Odiaba a mi madre porque era una prostituta y una mujer que disfrutaba del sexo a todas horas. Mis amigos la llamaban “la facilota” cuando yo no estaba cerca aunque más de una vez los escuche decirlo no me importaba.
Viví solamente con mi padre hasta que tuve 17 años, murió de regreso del trabajo por culpa de un ebrio que lo atropello y se dio a la fuga, pudieron haberlo salvado si en su momento hubieran llamado una ambulancia pero no paso.
Mi papá me contó que mi madre era el tipo de mujer que salía con muchos hombres a la vez y que yo nací producto de alguna de todas esas folladas y que el sabia que ni siquiera era hijo suyo pero no iba a dejarme sin un padre como lo hizo el hombre que preño a mi madre y se largo. El sabía que no me hacía ningún bien ocultándome la verdad y me dijo las cosas como eran. El se había enamorado de mi madre pero por desgracia no la llegó a conocer realmente.
Desde el día que murió mi padre fui a pedir alojamiento a casa de mi madre, sabía donde vivía ella pero nunca antes la visitaba y no era por que tuviera una mala imagen de ella simplemente si ella no se interesaba en mi para mi ella tenía el mismo efecto. Ese día que llegué a su casa en una vecindad de Ecatepec, Estado de México se veía diferente a las fotos que papá me llegó a enseñar pero indudablemente era ella.
Primero asomo su cabeza por la ventana y me preguntó que quería y yo le explique que iba a vivir con ella ahora que mi padre estaba muerto, se notaba en su rostro el fastidio pero después le dije que mi padre me había dejado un seguro de vida a su nombre del que yo iba a vivir sin molestarla a ella y que solo le pedía alojamiento.
Ya que después de que nací mi padre dedico su vida a cuidarme y mantenerme no había tenido alguna otra pareja y tampoco le conocí algún familiar en vida dejó un seguro de vida para que viviera económicamente bien por un tiempo si algo así le pasaba a él, como era menor de edad la persona que lo debía cobrar era mi madre y por eso acudí a ella.
Después de explicarle mi situación la convencí y abrió la puerta. Se estaba acomodando una bata de baño que se acababa de poner, llevaba los pies descalzos y el cabello revuelto. Media 1.70 y tenía una buena complexión mostrando una buena salud física.
Me dijo que pasara y dentro la luz era tenue, hacía calor pero no estaba mal. En la sala no había más que una televisión, una mesita con varias colillas de cigarro, un sofá sucio con varias manchas de salpicadura y 8 botellas de cerveza en el piso, una de ellas a la mitad y otra rota. Había un pasillo que conectaba a una pequeña cocina y a otra habitación que tenía una cortina por puerta, la puerta por la que entre al departamento era la única en todo el departamento. De la habitación salió un hombre desnudo con el pene erecto que al verme se tapó con ambas mano preguntándole molesto a mi madre quien era yo. Mi madre explicó la situación y le dijo que luego lo veía a lo que él se acercó a su oído y en un intento nulo de que no lo escuchara yo le dijo a mi madre:
- Me voy, pero antes deja que me venga en tu boca.
Mi madre río un poco y me dijo que le diera un momento porque tenía que hacer algo, entró a la habitación con el hombre desnudo mientras yo me sentaba en el sofá sucio y pegajosos de la sala.
10 minutos después salían de la habitación el hombre ahora con ropa, esta vez ni siquiera me dirigió la mirada y mi madre lo acompañó hasta la puerta, llevando la misma bata del principio. Después de despedir a su amante me indico como usar la cocina y como cooperaria en el gas, luz Internet y etcéteras, en lo que viviera con ella. Me dijo que dormiría en aquel sofá sucio, tuve que aceptar aunque la idea no fuera mucho de mi agrado; la ropa se lavaba en un lavadero en la azotea. Por ultimo me pregunto si estudiaba o si trabajaba, respondí que estaba por cursar el último año de preparatoria y que me registraría en una preparatoria cerca del lugar. Y terminó nuestra conversación,ella tenía que salir y me dejó sus llaves para que sacara un duplicado que hice el mismo día.
El día siguiente tuve que ir al baño a orinar por la mañana, el cual estaba en su habitación (el baño no tenía ni siquiera una cortina, después de 2 semanas en la casa me vi obligado a comprar una) era un baño pequeño, había una regadera, un lavabo, un inodoro y un bote de basura con 4 o 6 condones usados que se acumulaban por semana.
