AQUÍ VA LA PARTE 3. ESPERO QUEBLA DISFRUTEN. VA A HABER UN EPÍLOGO FINAL .
Link parte 1:
http://m.poringa.net/posts/relatos/4855729/Cuckold-consentido-Parte-1.html
Link parte 2: http://m.poringa.net/posts/relatos/4864258/Cuckold-consentido-Parte-2.html.
Juan terminó de soltar las últimas gotas de leche sobre las tetas de Noe y salió de la habitación.
En el aire había un aura de jocosidad y exaltación por parte de ella. Tal como si fuera una niña que le robó la billetera a su madre y se escapó hacia el kiosco a elegir todo lo que le gusta.
- Algo así eran las cosas mi amor - le dijo a Leandro mientras caminaba hacia el -Aunque ahora creo que está más dominante que antes.
- Quéee? Qué me decís con tanta liviandad? Estas loca? Aléjate de mí que estas toda acabada encima! - Leandro estaba exasperado.
- Lean... escuchame, disculpame si fue mucho hasta acá pero viste que vos dijiste...
- Que yo qué? Ahora es culpa mía esto?
- Lean tranquilo, no es culpa de nadie. Es lo que teníamos ganas de hacer. Lo que nos salió en el momento. O no?
- Decime Noelia... en que momento de mi vida yo tuve ganas de que venga un tipo a nuestra casa y te garche como un condenado!!. Explicame porque no te entiendo!!!!
- Leandro! Pelotudo! Tan borracho de mierda sos que no sos capaz de hacerte cargo ni un poquito de lo que te pasa???
El tono de la conversación iba subiendo hasta altos decibeles.
Noelia continuó - Me hiciste una escena de celos típica de adolescente en medio de la pista de baile. Casi te vas a las manos con Juan, los tuvieron que separar!!!
Leandro escuchaba atónito.
- Tuvo que venir Juan para arreglar las cosas y no tuviste mejor idea que preguntarle como me cogía cuando éramos pendejos! Es más! Le insististe tanto para que te cuente que hasta terminaste pidiéndole por favor que lo haga porque eso te calentaba! Te imaginas en que situación quedaba yo en todo esto?
- Seguis sin recordar nada?- disparó ella
Comenzaron a aparecer fotos mentales en la cabeza de Leandro que como puñaladas eran igual de dolorosas que verla a su mujer estaqueada por otra pija. Pero permaneció en silencio.
Y Noelia prosiguió con su descargo
- Juan en joda te dijo que si querías te mostraba como era y vos no tuviste mejor idea que decirle que me venga a garchar acá. Y sabes qué? Ahí me terminé de hinchar bien los ovarios y me dije a mi misma "a ver hasta donde llega todo esto". Que querés que te diga, yo también me fui calentando...
Cuando veníamos para casa en el auto mientras él manejaba me tocaba el muslo, nos mirábamos, no sé, ya sabíamos que iban a volver a pasar cosas entre nosotros tarde o temprano. Vos atrás borracho no entendías nada... pero habías encendido la hoguera. Apenas cruzamos la puerta de entrada ya nos empezamos a besar y no hubo vuelta atrás.
Y hasta acá llegamos supongo...- suspiro resignado Leandro.
No. Esto acá no termina - replicó Noe - al tiempo que Juan ingresaba a la habitación recién bañado y desnudo.
La fiesta de la leche es cuando le acabas por todos los agujeros y en las tetas - le dijo Juan a Leandro.
Y como si Leandro no existiera, Noelia todavía enchastrada por las tremendas eyaculaciones que su cuerpo había recibido se paró frente al cuerpo desnudo de Juan.
Él la tomó de su cintura, ella le rodeó el cuello con ambos brazos apoyándole las tetas sobre su torso y empezaron a besarse como 2 adolescentes. Así estuvieron unos minutos. Eso fue suficiente para que Juan se empalmara de nuevo.
Cuando Noe palpó la erección en Juan, le dijo algo al oído, fue hasta la cama y agarró un almohadón.
Sin decir nada ella sola se colocó boca abajo en la cama con el almohadón debajo de su vientre conociendo perfectamente lo que se venía dejando una hermosa exposición de su ano y su vagina.
