Vi cuando un vecino se estaba cogiendo a mi mama 2

Si recuerdan les conté que en mi familia éramos mis papas mi hermana y yo, éramos muy felices hasta que llego un tipo que puso una recaudería, conoció a mi madre y le gusto para llevársela a la cama; la estuvo acosando, hasta que por fin logro convencerla de ser infiel, así, en la cama donde duerme con mi padre, mi mama y el vecino cogieron sin saber que yo los estuve espiando.
Habían pasado días desde que vi a mi mama y al vecino revolcándose, ella se había quedado en que la había visto entrar con el vecino a la casa y ya, no sospechaba que los había visto coger.
Mi mama me dijo que habían discutido lo que le debía al vecino y por eso habían tardado tanto, yo no entendía mucho y no aclare lo que vi. He de decir, que relato exactamente lo que se decían, porque el amante de mi mama para excitarse grabo todo lo que se dijeron aquel día y con todo cinismo mando a mi casa dicha grabación a mi padre para que la escuchara en tono de burla, yo la intercepte y por eso pude relatar lo que se decían. Sin embargo, me extraño que durante esos días, ella casi no salía, la veía nerviosa, tímida y muy pensativa. Pero por fin una mañana, mi mama decidió que saliéramos, era abril, hacía mucho calor, ella se vistió con un minivestido blanco, con un discreto escote, que hacían lucir sus senos, ese vestido por lo atrevido, rara vez lo usaba, solo por ejemplo, cuando íbamos a la playa o en casa, cuando hacía mucho calor como esta ocasión; ella como tiene el pelo largo se soltó el cabello, entaconada con zapatos del mismo color, se veía preciosa pero lo mejor es que vestida así, lucia sus bien torneadas y preciosas piernas.
Salimos, mientras caminábamos, mi mama lucia temerosa, volteaba a diversos lados, hasta que casi llegando a un callejón, el infeliz este, el desgraciado que quería destrozar nuestro hogar arrebatándonos a mi mama, se apareció junto con uno de sus chalanes y jalo a mi mamita del brazo al tiempo que le ordenaba al chalan, aleja a su hijo mientras yo hablo con mi nueva hembra. El vecino jalo a mi mamita al callejón, le pedí al chalan que no me alejara de mi mama, y él dijo, déjalos solo van a platicar de sus cosas, el tipo este, me llevo cerquita de ellos con la consigna de que si hacia algún ruido me llevaba de ahí. El vecino arrincono a mi mama en el callejón y oí como le decía, porque no me contestas mis llamadas y mensajes, ardía en deseos de volver a verte, que bárbara te ves bien encamable; ella contesto, olvida eso ya paso, recuerda que soy casada, tengo mis hijos y mi esposo y los amo, pero el, con todo descaro, dijo, que me importa tu familia, yo quiero tenerte otra vez, no sabes cómo te deseo, quiero volver a cogerte.
El vecino se repegaba cada vez más a mi mamita, ella le comento, todos te conocen, saben que eres bien mujeriego, brincas de cama en cama y sobre todo que después de acostarte con alguien, la dejas, que como ya te las dio, ya no te interesa. Pero el hablando ya jadeante y agitadamente le contesto, pues no sé cómo, pero contigo fue distinto, hago eso porque siempre había buscado una hembra que desatara toda mi pasión, que alguien por fin correspondiera conmigo en la cama a toda esa sangre que me hervía por dentro, desatando toda mi lujuria, que me hiciera llegar al clímax total, venirme con todo, y explotar de placer como me paso cuando tú y yo cogimos.
Tú eres la primera, que después que nos acostamos, sentí más deseos de volver a coger contigo, ya estuve con otras mujeres, pero ninguna me aguanta el paso, con todas fue pura decepción solo contigo pude llegar al éxtasis, jamás me había venido con nadie como me vine contigo.
Ahora el, la sujeto de los brazos y le pregunto, que a poco no te gusto que cogiéramos, ella dudo, volteaba para otros lados tratando de evadir la pregunta, pero el, la tomo de la barbilla y viéndola le cuestionó otra vez, te gusto coger conmigo y ella viéndolo de frente le respondió pues sí, si me gusto, pero eso ya no puede ser, porque tengo familia. Él se río y burlonamente sentencio, olvídate de ellos, ahora solo contamos tu y yo, nadie más, ella suplicante le exclamo, por favor, déjame ya, esto no puede pasar otra vez, sin embargo el la tomo por la cintura y en tono dominante le dijo, me traes loco, ya estoy harto de masturbarme imaginándote; necesito cogerte.
