MI NOVIA ME HACE CORNUDO

Me presento, soy Ricardo, tengo actualmente 22 años y esta es la primera vez que cuento una experiencia así que quizá pase por alto algunos detalles.
Todo comenzó en enero que María, mi novia, comenzó a trabajar en una empresa muy grande y reconocida a nivel nacional, los primeros días ella me llamaba en todos sus ratos libres pues no había hecho amigos y yo feliz le contestaba para saber cómo iba su día, hablábamos en lo que llegaba su jefe, mientras llegaban sus colegas del equipo de informática, en su hora de comida y a la salida cuando no podía ir a recogerle.
María es una chica de 19 años, alta, delgada, con una cinturita y un trasero bastante definido pues desde los 17 va al gimnasio y hace dieta, sus pechos aunque no son enormes, lucen bastante bien porque son firmes, pero sin duda lo que más llama la atención es su carita de inocente con sus lentes de y su cabello largo quebrado color castaño, siendo dos veces consecutivas ganadora de reina de belleza de su preparatoria.
Ella era muy amorosa y tierna, siempre que le tocaba su pago, me invitaba a comer, me llenaba de regalos y ropa, además de que siempre que salíamos se vestía sexy con jeans ajustados, faldas muy cortas, mini vestidos y ropa interior de encaje que me volvía loco la cuál después me tocaba disfrutar porque cada fin de semana buscábamos donde tener sexo, en el carro, en mi habitación, en casa de sus papas, donde pudiéramos descontrolarnos.
Todo iba muy bien hasta que pasaron dos meses, en marzo, ella ya casi no me llamaba y si yo la llamaba no respondía argumentando la carga de trabajo. No me pareció extraño porque seguía dándome regalos, siendo amorosa y seguíamos cogiendo como locos, sin embargo un mes más después, ella ya era fría conmigo, llegaba a su casa a verla y estaba en la sala solo en el celular, se enojaba de todo, comenzó a llevar su ropa ajustada y sus faldas cortas al trabajo. Supuse que se sentía bien en su trabajo que quería ir más arreglada, pero un día que no teníamos planeado vernos, fui a verla a la hora de la comida de sorpresa y ella llevaba una falda negra muy corta y cuando subimos las escaleras de la plaza donde fuimos a comer, me di cuenta que llevaba tanga. Sin duda, cualquier movimiento que hiciera se le notaría.
No pude resistirlo más y antes de ordenar la comida le pregunté que estaba pasando, de primero me dio muchas excusas pero al ver qué no le creí ninguna, me dijo:
M: Tienes razón, hay algo que tengo que confesarte.
R: Dime (con escalofríos)
M: Hay un compañero del trabajo que se llama Antonio, últimamente hemos trabajado muy de cerca en la creación de algunas páginas web y creo que me estoy enamorando de él.
R: ¿Enamorada? Pero en qué momento que no me di cuenta (temblando y nervioso).
M: Bueno, no sé si estoy enamorada. Me gusta mucho, cuando está cerca me dan ganas de lanzarme a besarlo.
R: ¿Ha pasado algo entre ustedes?
M: No nada, te lo juro, con culpa. Pero no sé cuánto tiempo podré aguantar.
R: Está bien. No sé diga más.
M: Ricardo, quiero hacerlo pero no quiero causarte daño. Así que lo mejor es que terminemos.
R: No, espérate. No hay otra opción?
M: No lo creo, mi amor, te juro que te amo y que daría todo por ti, pero cuando estoy con él, me olvido de todo. Me dan ganas de besarlo, sacarle la verga y que me coja ahi sin prensar quién pueda vernos.
MI NOVIA ME HACE CORNUDO
R: Está bien, hazlo (sorprendido por como se expresó).
M: Qué pasará con nosotros?
R: Nada, todo seguirá igual. Tendrás mi consentimiento, pero no quiero más secretos, tonta, ahora, come, que debes volver al trabajo.
