Sueños húmedos

Me desperté excitada, tuve un sueño, cortito pero caliente y atrevido, estábamos en nuestro trabajo, hacía poco tiempo habíamos vuelto a trabajar ahí, el y yo. En la institución había un festejo, general, donde participaban todos los empleados.
No recuerdo porque, estábamos la mayoría sentados en el piso (como en una ronda) ya quedaban pocos, la reunión estaba terminando, en ese momento se paró frente a mi una chica, con un cuerpo muy lindo, un vestido claro ajustado y muy cortito, zapatos altos, muy sexi ella (como si viniera de una fiesta). No se de que hablábamos, yo continuaba sentada en el piso y ella parada frente a mi, cuando veo en la parte de arriba de su pierna un tatuaje, al verlo y preguntarle sobre el mismo, ella levantó su pierna, para que yo pudiera ver mejor, su vestido se subió y pude ver que no llevaba nada debajo de él, sólo piel, pude observar su concha toda depilada y rosadita. En ese momento ella agarró mi mano, y la llevó hacia el tatuaje, el cual recorrí con mis dedos. En ese instante vi que él se acercaba y recordé las veces que hablamos de una escena así con otra chica, el y yo nos miramos y fue suficiente para que entendiera que yo estaba haciendo una travesura y quería que el observara y lo hizo, se quedó a un lado observando todo.
Yo seguí con mis dedos el trayecto de su tatuaje y continué hasta su entrepierna, podía observar de cerca su conchita, no se porque, pero me excitaba tanto tenerla así frente a mi, con su pierna entreabierta, levantada, la deseaba, quería sentirla, tocarla. Mis dedos siguieron lentamente hasta donde quería llegar, ella estaba inmóvil, disfrutando tanto como yo ese momento, continué e introduje suavemente dos dedos, se deslizaban deliciosamente dentro de ella, estaba tan húmeda, tan mojada, que era un placer meterlos y jugar ahí, tanto, que al sacarlos estaban empapados y hasta podía sentir el olor a su sexo. Nos miramos y se que ambas queríamos más, fue cuando ella me invitó a continuar en otro lado, cuando ella salió en busca de su auto, el se acercó a mí, sabía lo que iba a hacer y que él no podría estar ahí presente, sin embargo, el entendió mi deseo y esa excitación que me producía jugar con ella y me animó a hacerlo...