Capítulo 15 Mi prima, Mara 3

SPOILER

SPOILER

SPOILER



Bueno, claramente tuvieron la suerte de que tenga que mantener la cábala...

La idea no era subir tantos, pero bueno, confío que cuando salga el libro lo compren todos.

Ya está registrado el segundo, que ya leyeron.

Cuando termine este, lo haré de la misma manera.

Recuerden que están sujeto a cambios y complementos.

Saludos

Aguardo comentarios



CAPÍTULO XV


A pesar de tener una noche horrenda, luego de pegarme una ducha y comer algo, pude finalmente, dormir.
Lo necesitaba.
Creo que estaba un poco más tranquilo ya.
Había decidido hacer lo posible por olvidar todo lo que había pasado. Pero esta vez, enserio.
Aceptando mi culpa. Con todo lo que eso conllevaba. Hacerlo como correspondía.
Y también, entendiendo que la responsabilidad era compartida. Que yo no controlaba todo.
Ya no podía seguir viviendo con esos pensamientos y con esos nuevos ataques de pánico que sufría.
Porque eso eran. Ataques de pánico...
Jamás en la vida me había pasado algo así. Ni mucho menos tener problemas del corazón.
¡Era una locura!
Sé que recorrimos un largo sendero para llegar a donde estábamos.
No fue una simple equivocación. Tomamos decisiones, atravesamos extensos momentos, tuvimos pensamientos cotidianamente acerca de lo que queríamos hacer y no hacer.
Y a pesar de que en algunos instantes dudamos, terminamos por realizar cosas que no eran propias de nosotros. Que no pertenecían a nuestra esencia.
Sí, siempre dijimos que éramos muy “calentones”, “sexuales”. Pero el límite que habíamos cruzado era demasiado lejano.
Creo que había muchas cosas por enmendar.
Pero de verdad. Hacerlas por un motivo legítimo. No por culpa.
No tenía que actuar por culpa. Ésta, me había dominado por completo durante los últimos meses. Había tomado el control total de mi vida.
Y eso tenía que acabarse…
Pasaron unos días en los que pensé y pensé sobre muchas cuestiones.
Por supuesto que Mara no me habló. Yo preferí no hacerlo tampoco.
Hasta que estuviera 100% seguro de mí mismo, de que mi juicio no se viera afectado por esos horribles pensamientos, por esos malditos recuerdos, no quería tener contacto con ella.
Sí, pensé en Sabrina también. La extrañaba.
Pero a la vez estaba muy dolido por cómo me dejó y, simplemente, se fue. Sin siquiera dirigirme la palabra.
Tal vez eso que me dijo no era tan cierto después de todo.
Quise estar solo. Recuperarme lo más posible de mi afección, entrenar.
Estaba viviendo al límite todo el tiempo. Con la cabeza maquinando las 24 hs del día.
No me servía eso. Obvio que no.
Y supongo que el aislamiento temporal en solitario, en mi casa, podría ayudar bastante.
También pensé en Mara. No lo voy a negar.
No sé qué sentía…
Quererla, la quería. Era obvio. Pero también había sentimientos de enojo y decepción que me costaba muchísimo dejar atrás así como así.
Por eso, creí que no era justo para ella que nos viéramos. Al menos no por el momento.
Ella fue alguien muy especial para mí. La mujer de mi vida, con quién me pensaba casar y no estaba dispuesto a volver a mostrarle una imagen mía como la de la última vez.
Por más que haya pasado lo que pasó, creí que Mara no se merecía un destrato como ese.
Y fueron días atípicos…
Nunca la había pasado tan solo. En la casa de mi vieja, casi siempre había algún hermano por ahí. En cambio ahora, la casa era un silencio de esos que te ensordecen.
Era jueves y del trabajo me pidieron que me encargara de unos convenios. Tenía que llevarlos hasta el estudio que representaba a una compañía de seguros, para que ellos lo firmen, para que después fuera homologado en la causa por el juez. En fin, rutina de los daños y perjuicios.
Me lamenté un poco porque iba a tener que lidiar con el tránsito de la Capital, pero bueno, viéndolo desde otro ángulo, iba a salir un poco, para variar.
Me tuve que poner pantalón de vestir, camisa y saco. Ya me había olvidado de lo que era vestirse formalmente con tanta pandemia.
Pero debo admitir que me quedaba muy bien esa clase de ropa, je.
En definitiva, me vestí y salí para allá.
Como era obvio, dado el largo camino que me esperaba y el denso tránsito, tuve suficiente tiempo para maquinar, mientras oía música.
Claro. Mil cosas se me cruzaban por la cabeza.
Creo que hasta en un punto, inconscientemente, todos buscamos sentirnos más tristes cuando lo estamos. Queremos silencio, estar a solas, escuchar música depresiva.
Es raro, como diría el Dr. Barassi, pero es así. Indefectiblemente.
Y esta vez, no fue la excepción para mí.
Hasta hace un tiempo, pensaba casarme…
Dios mío, qué locura…
Después vino ese desenfreno terrible que terminó por arruinar todo.
¿Cómo pudo ocurrir eso?
Pero no era todo. No. Había más.
Me había vuelto demasiado cercano a Sabrina. Y de qué manera…
No sé qué pasaba por nuestras cabezas en ese momento como para jugar con fuego de la forma en la que lo hicimos. Poniendo en riesgo todo lo que teníamos.
Pero era genuino lo que llegué a sentir por ella.
Nos entendíamos sólo con gestos, así como me pasaba con Mara.
Ni hablar de su belleza, que me encandilaba cada vez que la veía.
Teníamos algo especial. Eso lo creo. Y sí, es inexplicable. Pero también es cierto que me llegué a plantear la posibilidad de que estaba enamorado de dos personas.
Porque sé que siento enojo y decepción con Mara. Pero no estoy seguro de haberla dejado de amar del todo.
Y sé que a Sabrina la extraño con toda mi alma, también.
Es curioso. Y muy difícil de sobrellevar.
Para colmo ella también sentía algo por mí. Algo que estaba dispuesta a sacrificar por su amistad con Mara.
Y ahí entra el quilombo en mi cabeza.
A Mara la amé con locura. De eso no tenía dudas. ¿Pero qué pasaba ahora?
A Sabrina también sentí que la amaba…
El viaje se me hizo super corto maquinando tanto.
Busqué un estacionamiento por Viamonte para dejar el auto.
Por suerte no había tanto bardo de gente en el centro y no hacía demasiado calor.
Caminé hasta llegar al edificio del estudio, tenía que ir al sexto piso, que es donde se encontraba.
Que raro era volver después de tantos meses. Podría decir que hasta disfruté deambular por ahí…
Ingresé al hall central y me puse en la fila de los ascensores comunes. Por motivo de la pandemia, el acceso a las mismas estaba bastante limitado, por lo que iba a tener un rato ahí esperando. Dos personas a la vez estaba permitido y había bastante gente.
Como no me quedaba otra, me quedé a esperar mi turno.
Allí estaba, parado y colocándome los auriculares para escuchar los temas más melancólicos que hubiera en Spotify, cuando los sonidos de unos tacones, resonaron por todo el hall.
De reflejo, sentí que alguien se acercó a mí.
Suavemente, me tocaron el hombro.
Lo primero que se me vino a la mente, es que alguien me quería preguntar algo sobre el edificio. Algún piso o donde había un baño. Qué sé yo.
Nunca imaginé a quién me iba a encontrar allí.
Levanté la cabeza y la ví.
Sentí que se me abría el corazón en veinte pedazos.
Una figura de ensueño se encontraba a mi lado, observandome con un rostro que evidenciaba cierta clase de pena. O al menos, eso creí percibir.
Una tenue sonrisita de costado, no fue suficiente para transmitir aquel peso que cargaba ese gesto.
Me quedé inmóvil. Totalmente descolocado.
Era Sabrina…
En modo piloto automático, me quité los auriculares.
¿Qué hacía ahí? Si estaba en Italia…
No me salían las palabras. No lo podía creer.
Tanto que había pensado en ella y ahora la tenía justo enfrente.
¿Eral real?
SAB: ¿Qué haces acá?.- Exclamó con algo de nerviosismo.
Yo, aún en el limbo, le contesté:
YO: Vengo a Thompson y asociados, a firmar un convenio.-
El sobre que cargaba en mi mano, comenzaba a mojarse por el sudor que salía de mis poros. La miraba tratando de dilucidar si era cierto lo que veían mis ojos.
SAB: Ahh. ¡Un piso arriba del nuestro!
Mi incredulidad era enorme.
No entendía nada.
SAB: ¡Hola!
Me saludó con un beso en el cachete.
Fue increíble volver a sentir ese perfume característico de ella.
Dios… Cómo lo había extrañado.
La gente miró, dado que todos se saludaban con los puños.
SAB: ¡Vení! Usemos el ascensor de mi estudio…- Me dijo bastante colorada.
No sé quién de los dos estaba más nervioso.
Por un momento creí estar soñando. No era posible que la estuviera viendo.
