Como les contaba, los encuentros con Naty se repetían cada jueves en el telo hasta finalizar el semestre.
Sin embargo, a la tercer semana paso algo especial. El viernes a la tarde, mientras chateabamos surgió un interesante anuncio de parte de Naty:
–che, Dani, no querés venir a dormir a mí casa?
–Cómo?!
–mis papis se van a Buenos Aires el fin de semana
No les puedo explicar todo lo que se me pasó por la cabeza en ese momento: leer a mí alumnita hablar de "mis papis", me calentó automáticamente...
–eh, ok. A qué hora decís que vaya.
–ellos salen a las 19, asi que venite tipo 20 así me das tiempo de bañarme.
–llevo una pizza, te parece?
– perfecto amor (beso)
A las 20:15 ya estaba allí. Me recibió con su pijama puesto: un babydoll de algodón rosa con un arcoiris, que apretaba sus pechos, dejando insinuar sus pezones y un short suelto del mismo material.
–veni amor sentate acá
Me llevo de su mano al sillón y puso la pizza sobre la mesa ratona. Se sentó en mí falda y puso play...
–esta escena me hizo pensar en vos
El la Tele se ve a Lolita desayunando sentada sobre la falda del actor.
Automáticamente comenzó a frotar sus nalgas contra mí entrepierna. La película y pizza pasaron a segundo plano. Mis manos en sus caderas acompañaron su movimiento, hasta que se recostó sobre mí y lleve una mano a sus pechos y otra dentro de sus shorts. Luego se masajear un rato su húmedo clítoris, el clímax no se hizo esperar... Su cuerpo se estremeció mientras encorvaba su cuerpo como queriendo elevar su monte de Venus al cielo.
Luego de un par de respiraciones profundas de ella y mí erección apretando dentro de mis jeans, se incorporó y tomándome otra vez de la mano...
– quiero mostrarte mí habitación.
Su habitación estaba bastante ordena, rodeada de peluche, y posters de cantantes del momento. Ni bien entramos, se sentó al borde de la cama, sobre su acolchado rosa chicle. Desprendió mí jean y bajo mí cierre.
–¿Querés saber lo que hago cada vez que dejamos de chatear a la noche?
Sin que termine de asentir con mí cabeza, se recostó sobre la cama y sin sacar sus ojos de mis boxer, abrió sus piernas, corrió su shorts y su tanguita a un costado, sacó uno de sus pechos fuera del babydoll, y comenzó a masturbarse delante mío mientras se apretaba un pezón. A sus miradas, mí respuesta no se hizo esperar: saque mí pene fuera de mí boxer y comencé a masturbarme siguiendo el ritmo de sus movimientos. Cuando su cuerpo empezó a estremecerse, un quejido escapó de mí boca, y su repuesta fue automática:
–uufff, no pares, amor, no pares...
Inmediatamente sus quejidos anunciaron su orgasmo, que fueron acompañados de un violento estallido de semen que salpicó su pijama y hasta su cara.
No tardó en quitarse el shorts y su tanga empapada, a la vez que limpiaba su carita con el babydoll, que quedaría estampado en la cabeza de un peluche. En un tris quedé solo con las medias puestas. Y al grito de "cojeme, cojeme", el ímpetu de mis 23 y sus 18, hizo crujir la cama de varias maneras que parecía desarmarse. Apenas cabíamos dentro.
Luego de un par de rounds, quedamos tendidos sobre su acolchado abrazados.
La pregunta no se hizo esperar..
–tenes hambre?
A lo que respondí
–si.
–bueno, pero no acá
Otra vez me llevo de la mano, está vez a la habitación de sus padres. De un tirón quitó el acolchado y dejo solo la sábana y los almohadones en la cama.
– ya vengo.
Bajó y trajo la pizza del living, ya fría, junto a dos latas de cerveza y una botella de vodka.