Después de vivir 2 semanas en ese departamento, intentaba pasar el menor tiempo posible dentro. Tan solo el primer mes pude conocer más de una docena de hombres que follaban a mi madre, algunos se quedaban toda la noche, otros solo estaban un par de horas y se iban, hubo un par que la invitaban a salir a comer o al cine y después de eso también tenían sexo. Nunca vi a mi madre despertarse antes de las 12 del medio día por lo que llegué a la conclusión de que era una prostituta, observación en la que acerté aunque sí bien algunos hombres pagaban bastante dinero por cogersela, había otros que nunca le dieron un peso y seguían viniendo y ella los recibía con mucho gusto. Fue cuando note que cogía con la mayoría por simple placer.
Los hombres que visitaban a mi madre eran muy diferentes unos de otros. Había hombres altos y bajos, muchos eran apuestos, algunos estaban fornido, aunque también vi entrar en aquel departamento hombres muy gordos y otros muy delgados, también había algunos que no tenían atractivo alguno, muchos eran hombres de dinero y seguramente alguno era casado. En alguna ocasión llegaron hombres acompañados de otras chicas y había trios, cuartetos y orgias de más de 6 personas en el departamento de mi madre. El dueño de los departamentos no vivía en la vecindad pero aún así recibía su “ración de sexo” de parte de mi madre por lo que no le molestaba que en uno de sus departamentos hubiera sexo tan seguido. De parte de los 4 vecinos que vivían en la vecindad tampoco había quejas, a todos los he visto dentro del departamento, dos de ellos solteros uno divorciado y uno viudo que iban por una mamada cada 2 o 3 semanas.
Aunque mi madre pasa varias horas en el departamento siendo cogida no es el único lugar donde tiene sexo, en ocasiones la llegue a ver llegar ebria y con semen en la boca, otras veces llegaba sin el bra con el que salió de casa de forma que se le veían los pezones erectos y hubo muchas más ocasiones en las que simplemente no llegaba por las noches, se quedaba en algún otro lugar y llegaba al otro día, dentro de dos días, una semana y hubo una vez que no estuvo en casa por casi un mes; el día que regreso traía solo una playera XL que le tapaba las tetas y el culo, ambas cosas las llevaba sin ropa interior; iban un par de hombres gordos y tatuados que estuvieron en su cuarto durmiendo 2 noches, hombres que solo vi esa vez y nunca más volvieron.
Mi madre tendría 37 años el día que fui a tocar su puerta pues mi padre tenía esa edad cuando falleció y se llevaban menos de 1 año. Entre los hombres que la penetraban había algunos jóvenes que parecían de mi edad hasta algunos que rebasaban los 50 años, pero la mayoría rondaba entre los 25 y los 40 años. Ninguno me llegó a agradar y creo que yo tampoco les agradaba pues hasta antes de que yo llegara mi madre los cojia en todo el departamento, hasta en el sofá que yo dormia, lo seguía haciendo pero solo cuando yo no estaba y al regresar veía el sillón con una nueva mancha de espera de los hombres que la visitaban o squirt de aquella putona.
Después de 3 meses y medio en el departamento me registre en una preparatoria cercana, tocando el turno matutino y cuando no estaba en la preparatoria hacía tiempo para no regresar al departamento hasta tarde. Solo volvía a guardar mis cosas, comer, dormir, lavar mi ropa y ducharme.
Un viernes me preparaba para ir a la escuela cuando tocaron la puerta, yo no solía abrir porque no había nadie que me visitará a mi; mi madre salió corriendo de su habitación al oír el llamado de la puerta, ansiosa supongo por regresar a su habitación y quitarse la ropa y quitársela a aquel hombre que el día de hoy tenía la oportunidad de cogérsela. Abrió la puerta y recibió de un beso al hombre de la puerta.
- ¿Abraham? -. Dijo mi nombre como no creyendo que yo estuviera ahí y al reconocerlo me quede petrificado. Era Diego un chico de la misma preparatoria que yo
- ¿Se conocen?-. Pregunto mi madre confundida y Diego le explico que íbamos en la misma clase. Estaba molesto porque creía que yo era un amante de mi madre que había estado en su departamento antes que el follando la y mi madre lo tranquilizó diciéndole:
- Es mi hijo, no importa que esté aquí, vamos a hacer lo nuestro- y en un susurro mirándole a los ojos tocando los genitales de Diego-. Quiero que me hagas tu mujer.
Diego me miró y sonrió burlonamente y llevó a mi madre la habitación donde se la iba coger, caminaba agarrandole el culo con una mano y lo último que me dijo antes de entrar y hacerla gritar por un par de horas fue:
- Me voy a coger riquísimo a tu madre-. Soltó una carcajada y mi madre se el unió con una risa similar.