Seguí su voz como empujado por la inercia, desconcertado.
Estaba vestida formal, con una pollera larga ajustada y una camisa blanca, con algunos botones desabrochados.
Las gomas le resaltaban de forma absurda hacia afuera.
Tenía el cabello colorado, recogido, con un rodete.
Caminó por delante mío con unas carpetas en su mano.
No pude evitar mirar ese tremendo cuerpo que poseía. Se veía infernal vestida así. Encima de tacos…
YO: ¿No estabas de viaje?.- Me salió decirle. Todavía la miraba estupefacto.
Ella tenía cara de algo. No sé de qué. Pero parecía que tenía miedo o vergüenza de hablarme.
Colocó su llave personal en el ascensor para que viniera.
SAB: Sí… Tuve un espacio de descanso esta semana en el posgrado y volví para hacer algunas cosas.- Contestó con los ojos nerviosos.
Estaba hermosa. Y esa mirada, vulnerable, me partía en dos.
Tenía tantas cosas para decirle.
Pero no sabía si hacerlo o no. Aún estaba en shock por encontrarla ahí.
Asentí como diciendo “ah, mirá”.
SAB: ¿Cómo estás vos?
Me agarró esa sensación de tembleque como cuando tenes frío y se me cerró la garganta.
YO: Bien, bien ¿Y vos?
Se abrió la puerta.
Hice el gesto para que entre.
“Gracias” dijo tímidamente y entró.
Tenía un lío bárbaro en la cabeza.
¡No podía ser! ¡Me había encontrado con ella!
Yo estaba serio. Si bien quería decirle cosas, también sentía enojo por cómo se fue sin decirme nada.
No me salían demasiadas palabras, pero en las miradas que cruzamos, nos decíamos mil cosas.
Cosas como “te extrañé”, “perdón”...
Mi respiración se aceleró un poco.
YO: Te ves muy bien…- Me salió decirle. La verdad es que estaba conmovido por la situación. y verla a ella tan nerviosa, me hizo nublarme.
SAB: Gracias… Dijo haciendo una mueca de costado.
De reojo, vi que tenía los ojos vidriosos. Que se le estaban poniendo rojos.
Ya estaba llegando a mi piso.
El nudo que se me hizo en la garganta fue asfixiante.
Quizá si hubiera llegado precavido para la situación, la habría enfrentado de otra manera.
Pero me tomó por sorpresa.
Encima, ella tampoco me decía nada. Estaba muda, ahí parada. Y visiblemente emocionada.
Fue incómodo. Nunca creí tener un momento desagradable con ella. No era congruente.
La puerta del ascensor se abrió. Era donde tenía que bajar.
La miré una vez más.
Me observó con los ojos grandes, brillosos. Como si quisiera decirme algo.
Creo que yo lo hice igual.
Tragué saliva y no supe qué hacer.
“Nos vemos” me salió decirle.
Ella me escuchó y casi sin voz, me dijo “chau”.
Pero no era lo que quería decir con sus ojos.
No sé por qué no dije nada.
No sé si fue el enojo, los nervios o qué otra cosa.
Pero salí del ascensor como si nada, como si Sabrina fuera una extraña.
Antes de que la puerta se cerrara del todo, vi cómo emitió un gran suspiro.
Con un dolor inmenso en la garganta, caminé hasta el fondo del pasillo.
¿Qué hice? me pregunté a mí mismo.
Después tanto tiempo sin verla, no fui capaz de decirle nada…
Justo salía una persona de la oficina dónde yo iba.
“¿Vos sos Jonás?” me preguntó.
Con cara de no entender, le dije que sí.
“¿Venís por el convenio, no? Tengo que salir urgente ¿Lo firmamos un toque?” me contestó apresurado.
Yo aún no estaba enfocado. Me había desordenado la cabeza encontrarme con Sabrina.
YO: Sí sí, dale.- Le respondí, sacando el convenio del sobre, mirando hacia el ascensor.
No sé qué más me dijo el tipo.
Era Thompson, el que me lo tenía que suscribir, pero yo no le di importancia.
Solo sé que me lo firmó, en el pasillo del piso y se fue.
Poco me interesó lo desprolijo de la cuestión.
Me sentía como en la estratósfera.
Había dejado pasar una oportunidad de obtener respuestas.
Caminé resignado hasta el ascensor por el que había venido.
Enseguida recordé que era de uso privado. Nunca se iba a abrir. Y toqué el botón en la de al lado.
Qué estúpido fuí.
¡La tuve enfrente mío! Ella me buscó para saludarme y yo no hice nada.
La dejé pasar…
Sabía que lo iba a lamentar. Y mucho.
No se me daba una buena. ¡Ni una!
Era increíble. Pero era así.
Me dolía al tragar. Estaba consternado.
Entonces, se abrió el ascensor, pero en el que había subido antes.
Me dije a mí mismo “ya fue, quiero salir de acá”.
Y cuando me dispuse a entrar, allí estaba, otra vez.
Sabrina seguía en el elevador.
Me quedé duro, parado en la puerta.
Ella también tenía cara de sorpresa. Y me pareció que su rimel estaba algo corrido.
SAB: Nunca apreté mi piso y me llevó hasta el veinteavo.- Se rió nerviosa.
Sin decir nada, entré nuevamente.
Otra vez con ella. Otra vez a su lado.
El aroma de su cuerpo hacía lo que quería conmigo.
Creo que junté todas las fuerzas que tenía y debido al poco tiempo que iba a tener para decirlo, junté todo en una sola frase.
YO: ¿Por qué me dejaste así?.- Le dije casi tartamudeando.
Ella abrió los ojos grandes y transmitió un sentimiento muy profundo.
Podría ser culpa, amor, cualquier cosa. Pero algo era.
Se quedó callada, sin decir nada. Solo mirándome.
Permanecimos así hasta que se abrió la puerta de su piso.
Ella colocó su llave en la cerradura.
Tardó un instante, como buscando cómo contestar.
Finalmente me miró.
SAB: ¿Querés tomar un café?.- Expresó con sus ojos celestes, tan claros como el Mar del Caribe.
Claro que quería.
Había esperado mucho tiempo para verla.
Necesitaba respuestas, necesitaba oírla, estar con ella.
YO: Dale…- Le dije respirando profundo.
SAB: Vamos a mi oficina… A esta hora ya no hay nadie, no va a haber problema…
Sacó su llave de la cerradura y salió.
Yo hice lo propio.
El clima era muy impredecible. Hacía mucho tiempo no me veía tan en la nebulosa como en ese momento. Por delante mío, iba Sabrina. Sí, Sabrina. La que hacía instantes solamente, creí en otro continente.
SAB: Viste cómo está el Covid… Más silencio que en un cementerio hay últimamente por acá…- Me comentó como dándome charla.
Yo, tratando de volver en mí, le contestaba lo que me salía.
Aún no concebía la idea de que era ella quien me hablaba.
YO: Se suponía que las vacunas…
SAB: Sí pero también creo que hubo un antes y un después con el trabajo de oficina ¿no?
YO: Sí, sí…- Le respondí casi al punto de estar mareado.
SAB: Bueno… Es acá…
Abrió la puerta y me hizo pasar.
Ella se quedó sosteniendola para que entre.
Una vez dentro, se sintió el clima de vacío espacial que había en el recinto.
YO: Seguro que no vas a tener prob…- No terminé de decir la frase, que al cerrarse la puerta, Sabrina me abrazó.
Lo hizo muy fuerte, apoyando su cabeza en mi pecho.
Con sus manos, me sujetó firmemente de la espalda y cuello.
El corazón comenzó a palpitarme de manera exacerbada.
Respiró profundamente, suspirando. Como si se hubiese contenido durante mucho tiempo.
Obvio que también la abracé. Si la extrañaba muchísimo.
Sentí que su corazón también latía heavy.
Fue una sensación muy reconfortante.
SAB: Perdón… Perdón…- Exclamó con conmoción.
Una vez más, la fragancia de la piel de su cuello ingresaba en mi sistema respiratorio, encendiéndolo.
YO: Te extrañé… De verdad…- Le dije intentando mantener la compostura, pero sin mentirle.
SAB: Yo también te extrañé. Mucho. Pero sabes cómo son las cosas.- Exclamó con pena, pero seguía apoyada en mí, como si no quisiera soltarse.
Sentía como sus tetas se pegaban contra mí. Como hacía bastante no ocurría.
Nos quedamos así, por unos minutos.
Yo tampoco quería soltarla. No lo podía creer.
YO: ¿Pero por qué ni siquiera me hablaste?
SAB: Porque no podía… No tenía derecho. Perdoname…
No sabía qué decirle en realidad. Simplemente, quería comprender cómo se desentendió de mí, luego de todo lo que había dicho que sentía.
YO: Estás hermosa…
Se movió un poco, apenas hacia atrás, con una mueca en el rostro.
La parte desabotonada de la camisa, me dejaba ver el precioso pliegue que sus grandes tetas formaban.
SAB: Te queda lindo el traje…- Emitió observandome.
Me encantaba tenerla así abrazada.
Sí. Mi amigo también sentía lo mismo. No me importaba que se diera cuenta de lo “contento” que estaba de verla otra vez.
La miré con muchas ganas de comérmela ahí mismo. Era así. Independientemente de lo que sentía por Mara. Me la quería tragar entera a Sabrina.
SAB: Ay, no puedo creer que estés acá, boludo…- Exclamó cariñosamente y volvió a apoyar su cabeza en mi pecho.
Me hizo suspirar lindo…