Luego de comer un par de porciones, de reír un rato y terminarnos las latas, tomo la botella de vodka, le dió un trago y me la pasó. Tomé un trago y a la vez que se la devolvía le dije
– no pensé que tomarás alcohol
– ja, que iluso. Cada vez que organizo una pijamada, con Male, mí viejo se recalienta porque le chupamos todo..
– mm, podrían invitarme je
–mira que resultaste perversito eh
–qué pensabas? Me estoy cojiendo a mí alumna en la cama de sus padres jaja.
Solo imaginarme a esas dos pendejas boludeando en pijama en esa misma cama, hizo que ni erección sea difícil de esconder. Casi al instante se me vino en cuatro patas, cual leona en celo, sobre mí.
–en serio nos cojerías a las dos?
Sin dejar que emitiera palabra, se monto lentamente sobre mí miembro, acomodándoselo dentro de su vagina, que curiosamente parecía más caliente que antes. Abrazándome comenzó a susurrarme al oído mientras se movía:
– sabes que Male se depila toda la concha?
....
–te gustaría que me depile la concha para vos?
–me encanta tu concha así como es!!
Lleve la botella a su boca, sorbió un trago y siguió.
–quizas para tu cumple te hagamos la fiestita con Male, querés?
Mientras le di otro trago, y presionando con un dedo su anito, le contestes..
–yo quiero que me hagas otro regalito...
Casi ahogándose, dejo caer vodka su boca que se escurrió por sus cuello hasta sus tetas..
– mm, creo que todavía no estoy lista... A Male el novio le rompió el culito y me dijo que la hizo llorar (Naty puso cara de bebota haciendo pucherito)
–porque seguro es un pendejo bruto
Humedecí mí dedo con sus fluidos y comencé a penetrar su anito con mí dedo mayor. Cerro sus ojitos y mordiendo su labio inferior no dejó de moverse.
Tomo mí rostro con sus manos, me miró a los ojos y sin dejar el beboteo, me dijo
–en serio profe, me vas a enseñar a qué te entregue mí culito?
–si Naty
– mm la tenés muy grande, profe, No me vas a hacer doler?
– quizás un poquito
– si me rompes el culito, me vas a poner 10?
– si Naty
– entonces prometo ser una alumna aplicada profe.
Seguimos un rato más cojiendo, pero desde ese momento no pude hacer otra cosa que pensar en mí cumpleaños y en cómo dilatarle lo suficiente su ano. Para cuando nos dormimos, ya había logrado que le cavieran 2 dedos.
A la mañana siguiente, el espectáculo continuo.
Me desperté solo en la cama. Naty ya estaba en la cocina. Cuando baje con mí erección matutina, encontré a Naty untando unas tostadas con mermelada, con solo el babydoll de su pijama puesto. Me acerqué por su espalda y apoyando mí miembro entre sus nalgas le saque las tetas fuera del babydoll. A lo que respondió
–mmm, veo que alguien ya se despertó.
Sin mediar palabras la recliné un poco hacia delante y presioné mí pene contra su ano. Apenas llegó a seder lo suficiente para que la mitad de glande la penetrara que me paro de un grito:
–NO! Dijimos que sería tu regalo de cumpleaños
Al instante la gire hacia mí y la subí al borde la mesada: una tostada con mermelada moras quedó pegada en una de sus tetas. Quite la tostadas y comencé a chuparle el pezón con sabor a moras.
–mmm no sabía si te gustaba de moras o frutilla.
No tardó en untarse el otro pezón, y yo en no dejar de chuparle uno y otro.
Sin esperar demasiado, penetre algo brusco su conchita, a lo que solo respondió con un quejido y un coro de jadeos por un buen rato.
Desde ese día sólo 2 cosas me comían la cabeza: cómo, en un par de semanas, le llenaría de leche ese culito, y en la concha depilada de Male, de como se había calentado Naty pensando en que me las cojería a las dos.