Mi mama ya no resistió más, pudo más su calentura, y el llamado de la lujuria que le originaba su amante que termino cediendo; se abrazaron efusivamente muy jariosos, el repegaba su pecho en el de ella; de pronto, el, la beso efusivamente apretando su espalda con sus brazos. Se arrinconaron aún más en aquel callejón y se fajaron con todas la ganas jadeando y llenándose de saliva, mientras sus lenguas peleaban para ver cuál era la más poderosa; después la lengua del vecino se deslizo por el cuello de mi madre y con sus manos le acariciaba las piernas, a la vez que ella contoneaba sus caderas.
Lo que veíamos era indecente pero a ellos ya no les importaba, estaban abstraídos en su mundo de sexo y lujuria; el, la agarro por la cintura y empezó a besarle el cuello, con sus dedos el vecino apretaba los senos de mi apetecible mama, mientras el, la besaba con su lengua lasciva. Yo no podía creer que otra vez veía esas escenas, mi mama rendida ante el vecino, lo peor fue que voltee a ver al chalan y este se puso tan caliente por ver lo que mi mama y el vecino estaban haciendo que el canijo puberto no aguanto y empezó a masturbarse mientras los veía.
Mientras tanto, los amantes, sin importarles nada más que ellos, continuaron desatando su pasión, se miraban a los ojos y se sonreían; poco a poco fueron encontrando la forma de acoplarse, restregándose sus cuerpos con ansias. Dejamos de verlos un momento, porque había gente que se acercaba y para que nos los descubrieran nos alejamos un poco; ya pasado el peligro mi cuidador, más pendiente por presenciar semejante escena sexual hace que nos acerquemos otra vez y lo que vemos es como mi mama y el vecino se despedazaban a mordiscos y besos.
Estaban así, acariciándose, con ese manto de electricidad que generaban sus ansias contenidas; se besaban apasionadamente, devorándose con la lengua. Acariciando y besando el cuello de mi mamita, el vecino volvió a susurrarle, chiquita que ganas tengo de cogerte, la abrazo y continuaron besándose con ansias y con mucha pasión. Entonces, los amantes extasiados, calientes y furiosos tras un buen rato de estar comiéndose a besos, nos avisaron que se irían a coger.
El, ofreció su local para que fuera el lugar en donde se daría su segundo encuentro sexual, el negocio consta de un local que es en donde vende su mercancía y al lado esta una bodega que es donde guarda la mercancía; el vecino le mencionó a mi mamita, tengo todo listo, como sabía que no te me ibas a resistir compre un catre, ya está acomodado en la bodega al lado de la recaudería, mi madre le pregunto, pero el negocio está cerrado y el vecino dijo no, el negocio está abierto, es que me excita la idea de que mientras mis chalanes y las clientas están en el local, escuchen nuestros gemidos cuando tú y yo nos estemos revolcando.
Los amantes se fueron hacia la bodega, él vecino se puso atrás de mi mamita, la abrazo por la cintura y así caminaron, el restregando su miembro con las nalgas de ella, ya no les importaba nada, porque de vez en cuando el, la besaba en el cuello, sin importar si los veían, él le acariciaba las nalga a mi mama diciéndole, ya por fin vamos a llegar chiquita, que ganas tengo de cogerte.
Llegaron al lugar y entraron, nadie se dio cuenta porque la bodega tenía otra entrada, el chalan dijo, mi jefe me ordeno, que nos alejáramos, pero yo ya estoy bien caliente así que, los vamos a espiar, pero sin hacer ruido o te encierro en una de las camionetas, entendido, porque la neta quiero masturbarme mientras veo como mi patrón y tu mama están cogiendo.
Nos escondimos atrás de una ventana, tampoco nadie nos vio cuando entramos, los amantes ya estaban dentro, en medio de la bodega ya instalado el catre donde mi mama y el vecino cogerían. El saco unos vasos, sirvió licor, mi mama se sentó y cruzo las piernas, por su minivestido al sentarse estas le quedaban más al descubierto, era extraordinario verle esas majestuosas piernas que tenía, el vecino volteo la vio se mordió su labio inferior y expreso un mmmm ricura, estas buenísima, ahhhh que ganas tengo de estar entre tus piernas. Se tomaron su licor, se quedaron viéndose de frente, empezaron a respirar agitadamente, el vecino no podía dejar de mirarle las piernas a mi mamita alzo la mirada y le susurro a mi madre chiquita ya no aguanto vamos a coger.
¿Estas lista?, le pregunto, si, le respondió ella con tono tembloroso y la jalo hacia el catre.
