Relato incestuoso

Cosas que crees imposibles
Una historia casi real de una madre y su hijo que si no fuese cierta pareceríaimposible



Dedicado a una gran amiga de poringa



La sorpresa que me lleve fuemayúscula cuando una mañana, cuando termino de hacer la casa suelo entrar enInternet, a chatear con algunas amigas, y también con alguno que se mete porahí, y al abrir el ordenador me encontré un e-mail que mi hijo le había mandadoa un amigo y que se había olvidado borrar. En él, le contaba, como el díaanterior se había hecho una paja pensando en mi después de haberme estadoespiando. Le decía: “ tu ya sabes lo buena que esta mi madre” lo cual medescubrió que se lo mandaba a alguno de los que vienen por casa, “ la teniasque haber visto, cuando dijo que iba a salir y fue a cambiarse para marchar, yola seguí hasta su dormitorio, me quedé en el pasillo mirándola ya que no cerróla puerta pensando que yo estaba abajo viendo la tele Se quito el vestido quellevaba y se quedó en bragas y sostén, y después se desnudo entera paracambiarse la ropa interior, tenias que haber visto esas tetas que tanto tegustan, y la mata de pelo que tiene en su chocho. En cuanto se marcho me hiceuna paja que no veas” La verdad me quedé sorprendidisima al leer esto, y ademásser motivo de conversación con sus amigos sobre mis tetas. En ese momento nosupe que hacer, pense en hablar con él, luego pense que mejor contárselo a supadre y que fuese él quien hablase, en fin que me dejo hecha un lío el conoceresto. Luego pensé que lo mejor era dejarlo pasar que son cosas de chicos propiasde la edad y asi lo hice.
Pero no hacía mas que darle vueltas. Incluso me sorprendí observándome desnudafrente al espejo del baño pensando en que aquellas tetas eran motivo de pajasde los chicos de la edad del mío. La verdad es que siempre he tenido unas tetasde las que sentirme orgullosa, las tengo grandes, uso una 100, y bien tiesitasaun, con unos pezones grandes y oscuros y la verdad siempre me ha gustadopresumir de ellas y nunca hago nada por ocultarlas asi que suelo llevar buenosescotes. Pero luego pense que quizás no fuese una chiquillada y resultase conel tiempo un problema. Que igual no era normal. Asi que decidí observar con masatención los comportamientos de mi hijo.
Una tarde que iba a salir y él estaba allí dije, para que me oyese, que me ibaa vestir y que estuviese en el salón atento por si llamaban al teléfono. Subí ydeje adrede la puerta entreabierta. Nada mas meterme en el dormitorio abrí unapuerta del armario que tiene espejo dentro y la deje de tal forma que pudiesever el pasillo.
Enseguida vi que mi hijo no me había hecho caso y en lugar de quedarse en elsalón estaba allí espiándome ya. Me desnudé lentamente y una vez desnuda mepaseé por el dormitorio recogiendo las cosas y ordenando ropa y observando quehacía mi hijo. Con las tetas al aire y de frente a él para que me pudiese verbien él “esa mata de pelo que tiene en el chocho”, como le ponía a su amigo,empece a doblar ropa y agachándome sobre los cajones enseñarle bien el culo desu madre con los muslos abiertos para que pudiese también verme el chocho pordetrás. Yo seguía observándolo por el espejo del armario, y la verdad no sabíasi aquello que estaba haciendo estaba bien, si dejándole ver todo contranquilidad le iba a quitar aquella fijación, ni tampoco que quería conseguircon ello, y que reacción provocaría. Bueno la inmediata ya la veía porque sehabía empezado a tocar y se restregaba la mano por un bulto enorme que tenia enel pantalón. Seguí desnuda y sacaba vestidos que me los ponía delante para vercomo me quedaban y los volvía a guardar para que se hartase de ver a su madre,luego empecé a hacer lo mismo con los sujetadores, y me asusté cuando vi que sehabía sacado la polla del pantalón del chandal y se la estaba meneando. En esemomento no supe que hacer. Pensé en vestirme rápidamente y marcharme, peroluego pensé que asi no lograba nada. Confiado porque me veía hacer cosas sehabía bajado el pantalón por debajo el culo y se la meneaba con fuerza. Y penséque lo mejor era salir y sorprenderle para que tuviese que decirme algo y poderhablar sobre el tema. Y asi lo hice salí de golpe y allí le pillé. “¿Qué hacesaquí? No te dije que estuvieses abajo por si llamaban, y además ¿ Que estashaciendo?” No sabía que decir allí plantado en el pasillo con su polla fuera yespiándome no le salía palabra.
“¿ Dime, que estas haciendo aquí a la puerta de mi habitación y en esaslabores?” “Mama lo siento, perdóname” y se puso a llorar “ Venga dime ¿qué tépasa?, ¿Que hacías? “ Cogiéndole del hombro lo pasé a la habitación “Vengasiéntate, ¿qué hacías ahí parado? “ Mama es que me gustas mucho” “ Hijo las quete tienen que gustar son las chicas de tu edad, ¿no tienes amigas?” “ No mamano tenemos ninguna amiga” me contesto sin parar de llorar.
“ Venga no llores, soy tu mama y puedes contarle todo lo que te pase” y leabracé tratando de consolarle.
Y él abrazado a mi no paraba de llorar, no se consolaba.