(Continuará...)
Sin embargo, a la tercer semana paso algo especial. El viernes a la tarde, mientras chateabamos surgió un interesante anuncio de parte de Naty:
–che, Dani, no querés venir a dormir a mí casa?
–Cómo?!
–mis papis se van a Buenos Aires el fin de semana
No les puedo explicar todo lo que se me pasó por la cabeza en ese momento: leer a mí alumnita hablar de "mis papis", me calentó automáticamente...
–eh, ok. A qué hora decís que vaya.
–ellos salen a las 19, asi que venite tipo 20 así me das tiempo de bañarme.
–llevo una pizza, te parece?
– perfecto amor (beso)
A las 20:15 ya estaba allí. Me recibió con su pijama puesto: un babydoll de algodón rosa con un arcoiris, que apretaba sus pechos, dejando insinuar sus pezones y un short suelto del mismo material.
–veni amor sentate acá
Me llevo de su mano al sillón y puso la pizza sobre la mesa ratona. Se sentó en mí falda y puso play...
–esta escena me hizo pensar en vos
El la Tele se ve a Lolita desayunando sentada sobre la falda del actor.
Automáticamente comenzó a frotar sus nalgas contra mí entrepierna. La película y pizza pasaron a segundo plano. Mis manos en sus caderas acompañaron su movimiento, hasta que se recostó sobre mí y lleve una mano a sus pechos y otra dentro de sus shorts. Luego se masajear un rato su húmedo clítoris, el clímax no se hizo esperar... Su cuerpo se estremeció mientras encorvaba su cuerpo como queriendo elevar su monte de Venus al cielo.
Luego de un par de respiraciones profundas de ella y mí erección apretando dentro de mis jeans, se incorporó y tomándome otra vez de la mano...
– quiero mostrarte mí habitación.
Su habitación estaba bastante ordena, rodeada de peluche, y posters de cantantes del momento. Ni bien entramos, se sentó al borde de la cama, sobre su acolchado rosa chicle. Desprendió mí jean y bajo mí cierre.
–¿Querés saber lo que hago cada vez que dejamos de chatear a la noche?
Sin que termine de asentir con mí cabeza, se recostó sobre la cama y sin sacar sus ojos de mis boxer, abrió sus piernas, corrió su shorts y su tanguita a un costado, sacó uno de sus pechos fuera del babydoll, y comenzó a masturbarse delante mío mientras se apretaba un pezón. A sus miradas, mí respuesta no se hizo esperar: saque mí pene fuera de mí boxer y comencé a masturbarme siguiendo el ritmo de sus movimientos. Cuando su cuerpo empezó a estremecerse, un quejido escapó de mí boca, y su repuesta fue automática:
–uufff, no pares, amor, no pares...
Inmediatamente sus quejidos anunciaron su orgasmo, que fueron acompañados de un violento estallido de semen que salpicó su pijama y hasta su cara.
No tardó en quitarse el shorts y su tanga empapada, a la vez que limpiaba su carita con el babydoll, que quedaría estampado en la cabeza de un peluche. En un tris quedé solo con las medias puestas. Y al grito de "cojeme, cojeme", el ímpetu de mis 23 y sus 18, hizo crujir la cama de varias maneras que parecía desarmarse. Apenas cabíamos dentro.
Luego de un par de rounds, quedamos tendidos sobre su acolchado abrazados.
La pregunta no se hizo esperar..
–tenes hambre?
A lo que respondí
–si.
–bueno, pero no acá
Otra vez me llevo de la mano, está vez a la habitación de sus padres. De un tirón quitó el acolchado y dejo solo la sábana y los almohadones en la cama.
– ya vengo.
Bajó y trajo la pizza del living, ya fría, junto a dos latas de cerveza y una botella de vodka.
