Fantasia Cumplida

Vi en tu mirada la sorpresa…  

y el leve temor cuando yo revele mí sorpresa, la cinta de raso roja que había traído a nuestro encuentro. Tu mirada fue hacia la cinta que apretaba en mí mano y volvió a mis ojos

-Confía - te dije y al ver que no había reacción negativa en todo tu cuerpo comencé a atar tus muñecas; una bien junta con la otra.

Tu piel estaba poniéndose más caliente, mucho más caliente que lo que estaba hace unos minutos cuando comenzamos a besarnos y a quitarte la ropa permaneciendo con el conjunto de lencería color blanca que yo mismo te había obsequiado.

Tus ojos no se apartaban de las amarras que le estaba dedicando a tus muñecas, tu respiración comenzó a incrementarse en velocidad, sutilmente pero yo notaba el cambio, estaba muy atento a tu cuerpo imponente, delicado y casi desnudo.

Estaba seguro que imaginabas lo que pretendía, mientras te quitaba la ropa, antes de cubrírte de besos, observe tu vientre , como se observa el mapa de un tesoro , buscando el lunar junto a tu ombligo , solo para confirmar que era tu cuerpo el que permanecia en la cama, como tantas veces lo soñe y luego de esa confirmación apreté con mis manos, un poco mas tus muñecas, tu piel se erizaba , saboreabas el instante y todo lo que iba a suceder a continuación , observa tus labios entre abiertos y sus titubeos silencios , esa palabras que estaban por escaparce mudas , suerte la mia de poder leer tus silencios, pensé para mi (sonrojándome)

Al terminar con el nudo, mantuve mis manos sobre las tuyas, no quería ir rápido, quería quitarle todo el velo de tristeza y que todo ese calor expentante te consumiera en placer. Aun así fue claro que todos tus sentidos se agudizaron cuando saque la segunda cinta, más ancha y pero de color oscuro y mas gruesa.

-Yo… no…  -pronunciaste en un susurro agudo apenas audible
-Confía- repetí con el mismo tono. Mis manos alrededor de tu cabeza te despojaron de la visión en un segundo. tu rostro se veía hermoso y armónico con la cinta entre los ojos y tu boca apenas abierta por toda la sorpresa que estaba viviendo.

Te acompañe hasta la cama y te acosté en ella con cuidado, sosteniendote las muñecas de las manos atadas y usando tu cintura como agarre.

Mientras permanecias acostada boca arriba, observaba como tus pechos maternos ,se inflaban en cada respiración y luego volvían a su estado anterior, tome tus manos y las levante, estire tus brazos atándolos al cabezal de la cama.

Deleitándome mirandote con los brazos estirados cada uno al costado de su cabeza y vueltos a juntar en sus muñecas. Tu larga cabellera negra por todos los costados completaban una pintura armónica que yo logre confeccionar.

Me acerque y comencé despacio, deslizando mis manos por sus firmes piernas. Un gemido salió de tus labios, te sorprendió pero sé que te gusto. Subí tocándote con las palmas abiertas, quería que supieras en todo momento donde me encontraba, que tan lejos o cerca estaba en cada momento, y que te hicieras una imagen mental clara de mi posición corporal.

 
Llegue a tu cintura y deleite mi tacto con la tela de tu lencería, la única prenda que conservabas.

Te acaricio mucho, te masajeo , logrando sentir el calor que desprende tu cuerpo al roce con mis manos , mis dedos. Despacio comienzo a desprendiendo de esa prenda entre tus piernas, tu acompañando mis movimientos, no te lo pedí, o al menos no con palabras, pero sabías lo que quería hacer.

Arroje esa delicada prenda lejos de la cama, y permaneci un instante a la altura de tus rodillas, donde se encontraba mi cabeza en ese momento, para sentir el aroma de tu cuerpo , y pensar este angel es todo el placer concentrado en un delicado cuerpo.

Esa esencia era lo último que necesitaba para embriagarme de lujuria. Bese el punto exacto donde se unen tus piernas, donde el calor era más intenso, donde sabía que a ti te gustaba. Tuve que sostener fuerte tus piernas con las rodillas extendidas hacia arriba para contener sus espasmos. Mi lengua y mi boca hacías que esos espasmos crecieran y mis manos y fuerza los mantenían a raya. No necesite ver para saber que tus pechos eran cada vez más grandes luego de cada respiración y que tus pezones se erguían , duros al placer , te quite la lencería para que aun cubria tus pechos y que translucían tus pezones.

Te había inmovilizado tus manos y cubierta tu visión, algo debía darle y quería estar dentro de ti pronto. Subí más arriba. Mi boca se entretuvo con cada uno de tus pechos, pezones, piel, espacio entre sus pechos, todo tu pechos eran de mi propiedad, reclamado con las plamas de mis manos que no paran de acariciarlos mientras los beso, como beso el resto de su cuerpo.

La cinta roja, en tus manos y la cinta negra cubriéndote los ojos, ud me dio su propiedad, podía hacer con tu cuerpo, todo lo que quisiera, mientras nos envolvia la oscuridad. 


Decidí acompañarte en las tinieblas, la empecé a degustar todo tu cuerpo con los ojos cerrados, no para igualarme a ti, sino porque así me lo pedía mi cuerpo. Subí una mano y encontré su rostro, y luego de unas caricias rápidas introduje mi dedo entre tus labios. y supiste exactamente que quería y que tenías que hacer.

