Mi esposa paga mis deudas 2

Para los que no leyeron el relato anterior, me llamo Carlos, estoy casado con Viviana, los dos tenemos 45 años y mas de 20 de casados, con un hijo y un negocio heredado de la familia de ella, el cual arruiné por mi mala gestión, entrando en muchas deudas que me resultaron impagables, y que mi esposa tuvo que comenzar a saldar con nuestro acreedor principal.
Aca dejo el link del primer relato: http://www.poringa.net/posts/relatos/4883312/Mi-esposa-paga-mis-deudas.html

Después de esa primera vez en que mi esposa Viviana había cogido con el negro que me había prestado dinero, esas dos semanas que teníamos de plazo para pagar la deuda restante se hicieron muy difíciles. Por un lado estaba lógicamente la dificultad para conseguir la plata y se sumaban los problemas de pareja que nos había generado todo el tema. Por un lado el hecho de que casi hago quebrar el negocio de su familia, y además estaba el asunto de que me había hecho cornudo (según ella fue su primera vez con otro hombre durante nuestro matrimonio).

No voy a negar que por momentos me excitó todo el tema, pero esos días me pesaba mucho mas el hecho de ser cornudo, que a ella le haya gustado tanto coger con ese negro, y todos los replanteos que se dan a raíz de eso y para colmo no había mucho tiempo para procesar las cosas, esas 2 semanas que teníamos para pagar nos estaban jugando en contra.
Yo obvio planteaba vender todo lo que pudiéramos (los autos sobre todo) y pagar para olvidarnos del mal trago, pero ella no aceptaba esa opción, era dar a conocer a todos de nuestros problemas económicos, y lamentablemente a Vivi eso últimamente le pesaba mucho.

No nos quedaba mucho tiempo y las soluciones no aparecían. Ella, al igual que yo, estaba cada vez mas nerviosa, y algo de dinero había conseguido vendiendo algunas alhajas que ya no usaba y claro que al estar apurados las terminaba mal vendiendo. Había podido juntar entre esas ventas y lo que generamos con el negocio, un poco mas del 30% de la deuda total. No era mucho pero por lo menos era algo.

Llego el día en que teníamos que pagar, y Vivi me dijo que le envíe un mensaje al negro para que vaya a cobrar después de cerrar el negocio y me dijo que ella llevaría la negociación, que yo no dijera nada ya que el negro a mi no me iba a escuchar. El negro contestó "ok" y nada mas.
Llegó la hora pactada y el negro puntualmente llegó al negocio, le abrí la puerta y fuimos a la oficina.
El trato fue cordial, como si nada hubiera pasado. Ya en la oficina él le dio la mano a mi esposa y luego de saludar cordialmente se quedó callado, como esperando algo, que obvio era el dinero.