Maria me miró emocionada, se le quitó la culpa de los ojos y me besó apasionadamente. Ese día era un jueves y quedamos en que ella me lo contaría todo. Ella volvió al trabajo y yo me fui a mi apartamento, por la noche ella llegó de sorpresa y me dijo:
M: Ricardo, mi amor, después de lo que hablamos en la tarde, me sentí con mas libertad así que fui un poco coqueta con Antonio. Me tocó un poco la pierna y al ver qué casi nos besamos, se detuvo y me invitó mañana a salir a un lugar que no fuera el trabajo y pues acepté.
Los viernes ella salía a las 3 de la tarde, así que acordaron que ella se iría a su casa y después se verían por la noche.
Era viernes y María, como todos los viernes, tenía junta de trabajo así que casi no estaba en el celular. Tardaba mucho en responder los mensajes, lo último que me dijo fue a la una de la tarde que se daría prisa con sus deberes para salir justo a las 3. Dieron las 3 y no supe nada de ella, así que comencé a imaginar que quizá decidió con Antonio inciar temprano la cita, dieron las 4 y no respondía los mensajes, yo tenía una sensación extraña, entre celos, preocupación y excitación, mucha excitación. Me di un baño con agua fría cuando escuché que alguien entró a mi apartamento, salí y era María. Se había ido de compras pero se quedó sin batería su celular. Me pidió permiso para ducharse.
Eran casi las ocho de la noche cuando ella salió a la sala donde yo veía televisión y tenía puesto un top negro escotado y una falda mini de tuvo que le quedaba tan pegada que se marcaba su tanga. Peinada con un par de coletas, medias a las rodillas y zapatos altos. Ella emocionada y apresurada me dijo que iba tarde, que pediría un Uber y como dejó su celular cargando, me dijo que me estaría escribiendo, cosa que no me agradó, pues iba muy sexy así que me ofrecí a llevarla yo. Llegamos a una disco, me dio un beso en los labios y se fue.
Cuando iba camino a casa entré a WhatsApp y le escribí para avisarle que ya había llegado, que me mantuviera al tanto. Entré al baño y vi que sin duda se había depilado y vi etiquetas de ropa interior. Dieron las once de la noche y yo estaba como león enjaulado hasta que me llegó un mensaje.
M: Mi amor, estamos bailando y bebiendo. Saldremos de acá como en dos horas ¿Te importa si me voy a tu casa? Les dije a mis papás que estaría contigo.
R: claro que no, acá te veo. Pero... ¿Cómo va todo?
Durante media hora no tuve respuesta hasta que por fin me escribió:
M: Mi amor, estoy en el baño, todo bien. Muchas gracias por esto, Antonio y yo hemos bailado muy juntitos y debo confesarte algo.
R: Dime, dime qué pasó (excitado y morboso).
M: Ay mi amor, es que perreamos un poco y al sentirle el paquete, pues me prendí así que nos besamos y él tocó mi trasero por dentro de mi falda. A lo mejor no deba decirte esto, pero besa tan rico que sin darme cuenta yo estaba acariciando su pene por encima del pantalón.
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R: Está bien, si pasa algo más, quiero saberlo.
M: Si mi amor, tú lo sabrás. En un rato ya salimos para allá. Te amo con toda el alma.
Dieron las dos de la mañana y recibí otro WhatsApp de María:
M: Cariñito, Antonio tomó mucho y la verdad no me gustaría que me lleve en ese estado a la casa. Me iré con él hasta que le saque a una avenida y de ahí yo tomaré un taxi.
R: ¿Estás loca? Cómo vas a andar sola en un taxi. Que te saque a la avenida Reforma y yo ahí llego por ti.
Me fui rápido a la dirección pactada y llegué en 20 minutos. Maria tenía que llegar en 5 a lo mucho así que supuse que me estaría esperando. Pasaron los minutos y dieron las 3 de la mañana. A María no le entraban los mensajes de WhatsApp ni las llamadas así que esperé. Dieron las cuatro y se estacionó un auto atrás del mío. Ella se bajó y se subió al carro con un aroma a alcohol, tabaco y no se que más y antes de avanzar, estuvimos como diez minutos besandonos apasionadamente. No le dije nada, yo iba super excitado, fui a recoger a mi novia a su cita con otro hombre y no sabía que había pasado entre ellos, moría de curiosidad así que llegando a mi apartamento me serví un café y nos sentamos.
R: ¿Que pasó?