No había duda ellos querían volver a mirarse sin ropa, el acariciaba con sus manos callosas el delicioso cuerpo de mi madre, que hacían ella se moviera sin conciencia; el tipo le lamia su cuello, estrujaba sus senos; ella restregaba su panocha a la bragueta de él y rodeaba su pierna con la suya, entonces el empezó a quitarle el vestido.
Hasta afuera podía olerse el neutro aroma de detergente en las sabanas, que denunciaba un lecho ajeno; develaba que mi mama y el vecino habían encontrado el lugar idóneo para tener sexo.
El lugar los incitaba a revolcarse a su antojo, el vecino le dejo el vestido a mi mamita a medio quitar, solo liberando sus piernas para abrirlas y que él pudiera clavarle su pene que se irguió al solo verle sus bien torneadas piernas a mi mama.
Un insaciable deseo se apodero de ellos, el vecino apretó con fuerza a mi mamita, hundiendo su cara entre sus senos; y ya sin poder contener su lujuria ambos comenzaron a desgarrarse lo que les quedaba de ropa aumentando la intensidad de las ganas que se tenían. Vimos como el pene se le endurecía al vecino; así, por fin llegaron al catre.
El vecino tomo por sorpresa a mi entregada madre; le lleno la espalda de besos a mi mamita, podíamos ver su miembro duro, estrujándose contra las nalgas de mi mama. El deslizo sus manos por el pecho de ella y amaso sus senos, sosteniendo su peso suspendido sobre las palmas de su mano. Después el amante daba besos ardientes en los hombros a su hembra, ella voltea y encuentra su lengua con la de él y empiezan a mamárselas, y mirándolo a los ojos, como diciéndole telepáticamente cógeme, cógeme ya. Mi mama y el vecino cayeron sobre el catre tocándose y agarrándose con ansias de más; rodaron por el catre besándose y acariciándose.
El chalan ya hablaba agitadamente por lo excitado que ya estaba después de ver lo que hacían mi mama y el vecino y dijo ahorita de seguro le va a hacer sexo oral a tu mama porque es lo que más le gusta hacer, y yo recordé que la vez que los vi cogiendo lo primero que hicieron fue sexo oral. Y efectivamente, lo que vimos fue que mi mama ya desnuda, estaba parada sobre la cama y el vecino se sentó debajo de las piernas de ella y comenzó a hundir su lengua entre las piernas de mi mama, ella apretaba con su mano derecha uno de los barrotes de la cama, con la espalda arqueada y el cuello estirado hacia atrás gimiendo ahhhh mmhhhh ahhhhhhhh
Los gemidos de mi madre hicieron excitar a mi cuidador a mas no poder era riquísimo lo que veíamos, mientras el vecino le metía su lengua hasta el fondo de la panochita de mi madre que provocaba que ella se estremeciera de manera incontrolable, ella gimiendo le decía ahhhh siiii asiiii mi amooor sigueeee, aahhh siiiii asiiiiii mmmmhhhh
Mientras el vecino lamia y chupaba el sexo de mi mama el infeliz no dejaba de acariciarle las piernas a mi mamita; ella con su mano izquierda sumergió sus dedos en la cabellera poblada y oscura de él. Mi madre comenzó a contonearse y a morderse una de sus manos con la voz ahogada en un gemido, el sudor humedecía la frente de ambos, Mama, pasmada en una mueca de excitación plena, empezó a acariciarse los senos y pellizco suavemente sus pezones, de repente, el vecino paro en seco, fue una pausa justa pues si seguían así, no tardarían en saciarse por completo, para ese entonces, la casa destilaba olores de lujuria, se percibía el aroma a sexo.
Poco a poco ambos se veían más calientes. Ahora ella le puso un condón con la boca, entonces el vecino le empezó a acariciar su piel a mi mamita con sus manos callosas; mi mama miro su pene, duro, que el vecino humedecía con ansias de ya penetrarla; ambos entrelazaron los dedos de las manos, mi mama abrió las piernas para ofrecérsele plena.
El vecino se abalanzo sobre mi madre, con su pene hecho una viga, la beso en el cuello, bajando poco a poco hasta alojarse en sus senos, ella correspondió sus atenciones con un abrazo intenso, acercando su cuerpo al de él. El vecino la miro a los ojos y sin titubear, le empino la macana completa; mi madre jadeante se mordía los labios para no gritar. Mi mama y el vecino se aferraron fieramente y empezaron a gozarse, balanceándose sin parar, cada vez más duro, cada vez más rápido, cada vez más a fondo, sus cuerpos se unían y desunían.