Leandro estaba de sobra desde hacía un largo rato. Era un espectador de lujo de una película en donde a la mujer más hermosa del mundo (su esposa) alguien que no era él la sometía sexualmente a disposición y ella lo disfrutaba. La película se titulaba "la fiesta de la leche" y faltaba la parte final.
En algún momento sumido en su incertidumbre de acuerdo con lo que Noelia le había relatado, llegó a consolarse pensando que él había sido quien había provocado esto y que hasta podía replantear su relación con ella, su sexualidad y recomenzar de otra manera una nueva etapa.
Mientras Juan se acercaba nuevamente a a Noe como aquél león que se va a devorar a su presa ya rendida, Leandro inconscientemente también creyó que existían algunos códigos implícitos que en estos casos se respetaban...
Juan por detrás de ella acercó su pija endurecida y la penetró por la vagina. No estaba sino, solamente encendiendo motores. El sexo de Noelia todavía inseminado por el coito anterior no sirvió más que como lubricante de la pija de Juan quien luego de escupir sobre el ano de ella se dispuso a ingresar primero con su dedo pulgar para pasar rápidamente a apoyar la cabeza de su vergota y suavemente ir haciendo presión en ese orto torneado que hacía tiempo no era perpetrado.
Ella emitía suspiros y gemidos aun controlados.
La facilidad con que el tronco de Juan iba ingresando al orto de Noe y la displicencia con la que ella lo iba recibiendo no hacían más que disminuir a Leandro al punto de largarse a llorar.
Luego de haber ingresado la mitad de la pija, Juan se quedó quieto para que Noe pueda asimilarla. Con su mano derecha ella empezó a masturbarse y fue la señal para que Juan continuara enterrandole la estaca.
Contrariamente a la vehemencia con que la cogió inicialmente, ahora parecía que estaba haciéndole el amor por el orto. Sus movimientos eran suaves pero completos de la punta hasta la base cuidadosamente siendo introducida por la puerta trasera de Noelia. Ella pasó de los suspiros a los gemidos fuertes y de los gemidos fuertes a pedirle por favor que le rompa la cola.
Uuuufff oooo oooo mi amor, haceme la cola mi amor. Rompeme todaaa!- suplicaba Noe
Suplicio que bien podría haber sido para Leandro si es que él alguna vez hubiese intentado hacerle la cola. Pero estaban siendo para el semental que en estos momentos la poseía sin piedad por detrás.
Mi amor le decía Noelia a su amante delante de su marido mientras la perforaban.
Pero no había llegado lo peor para Leandro todavía porque luego de una sonora nalgueada, Juan aumentó la velocidad de las embestidas y los gritos de ella invadieron la habitación mientras aceleraba el manoseo sobre su clítoris. Los cuerpos se bamboleaban de memoria. Sabían que le gustaba a cada uno y había una comunicación corpórea increíble. Mucha piel entre ellos.
Juan entre estocada y estocada le murmuraba en el oído a Noelia: - Como está esa colita. Nadie te la hacía?
No, no, no mi amor- respondió como pudo ella
Otra vez "mi amor". La batalla de la dignidad y de la identidad estaban perdidas para Leandro. No le quedaba ni el cuerpo ni el amor de su esposa.
Dale que ya te la doy - volvió a decirle Juan en el oído a ella.
Si, si, si toda aaaa- alcanzó a decir Noelia mientras era invadida por un tremendo orgasmo.
Juan se encargó en 3 o 4 empujones más en inundarle de leche el último orificio del cuerpo de Noelia cumpliendo con la premisa de la fiesta de la leche.
Al cabo de unos minutos de estar ambos acostados en la misma posición, Juan se dignó a sacarle la pija del orto a Noelia y enfiló de nuevo para el baño. Ella con el cuerpo detonado pero satisfecho de las tremendas cogidas que había recibido apenas podía moverse.
Poco le importó que su marido estuviera masturbándose mientras miraba hipnotizado cómo de su ano brotaba leche tibia. Su cuerpo y su mente ya no pertenecían a ese hombre ni a ese lugar. Las pocas gotas de leche de Leandro que impactaron sobre su espalda no la inmutaron.
Juan regresó y se vistió. Se acercó a Noelia todavía acostada y la besó en la frente.
Chau mi amor. Nos vemos - dijo Juan y se retiró.
