La confesión más caliente de mi mujer

Llevaba casado con Marcela más de 3 años ... nuestro sexo era bueno, siempre hubo química y no me podía quejar a pesar de estar entrando ya en lo rutinario.
Una noche de Diciembre nos invitó a cenar en su casa una amiga de la infancia de mi mujer de nombre Lorena. Allí estuvimos Marcela, yo, Lorena y su marido, los 2 abogados de buen pasar, por lo que no faltó sushi ni buen vino.
Lorena era alta, 37 años, delgada, rubia de ojos verdes, tetas hechas por un cirujano y piernas torneadas por el hockey que había practicado ( junto a mi esposa) en la época de la escuela secundaria ... siempre bronceada, era una linda hembra.

Regresamos a casa a eso de la 1 de la madrugada, bastante entonados por el vino y el champán.
Subimos a nuestro cuarto y mi mujer comenzó a desvestirse ... se había puesto un conjunto de encaje color violeta que era un infierno, evidentemente sabía que íbamos a coger al llegar a casa.
La abracé y besé recorriendo sus pechos hasta llegar a su vientre, la empujé suavemente para que se recostara y con mis manos levanté sus piernas para sumergirme entre ellas.
Saqué su tanga y comencé a lamer sus labios, las contorsiones y gemidos no tardaron en aparecer: Marcela siempre acababa al instante cada vez que hacía eso.
Me puse encima de ella, siempre sosteniendo sus piernas en mis hombros, y se la fui metiendo de a poco, lentamente. Mi pija se deslizaba fácilmente por esa cueva húmeda. Hicieron tope mis huevos y me quedé quieto ... Marcela empezó a masturbarse con mi pija adentro. Se retorcía y gemía. Con una mano se pajeaba y con la otra acariciaba mi cabeza.
Me incliné a besar sus tetas, esas hermosas tetas que la distinguían ... en punta y con los pezones chicos apuntando hacia el techo.
Empujó mi cabeza hacia su boca y después de besarme profundamente me dijo al oído:
-" ... metémela en la cola, pero despacito ..."
Ella no era de entregar el culo así porque sí, evidentemente estaba muy caliente.
Puse la cabeza en la entrada, hice presión y cedió su esfínter, permitiéndome llegar casi hasta la mitad de  recorrido de mi pija.
Marcela estaba acabando por segunda vez.
Me miró y me preguntó: 
"... que te parece Lorena ? ... es una perra no ? ..."
Realmente no supe qué contestar y se me dio por repreguntar:
" ... es tu amiga, vos la conocés mejor que yo ..."
Yo intentaba meterla un poco más pero ella me frenaba con su mano.
"... querés que te cuente algo ??..." me dijo mientras se mordía los labios y sin dejar e masturbarse frenéticamente.
"... cuando éramos chicas ella vivía frente a casa y todos los fines de semana yo me quedaba a dormir en su casa ..."
Mientras hablaba me miraba fijamente
"... nos cogíamos todas esas noches ... éramos pendejas calentonas y vírgenes ... y nos besábamos y chupábamos las tetas ... la concha ... y el culo ..."
Rió y tomándome del brazo me empujó hacia ella para besarme ... ese movimiento hizo que mi pija terminara de deslizarse dentro de su culo, hasta el fondo.
"... a Lore le encantaban mis tetas, las lamía y mordía constantemente ... y ella tenía un consolador no tan grande ... y nos lo metíamos en el culo mientras una le chupaba la concha a la otra ..."
Mi calentura era extrema... escucharla contar y ver su cara de gozo hacía que mi pija estuviese dura como un hierro.
Comencé a cogerla más fuerte, ella gemía y arqueaba su espalda... sus piernas estaba rodeando mi cintura haciendo la penetración más profunda.
Pocas veces lo habíamos hecho por atrás, decía que no le gustaba mucho.
" ... viste que te gusta por el culo ? por qué me lo negás cuando te lo pido ?... ahora vos sola te la metiste hasta el fondo ..." le pregunté mientras bombeaba ya casi listo para descargar.
" ... antes de venirnos fuimos a la cocina ... me acarició las tetas y me las besó ... quedé caliente y me acordé de mi adolescencia.. de nuestros juegos ... " respondió
"... te voy a llenar el culo mmi vida, no doy más ..." y empujando sus piernas más hacia arriba, la cogí fuertemente hasta acabar.

Quedamos cansados pero excitados por este momento, momento que nunca se había dado entre nosotros ... mi mujer confesando un pasado lésbico ... entregando el culo gracias a ese recuerdo.
Nos besamos muy profundamente y reímos.
"... no pienses que vamos a hacer un trío ... no, no, no ... no quiero eso para nuestra pareja ..."
Y sentándose en la cama, tomando mi mano y llevándola para que acaricie sus tetas, me dijo algo que terminó de sorprenderme aún más:
" ... si tengo ese permitido con ella ...si vos me dejás cada tanto juntarme con Lore ... te prometo que a la vuelta me cogés como quieras y las veces que quieras ... y eso incluye mi culo ..."

Conviví 2 años más con Marcela ... nuestra relación mejoró y una o dos veces al mes, ella se iba a encontrar con Lorena, su amiga de la adolescencia ... su amante.

La vida nos separó ... ella nunca quiso ser madre, con lo cual cada uno siguió su camino.
Hasta el día de hoy recuerdo esa noche y ma clavo una paja en honor a ellas dos.

5 comentarios - La confesión más caliente de mi mujer

oso69 +1
Muy buen relato +10
martinfcd
Que buen momento eligió para confesarse!
kokiCD
Muy buen relato
+ 10