El catre rechinaba y lo oíamos perfectamente, las piernas de ella elevadas en torno a la cadera de el, la respiración de ambos entrecortada por sus gemidos. Mama clavo las uñas en los hombros del vecino, al tiempo que el hundió su rostro en los senos de mi madre, estaban en trance, rodaban por la sabana, el vecino respiraba afanosamente, hundiendo su pene en el sexo de mama, empujándoselo hasta lo más hondo de su ser, hincando su cadera en la de ella, cuando el vecino comenzó a penetrarla más rápidamente, más duro, mi mamita apretó sus puños en la sabana.
El peso del cuerpo del vecino, sobre el de mi madre, hacían que el catre rechinara cada vez más fuerte, rodaban por la cama, arrastrando una ola de sabanas y almohada, creando un torbellino de calor y placer; los labios del vecino pronto abordaron los senos de mi mama; el vecino gruñía y clavaba a mi madre al colchón con la potencia viril de sus arremetidas, ella se mordía los labios para no gritar y comenzó a gemir más fuerte ahhhhhhhh, oohhhhhhh ahhhhh , todo, al mismo tiempo que él. Sus gemidos cada vez más fuertes, sus balbuceos de placer contagiaron aún más sus ganas de alcanzar el clímax juntos.
Mientras mi mama y el vecino cogían a placer, afuera, el chalan dijo lo siento, no puedo más, se bajó el cierre de su pantalón saco su miembro y comenzó a masturbarse enfrente de mí, era lógico que no aguantara al ver semejantes escenas sexuales, dijo que bárbara tu mama esta buenísima, que mama, mamacita, está bien rica, como mi patrón no iba a andar loco por ella si chiquititita tu mami se cae de buena; no la neta mi patrón es mi ídolo, que rico se está cogiendo a tu mama, y siguió masturbándose mientras observábamos como mi mama y el vecino se seguían revolcando.
Al tipo, le encanta cogerse a mi mama mientras lleva tacones, ya que lo único que tenía puesto eran sus zapatillas, ahora ella alza las piernas y lo envuelve por la cintura, mientras el, le mete y le saca su pene innumerables veces, haciéndola estremecer y agitarse. Los senos de mi mamita se apachurran en el pecho velloso del vecino. Mi mama y el vecino continúan rodando en el catre, ella abre más las piernas para que así él pueda encajarle más de lleno su estaca tiesa. De pronto mi mama y el vecino se miran a los ojos y se sonríen, a mí me dolió mucho eso, porque quería decir la estaba perdiendo, en ese momento mi mamita era completamente de él.
El vecino comenzó a acariciarle las nalgas a mi mama, se las apretaba suavemente, aumentando su intensidad a medida que la penetraba; ella cerro los ojos y hundió su rostro en el hombro de él, ambos gemían con más intensidad, pero sin soltarse, cada vez más rápido y más fuerte se enfrascaron en un ritmo divino, el vecino se cogía a mi mama con grandes arremetidas; de pronto estaban desatados, desenfrenados por la pasión carnal, ella alzo una pierna y apoyo el talón en el hombro de él, al tiempo que el vecino hinco su cadera penetro a mi mamita hasta el fondo.
El vecino rugía cada vez que clavaba su pene a mi madre, ella se apoyaba en el tope del catre, haciendo crujir el colchón con sus manos, resistiendo sus embates, convulsionando de éxtasis y gimiendo con sus labios entre sus dientes ahhhhh mmhhhh aahhhhhh . Los dedos de él, imprimían presión en las nalgas y caderas de ella, al tiempo que también la acariciaba; mi mamita lamia el pecho del vecino y lo abrazo a su cuerpo casi desesperada cuando no lo pudo contener más, el, la penetraba cada vez con mayor intensidad.
Cada embestida, un fuerte resuello de macho en celo, cada ensartada, un gemido de hembra excitada. Él le decía a mi mamita ricuraaaa tu cuerpo me excitaba a tope; ambos gemían al unísono ahhhhh ouuhhhhh aaaahhhh que ricoooo siiiiiii asiiiiiiii ahhhhhh.
Los sudores de ambos hacían que se resbalaran deliciosamente uno encima del otro; el aroma de sus cuerpos sudorosos impregnaba el ambiente, los gemidos de placer de mi madre se mezclaban con los gruñidos de ansia carnal del vecino, lo que en ese momento nos mostraba ese cuarto eran dos cuerpos ardientes sin nombre, en busca de una intimidad , de Flujos, jadeos, rechinidos y sudores, y nosotros éramos testigos del encuentro de dos amantes que no hacían más que deleitar sus más candentes ansias carnales y presenciamos una lujuriosa batalla sexual.