Vivi: Bueno, acá estamos. Como verás no nos escondemos y queremos solucionar el tema.
Negro: me parece correcto. El dinero por favor....
Vivi: De eso tenemos que hablar...
Negro: no tienen el dinero verdad?
Vivi: tenemos algo... una buena parte, pero necesitamos un poco mas de tiempo, no es sencillo.
Negro: no es lo que acordamos, hoy debían pagar, estaba claro...
Vivi: si pero usted sabe que es casi imposible eso.
Negro: no es mi problema señora, yo respeté mi palabra, ustedes veo que no.
Vivi: tiene razón, pero no es que no queremos hacerlo, es simplemente imposible por los tiempos.
Negro: ya tuvo demasiado tiempo su marido para pagar.
Vivi: eso es cierto, pero como verá el es un mal comerciante, y desde que yo me he hecho cargo del asunto pudimos avanzar bastante. Lo que puedo ofrecerle ahora es (le dijo un monto de dinero en efectivo).
Negro: eso no cubre ni el 50% de la deuda señora, lo lamento
Vivi: si lo se, pero es una suma importante, creo debería tomarlo como un gesto de buena voluntad de saldar lo antes posible nuestra deuda.
Negro: le agradezco, pero no es lo pactado.
Vivi: Lo se... lo que puedo ofrecerle es un auto en garantía, usted se queda con el auto hasta que paguemos la deuda, y allí nos lo devuelve.
Negro: claro que no, es un problema para mi eso, pueden denunciarme por robo.
Vivi: confíe en nosotros hombre....
Negro: no señora, su esposo ya me defraudó, lo lamento
Vivi: Mi esposo no está mas a cargo del tema... Yo lo defraudé? Le mentí en algo? Estoy aquí poniendo la cara.... y puse varias cosas más, no se olvide.
Negro: la comprendo, pero no puedo señora. Lo lamento por usted porque se nota tiene códigos, pero hasta aquí llegamos.
Vivi: Tome el dinero y pondré a la venta el auto, ni bien tenga el dinero le aseguro se lo entregaré todo a usted, el 100% del valor.
Negro: hubiese hecho eso antes señora.
Vivi: no, sería mal venderlo, ya tuve que mal vender varios objetos personales para poder traer algo de dinero ahora, usted cree lógico seguir haciendo malos negocios?
Negro: claro que no... y ustedes son un mal negocio para mi, ya he perdido mucho dinero por el plazo y por la quita que les hice.
Vivi: no es tan así, usted nos puso muchos intereses, solo nos quitó algo de interés, la deuda original creció mas de 5 veces en unos pocos meses.
Negro: son los intereses del mercado señora, usted no va a decirme que hacer con mi dinero.
Vivi: claro que no, lo que le digo es que no perdió su inversión, solo redujo algo de inteses, y reconozca que no son los intereses de mercado, son mucho mas altos, nose si será porque mi marido se atrasó o porque nos tiene bronca.
Negro: no tiene sentido discutir señora, lo lamento por usted.

A pesar de que Vivi estaba negociando muy bien con el negro, no estaba dando el brazo a torcer, y la cosa estaba estancada. Yo quise decir algo pero Vivi inmeditamente me freno y me dijo que me callara la boca y volví a mi postura de estar ahí solo como adorno.

Vivi: razonemos hombre, al igual que antes, si no acepta todos perdemos
Negro: eso está claro, pero no es lo que pactamos
Vivi: y dale con lo pactado... ya le dije que era imposible.
Negro: y para que dio su palabra entonces? Es igual a su esposo entonces...
Vivi: no, eso si que no. En ese momento era lo mejor que podía hacer y necesitaba salvar mi negocio... usted que habría hecho?
Negro: no lo se, no es mi problema.
Vivi: le vuelvo a reiterar, le di algo más que mi palabra, y además aquí estoy, poniendo la cara, no cree que eso es suficiente?

El negro se quedó callado, seguramente pensando en que hacer. Ambos tenían razón, por un lado estaba la deuda y por otro lado demostramos voluntad de pago, o mejor dicho mi esposa demostró voluntad de pago.

Negro: haremos esto, tomaré su dinero y les daré una semana para cumplir con el resto, pero no mas que eso. (el pensó que Vivi aceptaría, no teníamos chances)
Vivi: lo lamento pero no podremos cumplir en esos términos.
Negro: (sorprendido) como dice?
Vivi: que no podremos cumplir en una semana, para que voy a mentirle
Negro: entonces? No entiendo...
Vivi: entonces aquí terminamos, si usted sigue inflexible con el plazo no tenemos nada mas que hablar, cada uno hará lo que tenga que hacer, usted nos denunciará y nosotros a usted también, aquí todos estamos haciendo cosas ilegales.
Negro: ja ja ja... ustedes me denunciarán? Están locos? (se había enojado el negro)
Vivi: si usted nos denuncia claro que lo haremos, que otra cosa nos queda? Yo quiero pagar mi deuda pero usted no quiere aceptar.
Negro: Usted me toma por boludo señora?
Vivi: claro que no, pero como le dije, hay cosas posibles y cosas imposibles.
Negro: Usted no sabe con quien se mete señora.
Vivi: si que lo se, usted es (le dijo todos los datos personales del negro, incluso hasta la fecha en que entró al país).
Negro: (furioso) Quien se cree, no tiene idea de quien soy!!!

El negro se levantó furioso y seguía amenazándonos, sobre todo a Vivi, pero ella estaba muy tranquila y solo lo miraba sin demostrar sentimiento alguno.