Noelia desbordaba de leche por ano y vagina. Había deglutido otro poco y sobre sus tetas y abdomen ya reseca había otro tanto. El sueño la venció. Ya habría tiempo para higienizarse. Por el momento preferiría disfrutar de ese contenido en su cuerpo...
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Juan terminó de soltar las últimas gotas de leche sobre las tetas de Noe y salió de la habitación.
En el aire había un aura de jocosidad y exaltación por parte de ella. Tal como si fuera una niña que le robó la billetera a su madre y se escapó hacia el kiosco a elegir todo lo que le gusta.
- Algo así eran las cosas mi amor - le dijo a Leandro mientras caminaba hacia el -Aunque ahora creo que está más dominante que antes.
- Quéee? Qué me decís con tanta liviandad? Estas loca? Aléjate de mí que estas toda acabada encima! - Leandro estaba exasperado.
- Lean... escuchame, disculpame si fue mucho hasta acá pero viste que vos dijiste...
- Que yo qué? Ahora es culpa mía esto?
- Lean tranquilo, no es culpa de nadie. Es lo que teníamos ganas de hacer. Lo que nos salió en el momento. O no?
- Decime Noelia... en que momento de mi vida yo tuve ganas de que venga un tipo a nuestra casa y te garche como un condenado!!. Explicame porque no te entiendo!!!!
- Leandro! Pelotudo! Tan borracho de mierda sos que no sos capaz de hacerte cargo ni un poquito de lo que te pasa???
El tono de la conversación iba subiendo hasta altos decibeles.
Noelia continuó - Me hiciste una escena de celos típica de adolescente en medio de la pista de baile. Casi te vas a las manos con Juan, los tuvieron que separar!!!
Leandro escuchaba atónito.
- Tuvo que venir Juan para arreglar las cosas y no tuviste mejor idea que preguntarle como me cogía cuando éramos pendejos! Es más! Le insististe tanto para que te cuente que hasta terminaste pidiéndole por favor que lo haga porque eso te calentaba! Te imaginas en que situación quedaba yo en todo esto?
- Seguis sin recordar nada?- disparó ella
Comenzaron a aparecer fotos mentales en la cabeza de Leandro que como puñaladas eran igual de dolorosas que verla a su mujer estaqueada por otra pija. Pero permaneció en silencio.
Y Noelia prosiguió con su descargo
- Juan en joda te dijo que si querías te mostraba como era y vos no tuviste mejor idea que decirle que me venga a garchar acá. Y sabes qué? Ahí me terminé de hinchar bien los ovarios y me dije a mi misma "a ver hasta donde llega todo esto". Que querés que te diga, yo también me fui calentando...
Cuando veníamos para casa en el auto mientras él manejaba me tocaba el muslo, nos mirábamos, no sé, ya sabíamos que iban a volver a pasar cosas entre nosotros tarde o temprano. Vos atrás borracho no entendías nada... pero habías encendido la hoguera. Apenas cruzamos la puerta de entrada ya nos empezamos a besar y no hubo vuelta atrás.
Y hasta acá llegamos supongo...- suspiro resignado Leandro.
No. Esto acá no termina - replicó Noe - al tiempo que Juan ingresaba a la habitación recién bañado y desnudo.
La fiesta de la leche es cuando le acabas por todos los agujeros y en las tetas - le dijo Juan a Leandro.
Y como si Leandro no existiera, Noelia todavía enchastrada por las tremendas eyaculaciones que su cuerpo había recibido se paró frente al cuerpo desnudo de Juan.
Él la tomó de su cintura, ella le rodeó el cuello con ambos brazos apoyándole las tetas sobre su torso y empezaron a besarse como 2 adolescentes. Así estuvieron unos minutos. Eso fue suficiente para que Juan se empalmara de nuevo.
Cuando Noe palpó la erección en Juan, le dijo algo al oído, fue hasta la cama y agarró un almohadón.
Sin decir nada ella sola se colocó boca abajo en la cama con el almohadón debajo de su vientre conociendo perfectamente lo que se venía dejando una hermosa exposición de su ano y su vagina.
Leandro estaba de sobra desde hacía un largo rato. Era un espectador de lujo de una película en donde a la mujer más hermosa del mundo (su esposa) alguien que no era él la sometía sexualmente a disposición y ella lo disfrutaba. La película se titulaba "la fiesta de la leche" y faltaba la parte final.