El chalan y yo no pudimos aguantar más y salimos de ahí totalmente excitados por semejantes escenas sexuales que acabábamos de ver, sin querer ambos fuimos a dar a la recaudería, y desde ahí vimos lo impactados que estaban los empleados y las señoras que estaban comprando al escuchar como rechinaba el catre y sobre todo como mi mama y el vecino gemían sincronizados al mismo tiempo ahhhhhh oouuuhhhh ahhhhhhh mmmhhh aahhhhhh siiii ahhhh coges bien rico mmmhhh ouuhhh ahhhh yaaaaa no puedo maaaas vamoooos venteeeee aaahhhhh.
Uno de los empleados le pregunto a mi cuidador que porque se oían esos gemidos y que que hacia yo ahí con él, y el chalan totalmente excitado y hablando quedito le contesto que esos gemidos venían de la bodega porque ahí, su patrón se estaba cogiendo a mi mama.
Luego de un rato por fin regresamos adonde estábamos espiando, el chalan no aguanto más y comenzó a masturbarse, casi se venía de la chaquetota que se estaba haciendo y hasta gemía aahhhhhh no mames que rico follan, mientras adentro mi mama y el vecino, continuaban cogiendo, ahora el vecino penetraba a mi mama por el culo, mi madre empinada tenía arqueada la espalda, las nalgas puestas en alto para el deleite de él y las piernas bien abiertas, ofrecida a plenitud, el, la sostenía con una mano por la cintura y le besaba y le lamia su espalda a mi mamita.
Mi mama se aferraba a la sabana con los puños apretados, se mordía los labios y gemía ahhh mientras el vecino le clavaba su pene a mi mama hasta el fondo; él, le decía, ahhhh chiquitaaa estas bien nalgona aahhh y se besaron nuevamente. Ahora el vecino se colocó encima de ella y la levanto por la cadera, mi mama apoyo sus manos sobre el pecho del vecino y se mordió los labios ahogan el gemido cuando el vecino la penetro.
El vecino hundió su cara en senos de mi madre, un concierto de gemidos, gruñidos, palabras obscenas susurradas al oído, podían escucharse en ese momento, mi mama y el vecino estaban a punto de estallar, ella se aferró a él, muy juntita a su cuerpo empapado en sudor, el, la apretó como si no quisiera soltarla jamás y empezó a darle y a darle, apoyándose con los pies sobre el colchón. Se reventaron en una última andanada; cerraron los ojos y se besaban con las bocas abiertas, como tragándose el aliento, terminaron mordiéndose de placer.
Mi madre cierra los ojos, gime y grita al borde del clímax mordiéndose los labios, el, se aferra a las caderas de ella y se hinca una y otra vez, quemando los últimos cartuchos de la soberana cogida que le estaba dando; ambos entrelazaron las piernas cuando se avecinaba el orgasmo; hasta que llego el empellón definitivo que provoco que él, se viniera en ella; expiraban de tanto delirio, el vecino se vino entre las piernas de mi mama.
Ambos terminaron bañados en sudor y con la respiración agitada, se abrazaron besándose jadeantes, el cuerpo sudoroso del vecino cayó rendido sobre el de mi mama, estaban vaciados y saciados; te gusto, le pregunto el, y ella contesto, sí, estuvo muy rico y a su vez mama, le pregunto y a ti y él dijo me fascino tanto, que ya quiero cogerte otra vez.
Después de eso se quedaron descansando un rato, y cuando salieron de ahí, sin notar nuestra presencia, me aterro lo que escuche, cuando él vecino le decía a mi mama, deja todo, abandona a tu familia, vente conmigo ricura, y mi mama le decía, pero mis hijos están muy chicos me necesitan, él le respondió, olvídalos, yo te necesito más, ya no puedo estar sin tenerte, déjalos, y sin dejarla responder comenzó a besarla otra vez, parecía que quería comérsela ahí mismo, de cómo el vecino devoraba a besos a mi mamita.
Cuando la soltó jadeante otra vez le dijo vamos chiquita, vente conmigo, te deseo, te necesito, mi madre sonrió y le respondió me estás haciendo dudar, lo voy a pensar, el finalizo con un déjame convencerte y nuevamente comenzaron a comerse a besos.
En los próximos días contare que paso, ya no voy a tardar tanto, ya comprobé que a mí me sirve para desahogarme y les relatare como fue que ellos se descararon más, y como continuo su historia de amantes.

1 comentario - Vi cuando un vecino se estaba cogiendo a mi mama 2

Tonyblocks15
Continuación de estos relatos bro? E leído en otras páginas pero solo hasta el capitulo 9 tendrás mas?