M: ¿Prometes que no te enojas si te digo todo?
R: Eso acordamos.
M: Cuando llegamos Antonio estaba en la entrada y vio que me despedí de ti así que me supuso que eras mi novio. Le dije que si pero que obvio no sabías que iba a una cita, que tú pensabas que estaba con amigas nada más. Después de eso, no dejaba de mirarme, entramos y bailamos normal hasta que al calor de los tragos empecé a sentirme más ambientada y cuando sonó un reguetón lo jalé para bailar. Así estuvimos perreando y sentí como su pene se iba poniendo más duro, lo cual me empezó a excitar. Cuando terminamos de bailar íbamos para nuestra mesa cuando me jaló y me besó, cada vez más intenso hasta que metió su mano debajo de mi falda y jugueteaba con mi tanga. Estuvimos besándonos y tocandonos por varios minutos hasta que fui al baño.
Cuando salí del baño un tipo alto, negro me dijo que me vio bailar en la pista y que le gustaría bailar conmigo la canción que estaba sonando, la cuál era reguetón. Acepté y mientras bailabamos, nos dimos un gran beso. Me dijo al oído que lo siguiera, y de la mano me llevó a una parte oscura y sola, comenzó a besarme tan intenso que me mordía. Me puso contra la pared y cuando siguió besandome hasta que guió mi mano a su pene que ya se había sacado. Era enorme, y conforme nos besábamos y lo masturbaba, creció más. Me levantó la falda y haciendo la tanga a un lado comenzó a cogerme, era tanta la excitación que se vino en minutos y sentí como grandes cantidades de semen me llenaban. Me acomodé la ropa y fui con Antonio sintiéndome la más puta, caminando con las piernas temblorosas pero orgullosa de mí. Me di cuenta que Antonio ya estaba muy tomado y te escribí. Cuando salimos a la camioneta, yo sentía que el semen de ese chico me escurría por las piernas y si era así, no me importaba, había sentido un orgasmo increíble y lo demás me valia madres.
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Antes de arranchar, Antonio se puso intenso diciendo que le gustaba mucho, y nos besamos por un largo rato. Nos pasamos a la parte de atrás de su camioneta y nos besamos mucho cuando sentí que eso no era suficiente. Se me hacía agua la boca, quería chuparle el pene. Así que le bajé el pantalón y me pegué a él y mientras mamaba metí mi mano en mi tanga para masturbarme y wow, cuánto semen me escurría. Antonio estaba tan cachondo y disfrutando que para sentirme más puta, le dije, ahora te toca a ti. Me abrí de piernas, me quitó la tanga, cómo queriendo olerla se la embarró en su cara y tal vez por lo tomado que estaba, no se dio cuenta que era semen, después comenzó a chuparme todo y yo tan excitada porque lo estaba haciendo limpiarme el semen de ese negro. Sorprendido me dijo que estaba muy húmeda y yo solo le dije que era porque quería sentir ahí su verga. La verdad es que Antonio era bueno, me hizo sentir un orgasmo y después fui yo. Estuve como 20 minutos mamando, ya me dolía la quijada y nada que se venía, hasta que por fin eyaculó en mi boca enormes cantidades de leche, ensució mi cara y mis lentes. Tomé su verga y con ella, direccioné la lechita de mi cara a la boca y la tragué toda. Después, con mi lengua limpié mis lentes. Llegamos a dónde quedé de verte, me agradeció por la noche y yo, que seguía tan caliente le di otras mamadas dentro del carro, hasta que se vino en mi boca, me levanté y abrí la boca para enseñarle toda su lechita. Jugué con ella en mi boca y la tragué toda. Después me bajé y vine contigo. Cuando entré al auto y te besé me di cuenta, no estoy enamorada de Antonio, sólo quiero seguir cogiendo con él, perdón pero me ha gustado sentirme como puta. Puedo seguir cogiendo con Antonio?
R: Claro que puedes, pero no dejes de contarme.
Después de eso, siguieron más aventuras de María. Que ya iré contando.
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1 comentario - MI NOVIA ME HACE CORNUDO

soycornudomdp
Excelente relato, ojalá sigamos conociendo las aventuras de María!