“ Hijo tranquilízate y deja de llorar, es normal, eres un chico que le empiezana gustar las mujeres, y yo soy una mujer eso es todo, lo que pasa es que tienesque ir por ahí y relacionarte con chicas de tu edad”.
Asi abrazados notaba que la polla de mi hijo seguía muy dura bajo el pantalón,la sentía sobre mi vientre, y en ese momento me di cuenta que seguía desnudanotando enseguida que las palmas de las manos de mi hijo se posaban abiertasdel todo sobre mis nalgas apretándolas Se estaba tranquilizando de la llorera yen ese momento no sabía que hacer si separarme o dejar que se terminara detranquilizar, estaba violentisima y lo había provocado yo. Sus manos se habíanmovido hacia la raja y sus dedos se hundían en ella apretándome contra él.Sentía su polla cada vez mas dura en mi vientre y una sensación entre violentay agradable me recorría. Enseguida fui consciente que contra mi voluntad lospezones se habían puesto duros y notaba en mi vagina fluir líquidos.
No puede ser, me decía a mi misma, no puede excitarme mi hijo, y en estasituación. Pero mi inconsciente no respondía y cada vez estaban mas duros ycada vez estaba mas mojada. Rezaba para que se separara y se fuese a suhabitación, pero no lo hacía se pegaba mas y más y sus manos estaban yaclavadas en mi raja y me abría con ellas el culo separándome las nalgas. Sentíasu cara sobre mis pechos sentía su aliento entrecortado, y deseaba que me losbesase que me los comiera. No podía ser. Sentía como movía sus caderas ysuavemente restregaba su pene en mi vientre, sentía su calor en mi. Me notabamuy mojada, notaba que pronto caerían por mis muslos los jugos de mi vagina. Merepetía no puede ser no puedes. Pero mi cuerpo no respondía.
Cogí entre mis manos la cara de mi hijo, le bese en la mejilla, “ ¿Estas biencariño? ¿Estas más tranquilo?. No me contestaba y apretándome del culo sepegaba de nuevo a mi.
No podía casi respirar de la angustia, mis tetas pegadas a él parecíanreventar, notaba mis muslos mojados, me repetía no puede ser, terminemos conesto, pero no me respondían las fuerzas. Bajo su cabeza y me beso los pechos.Un escalofrío recorrió mi cuerpo hasta terminar en mi vagina. No me podíamover, y de nuevo bajando la cabeza me los volvió a besar pero esta vez en lospezones. Creo que era ahora yo la que me apretaba contra su verga. Notaba mislabios abiertos, notaba como caían mis jugos. Sentía calor por todo el cuerpo. Ydeseo sentía muchísimo deseo. Pero no podía desear a mi hijo, no podía ser.Sentí que había abierto mis muslos para sentir su polla mas cerca de mi vagina.Trataba de buscar justificación a aquella situación era una locura no podíaser. Le deseaba, deseaba sentir su polla entrar en mi vagina, deseaba serfollada por aquel muchacho con una polla enorme y dura aunque fuese mi hijo.Mis manos se agarraron al elástico del pantalón deseaba bajárselo, pero no.¡Siiiiii!. Tiré del él. Sin poder contenerme se lo empece a bajar mientrasapretaba mis pechos contra su cara, no podía mirarlo cerraba mis ojos, se losbajé, enseguida noté el calor de su polla en mi vientre. ¡Ummmm que rico! Quesensación más rica. Sentía la polla joven, tiesa, dura, grande de aquel muchachoque era mi hijo. La sentía clavarse en mi vientre mojármelo, ¡Ummmm me estabavolviendo loca!. No pude más, baje mi mano y lo cogí, lo rodeé con mi mano,sentía la fuerza de aquella polla, la deseaba, deseaba sentirla llenar mivagina.
Como una zorra caliente, lo empujé hasta la cama, cayo de espaldas, le terminéde bajar los pantalones, miraba su polla levantada como un mástil, gorda, dura.“ ¡Mama! ¿Que haces?” Pero mama no podía pensar no oía, me arrodille sobre élcon los muslos abiertos colocando mis labios, mi vagina, sobre aquel palogrande y duro, y bajando, fui bajando hasta que abriendo mis labios se fueclavando en mi. ¡Ummmmm agggg!.
Sentí fuego en mi vagina, me quemaba, que placer sentir aquella polla llenarmeentera ¡Ummmmmmm! Empecé como una loca subía y bajaba por aquel mástil, subía ybajaba y él me cogía y apretaba las tetas, se agarraba a mis caderas, gemía.
Estaba a punto de correrme cuando un chorro de leche golpeó mi vagina y unsuspiro ahogado de pudor y vergüenza salió de la boca de mi hijo, en esemomento un latigazo me azotó todo el cuerpo corriéndome en un orgasmo comonunca había tenido y un grito salió de mi boca como una poseída.
No nos podíamos mirar a la cara. Los dos sentíamos vergüenza. Yo no sabía quedecir, no sabía que hacer. Aún inmóvil, con su polla dentro de mí, sintiéndolaaún dura, me levanté, sentía como iba saliendo.
Le dije, que su madre debía velar por él, enseñarle todo lo que la vida le ibaa exigir, y que por eso había ocurrido aquello. Que lo había hecho por él. Queera algo que nadie, ni ningún amigo de aquellos que se pajeaban con sus tetas,debía saber.
Salió en silencio de la habitación, y yo me quede sentada allí al borde de lacama. Avergonzada, confundida, con la sensación de haber hecho algo horrible yde haber echado el polvo de mi vida.

1 comentario - Relato incestuoso

Marisamami +3
El sueño de toda madre incestuosa amiga!
Santiago123566
Que rico tener una mami como ti