Cuckold consentido? Parte 1

Noelia a sus 37 años es una mujer hermosa. Rubia, 1.70m, tetas hechas.
Estaba en pareja con Leandro desde hace 6 años con quien tiene un hijo de 5. Ella se mudo allí a sus 18 años para ir a la universidad. La vida en Capital la despojó de los prejuicios y se puede decir que tuvo años libertinos de juventud. Hasta que conoció a Leandro oriundo de Córdoba y juntos empezaron una vida de pareja.
Al terminar la carrera de abogada Noelia decide ejercerla en su pueblo natal, bien cerca de familiares y afectos. Así fue que ambos se mudan hacia allí y deciden encarar un nuevo proyecto de vida lejos de las complicaciones diarias de la vida en la gran ciudad.
Mientras los días pasaban Noe se fue reencontrando con gente que hacía muchos años que no veía. Eran viejas amigas, ex compañeras de colegio y de hockey, familiares lejanos, etc. Todos ellos eran presentados a Leandro quien de a poco iba socializando con la gente de un pueblo que le era ajeno.
En el último tiempo muchos coetaneos habían tomado la misma decisión que ellos de mudarse hacia ciudades más chicas, interés quizás profundizado por el encierro en la pandemia.
Tal como como ocurrió con Juan. El era un fachero y promisorio neurólogo del pueblo. Y se involucra en esta historia una vez que estando en su auto en un semáforo con luz roja siente que otro vehículo lo choca desde atrás. Era Noe.
Ellos habían sido pareja cuando tenian 20-22 años. Pareja es una forma de decir porque lo que en realidad hacían eran juntarse a garchar después del boliche. Eran tiempos de adultez temprana en donde ambos estaban explorando sus límites y su sexualidad. Fueron las primeras veces en dónde Noe fue descubriendo cómo era tener relaciones en algún lugar de la vía pública o en un telo, de probar algun juguete, de ser penetrada sin preservativo, de cómo se sentía el semen de un hombre en cada parte de su cuerpo... cada fin de semana era un nuevo descubrimiento en un contexto desbordado de juventud y hormonas. Eso fueron Noe y Juan durante un tiempo hasta que la vida los llevó por caminos diferentes pero les sirvió a ambos como punto germinal para su vida sexual futura.
Más allá de que esta historia con Juan había sucedido 15 años atrás, hay cosas en la vida que no se olvidan. Y apenas se vieron al bajar ambos de sus autos chocados, ambos tuvieron flashes e imágenes de milésimas de segundos que recordaban las experiencias previas. Si bien se trataron con total cordialidad, los dos quedaron conmovidos internamente después de tantos años de no haberse visto.
Al llegar a su casa Noe le comenta a Leandro lo sucedido ya que el auto estaba a su nombre y había notificar a la aseguradora para que cubra los gastos del otro auto estropeado. Así es que Noelia acompañada por Leandro acuerdan con Juan para encontrarse y empezar con los trámites de rigor.
Durante ese encuentro a Leandro le sorprendió el trato de confianza que habia entre el damnificado Juan y su esposa. De hecho él la llamaba por su sobrenombre.
Al regresar a su hogar Leandro le pregunta a Noe si lo conocía de antes y ella tuvo que aclararle que habían sido pareja años antes.
- Con razón a este no me lo presentaste como hiciste con todo el mundo- le reclamó Leandro.
A raíz de esto con el correr de los días Leandro se puso a pensar con cuantas de las personas que vivían en ese pueblo su amada esposa Noelia había tenido alguna relación amorosa, alguna historia previa. Quién de todos ellos la había desvirgado, a quién le había chupado la pija por primera vez. Cuántos hombres que él ignoraba y probablemente frecuentaba recordaban el cuerpo de su esposa desnuda y el sonido de sus gemidos? Alguien le había hecho la cola alguna vez?
Y Juan era la respuesta a todas esas preguntas.
Y esas dudas carcomían a día tras día a Leandro. Sin dudas ese accidental encuentro con Juan había disparado eso.
Quería preguntarle a Noe pero no se animaba. El pasado pisado, decía. Pero era muy difícil convivir con esas inquietudes. Ir a un restaurante o a un bar repleto de gente o al cine sabiendo que quizás alguno de los presentes había sido tal vez masturbado en el pasado por las manos de su ahora esposa.