Eso quería decir que sí me quería, a pesar de todo.
YO: Yo tampoco lo creo…
SAB: Soy una mierda, lo sé… Pero necesitaba verte, abrazarte…
YO: No digas eso… Nadie quiso que pasara lo que pasó…-
SAB: Pero pasó y aunque sé que nunca más voy a tener con Mara la relación que tenía, ella es mi amiga y la quiero de verdad…- Pareció compungirse.
YO: Lo sé… Yo la quiero a ella. Pero también te quiero a vos… No sabes lo difícil que fue para mí no verte más…
Me apretó fuerte. Ambos estábamos parados y abrazados el uno al otro.
SAB: Yo nunca me voy a perdonar esto que pasó. Ya sé que todos nosotros fuimos responsables en nuestra medida, pero enamo…- Se detuvo.
La tomé de la mejilla, suavemente. La giré hacia mí. Una vez más, puso esos ojos llorosos como en la puerta de su casa, aquella noche.
Le temblaban los labios.
YO: Todos hicimos nuestra parte… Por eso no tenes la culpa…
Se estaba emocionando cada vez más. Como con fastidio. Como cuando alguien está cansado de pasarla mal.
SAB: También te hice mal a vos… Sé que es mi culpa eso que te pasó… Al menos en parte.- Se lamentó.
YO: Ya pasó, ahora estoy bien…
SAB: Cuando me enteré, me agarró un ataque de nervios… Mi hermana me llevó a donde estabas internado…- Dijo con emoción.
YO: Sí, sé que estuviste…
SAB: Me quería morir.- Me decía con culpa. Y subió su mano para tocarme la cara. Me hizo un mimo en la mejilla.
La manera en que me miraba…
Era increíble, pero seguíamos agarrados.
Le sonreí.
Al ver mi mueca, pareció conmoverse más.
Una lágrima le cayó de uno de sus ojos.
Fue ahí que sentí una necesidad imperiosa de besarla.
No sé si estaba bien. No sé si era correcto. Pero sí estaba seguro de que era algo que ansiaba hacía mucho tiempo.
Con mi mano, le giré el rostro hacia mi cara muy despacio.
Su rostro perfecto me pedía a gritos que le quitara esa pena que la doblegaba.
Me incliné un poco para hacerlo.
Pero ella me corrió la cara, conteniéndose.
Volví a intentarlo, acariciando su mejilla con mucha ternura.
Quiso resistirse un poco, pero insistí. En verdad quería hacerlo.
Suspiré de tal manera, que cualquier medio de defensa que pudiera utilizar, le quedó obsoleto.
De forma intempestiva, se prendió a mi boca.
Umm….
Cuánto tiempo había pasado…
Cuántas veces pensé en ese momento…
Ninguno pudo contener sus ganas de besar al otro.
Los ruidos a besos eran burdos. Sonaba como un oleaje, como se envolvían nuestros labios.
Dejé caer el sobre de mi mano y la abracé con fuerza.
YO: Aaww… Hermosa… umm chuikk…
SAB: Haa…- Suspiraba salvajemente.
YO: Como extrañaba tus besos… Tu olor… Tu piel… Mmm.- La besaba desesperadamente.
Al oírme, se desarmaba en suspiros.
La sujeté de la cola. Firme y voluptuosa.
La acaricié como si no la hubiera tocado en siglos. Se sentía muy especial.
Ella también me acariciaba por todo el cuerpo con pasión.
Tenía sus ojos cerrados, algo mojados por algunas lágrimas que se le escurrieron. Pero no podía dejar de comerme la boca.
Yo tenía muchas ganas de ella. Me encantó sentir como su lengua se juntaba con la mía de esa manera tan bruta.
La levanté en el aire.
SAB: Aaaa…- Respiró profundamente.
Qué lindo tenerla arriba mío.
“Mmm oommm muaak chuiik” se oía en la silenciosa oficina.
Me fui corriendo de la puerta con ella encima.
Había unos sillones cerca. De la recepción.
SAB: ¿Sabes lo que te extrañé?... Umm aahh…- Me conmovía cómo estaba.
Eran sentimientos verdaderos de su parte. Aunque ella creía, en el fondo, que estaba haciendo algo malo. Que no debía hacer.
Lo transmitía su rostro, sus lágrimas. Pero le era muy difícil contenerse.
Como también me pasaba a mí.
SAB: No me lo voy a perdonar nunca, pero, te quiero, boludo… ¡Te quiero!
Fue como una descarga eléctrica, que me golpeó con toda la fuerza.
Sus palabras me aflojaron todo el cuerpo.
YO: Yo también te quiero…- Le contesté, acongojado…
Nos besábamos cada vez más fuerte.
Sabrina me tenía agarrado de la cara, como si quisiera que no me escapase. Me daba unos besos que me mataban de la ternura. Lentos, pesados.
Suspiraba de forma incontrolable.
Se le caían las lágrimas mientras lo hacía. Sabía que le fallaba a su amiga. A su gran amiga. Muy dentro de ella, estaba segura de que lo que hacía conmigo, seguía siendo prohibido.
YO: ¿Por qué lloras, hermosa?... Ummm miaam chuuiik…
SAB: Me duele…- Exclamó con rasgos de tristeza profunda…
Llegamos hasta el sillón y caí pesadamente con ella sobre mí. Quedé apoyado contra el respaldo.
SAB: No quiero ser esto… Soy una garca…- Decía mirándome con los ojos llorosos, pero sin desprenderse de mi boca.
YO: ¿Por qué?
SAB: Sabes por qué…
YO: ¿Por hacer lo que sentís? Yo también estoy haciendo lo que siento…
No podía controlarme tampoco.
La besé en el cuello, zarpado.
Ella suspiraba, acariciándome, agarrándome de los pelos.
Fui bajando, besando su blanca piel, hasta llegar a sus gomas.
Metí la cabeza en el escote de la camisa y se las besé con locura.
Como extrañaba esa piel… Cuántas veces había soñado con volver a tocarla, a lamerla.
También sentía culpa por lo que estaba haciendo. Pensaba en Mara. Sé que le dolería…
Pero necesitaba estar con Sabrina. No sé cómo explicarlo.
Desde el principio que había algo con ella.
No sentía que estaba engañando a Mara o haciendo algo imperdonable. Tal vez por cómo se dieron las cosas…
Que los tres permitimos que pase.
No sé, estoy divagando, pero que quería estar con ella, en ese momento, no tenía ninguna duda.
Le desabroché todos los botones de la camisa a la vez que la iba besando.
Su pollera casi que se le había levantado. La fina y delicada piel de sus piernas relucía ante mí.
Muy lindas…
Se las acaricié con todas las ganas que había acumulado en los últimos meses. Y como si fuera la última vez que pudiera hacerlo.
Le abrí la camisa y todo su bello torso quedó a mi vista. Un bonito corpiño negro, cubría sus pechos, que se mostraban algo brillosos, debido a los besos que le había propinado hacía unos instantes.
Esas pecas divinas que tenía allí… Hipnotizantes…
Hundí mi cara nuevamente en ellos, no sin antes llevar mi mano por detrás de ella y soltarselo.
Ahora, lo único que mantenía su bra en el lugar, era mi rostro pegado a sus tetas.
Sabrina no dejaba de acariciarme y darme besos por todos lados.
Poco le importaba el hecho de que estábamos en su oficina, su lugar de trabajo.
Sabía que nadie vendría, que nos encontrábamos completamente solos.
Le agarré los pechos con ambas manos y metí uno de ellos en mi boca.
Oohh…
Se me hacía agua la boca de solo chupar esos ricos pezones.
SAB: Aaaaohh… Johnny… Ohhh…- Decía ya comenzando gemir. Tenía sus ojos cerrados y su cabeza apuntaba hacia el techo.
Le encantaba tenerme prendido a sus gomas como desesperado.
Y a mi, me fascinaba aplastar mi rostro contra esa piel.
Hablábamos poco y nada. No había demasiado lugar para las palabras. Dejábamos que nuestros instintos actuaran por sí solos.
“Ummmm… leaammm… mmmcchhhp…”. Le estaba chupando las tetas salvajemente. Como si fueran mías. De mi propiedad.
Ella no dejaba de moverse sobre mí, con cada vez más ganas de explotar de locura.
Bruscamente, me empujó hacia atrás, contra el respaldo del sillón.
Sus gomas rebotaron de una forma muy caliente.
Me miró con cara de depredadora incontrolable y se movió apenas de donde estaba.
Puso su mano en mi pantalón y comenzó a desabrocharme el cinturón.
Podía oír su respiración acelerada.
Yo, por mi parte, me saqué el saco y lo revoleé por ahí.
Al igual que ella, portaba una camisa blanca.
Sabrina tenía fuego en la mirada. Esa clase de fuego que se apaga de una sola manera.
El grado de excitación que yo cargaba era inmenso.
Me puse a bajarme el pantalón y Sabrina se levantó un poco.
Automáticamente llevé mis manos por debajo de su pollera, para quitarle la tanga.
Cuando la tomé, de los costados, ella se vino hacia adelante, quedando con ambas piernas a mis lados.
Me prendí otra vez de sus tetas, mientras le bajaba la tanga.
SAB: Ooohh….- Gozó cuando mi lengua lamió todo su pezón, dentro de mi boca. Fue espectacular sentir el peso de su pecho sobre mi lengua.
Se lo succioné de tal manera, que el sonido “sopapa” se habrá escuchado hasta el final del pasillo del piso.
Ella levantó una pierna rápidamente y la tanga le quedó agarrada solo en una de ellas, en el muslo. Era finita y de color negra.