Vivi: escuche, tome asiento y hablemos de negocios como adultos
Negro: NOOO USTED YA VERA QUE PASARÁ!!!
Vivi: tanquilooooo.... tome asiento, me cree estúpida? Si se tanto de usted me cree tan estúpida como para no tomar precauciones? Hágame caso y tome asiento.

El negro seguía furioso, pero se sentó como ella le pidió. Se lo notaba nervioso, desconfiado, miraba para todos lados, quizás buscando alguna cámara, micrófono o algo. Se había comido las mentiras de mi esposa (después me enteré que ella sabía tanto porque tiene un ex compañero del colegio con un cargo alto en migraciones y le dijo que quería tomar al negro como empleado, nada mas que eso).

Vivi: Bien... ya estamos mas calmados?
Negro: que quiere?
Vivi: tranquilo, lo noto nervioso. Vos cornudo, trae algo para tomar. Le gusta el whisky?
Negro: no mucho, pero está bien, lo que quiera, no importa.
Vivi: cornudo, traenos unos whiskys por favor.
(yo hice caso y les serví dos vasos y se los alcancé).
Vivi: bien, hablemos de negocios. La situación es esta, tengo este dinero aquí que cubre el 30% de la deuda, tenemos que refinanciar el otro 70%, pero no me venga con intereses usurarios por favor.
Negro: y como piensa pagar?
Vivi: En 12 meses con una tasa de interés igual a la de los bancos
Negro: jajaja no me haga perder el tiempo.
Vivi: bien, que propone usted? Digame y le diré si es posible o no
Negro: en 3 meses con el 20% mensual
Vivi: jajaj ahora usted me hace reír. Ya le dije que nada de usura, y el plazo sabe que no podemos. No quiero dar mucha vuelta, le propongo 9 meses con tasa de banco, pagos semanales.
Negro: imposible, tasa de banco solo 3 meses, pagos semanales, nada mas.
Vivi: que duro que es usted (lo dijo con un claro doble sentido)
Negro: acepta o no?
Vivi: lamento decirle que no, pero voy a mejorar mi oferta para que vea mi voluntad de pago... que le parece 6 meses, pagos quincenales? (ella le daba algo mas pero le sacaba por otro lado)
Negro: no no no, pagos semanales
Vivi: esta bien, 6 meses pagos semanales tasa de banco, trato?
Negro: no, yo no dije 6 meses a tasa de banco, 6 meses tasa del 20%
Vivi: ummm... no puedo, no llegamos con el dinero...
Negro: venda el auto y listo.
Vivi: es que me gusta mucho mi auto.... algo debemos encontrar para bajar esos intereses, no cree?

Ya la cosa estaba pasando de la negociación por plata a otra cosa. Era evidente, por lo menos para mi, que Vivi quería algo mas que negociar la deuda, eso ya lo tenía casi cerrado. El negro algo había captado, pero no se tiraba a la pileta, no creo que por pudor, pero si porque Vivi era buena negociadora, y quería sacarle lo mas posible.

Negro: Nose, que tiene para ofrecer a cambio de los intereses?
Vivi: Es un poco difícil. Dígame, está usted casado?
Negro: eso que tiene que ver?
Vivi: no quiero ofrecer algo que genere problemas a otras personas que no están aca...
Negro: no estoy casado...
Vivi: bien... bueno, puedo ofrecerle un desahogo cada 15 días de su rutina... que dice?
Negro: Que sería un desahogo? Disculpe pero no quiero que queden dudas, ya tuve muchos problemas aquí....
Vivi: lo entiendo.... seré lo mas clara posible.... Lo dejaré tener sexo conmigo, esta claro ahora?
Negro: si si, muy claro.
Vivi: entonces?
Negro: cada 15 días es muy poco, no se olvide que estoy resignando mucho dinero.
Vivi: usted no me afloja nada..... que propone?
Negro: cada 2 días.... no se olvide que es mucho el plazo y los intereses....
Vivi: no no no, es mucho.... no voy a poder aguantar
Negro: cada 3 días, ultima oferta
Vivi: mmmm... no, hagamos esto, cambiemos el día de pago para los sábados, y el lugar de pago es en mi casa ya que nuestro hijo se va de su novia a dormir, así estaremos cómodos, acá en el negocio es incómodo, no cree?
Yo: que?!!? no par..... (ella me interrumpió)
Vivi: CALLATE LA BOCA VOS!!!! Y, que dice?
Negro: me parece bien, pero hay un inconveniente...
Vivi: uhhh... cual?
Negro: hoy es martes, y está haciendo un pago, lo justo sería también que pague lo otro hoy mismo.
Vivi: pero claro hombre, hay que cerrar el trato además