Continuará…
Viví solamente con mi padre hasta que tuve 17 años, murió de regreso del trabajo por culpa de un ebrio que lo atropello y se dio a la fuga, pudieron haberlo salvado si en su momento hubieran llamado una ambulancia pero no paso.
Mi papá me contó que mi madre era el tipo de mujer que salía con muchos hombres a la vez y que yo nací producto de alguna de todas esas folladas y que el sabia que ni siquiera era hijo suyo pero no iba a dejarme sin un padre como lo hizo el hombre que preño a mi madre y se largo. El sabía que no me hacía ningún bien ocultándome la verdad y me dijo las cosas como eran. El se había enamorado de mi madre pero por desgracia no la llegó a conocer realmente.
Desde el día que murió mi padre fui a pedir alojamiento a casa de mi madre, sabía donde vivía ella pero nunca antes la visitaba y no era por que tuviera una mala imagen de ella simplemente si ella no se interesaba en mi para mi ella tenía el mismo efecto. Ese día que llegué a su casa en una vecindad de Ecatepec, Estado de México se veía diferente a las fotos que papá me llegó a enseñar pero indudablemente era ella.
Primero asomo su cabeza por la ventana y me preguntó que quería y yo le explique que iba a vivir con ella ahora que mi padre estaba muerto, se notaba en su rostro el fastidio pero después le dije que mi padre me había dejado un seguro de vida a su nombre del que yo iba a vivir sin molestarla a ella y que solo le pedía alojamiento.
Ya que después de que nací mi padre dedico su vida a cuidarme y mantenerme no había tenido alguna otra pareja y tampoco le conocí algún familiar en vida dejó un seguro de vida para que viviera económicamente bien por un tiempo si algo así le pasaba a él, como era menor de edad la persona que lo debía cobrar era mi madre y por eso acudí a ella.
Después de explicarle mi situación la convencí y abrió la puerta. Se estaba acomodando una bata de baño que se acababa de poner, llevaba los pies descalzos y el cabello revuelto. Media 1.70 y tenía una buena complexión mostrando una buena salud física.
Me dijo que pasara y dentro la luz era tenue, hacía calor pero no estaba mal. En la sala no había más que una televisión, una mesita con varias colillas de cigarro, un sofá sucio con varias manchas de salpicadura y 8 botellas de cerveza en el piso, una de ellas a la mitad y otra rota. Había un pasillo que conectaba a una pequeña cocina y a otra habitación que tenía una cortina por puerta, la puerta por la que entre al departamento era la única en todo el departamento. De la habitación salió un hombre desnudo con el pene erecto que al verme se tapó con ambas mano preguntándole molesto a mi madre quien era yo. Mi madre explicó la situación y le dijo que luego lo veía a lo que él se acercó a su oído y en un intento nulo de que no lo escuchara yo le dijo a mi madre:
- Me voy, pero antes deja que me venga en tu boca.
Mi madre río un poco y me dijo que le diera un momento porque tenía que hacer algo, entró a la habitación con el hombre desnudo mientras yo me sentaba en el sofá sucio y pegajosos de la sala.
10 minutos después salían de la habitación el hombre ahora con ropa, esta vez ni siquiera me dirigió la mirada y mi madre lo acompañó hasta la puerta, llevando la misma bata del principio. Después de despedir a su amante me indico como usar la cocina y como cooperaria en el gas, luz Internet y etcéteras, en lo que viviera con ella. Me dijo que dormiría en aquel sofá sucio, tuve que aceptar aunque la idea no fuera mucho de mi agrado; la ropa se lavaba en un lavadero en la azotea. Por ultimo me pregunto si estudiaba o si trabajaba, respondí que estaba por cursar el último año de preparatoria y que me registraría en una preparatoria cerca del lugar. Y terminó nuestra conversación,ella tenía que salir y me dejó sus llaves para que sacara un duplicado que hice el mismo día.
El día siguiente tuve que ir al baño a orinar por la mañana, el cual estaba en su habitación (el baño no tenía ni siquiera una cortina, después de 2 semanas en la casa me vi obligado a comprar una) era un baño pequeño, había una regadera, un lavabo, un inodoro y un bote de basura con 4 o 6 condones usados que se acumulaban por semana.