Yo terminé de bajar mis pantalones ante su atenta y calurosa mirada.
No me decía nada con palabras, pero con los ojos me decía todo.
Mi verga quedó erecta apuntando hacia arriba.
Cuando la vio, se mordió el labio inferior de una manera increíble.
Muy dura la tenía.
Le subí un poco el cierre de la pollera y ella se la levantó hasta arriba, mientras sus tetas se mecían ante mí.
Tenía la vagina, hermosa, depilada. Únicamente con una delgada línea de pelos sobre el pubis que le quedaba fatal.
Me miró fijo, respirando agitada y yo la agarré de la cola. Apretándosela fuerte.
Era toda una femme fatale. Sin lugar a dudas.
Moría porque se sentara sobre mí.
Que se enterrara toda mi verga dentro de su conchita preciosa.
Con un movimiento de labios me dijo “te quiero” y comenzó a sentarse sobre mi pija.
El momento en que sus labios vaginales tomaron contacto con la punta de mi miembro fue sublime.
Sentí que se me apagaba todo.
Ooohhh…
Ella cerró los ojos y abrió la boca, sintiendo un placer indescriptible.
Yo gemí como el mejor, sobre todo, cuando su conchita calentita, me envolvió todo el tronco de la verga.
SAB: Aaaaahhhhh… Mmmm.- Exclamó gimiendo.
Apretadita y lubricada, le entró toda.
La tomé de la nuca y la traje hacia mi boca.
Se la enterró bien adentro. Con fuerza.
Era hermoso coger con ella y a cable pelado. Sentir toda su piel mojada, toda su carne.
Apoyó sus brazos en mis hombros y comenzó a cabalgar con su boca abierta.
Otra vez, lo estábamos haciendo.
Único…
YO: Me encantas, rojita… Siempre va a ser así… Oohh…- Le dije completamente enloquecido.
Mordiéndose los labios, con una mueca de placer de costado, imposible de ocultar, se desabrochó el pelo.
Fue un movimiento muy sensual que me hizo derretir. Todo su cabello colorado cayó a un costado con el sensual movimiento de cabeza que realizó.
Una fragancia sumamente deliciosa emanó de él.
Mientras ella gemía cada vez más fuerte, yo la tocaba en las piernas, en la cola.
La besaba en las gomas.
Estoy seguro que si alguien pasaba cerca de la puerta y prestaba un mínimo de atención, se escucharía los jadeos.
“Aa..aa..aa..aa..aaaa…” se oía salir de su interior.
Hacerle el amor, con la pollera y la camisa puesta, volvía todo más espectacular. Ni Paul Verhoeven hubiera imaginado una secuencia como ésta.
Yo intentaba concentrarme. Me estaba matando su cabalgata sobre mi verga, su calor.
Fue mágico ese momento con Sabrina. No podía creer que se había dado nuevamente.
YO: Qué rica estás…- Le dije mirándola a los ojos mientras le comía un pezón. Pegó un alarido tremendo al oírme.
“Oooohh”, exclamó frunciendo el rostro.
Casi me hace estallar al escucharla.
Podía sentir en la verga, todos los fluidos que emanaban de nosotros.
SAB: Oohh…. Lindo… Mummchh.- Me arrancó un beso.
Estábamos los dos terriblemente colorados.
Ya no aguantaba más. El placer era infinito. Con convicción, acaricié cada centímetro de piel que se le atravesaba a mi mano.
Esa textura… Era apetecible por donde la mirara.
Y no paraba de gemir. Ese sonido era capaz de desquiciarme.
“aaa… oo….aaaa...” gozaba sin parar.
SAB: Me volves loca… No puedo más… No puedo más.- Exclamó haciendo fuerza.
Yo no podía dejar de mirar el movimiento de sus labios. Me hipnotizaban.
Era claro que Sabrina era una de las mujeres más lindas que había visto en mi vida. Desde el primer día supe que tenía algo especial.
Empezó a gemir muy fuerte, casi gritando.
Me sorprendió que no lo contuviera, ya que estábamos en su lugar de trabajo.
Pegó un gemido salvaje, agarrándome fuertemente del rostro y mordiéndose toda.
Sentí como su canal vagina se comprimió zarpado.
SAB: Aaaaaaaa…- Soltó con una cara de placer pocas veces vista.
Estaba acabando.
Ningún ser en el planeta podría resistirse a ese grito y a una mujer como ella emitiéndolo.
Con sus brazos apretó sus tetas de una manera muy hot, haciéndolos ver como dos preciosos globos.
Con parte del cabello sobre el rostro, abrió su boca entregándose al orgasmo.
Por dios, qué belleza…
Fue instantáneo. No tenía nada más que hacer.
Inmediatamente comencé a acabar con ella, gozándolo como el mejor.
Nos fundimos en un grito mutuo y comiéndonos la boca.
“Ooohhh aaa… mmmmm….”.
Cayó ferozmente sobre mí, terriblemente agitada y mordiéndome los labios. Podía sentir en su pecho como le latía el corazón. Como nos latía…
De reflejo, la abracé con fuerza.
Pude percibir como tres largos chorros de sémen se perdían dentro de ella.
Uufff…
Amé acabarle adentro. No me importó que no tuviera preservativo.
Y a ella tampoco…
Se quedó así, tratando de recobrar el aliento, subida encima de mí. El sudor nos había bañado a los dos.
Mi verga seguía dentro de ella. Yo sabía que ella tomaba anticonceptivos. Al menos hasta la última vez que estuvimos. Aunque mi actuar fue imprudente.
SAB: Haa… Haa… Te quiero…- Me dijo dulcemente, intentando controlar su respiración y acariciándome la cara y el pelo.
La abracé con toda mi fuerza.
YO: Yo también, hermosa…- Le contesté y seguí besándola con mucho amor.
Disfruté cada segundo que estuvo sobre mí.
Cada partícula de su fragancia, cada centímetro de su pecosa piel.
En el inconsciente, algo me decía que iba a ser la última vez que lo iba a poder hacer.
Ella tampoco se movió. Me sostuvo firme y cerró sus ojos. No quería levantarse.
Mi verga, aún erecta, latía en su vagina.
Permanecimos así por varios minutos. Cada uno descansaba sobre el otro.
Era claro que había amor mutuo. Sin importar su origen. Sin importar su calidad.
Nos queríamos y no había nada qué hacer.
Yo la acariciaba en su espalda, tocando cada fibra de su cabello. Me gustó mucho sentir los latidos de su corazón.
No sé por qué, pero también la veía como una parte de mí. Es una locura, lo sé.
Pero cada vez estaba más convencido que para el amor, no hay límites.
SAB: Somos un desastre, je…- Pareció reflexionar.
YO: Yo me moría por verte… ¿Por qué sería un desastre?
SAB: Porque no debimos hacer esto… No ahora, sino desde antes… La cagamos. Ustedes estaban felices y juntos antes de que yo apareciera…
YO: ¿Ahora te vas a culpar?.- Le dije incrédulo.
SAB: Sé lo que hice…- Me daba besos en el pecho, en la parte donde tenía la camisa abierta.
Parecía que hablaba con toda su sinceridad.
YO: No digo que no hayas hecho nada… Pero estoy seguro de que lo que pasó entre Mara y yo, vos no tenes demasiado que ver.
SAB: ¿Por qué lo decís?
YO: Porque vos no decidías por ella… Vos no decidías que ella quisiera experimentar las cosas que hizo… Tampoco en mí… Lo decidimos nosotros. Nosotros quisimos hacerlo sin pensar en las consecuencias…
Aún la tenía penetrada y cada vez que se movía un poquito, se me ponía más dura otra vez.
SAB: Pero yo me metí también…
YO: Por decisión nuestra…
SAB: Igual, Johnny… Me estoy cogiendo al novio de mi amiga… ¿Entendes como suena eso?
YO: Primero, ya no estoy con Mara… Hace tiempo… Y segundo, ella también hizo lo suyo para que esto pase. ¿Qué, vas a ser vos sola la responsable?
SAB: ¿Y no te parece tan siquiera un poco malo estar conmigo, sabiendo que eramos amigas?
Me quedé mirándola. Qué hermosa que se veía…
YO: Sí… Pero por otro lado, lo necesito… Moría por verte. Si no soy mentiroso ante ella, lo estaría siendo ante mí mismo, si me negara a estar con vos…
Me miró con mucha ternura.
No se esperaba que le dijera algo así.
Me puso la mano en la cara, suavemente.
SAB: Sé que me queres… Pero la mujer de tu vida es Mara…
Seguía insistiendo con ella.
¿Hasta qué punto iba a priorizar a su amiga antes que a su bienestar?
YO: Intenté estar con ella… De verdad… Pero no pude estar del todo… Lo intenté…
SAB: Estás enojado… Es obvio. Pero estoy segura que la seguís amando… Date tiempo
YO: ¿Por qué te importa tanto ella?.- Le pregunté intrigado.
No me cerraba que fuera tan considerada, después de lo mal que Mara se había portado esa noche.
SAB: Porque es mi amiga… Y la amo como tal. No importa lo que haya pasado. Siempre la voy amar, porque la conozco…
Su respuesta me dejó perplejo.
¿Tan grande era el sentimiento por ella?
No dudaba que la conociera, pero ¿tanto como para dejar sus intereses de lado?
YO: Sos un amor… Eso pasa, je…
SAB: Y sé lo que ella te ama… ¿Por qué te crees que me siento tan basura estando ahora con vos? Sé lo que sufre estando lejos tuyo…
YO: ¿Y qué queres que haga?