Luego de comer un par de porciones, de reír un rato y terminarnos las latas, tomo la botella de vodka, le dió un trago y me la pasó. Tomé un trago y a la vez que se la devolvía le dije
– no pensé que tomarás alcohol
– ja, que iluso. Cada vez que organizo una pijamada, con Male, mí viejo se recalienta porque le chupamos todo..
– mm, podrían invitarme je
–mira que resultaste perversito eh
–qué pensabas? Me estoy cojiendo a mí alumna en la cama de sus padres jaja.
Solo imaginarme a esas dos pendejas boludeando en pijama en esa misma cama, hizo que ni erección sea difícil de esconder. Casi al instante se me vino en cuatro patas, cual leona en celo, sobre mí.
–en serio nos cojerías a las dos?
Sin dejar que emitiera palabra, se monto lentamente sobre mí miembro, acomodándoselo dentro de su vagina, que curiosamente parecía más caliente que antes. Abrazándome comenzó a susurrarme al oído mientras se movía:
– sabes que Male se depila toda la concha?
....
–te gustaría que me depile la concha para vos?
–me encanta tu concha así como es!!
Lleve la botella a su boca, sorbió un trago y siguió.
–quizas para tu cumple te hagamos la fiestita con Male, querés?
Mientras le di otro trago, y presionando con un dedo su anito, le contestes..
–yo quiero que me hagas otro regalito...
Casi ahogándose, dejo caer vodka su boca que se escurrió por sus cuello hasta sus tetas..
– mm, creo que todavía no estoy lista... A Male el novio le rompió el culito y me dijo que la hizo llorar (Naty puso cara de bebota haciendo pucherito)
–porque seguro es un pendejo bruto
Humedecí mí dedo con sus fluidos y comencé a penetrar su anito con mí dedo mayor. Cerro sus ojitos y mordiendo su labio inferior no dejó de moverse.
Tomo mí rostro con sus manos, me miró a los ojos y sin dejar el beboteo, me dijo
–en serio profe, me vas a enseñar a qué te entregue mí culito?
–si Naty
– mm la tenés muy grande, profe, No me vas a hacer doler?
– quizás un poquito
– si me rompes el culito, me vas a poner 10?
– si Naty
– entonces prometo ser una alumna aplicada profe.
Seguimos un rato más cojiendo, pero desde ese momento no pude hacer otra cosa que pensar en mí cumpleaños y en cómo dilatarle lo suficiente su ano. Para cuando nos dormimos, ya había logrado que le cavieran 2 dedos.
A la mañana siguiente, el espectáculo continuo.
Me desperté solo en la cama. Naty ya estaba en la cocina. Cuando baje con mí erección matutina, encontré a Naty untando unas tostadas con mermelada, con solo el babydoll de su pijama puesto. Me acerqué por su espalda y apoyando mí miembro entre sus nalgas le saque las tetas fuera del babydoll. A lo que respondió
–mmm, veo que alguien ya se despertó.
Sin mediar palabras la recliné un poco hacia delante y presioné mí pene contra su ano. Apenas llegó a seder lo suficiente para que la mitad de glande la penetrara que me paro de un grito:
–NO! Dijimos que sería tu regalo de cumpleaños
Al instante la gire hacia mí y la subí al borde la mesada: una tostada con mermelada moras quedó pegada en una de sus tetas. Quite la tostadas y comencé a chuparle el pezón con sabor a moras.
–mmm no sabía si te gustaba de moras o frutilla.
No tardó en untarse el otro pezón, y yo en no dejar de chuparle uno y otro.
Sin esperar demasiado, penetre algo brusco su conchita, a lo que solo respondió con un quejido y un coro de jadeos por un buen rato.
Desde ese día sólo 2 cosas me comían la cabeza: cómo, en un par de semanas, le llenaría de leche ese culito, y en la concha depilada de Male, de como se había calentado Naty pensando en que me las cojería a las dos.
(Continuará...)
4 comentarios - Alumna , amante: mis papis no estan