Mi esposa tenía una sonrisa pícara, y el negro estaba mas que contento. Ella se paró y lentamente su fue acercando al negro que la miraba con lujuria. Yo estaba en una esquina de la oficina como si fuera una planta decorativa. Cuando Vivi quedó a pocos centímetros del negro, este empezó a manosearla. Ella tenía una blusa y una pollera tipo oficinista bien pegada al cuerpo, y el negro empezó a manosear las nalgas de Vivi. En pocos segundos la pollera de Vivi ya estaba subida hasta sus caderas, y solo tapaba sus partes una diminuta tanga blanca de encaje.

El negro se relamía mientras manoseaba con deseo a mi esposa y ella comenzaba a gemir. Esa escena fue interrumpida por Vivi que dijo "cerramos el trato entones?". El negro entendió la mano para cerrar el trato, pero ella riéndose le dijo "no no, saca esa mano". Se arrodilló frente a el, y sin dejar de mirarlo a los ojos le bajó el cierre del pantalón y sacó la verga ya dura de su macho.
La agarró con sus manos y mirándolo le dijo "trato hecho" y se la comió casi entera y empezó a petearlo magistralmente. El negro gemía y disfrutaba de la boca de mi esposa.

Después de unos minutos ella se sacó la blusa, el corpiño, y empezó a hacerle una paja turca con las tetas. El negro estaba como loco, no solo tenía a una hermosa mujer, sino a una tremenda hembra, a una puta increíble, y encima se la iba a coger todas las semanas, que mas quería.
Yo por mi parte tenía la verga durísima, y a diferencia de la vez anterior, no sentía tanto dolor emocional, ahora estaba re caliente mal y me frotaba la pija por encima del pantalón.

Vivi, que como toda mujer tiene una miraba periférica y no se pierde de nada, se dio cuenta y riendose me dijo "pajeate si queres cornudo, se que te gusta verme con un macho de verdad". Esas hirientes palabras eran a su vez tremendamente excitantes para mi, el morbo se apoderó inmediatamente de mis pensamientos y solo podía pensar en gozar viendo a mi esposa, asique en pocos segundos ya estaba con los pantalones bajos y pajeandome como un cornudo sumiso.

Después de un rato de pete y turca, el negro se levantó, alzó a mi esposa como si fuera de papel y la apoyó boca arriba en el escritorio. Se le tiró encima y le comió la boca y sobre todo las tetas, y fue bajado por su vientre hasta llegar a la pelvis. Ella solo se entregó. Relajó sus piernas que quedaron bien abiertas y se quedó tumbada sobre el escritorio. El negro le corrió la tanga y le empezó a comer desesperadamente la concha.
Por los gritos de mi esposa, el negro le estaba comiendo magistralmente la concha y de hecho la hizo acabar varias veces solo con sexo oral, algo que yo muy pocas veces puse lograr, y solo un leve orgasmo, no varios y tan intensos como estaba teniendo con el negro.

Si hubiese sido por ella, se quedaba todo el día recibiendo sexo oral, pero el negro estaba al palo y re caliente ya. Se puso de pie, y mientras se ponía algo de saliva en la verga la miraba y le decía "queres que te coja puta? eh?!". Ella entregada y sobre todo emputecida le decía, casi rogandole "siiii cogemeeee cogemeeee".
Al negro se lo notaba como loco. Apoyó la pija en los labios vaginales de Vivi que con los ojos cerrados seguía pidiendo que la cogieran y él le dio el gusto. Sin piedad le empezó a meter la verga entera a mi esposa, que entre gemidos y algunos gestos de dolor gritaba "si".