SAB: Que trates de olvidar todo lo que pasó… Que sigas adelante. Te aseguro que vas a volver a sentir por ella, lo que sentiste siempre…
YO: ¿Y vos dónde quedas acá? ¿Te pensas que puedo sacarte de mi vida así como así? ¡Ni en joda!
Se levantó, quedando nuevamente sentada sobre mí.
Mi verga se movió bien dura dentro de ella, que jadeó levemente al sentirlo.
Me sonrió con los ojos bien abiertos.
SAB: Vos sos el amor acá… Entiendo perfectamente a Mara ahora…
YO: Yo no pienso alejarte de mi vida… Olvidate… No.- Le dije muy seguro.
SAB: No digo que hagas eso… Mmmchuiik.- Me dio un lindo beso.
YO: ¿Entonces?
SAB: No voy a dejar de hablarte… Siempre voy a estar para lo que necesites.- Cada dos o tres palabras, me daba un beso muy rico. Reconfortante.
SAB: No como ahora… Pero, voy a estar como una amiga.
La miré con resignación.
YO: ¿Por qué así?
SAB: Porque ambos sabemos que debe ser así… Si yo no estuviera segura de lo que realmente que hay entre ustedes, no insistiría…
YO: Te hago una pregunta…
SAB: ¿Qué?
YO: Nosotros estamos juntos ¿no? como pareja.- Se quedó mirándome.
SAB: Sí…
YO: ¿Vos permitirías que esté con otra mujer? ¿Vos te pondrías a coger y a tirarle la goma a otro flaco que no fuera yo?
Se quedó dura. No sabía qué decir. Sólo me miraba.
YO: ¿Ves lo que digo? ja
SAB: No sé… Supongo que no. Porque yo lo siento así… Pero no sabría qué decirte. Además, vos también hiciste mil cosas… Fue algo mutuo
YO: Sí, lo sé…
SAB: ¿Te pensas que ella no se quiere matar por eso? ¿Que no le duele?
Miré para el costado.
YO: Vos no quisiste estar con otro esos días… ¿Entendes? Sé que es difícil de comprender, pero muy en el fondo, hubo cosas que yo hice, que no las hubiera hecho si Mara no hubiera pasado el límite.
SAB: ¿Seguro?.- Me dijo con cara desafiante
YO: ¿Por qué lo decís?
SAB: Según lo que decis, no hubieras estado conmigo ¿no?
La miré y sonreí…
La verdad es que me re cagó.
No podía negarlo.
SAB: ¡Aaahh! ¿Lo ves? No es tan así la cosa como vos crees…
Podría ser, no sé…
Yo había explorado mi culpa. Muchas veces. Pero tenía razón Sabrina.
Pude haberme negado en todo momento y no lo hice. Quería estar con ella.
YO: No sé… Qué sé yo…
SAB: No digo que lo que nos pasa a nosotros no sea real… Solo digo que lo que te pasaba con Mar hasta hace unas semanas también lo era…
YO: No fue solo hasta hace unas semanas… Hace tiempo que venía incómodo, mal. Hay cosas que no sabes…
SAB: ¿Qué cosas?.- Dijo sorprendida
YO: ¿Qué tanto hablaste con Mara después de lo que pasó?
SAB: Poco y nada ¿Por qué?
YO: Entonces no sabes…- Le contesté sorprendido.
SAB: ¿De qué hablas, hermoso?.- Exclamó intrigada.
La miré.
En ese instante me arrepentí de saltar de esa manera.
No medí las consecuencias que podría generarle si se los decía. Pero ya era tarde. Además, no tenía sentido seguir guardándolo.
YO: Antes de todo esto, de esos fines de semana… Antes de toda esa locura…- Me detuve, observandola.
SAB: ¿Qué?.- Expresó muy ansiosa.
YO: Le iba a proponer casamiento a Mara…- Sabrina abrió los ojos como si hubiera visto un muerto.
SAB: ¿Quéeee?.- Soltó horrorizada
YO: Eso fue antes… Antes de que decidieramos ir por ese camino desviado que tomamos… Antes de vos...
No podía creer lo que le estaba diciendo. Se quedó dura.
SAB: Pero… ¿Cómo?
YO: Sí, incluso tenía las alianzas…
Con cara de horror, se levantó de encima de mí.
¿Para qué hablé?
Se agarró la cabeza, lamentándose.
YO: Vos no tenes culpa de nada… Antes de que te empezara a querer, ya había perdido el entusiasmo de proponérselo… De hecho, si no hubieras estado conmigo en ese tiempo, hubiera estado como un trapo de piso…
SAB: ¿Seguro? Me lo decis para que no me quiera matar.
Me acomodé un poco la ropa y me paré a su lado.
YO: No te mentiría… Lo sabes…- Le dije agarrándola y abrazándola nuevamente. Me salía solo hacerlo.
SAB: No puede ser…- Se lamentaba de verdad.
El relato parecía crudo, pero tenía un trasfondo complejo.
YO: Ya está… La vida es así.
Ella también me abrazó.
El olor del perfume de su pelo era imposible de hacer a un lado.
Se me metía por todos lados.
SAB: ¿Y ella lo sabe?
YO: Sí… Ese día que nos vimos por última vez, revoleé a la mierda las alianzas cuando fui para tu casa… Las tenía en la guantera del auto. Y bueno, se ve que ellas las encontró en la vereda después… Yo en ese momento no pensé… Solo quería ir a verte.
Me miraba incrédula.
SAB: Cuando creí que había hecho todo mal… Me entero de esto… Me odio…- Expresaba con mucha pena.
YO: Ya te dije, boba, antes de que empezara a quererte, tenía ganas de mandar todo al carajo… No tenes nada que ver vos…
SAB: Igual… ¡No, dios! La peor amiga del mundo…
YO: Yo no te lo voy a repetir otra vez… Nosotros fuimos responsables por lo que hicimos, no los demás…
SAB: Está bien… Tenes razón en parte…
YO: Sí, la tengo…
SAB: Me imagino cómo se habrá sentido cuando las encontró…- Exclamó con mucha tristeza.
YO: Lo sé… Como yo cuando la vi cogiendo en el baño, sin siquiera cuidarse… Me destruyó...
Me miró y me apretó fuerte.
SAB: ¡Qué locuras que hicimos, dios!...
YO: No la juzgo, obvio que no, pero es duro de superar eso de la noche a la mañana…
SAB: También para ella… Te lo digo enserio… Yo sé lo que significas para Mar...
YO: ¿Y tus sentimientos? ¿No importan?
Me miró como diciendo “nadie me mandó a meter las narices donde no debía”.
YO: Tal vez el enojo que siento, haga que esté alejado de Mara… Puede ser… Pero sí sé muy bien que ahora, me encanta estar con vos… Quiero estar con vos, en este momento. Acá y ahora. Y debe significar algo también…
SAB: No lo dudo, gor… No lo dudo.- Dijo sonriendo de forma tierna, mientras se agachaba para ponerse la tanga en la otra pierna y subírsela.
YO: No quiero no verte más…
SAB: No va a pasar eso…
YO: Yo necesito de vos…
SAB: Yo también… Pero no es justo para ninguno…
YO: ¿Por qué?
Nos acomodábamos la ropa. Uno al lado del otro.
SAB: Porque hay un obstáculo que no te deja pensar con claridad…
YO: ¿Quién, vos? Estás loca jaja
SAB: No… Tu enojo. Esa frustración. Esa decepción que sentís. Por eso no podes estar con Mara…
Me quedé pensando unos segundos. No era una locura lo que decía. Pero yo no quería maquinar en eso.
YO: Aunque así fuera… Siempre tendría lugar para vos en mi vida, lo sé…
Puso una cara de amor terrible. Giró levemente la cabeza de costado y se acercó a mi.
Me tomó del rostro, como era su costumbre y, me besó por enésima vez en la tarde.
Por supuesto que la correspondí.
Me gustaba.
SAB: No existen los noviazgos de a tres…
YO: Jajaja
Miró para el costado, como pensando algo.
YO: ¿Qué? Podría ser jeje. Una vez se los dije, medio en joda, medio en serio…
SAB: Ese día que te ví en la clínica, también estaba Mara en la habitación. Bueno de hecho, ella me avisó…
YO: Sí, lo sé...
SAB: Cuando entré a verte y te vi en la cama, me dolió mucho…
YO: Me imagino, roja, pero ya estoy bien ahora… Olvidate…
SAB: No, pero no entendes lo que quiero decir… Yo te toqué la mano…
Me quedé.
Quería decirme algo.
Me preguntaba qué…
YO: ¿Y qué tiene?
SAB: Antes de salir de la habitación, dijiste algo, dormido. Lo repetiste unas veces.
YO: ¿Qué?
SAB: Mara…
Abrí los ojos de la sorpresa.
¿A qué se refería?
SAB: Sí, repetías su nombre… Lo dejaste de decir, cuando ella te sostuvo la mano.
¿Cómo?
¿Tan así?
YO: Bueno, yo no dije que no la quería más… Además, ella es la principal protagonista de mi desgracia… ¿Sabes las pesadillas que tuve? Es normal que diga su nombre o la tenga presente todo el tiempo…
SAB: Sigue siendo importante para vos… Te tenes que dar el tiempo y el espacio para que vuelva a ser así…
No podía ser que Sabrina pensara así.
Nadie podía negar que era una excelente persona.
YO: No creo que sea tan así pero ¿Tan buena vas a ser?.- Le dije tomándola suavemente del cuello y propinándole un muy rico chape.
No era ilógico lo que pasaba. Simplemente era así.
SAB: Bueno, basta porque podría seguir hasta mañana haciendo el amor con vos…
No era para nada una mala idea.
YO: Hagámoslo jaja…
SAB: Jajaja
Ambos nos reímos.
Necesitábamos estar juntos. Al menos un rato.
Sus gomas por fuera de la camisa, se aplastaban contra mí.
YO: Dios como extrañaba esa sonrisa…
SAB: Lindo… Si no fuera porque las cosas se dieron de esta manera, no estaría ahora acá…