Después de vivir 2 semanas en ese departamento, intentaba pasar el menor tiempo posible dentro. Tan solo el primer mes pude conocer más de una docena de hombres que follaban a mi madre, algunos se quedaban toda la noche, otros solo estaban un par de horas y se iban, hubo un par que la invitaban a salir a comer o al cine y después de eso también tenían sexo. Nunca vi a mi madre despertarse antes de las 12 del medio día por lo que llegué a la conclusión de que era una prostituta, observación en la que acerté aunque sí bien algunos hombres pagaban bastante dinero por cogersela, había otros que nunca le dieron un peso y seguían viniendo y ella los recibía con mucho gusto. Fue cuando note que cogía con la mayoría por simple placer.
Los hombres que visitaban a mi madre eran muy diferentes unos de otros. Había hombres altos y bajos, muchos eran apuestos, algunos estaban fornido, aunque también vi entrar en aquel departamento hombres muy gordos y otros muy delgados, también había algunos que no tenían atractivo alguno, muchos eran hombres de dinero y seguramente alguno era casado. En alguna ocasión llegaron hombres acompañados de otras chicas y había trios, cuartetos y orgias de más de 6 personas en el departamento de mi madre. El dueño de los departamentos no vivía en la vecindad pero aún así recibía su “ración de sexo” de parte de mi madre por lo que no le molestaba que en uno de sus departamentos hubiera sexo tan seguido. De parte de los 4 vecinos que vivían en la vecindad tampoco había quejas, a todos los he visto dentro del departamento, dos de ellos solteros uno divorciado y uno viudo que iban por una mamada cada 2 o 3 semanas.
Aunque mi madre pasa varias horas en el departamento siendo cogida no es el único lugar donde tiene sexo, en ocasiones la llegue a ver llegar ebria y con semen en la boca, otras veces llegaba sin el bra con el que salió de casa de forma que se le veían los pezones erectos y hubo muchas más ocasiones en las que simplemente no llegaba por las noches, se quedaba en algún otro lugar y llegaba al otro día, dentro de dos días, una semana y hubo una vez que no estuvo en casa por casi un mes; el día que regreso traía solo una playera XL que le tapaba las tetas y el culo, ambas cosas las llevaba sin ropa interior; iban un par de hombres gordos y tatuados que estuvieron en su cuarto durmiendo 2 noches, hombres que solo vi esa vez y nunca más volvieron.
Mi madre tendría 37 años el día que fui a tocar su puerta pues mi padre tenía esa edad cuando falleció y se llevaban menos de 1 año. Entre los hombres que la penetraban había algunos jóvenes que parecían de mi edad hasta algunos que rebasaban los 50 años, pero la mayoría rondaba entre los 25 y los 40 años. Ninguno me llegó a agradar y creo que yo tampoco les agradaba pues hasta antes de que yo llegara mi madre los cojia en todo el departamento, hasta en el sofá que yo dormia, lo seguía haciendo pero solo cuando yo no estaba y al regresar veía el sillón con una nueva mancha de espera de los hombres que la visitaban o squirt de aquella putona.
Después de 3 meses y medio en el departamento me registre en una preparatoria cercana, tocando el turno matutino y cuando no estaba en la preparatoria hacía tiempo para no regresar al departamento hasta tarde. Solo volvía a guardar mis cosas, comer, dormir, lavar mi ropa y ducharme.
Un viernes me preparaba para ir a la escuela cuando tocaron la puerta, yo no solía abrir porque no había nadie que me visitará a mi; mi madre salió corriendo de su habitación al oír el llamado de la puerta, ansiosa supongo por regresar a su habitación y quitarse la ropa y quitársela a aquel hombre que el día de hoy tenía la oportunidad de cogérsela. Abrió la puerta y recibió de un beso al hombre de la puerta.
- ¿Abraham? -. Dijo mi nombre como no creyendo que yo estuviera ahí y al reconocerlo me quede petrificado. Era Diego un chico de la misma preparatoria que yo
- ¿Se conocen?-. Pregunto mi madre confundida y Diego le explico que íbamos en la misma clase. Estaba molesto porque creía que yo era un amante de mi madre que había estado en su departamento antes que el follando la y mi madre lo tranquilizó diciéndole:
- Es mi hijo, no importa que esté aquí, vamos a hacer lo nuestro- y en un susurro mirándole a los ojos tocando los genitales de Diego-. Quiero que me hagas tu mujer.
Diego me miró y sonrió burlonamente y llevó a mi madre la habitación donde se la iba coger, caminaba agarrandole el culo con una mano y lo último que me dijo antes de entrar y hacerla gritar por un par de horas fue:
- Me voy a coger riquísimo a tu madre-. Soltó una carcajada y mi madre se el unió con una risa similar.
Continuará…
4 comentarios - Es más importante ser puta que ser madre.