—Estoy lista 
—gemí
—. M-mete toda tu verga en mí.

Eso lo excitó pues me tomó de las caderas y me penetró con más fuerza y a más profundidad, yo grité, primero sentí dolor pero enseguida se convirtió en placer, un gran placer. Él siguió atacando mi ano con ferocidad, sentía como mi cavidad se dilataba y estrechaba con cada penetración, como mi cuerpo sentía un estallido de placer con cada frote de su largo miembro dentro de mí.

Ya estaba por acabar, también me moví, sentí su verga llegando más hondo, tocando puntos de placer dentro de mí.
 Él se movió más rápido y jadeó. Yo gemí pervertida, mis sonidos eran casi como chillidos.

 Cuando eyaculó yo también lo hice, el semen de ambos me escurrió por las piernas, el mío por enfrente, el suyo por detrás.
—Debo volver a la tienda 
—me dijo agitado y besó mi mejilla
—. Tú descansa linda.

Yo me quedé recargada contra el poste, respirando agitada, asimilando todo el deleite que acababa de experimentar y que seguía sintiendo.







imagenes






Fin

1 comentario - Femboy en la playa (Relato con imagenes)

Shadowkrim
Igual sería rico reventar te el ano