YO: Lo sé… Por cierto, qué infernal que te queda la camisa blanca desabotonada… Estaba sufriendo solo de verte.
Sus gomas se mecían de forma zarpada mientras buscaba su corpiño.
SAB: Jeje… ¿Me ayudas?
YO: ¿No nos podemos quedar un rato más? jaja.- Le dije agarrando su bra, para ayudarla a ponérselo.
SAB: No me digas así…- Exclamó como diciendo “no seas malo”.
Y tenía razón.
Habíamos hecho suficiente.
¿O no?
Le abroché el sujetador, mientras ella se acomodaba el pelo.
Luego se dio vuelta y me comió la boca a la vez que se armaba nuevamente el rodete.
Era evidente que ninguno de los dos quería que terminara.
Es más, desde que le había dicho que ya no estaba con Mara, que lo había intentado, sin éxito, la sentí más aliviada.
Al fin y al cabo éramos dos personas, solas, que se necesitaban mutuamente.
SAB: Desde ahora, las cosas tienen que mejorar… Vos te tenes que recuperar bien de lo que te pasó… ¡No es joda, boludo!
YO: Yo estoy bien ya. No te preocupes…
Me daba un poco de angustia saber que nuestra tarde juntos estaba llegando a su fin.
Por eso no dejaba de besarla al mismo tiempo que hablábamos.
SAB: Mañana tengo que viajar otra vez… ¿Estamos bien?.- Me dijo mirándome a los ojos.
YO: Eso te pregunto yo…
SAB: Sé que sí… Yo también me moría por verte, por escribirte…- Pareció confesar.
YO: No me respondiste jeje
SAB: No quiero que cortemos el lazo, pero sabes que no puede pasar otra vez…
YO: Lo mismo me dijiste aquella vez… Es una cagada eso…
SAB: Pero ahora es distinto…
YO: ¿Ah sí? ¿Por qué?
SAB: Tuvimos nuestro momento juntos, libres, sin tener que dar explicaciones a nadie…
Era verdad.
Fue un momento auténtico.
YO: En este momento siento que no quiero que te vayas… Quiero seguir viéndote…
Me observó con algo de pena en los ojos.
SAB: Es muy difícil que yo vuelva a tener una amistad íntegra con Mar, después de lo que hice. Pero si algún día vos estás solo y yo no estoy en su vida, lo que siento ahora es que estaría ahí para vos…
Se me hizo un nudo en la garganta. No podía ser tan dulce...Y no pude evitar que se me pusieran un poco brillosos los ojos.
SAB: Yo sé, estoy segura, en este momento, que si dejas pasar el tiempo, te vas a dar cuenta de que a Mar la seguis amando como siempre… Ya se te va ir esa bronca. En fin, vas a crecer jaja.- Exclamó con algo de emoción.
YO: Lo que sienta por ella, no va a cambiar lo que siento por vos.
Se reía al escucharme.
YO: Te lo digo enserio… ¿Crees que no se puede amar a más de una persona?
SAB: ¡Shh, basta!.- Me dijo callándome con el dedo en mis labios. Qué bella, dios…
Era evidente que no creía posible eso. No como yo que sí lo contemplaba.
Le besé la mano.
SAB: Jajaja dios...
Sonreía y se veía hermosa haciéndolo.
Ya estábamos cambiados y seguíamos abrazados.
No sé por qué, pero se me vino a la mente una canción de Cerati. Crimen.
Y sabiendo que ya no lo iba a ver en mucho tiempo, me agarraba el bajón otra vez.
YO: ¿Cuándo volvés? Ya te estoy extrañando…
SAB: No estoy ni a la mitad del posgrado… Igual no pienses en eso. ¡Prometeme que vas a pensar en lo que te dije!
YO: Sí, bombón… Qué loco que no me creas lo que te digo. Pero es así.
SAB: Te creo, hermoso… Muack.- Me succionó la boca.
Suspiré profundo.
Increíble lo que había pasado.
Si me lo hubieran dicho cuando me levanté, no lo creería ni loco.
YO: Entonces… ¿Estamos bien? ¿No vas a desaparecer de la faz de la tierra?
SAB: No, pero bueno… ¡Ya sabes!
YO: Siempre vas a estar en mis planes…
Me hizo una mueca.
SAB: Vos también en los míos… Pero, pensá en lo que te dije, tomate el tiempo. Vas a ver que tengo razón.
YO: ¿Y si no la tenes?
SAB: Quién sabe… La vida da tantas vueltas…- Exclamó desde el fondo de su alma.
Entendí todo.
La volví a abrazar y ella me apretó fuerte. Era la única persona, después de Mara, que me mostraba un sentimiento como ese.
Y parecía una película… En mi cabeza no dejaba de sonar la instrumental de ese tema.
Ella tenía razón en que debíamos mirar hacia adelante. Yo esa semana me había propuesto hacerlo. Estar bien conmigo mismo primero, para poder estar bien con los demás. Entendía su punto, claro que sí. Pero seguía pensando que el amor es independiente de las personas.
Así lo creía y no era necesario que me pusiera a discutirlo.
YO: ¿Y vos vas a estar bien?.- Le dije con unas punzaditas en el pecho.
SAB: Ahora que te ví, sí…-
YO: Te quiero, Sabri…- Exclamé apoyando mis labios en su cuello. Ese olor tan rico que tenía me iba a terminar matando.
SAB: Y yo a vos… Ahora andá, antes que terminemos otra vez en el sillón jaja
YO: No me tientes…
SAB: Jaja ¡no! Que en cualquier momento viene el Sr. de la limpieza…
YO: ¿Te puedo escribir?
SAB: No hace falta… No quiero que te desenfoques… Yo sé que pensas en mí…
YO: Está bien, pero cuando todo esto pase… Vas a ver que tenía razón…
SAB: Jaja quién iba a decir que bajo esa actitud de machote, había un ser tan tierno…- Me dijo tentada.
YO: Jaja… Me gustaría llevarte aunque sea al aeropuerto…
SAB: No, de verdad te digo, no es necesario, ni prudente.-
Me hablaba mientras me acomodaba la camisa y el saco.
A cada instante quedaba más instalado en mi cabeza, que era cierto que pudimos tener nuestro momento.
Era lo que yo estaba esperando. Obvio que la iba a extrañar, pero sentí un gran alivio, dentro mío.
YO: Una vez que te veo…
SAB: Yo te escribo cuando llegue, pero dale, me hiciste una promesa…
YO: Está bien… Tampoco te voy a acosar…- Dije con algo de resignación.
SAB: Sé que vas a estar para mí… Quedate tranquilo que lo sé.
YO: Sí… Entiendo perfectamente tu punto.
“Chhuuiik” se escuchó fuerte.
SAB: Estás flaco… ¡Empezá a comer!
YO: Vos estás divina.- Le dije riéndome.
SAB: ¡Tonto!
Cada segundo era aprovechado como si fuera el último.
Me acariciaba, me daba besos.
En otras circunstancias, era muy claro que las cosas serían totalmente distintas.
YO: Espero que no nos hayan oído tus vecinos…
SAB: No me importa…- Dijo con una mueca pícara.
YO: Jaja… linda…
Era increíble pero seguíamos comiéndonos la boca. Ninguno soltaba.
Sería porque en el fondo, sabíamos que al menos en mucho tiempo no volvería a repetirse.
Era triste pensar en eso. Pero tenía razón Sabrina.
Los dos teníamos razón.
Tal vez solo había que dejar que el tiempo acomode las cosas.
No se equivocaba en pensar que yo tenía ese conflicto en mi cabeza.
En realidad, podrían haber sido dos conflictos. Ya que las cosas con Sabrina, también me tenían mal.
Y ahora empezaba a verlo de otra manera. Más aliviado.
SAB: ¡Bueno, andá dale!.- Dijo mordiéndose el labio inferior.
YO: Bueno… No quisiera…
SAB: Dale jaja, no me la hagas difícil…-
YO: ¿Por qué no pasamos el resto del día juntos? Es solo hoy…
Se quedó mirándome con ojitos tiernos.
SAB: Nada me gustaría más… ¡Te lo juro! Pero sería pasarnos demasiado… Ya lo que hicimos fue muy lindo ¡Dale!.- Casi que me pedía por favor.
La entendía, pero sentía que era una pena. Podríamos haber estirado nuestro momento un poco más. Era algo genuino, no un simple desliz.
Además, Mara había sido responsable también, de que a Sabrina le empezaran a pasar cosas conmigo.
Y yo no entendía como ella seguía pensando que todo lo que hacía era “como traicionarla”.
Fuera como fuera, lo que se había creado entre los dos, no era una simple calentura.
YO: Bueno… ¡Te quiero, roja! Mmmuachp.- Le di un beso
SAB: Nunca nadie me llamó así jaja.. ¡Pero me gusta!
YO: ¿No?.- Me reí
SAB: Yo también, andá, portate bien.- Exclamó tiernamente.
Yo me sentía atrapado por su esencia, por su olor, por su belleza. Pero tampoco quise que se le hiciera difícil.
YO: Cuidate, verte fue…- Se me fueron las palabras.
SAB: Lo sé, para mí también.-
Nos dimos un último beso, dejando todo.
La verdad que sentía los labios hinchados de tanto que nos besamos.
Nos fundimos en un largo suspiro.
Ya era hora de irse.
Su mirada comenzaba a debilitarse otra vez como aquella noche.
No me gustaba verla así. Se me cerraba la garganta.
Fuimos hasta la entrada. No podía concebir que ya me iba. Era algo crudo caminar, viendo la imagen de la puerta hacerse más grande.
Ella no decía nada. La conocía y sabía que estaba intentando mantener la mejor cara posible. Esas caras rígidas porque ante el menor movimiento de los músculos de la cara, te quebrás.
¿Por qué? ¿Por qué tiene que ser así? me preguntaba.
Se venía una muy triste despedida. Otra vez.