En algún momento sumido en su incertidumbre de acuerdo con lo que Noelia le había relatado, llegó a consolarse pensando que él había sido quien había provocado esto y que hasta podía replantear su relación con ella, su sexualidad y recomenzar de otra manera una nueva etapa.
Mientras Juan se acercaba nuevamente a a Noe como aquél león que se va a devorar a su presa ya rendida, Leandro inconscientemente también creyó que existían algunos códigos implícitos que en estos casos se respetaban...
Juan por detrás de ella acercó su pija endurecida y la penetró por la vagina. No estaba sino, solamente encendiendo motores. El sexo de Noelia todavía inseminado por el coito anterior no sirvió más que como lubricante de la pija de Juan quien luego de escupir sobre el ano de ella se dispuso a ingresar primero con su dedo pulgar para pasar rápidamente a apoyar la cabeza de su vergota y suavemente ir haciendo presión en ese orto torneado que hacía tiempo no era perpetrado.
Ella emitía suspiros y gemidos aun controlados.
La facilidad con que el tronco de Juan iba ingresando al orto de Noe y la displicencia con la que ella lo iba recibiendo no hacían más que disminuir a Leandro al punto de largarse a llorar.
Luego de haber ingresado la mitad de la pija, Juan se quedó quieto para que Noe pueda asimilarla. Con su mano derecha ella empezó a masturbarse y fue la señal para que Juan continuara enterrandole la estaca.
Contrariamente a la vehemencia con que la cogió inicialmente, ahora parecía que estaba haciéndole el amor por el orto. Sus movimientos eran suaves pero completos de la punta hasta la base cuidadosamente siendo introducida por la puerta trasera de Noelia. Ella pasó de los suspiros a los gemidos fuertes y de los gemidos fuertes a pedirle por favor que le rompa la cola.
Uuuufff oooo oooo mi amor, haceme la cola mi amor. Rompeme todaaa!- suplicaba Noe
Suplicio que bien podría haber sido para Leandro si es que él alguna vez hubiese intentado hacerle la cola. Pero estaban siendo para el semental que en estos momentos la poseía sin piedad por detrás.
Mi amor le decía Noelia a su amante delante de su marido mientras la perforaban.
Pero no había llegado lo peor para Leandro todavía porque luego de una sonora nalgueada, Juan aumentó la velocidad de las embestidas y los gritos de ella invadieron la habitación mientras aceleraba el manoseo sobre su clítoris. Los cuerpos se bamboleaban de memoria. Sabían que le gustaba a cada uno y había una comunicación corpórea increíble. Mucha piel entre ellos.
Juan entre estocada y estocada le murmuraba en el oído a Noelia: - Como está esa colita. Nadie te la hacía?
No, no, no mi amor- respondió como pudo ella
Otra vez "mi amor". La batalla de la dignidad y de la identidad estaban perdidas para Leandro. No le quedaba ni el cuerpo ni el amor de su esposa.
Dale que ya te la doy - volvió a decirle Juan en el oído a ella.
Si, si, si toda aaaa- alcanzó a decir Noelia mientras era invadida por un tremendo orgasmo.
Juan se encargó en 3 o 4 empujones más en inundarle de leche el último orificio del cuerpo de Noelia cumpliendo con la premisa de la fiesta de la leche.
Al cabo de unos minutos de estar ambos acostados en la misma posición, Juan se dignó a sacarle la pija del orto a Noelia y enfiló de nuevo para el baño. Ella con el cuerpo detonado pero satisfecho de las tremendas cogidas que había recibido apenas podía moverse.
Poco le importó que su marido estuviera masturbándose mientras miraba hipnotizado cómo de su ano brotaba leche tibia. Su cuerpo y su mente ya no pertenecían a ese hombre ni a ese lugar. Las pocas gotas de leche de Leandro que impactaron sobre su espalda no la inmutaron.
Juan regresó y se vistió. Se acercó a Noelia todavía acostada y la besó en la frente.
Chau mi amor. Nos vemos - dijo Juan y se retiró.
Noelia desbordaba de leche por ano y vagina. Había deglutido otro poco y sobre sus tetas y abdomen ya reseca había otro tanto. El sueño la venció. Ya habría tiempo para higienizarse. Por el momento preferiría disfrutar de ese contenido en su cuerpo...
1 comentario - Cockold consentido? Parte 3 "La fiesta de la leche "