Mis órdenes sobraban, no eran necesarias contigo, sabías lo que pensaba y quería, sin mirarme sabías todo eso, por lo que la vista también era algo que sobraba en este encuentro, podrían pasar mil años, pero luego de tanto tiempo nos acostumbramos a darnos placer sin vernos. 


Tu cuerpo estaba representado en un pezón en mi boca y todo mi cuerpo estaba en el dedo que acariciabas con tus labios. Detalles pequeños, pero sin el sentido de la vista logramos que todo el placer nos inundara a ambos.

Luego de complacerla con más masajes, me aleje y me incorpore al costado de la cama. Vi la imagen de tu cuerpo desnudo una vez mas , y no era un sueño estabas ahí , tu boca , tus labios , tus piernas abiertas, la oscuridad en tu mirada y tus pechos iluminados. tu cabeza estaba girada hacia mí, me buscabas, reclamando un poco mas, lo sabía. tu cuerpo perfecto, bellamente único. Comenzaste a mover tu cintura hacia donde creías que yo estaba, todo tu cuerpo se agitaba en mi búsqueda, en tu desesperado anhelo de sentir mi presencia en la oscuridad.

No pude apartar la mirada de tu rostro, aprisionado entre los brazos firmemente estirados, tranquilizandote al volver a tocarte, una leve sonrisa me indico que le gusto saber que seguía ahí, junto a vos, pense en volver a colocar mi dedo en su boca y al ver sus labios entreabiertos, mis caderas se acercaron y fue otra parte de mi cuerpo la que aprovecho sus labios. Tu me necesitabas serca y yo necesitaba su placer oral.

Recibió mi sexo en su boca como agua en el desierto, todas las facciones de tu rostro se marcaron al comenzar con el sexo oral. Yo comencé a apartar las caderas, y tu te acercaste para no perder tu nuevo entretenimiento, se estiro todo lo que pudo. En cuanto vi que te podías acercar más, que tu cuerpo, rostro, cuello y sobre todo tus brazos estaban estirados, que la cinta apretaba tus muñecas aprisionadas… deje de alejarme.

 
Me quede con esa imagen, tus brazos estirados todo lo que la cama y las ataduras te permitían y tu mirada perdida mientras jugabas con tus labios , la imagen reposaba en mi cabeza al cerrar mis ojos. Y te acompañe a la oscuridad, cerrando mis ojos.

tu sabías dónde estaba yo, y yo sabía donde estabas tu. Nos sentíamos.

Sujete tu rostro con mi mano, toque tu mejilla con mi palma. Estaba dulcemente caliente. tu sabes cuánto me gustaban tus mejillas, sin verme sabías que mi cara era de completa felicidad al poder tocarte, acariciarte ahí mientras disfrutaba sexualmente de tu boca. 

No pude mas y te regale la libertad. Afloje las ataduras y tu no perdiste el tiempo, para usar tus recuperadas manos para aferrarse a mí.

Su hermoso muslo, se volvió mi punto de apoyo, y te tome fuertemente de tu cintura , empapando mi sexo en el tuyo. Yo me apropie de su nuca con ambas manos, tomando sus cabellos con una mano y con la otra tomándola de sus muñecas, tal ves mas arriba de su antebrazo , acompañando el ritmo de nustros sexos…

 
Hasta terminar las embestidas , y recuperar ambos la calma , de la sed saciada, te separe de mí. Y tu imagen tendida en la cama sacio mi deseo perverso. Como si supusiera lo que iba a hacer a continuación , tomaste mi mano cuando se acercaba a quitarle la venda de los ojos.

Aparto mi mano con suavidad y ciega de pasión como estabas en ese momento lograste acostarme en la cama de un empujón y guiándome solo con las manos sobre mi pecho lograste sentarse sobre mí, sin necesidad de tocar mi pene se lo introdujo en su húmedo y caliente tesoro. Y me montaste con ritmo violento en la total oscuridad. Yo tome tus muñecas, me excito sentir las marcas que aún tenía en ellas. Sentía esas marcas en tu piel y sé que tu sentía mis dedos sintiéndolas.

nunca nos vemos, pero la pasión es tan fuerte, dura, sexual, pasional y erótica.

Hay palabras pero solo las esenciales. Pero siempre sentimos nuestros cuerpos,

los sentimos cuando nos penetramos, los sentimos en el tacto, los sentimos en los besos. Y también los sentimos, más que nada, en nuestras cabezas fantasiosas, esas cabezas que anhelan dejar de fantasear con el tacto y poder estar juntos cuando nos sacamos las vendas y las ataduras. 

La oscuridad se nos unió de nuevo, acabe dentro de ti con ojos cerrados y apretados y tu terminaste con un ahogado grito de descarga pasional. Mis manos fueron más rápidas esta vez y la despoje de la última cinta en su cuerpo.

Pero seguimos juntos en la oscuridad, estabas con los ojos cerrados detrás de la venda, esa noche no abandono la oscuridad que nos impedía vernos, la pasión estaba muy encima de lo visual. Y aun en los besos que siguieron a tu orgasmo, seguía sin verme, la oscuridad se volvió mi mejor aliado y un espacio para sentir placer conmigo a mi lado.
Fantasia Cumplida

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