22 comentarios - Capítulo 15 Mi prima, Mara 3

Dani10101 +1
Excelente como siempre. Van 10.
JukUik +1
Serán ideas mias o Jonás puede perder el trabajo por "olvidar" el sobre con los documentos de la fusión en la oficina de Sabrina? Porque creo que en ningún momento recogió el sobre cuando se le cayó al piso...

Siento que todo se le va a complicar aún más a Jonás por este encuentro con Sabrina, que aunque lo liberó de muchas cosas que tenía reprimidas en el pecho, le va a generar problemas en su trabajo y con Mara...

De resto, un excelente capítulo, se sintió que avanzó la historia, quizás no en periodo temporal pero si en desarrollo de situaciones que eran necesarias hablar y "resolver".
JukUik
Y en los anteriores capítulos no comenté, porque hubo cosas que desde mi forma de ser no compartí que Jonás actuara como actuó, entoces iba era a tirarle Hate al personaje de Jonás simplemente por una opinión muy personal mia. Y los que antes me decían Jonaslover ahora me iban a decir Maralover JAJAJAJAJA
hiphop911
@JukUik Usted comente, yo leo todo los comentarios. Me gusta entender como entra en la cabeza de cada lector
Nemocabezon
@JukUik bro, todos podemos tener distintas opiniones,, siempre de mi parte se opinó sin faltar el respeto al otro... Lo bueno de todo es como dice @hiphop911 el Lee y saca conclusiones de como lo ve cada uno de nosotros.. abrazo grande !!!!
Romads32 +1
Daleeeee esa cabalaaaa uagunte está historia y la scaloneta
garcheskikpo +2
estoy para subirme a la HIP HOPNETA
ariel3417
Que le dé para adelante con Sabrina. Mara está con franco
Nemocabezon +3
@hiphop911 hoy sufrimos contra Holanda más que Jonas por sus recuerdos de mara, sabri..y todo lo q paso..🤣🤣🤣🤣 seguimos con la cábala... REPITO: yo elijo creer.. argentina- mara, Jonas= final allá vamos 🇦🇷❤️🇦🇷
Nemocabezon +2
La verdad me saco el sombrero antes sabri.. más allá de lo q siente por Jonas.. ella sabe q el a pesar de estar enojado o confundido su verdadero amor es mara , no cualquiera pone una amistad sobre el amor..👏👏👏
AironReka +1
noooo el relato que vuelta pego hermoso todo encima se cumple la messiiiiii jajajaja el martes otro relato licenciado!!!
Mulder7777
Excelente, ahora a esperar al martes
Exploradorgaby
excelente capitulo, hasta el 17 lo tenemos asegurado. porsupuesto que soy comprador de toda esta parte.......
emmaq
Que se quede con Sabrina. La otra se sacrifica porqur mencionó a Mara en sueños. Si soñaba con messi lo dejaba para q este con messi jajaja. Mara ya fue esta con franco o embarazada. Se sigue sin saber q era la caja de la plaza
garcheskikpo
Tremendo!! tremendo desenlace va teniendo esto, tuviste el gol en contra, el empate, el alargue y los penales todo junto jaja
garcheskikpo
como no voy a poder comentar en pdf cuando salga ese librazo te voy a tirar todos los comentarios aca y en los siguientes posts (si se mantiene la cabala, quedan dos)
garcheskikpo
Como dijo el gran Mario Bofill "la vida da muchas vueltas y en cada vuelta un amorrrrrr"

Ese señor Thompson, no será Homero Thompson??
garcheskikpo
Si Jonas no se pone las pilas.... Otro crimen quedara sin resolver
JukUik +1
@hiphop911 @garcheskikpo primero disculpen el comentario tan extenso...😅😅

De lo anteriores capítulos no me gusto para nada esa "modestia" o "humildad extrema" de Jonás cuando se consiguió a Fernanda...

La verdad, ese papel que está tomando Jonás como que el es el culpable de todo lo que pasó y que tiene que perdonar a todos los que metieron su puñal ahí para que Mara se desatara más y que hasta le metiera los cuernos a Jonás y la incitaban a "garcarlo" como dicen ustedes (para los venezolanos sería montarle los cuernos) (Fernanda, Gabi y la misma Mara con su accionar) y que Jonás las perdone a todas así tan facilmente, pero que a la vez se tire toda la mierda encima el mismo, hasta el punto de tener esos ataques de panico, y que a Fernanda la exima de toda culpa y que hasta le hable bonito, solo le faltó decirle que si quería que llevara a Franco otra vez a la casa de ella y que el llevaba a Mara...