Lo siguiente fueron varios minutos de una cogida impresionante, en donde Vivi no paraba de gemir y tener orgasmos, mientras el negro concentrado la cogía con furia y le manoseaba las tetas hasta dejárselas todas rojas y moretoneadas incluso.
En un momento el negro le empezó a meter primero unos dedos en la boca y como notó que Vivi se los chupaba, empezó a mandarle de a 3 o 4 y cada vez mas profundos.

Ella estaba como ida, como poseída, y se dejaba hacer cualquier cosa y sobre todo decir cualquier cosa. El negro todo el tiempo le decía "te gusta puta?" y ella con palabras o moviendo simplemente la cabeza decía que si. Jamás había visto así a Vivi, si bien disfrutabamos del sexo sin tabo ni prejuicios, nunca la había visto como una puta entregada como sucedía ahora.

El negro decidió cambiar de posición, y obvio la hizo apoyarse contra el escritorio quedando el hermoso culo de Vivi en primer plano ante el. Lo que yo hubiese hecho es cogerla inmeditamente en esa posición, pero el morocho no hizo eso, sino que se arrodillo frente a las nalgas de mi esposa y empezó a morderselas y besarlas, para luego con ambas manos abrirlas lo mas que pudo y hundir su cara entre medio. Obvio que le pegaba unos lenguetazos tremendos, sobre todo en el ano, algo que Vivi disfruta muchísimo y esa vez no fue la excepción.

Ella gemía como una loca y el negro se dio cuenta lo mucho que mi esposa disfrutaba, por lo que se concentró en lamer y meter su lengua en el culo de Vivi. Yo ya iba por la segunda paja y la calentura no bajaba, era realmente impresionante lo que me excitaba viendo a mi esposa ser poseída por otro macho, y cada vez que miraba la entrepierna del negro y veía el pedazo de verga que le colgaba parecía calentarme mas, no por la verga del negro en si, sino por el pedazo de carne que mi esposa se había comido y se iba a seguir comiendo seguramente. En mi mente solo rondaba la idea de que el negro se ponga de pie y vuelva a clavarla, pero eso se demoró, porque el morocho quería seguir disfrutando del culito cada vez mas dilatado de Vivi.

Nose si fueron 10 minutos, 20, 2 horas o cuanto, pero la chupada de culo por fin terminó, y el negro sin decir nada empezó a "jugar" con Vivi. Agarró su verga y empezó a frotarla por mi esposa, obvio que por los labios vaginales y sobre todo por la raya del culo. Vivi no decía nada, para esta altura estaba casi rendida apoyada sobre el escritorio.
El negro mientras frotaba a mi esposa se mordía los labios de la calentura que le generaba y quiso hacer algo que me hizo para el corazón por unos segundos. Dejó quieta la verga justo en el ano de Vivi e intentó metersela por el culo. Si bien le había dilatado bastante el ano con la infernal chupada que le había dado, no era tarea fácil y le costaba.

Vivi que al principio no decía nada, ahora se había empezado a quejar un poco, era evidente que le dolía. Yo desde mi posición no llegaba a ver si se la había podido meter o no, pero por la cara de ella algo debía tener ya metido en el culo, quizás unos 2 o 3 centímetros.
El negro con paciencia seguía insistiendo y no retrocedía, estaba decidido a romperle el culo a mi esposa en ese mismo instante, pero después de unos minutos de intentarlo, y seguro de algunos centímetros más, Vivi le dijo que frenara, que no podía.
El negro no se resignó y solo se quedó quieto en el mismo lugar, es decir, no la siguió penetrando pero dejó adentro el pedazo que ya tenía, seguro intentando que Vivi se acostumbrara y así poder seguir, pero no fue así.

Vivi volvió a decirle que no, incluso le dijo "sacamela por favor" casi como una súplica. El negro obedeció y lento se la sacó por completo y la cara de Vivi así lo reflejaba. No fruncía mas el ceño, y su cara ahora era de alivio.
El negro no se dio por vencido y le dijo "solo te falta preparación reina, se que la queres por atrás". Ella con un tono que denotaba su cansancio le dijo "si, pero necesito estar cómoda, otro día intentamos".