Fue en una fiesta de casamiento en el pueblo a la que Noe y Leandro asistieron se volvieron a encontrar a Juan luego de unos meses. Se saludaron cordialmente los 3, el tema de los autos estaba resuelto hacia tiempo.
- Viniste sólo Juan? - preguntó Noe
- Estoy separado hace un tiempo, así que no tenía otra opción - expresó jocosamente Juan.

-Y a vos que te importa si vino sólo? - cuestiono Leandro ya en privado.
- Las preguntas de rigor de siempre- se excusó Noe

Era evidente que Leandro estaba celoso. Y paranoico. Obviamente Juan y Noe habían garchado quien sabe cuantas veces pero quien más de los que estaba en la fiesta lo había hecho? Como saberlo?

En la fiesta pasaron los minutos. Saludos, risas, amigos, whiskys, bailes, comidas, tragos y más bailes.
Tanto baile que cuando Leandro volvió de baño vió como Juan había sacado a bailar a Noe y un grupo de conocidos les habían hecho una ronda. Ellos bailaban en el centro agachandose alrededor de una botella. Juan detrás de Noe demasiado cerca y demasiado desinhibidos todos.
Leandro estaba muy celoso pues creía que los que hacían la ronda sabían de la historia previa entre ellos y como ahora Juan estaba soltero estaban incentivando que se vuelvan a encontrar.


Cuatro medidas de whisky eran las que habían pasado cuando Leandro decidió que iba a enfrentar a Noelia para que le de a conocer su pasado en el pueblo argumentando que él prefería conocerlo y enfrentarlo en vez de hacer como si nada. Quería saber todo, cuantos novios, amantes y garches había tenido.

Seis eran las medidas de whisky que habían pasado cuando Leandro se empezó a exitar y a acariciar disimuladamente por encima del pantalón su pija al verla a Noe tomar de los hombros a Juan y a Juan tomar de la cintura a Noe mientras bailaban potenciado por las imágenes creadas en su mente de ella siendo doblegado sexualmente en su juventud por él. Habrá quedado algún sentimiento? - Se preguntaba

Incontables las medidas de whisky y tragos que habían pasado cuando en un lugar semi en penumbras Leandro escuchaba a Noe susurrar y casi suplicar " a cable pelado... a pelo como antes" y ese sonido inconfundible de aplauso líquido y temblores, del chapoteo genital, de respiraciones hondas y entrecortadas, de esos olores a cuerpos y perfumes mezclados del roce piel con piel...

Ni dos pestaneos habían pasado cuando Leandro se acercó y se puso cara a cara con su esposa Noelia que se encontraba en 4 patas en su cama matrimonial, fuera de sí, despeinada y con los ojos en blanco para decirle: - qué estas haciendo hija de puta?- mientras era penetrada ininterrumpidamente por Juan desde atrás. Los cuerpos se bamboleaban ritmicamente con en una perfecta sincronía, pues claro ya habían recorrido muchos kilómetros años antes.
Noelia sólo interrumpió sus gemidos para decirle casi susurrando a su marido:
- Que me llene de leche mi amor. Quiero que me llene de leche.

Lo que siguió fue una explosión. Porque casi digamos que se escucho como tal.
Noe se empezó a retorcer y se agudizaron hasta el infinito sus gemidos. Juan empezó a bufar y embistió con todo su ser ese cuerpo que tenia disposición despues de tanto tiempo inseminándola y descargando todo su contenido dentro de ella. Ya estaba consumado. Se habían vuelto a mezclar, nuevamente eran dos cuerpos fundidos en uno. Extasiados. Acabados. Intentando recomponerse.

- Te gustó mi amor? Eso querías? - alcanzó a decir Noelia antes de quedar desplomada boca abajo en la cama con Juan sobre ella.

No sabemos con certeza si Leandro alcanzó a escuchar esa última pregunta antes de perderse a los tumbos hacia el fondo del pasillo en dirección al baño confundiendo realidad con fantasía, sin saber realmente como habian llegado hasta aquí y con la pija dura para hacerse la paja mas caliente de su vida...




CONTINUARÁ

PARTE 2: http://m.poringa.net/posts/relatos/4864258/Cuckold-consentido-2.html

2 comentarios - Cuckold consentido? Parte 1

leloir2010
Como me hizo calentar este relato y me inteiga como sigue. Van puntitos