Y aclaro, Jonás es culpable de mucho de lo que pasó, lo he repetido muchas veces, que confundiera las cosas con Sabrina como una salida para poder fingir demencia al darse cuenta de todo lo que estaba haciendo Mara y de los pequeños cambios que iba mostrando, y que el se daba cuenta pero miraba a otro lado para no "negarle ninguna experiencia y que luego se frustrara". A Jonás le faltaron pantalones en esos momentos, y para seguir cagandola llega y se encapricha con Sabrina como una forma de soportar que Franco la reventara a Mara a punta de verga.

Pero a loque iba, como dije antes con respecto ese encuentro con Fernanda en el supermercado. Yo hubiesesido Jonás, quizá no hubiese insultado a Fernanda, pero ni por el carajo le hablo en ese tono tan Happy y exculpandola de todo, si es que no quería hacer una escenita pues simplemente no le dirijo la palabra, o le devuelvo el saludo y media vuelta como si no la hubiese visto.

Y ¿por qué? se preguntaran algunos, y hasta pensarán que sería grosero e infantil/inmaduro.

Pues simplemente porque Fernanda no empujó un poquito como ella quiso excusarse, Fernanda cada vez que podía le carcomía la cabeza a Mara para que engañara a Jonás, para que siguiera viendo a Franco a espaldas de este. Le comía la cabeza a Jonás diciendole cosas de Mara para que este perdiera los pocos cabales que mantenía y se soltara e hiciera desastres igual que Mara, para que en algún momento si Jonás saltaba por algo que Mara hiciera y a el no le gustara no le pudiera decir nada o esta decir "tu hiciste esto u aquello" o "Pero vos te cogiste a mis amigas" (Como terminó pasando, aún cuando Jonás no quería y fue la misma Mara quien lo impulso a hacerlo en el caso de Sabri y Fer).

Fernanda demostró que a ella le importaba un pepino si Jonás terminaba sufriendo, al fin y al cabo ella era amiga de Mara no de él!
Fernanda quería que Mara terminara con Franco para ella regodearse en que logró pervertir a su "amiga la santa" y quizá tenerlo y probarlo de vez en cuando...

Por esas y muchas mas razones que no comento porque si no nunca acabaría, yo no hubiese actuado como actuó Jonás con Fernanda. Repito si acaso, le respondo el "hola" y hasta ahí... Que se vaya a recagar y verle la cara de boludo a otro pero a mi no!

Y si me emocioné de más y llegué a expresarme de una forma agresiva o con bronca como ustedes dicen en Argentina, me disculpo, pero por eso dije que era una opiniónmuy personal.

Y lo que terminó de molestarme y me quemó la cabeza aún más, fue que al final del capítulo otra vez quedó Jonás auto flagelandose y martirizandose cualpandose de todo y de mala persona porque Mara se sintio "ofendida" porque Jonás andaba caliente cada vez que la veía (ojo que yo estoy de acuerdo en que la cagó, porque núnca le aclaró que por el momento se sentía caliente ycon unas ganas brutales de tener sexo con ella).

Y la otra de pendeja se ilusionó sola y confundió las cosas y terminó haciendose la victima. Aaah pero si Fernanda la llama para que se la garchen el novio de ella, Brian y Franco, ahí si va corriendo y le dice gracias amiguita del alma te quiero mucho,tu si te preocupas realmente por mi, y quieres arruinar mi relación con mi novio, y volverme una puta ninfomana que lo que desea es que la dejen llena de leche y con el orto sangrando... Para Mara, Fernanda si es una buena persona y la mejor amiga, que si es por ella la entrega a un proxeneta para que la convierta en prostituta porque ese era el objetivo de Fernanda pervertir a la amiguita "santa" del grupo ya que con Pao no pudo... Jonás es cambio es lo peor y ahí si reacciona y se mete en el papel de victima que desde que Jonás le dijo que lo de ellos se acababa, ella quiso tomar. Con Fernanda nunca se mostró una palabra de reclamo o de molestia por parte de Mara.
garcheskikpo +1
jajaja volvió el @JukUik que todos queremos, el "analista" de relatos con todos los puntos a favor y en contra que pueda haber.
JukUik +2
@hiphop911 @garcheskikpo


El capitulo anterior me hizo molestar mucho, pero es por mi forma de ser como ya expliqué, por eso no quería comentar, porque con algunas cosas soy extremadamente radical, yo también quisiera que Jonás y Mara volvieran a estar juntos, pero no así, con Jonás en ese papel de auto-martirisarse, de culparse de todo hasta el punto de los ataques de panico, me pareció absurdo.
Yo quisiera saber que opinaría Sabrina si Jonás le cuenta todo lo que el sabe que hizo Mara, todo lo que complotó con Fernanda y Gabi, lo de garchar sin forros sin decirle nada, lo de querer que Franco le reventara el orto (porque ya tienen que aceptarlo los que dicen que no, Mara quería que Franco le dejara ese ano chorreando leche y sangre, y por eso se lo estuvo preparando con un mes de antelación //y no me vengan con el "Ay pero a la final no se dió" porque que no se haya dado no quita que esa era la intenciónde ella y de no haber Jonás mandado todo al traste, Mara no hubiese tardado mas de 2 semanas en volver a ver a Franco a espaldas de Jonás y volver a coger sin forros entregando todo hasta orinar leche, cagar leche y vomitar leche. Y yo se que esto es pura y llana especulación, pero todo indicaba que hacia allá iba la historia, por algo hiphop tenía esos capítulos "no canonicos" donde justamente ocurría todo eso//) todo lo que hizo a espaldas de Jonás esperando a que este estuviese dormido o que saliera de la casa de Fernanda y que permitia que lo grabaran y todo lo que hablaba con Fernanday que cada vez que esta le insinuaba que cogiera con Franco a espaldas de él, Mara lo que hacía era fingir demencia pero en ningún momento la corto de raíz para que dejara de joder con eso. Como he dicho Jonás sabe demasiadas cosas que hizo Mara y que nadie tiene el conocimiento de que el lo sabe (solo Mara y eso solo comoun 30 o 40 % de todo lo que sabe Jonásy que sigue teniendo reprimido en el pecho).

Si Jonás quiere tener la minima y remota posibilidad de volver con Mara tiene que soltar todo lo que sabe, pero por otro lado en el momento en que eso ocurra, ya no quedaría nada en esa relación... Ojo esto es mi opinión, y vuelvo a repetir que en serio yo quisiera que volvieran, pero siempre lo he visto sumamente dificil por todo esto que dije. Y la otra es ni acercarse a Fernanda otra vez, para mi esa es otra trava para la reconciliación de Jonás y Mara; yo núnca aceptaría volver a compartir con la amiga de mi pareja la cual np hacia sino comerle la cabeza para que me pusiera los cuernos sin saber que yo escuchaba y que luego con tremenda cara de tabla me hablaba bonito y negaba todo y juraba que nunca le diría a mi novia esas cosas. Y como ya dije, Mara no va a dejar su amistad con Fernanda, por Jonás, por mucho que diga amarlo, bueno eso también es mi opinión no se que piensan los demás.
JukUik
Para mí y eso lo había dicho también, Mara volvió a coger con Franco y ahí si le terminó entregando el orto. Y quizás en ese momento tuvo un "click" su cabeza se dió cuenta que se estaba volviendo peor que Fernanda o que terminó destruida y en ese momento aún al sentir que la estaban rompiendo y sentir dolor o algo así no podía detenerse y ahí decidió que tenía que hablar con alguien sobre eso.
JukUik
Quizá por eso el comentario que Mara le dijo a Jonás de que prefirió hablar con un psicologo por que si hablaba con Fernanda esta le iba a decir que siguiera haciendo todo eso (O sea que iba a quedar en las mismas)
garcheskikpo
el capitulo anterior fue muy corto como para analizar, creo que lo largo más de compromiso por ls cabala que otra cosa.
MrBC13
MVP! MVP! MVP!
Increíble lo que escribís, chabón.
La mejor cábala de todos los tiempos!
ariel3417
Estoy caminando a la habitación de la mano con Franco.
Mi mente aun no concibe que el hecho de que voy a coger con él y a solas.
Se que me estoy pasando.
Encima estoy caminando desnuda y con un plug anal metido en el orto.
¡Dios!
Ni siquiera lo conozco y
VIDENTE1979
Bueno apareció Sabrina,para mí ella no lo ama a Jonas,lo quiere pero no lo ama,ni siquiera lucha por el, tampoco es tan amiga de Mara,si Jonas no sigue con Mara tampoco tiene que quedarse con Sabrina, tiene que alejarse de ese ambiente tóxico.
geb17
Excelente 10
Nemocabezon
@hiphop911 se hace eterna la espera..🙏🙏...