El negro que había metido ya un dedo en el culo de Vivi a modo de empezar a preparla para culearla, aceptó con un poco de resignación, que ese día no iba a romperle el culo a mi señora y con suavidad volvió a la vagina de Vivi. Le "pinceleo" los labios vaginales y poco después volvió a penetrarla vaginalmente.
Si bien Vivi gemía y disfrutaba, ya no era como antes, se la notaba cansada para esta altura, si hubiese sido por ella se terminaba todo allí, pero faltaba que el negro acabara.
El se dio cuenta de eso y aceleró el ritmo. La cogía bastante rápido, constante y profundo, siempre agarrado fuerte de las nalgas de mi esposa que gemía y se sacudía con cada embestida profunda de él.

El negro sin decir absolutamente nada hizo algo de lo que yo no me había dado cuenta hasta ese momento, y no es mas ni menos que acabar adentro de mi esposa, que al sentir como el torrente de semen hirviendo de ese macho inundaba su vagina, solo suspiro y dio algunos gemidos mas de placer.
El negro se quedó unos instantes dentro de mi esposa, y por mi mente se cruzaron mil cosas, enfermedades fue lo primero, y lo segundo un embarazo, Vivi no tomaba pastillas anticonceptivas desde hacía un par de años, pero ya no había vuelta atrás, la había llenado de leche, y aunque así no fuera, se la había cogido, no solo esta vez sino 2 semanas atrás, con lo cual era mas que suficiente para contagiarle algo, o inseminarla.

Cuando el morocho sacó por fin su verga, ya un poco menos dura, miró la hora y dijo que se tenía que ir, asique se empezó a vestir. Yo me acerque a Vivi que todavía estaba "tirada" sobre el escritorio, y de su vagina colgaba un hilo de semen espeso que muy lentamente iba cayendo.
El negro terminó de vestirse rápido y dijo que nos veíamos para la próxima cuota y me pidió que le abriera la puerta.
Yo lo acompañe y rápido se fue. Volví a la oficina y Vivi seguía en la misma posición, se la notaba exhausta mal y me ofrecí a ayudarla, algo que ella aceptó.

La veía tan cansada que yo mismo agarré una toalla y la terminé limpiando... Si, limpié el semen de otro hombre que se derramaba de la concha de mi esposa. Nose si por disfrutar de ser cornudo o porque, pero me gustó mucho. En vez de sentir bronca o asco, disfruté de limpiar suavemente a mi esposa, incluso parecía hipnotizado. Ella me agradeció el gesto, y fue la primera vez en 2 semanas en que me habló bien, sin insultarme o tratarme mal.

En ese momento decidí plantearle mis miedos de enfermedades o de embarazo y ella me dijo que en el embarazo pensó, que había empezado a tomar pastillas de nuevo, pero que en enfermedades no lo había pensado, y le creí porque se quedó con cara de preocupación, al punto de que me pidió le enviara un mensaje al negro para que se haga un análisis completo y nos lo envíe.
Por suerte el negro accedió y no solo se hizo un examen completo, sino que también pidió que ella se lo hiciera, de la calentura tampoco había pensado en eso, y me pareció bastante decente.
Claco que Vivi no tenía nada, y por suerte el negro tampoco, asique nos tranquilizamos todos.

El sábado siguiente tocaba pagar la próxima cuota, pero esta vez no sería en el negocio, sino en nuestra casa. Por un lado era mejor, ya que nadie vería al negro entrar al negocio fuera de los horarios de atención tantas veces seguida, algo que de por si es raro, y además estaríamos mas cómodos. Pero en cierto punto no me gustaba que vaya a nuestra casa, en primer lugar porque era un extraño, y segundo y quizás lo mas importante, estaba dejando de ser solo un prestamista que se cobraba con el cuerpo de mi esposa, y ya parecía mas un amante, un macho fijo de ella, y claro está yo en un cornudo con todas las letras.

4 comentarios - Mi esposa paga mis deudas 2

tute2307 +1
uffff tremendo !! alguna foto de Vivi?
parejacba16 +2
Qué lindo debe ser ver a la esposa de uno con otro hombre ojalá pronto se me dé
pcuckold
muy buen relato! van mis 10 pts, como me calento
wosni
Tercera parte?