Soy la puta de los amigos de mi novio

Hola, soy Julieta y tengo 26 años. Hago relatos con experiencias reales que viví y no, nada invento, no puedo, no tengo esa capacidad aunque admiro a quienes puedan. Ya escribí algunos relatos anteriores que pueden leer en mi perfil, así que ahora les dejo otra vivencia que espero que disfruten y me dejen sus impresiones y comentarios.

Esta historia es bastante reciente, sucedió hace muy poco y quiero contarla porque me siento mal que me haya gustado de la manera en que lo hizo.

Si bien Fer, mi novio, ya se sabía cornudo, siempre mantuve encuentros de los que él era consciente o miraba. Incluso a veces lo dejaba participar, pero la relación siempre fue así, de mucho respeto y mucho ida y vuelta.

Alrededor de 15 o 16 veces había cogido con otras personas dentro de la relación, algunas veces con más de una, e incluso fiestas bastante subidas de tema, aunque eso es materia para otro relato.

Cada viernes a la noche, Fer se junta con sus amigos en alguna de sus casas. Debo decir que todos ellos tienen novias y tenemos una buena relación, aunque nosotras no somos de reunirnos demasiado más que en algún cumpleaños o evento especial.

Hace algunos viernes atrás, era nuestra casa la que debía ser el centro de reunión. Ellos siempre eran 8 en total, y la rutina era la misma, un asado (o pizzas en los que vivían en departamento), unas charlas con muchas risas y algunos partidos de play, nada especial, y las novias o parejas solíamos ayudar a cocinar, limpiar o directamente nos encerrábamos en la habitación para no molestar.

En nuestra casa la cena fue normal, yo solía acercarme a la hora de comer y después limpiar, porque Fer deja todo para el otro día y queda la cocina llena de moscas. Vale aclarar que siempre tuve buena onda con sus amigos, y obvio que me parecían lindos, todos trabajaban de deportistas, con cuerpos marcados y una belleza destacable.

Cuando comenzaron a hacer la sobremesa y a charlar, Manuel y Julián, dos de sus amigos, me vieron levantando todo y me vinieron a dar una mano a la cocina.

- Che Ju, te ayudamos, no vas a terminar lavando todo vos - me dijo Manu
- No olvidate, yo me arreglo, ya estoy acostumbrada - respondí
- Noo, ¿cómo nunca te da una mano? Yo con Delfi nos dividimos todo, no estamos en el Siglo XIX - me contaba entre risas Julián.

Me ayudaron a lavar los platos mientras yo los secaba. Me hacían chistes y me contaban cosas de su vida privada, como lo que hacían en sus casas y cómo les exigían sus parrejas.

- A mi Marti me vuelve loco, me tiene de un lado a otro, es muy estructurada. Vos sos mucho más relajada por lo que veo, pero es inviable así, te cansa - me dijo Manuel
- Si, me pasa igual a mi con Delfi, ya ni ganas de tener sexo me dan cuando llega la noche, entre ella que siempre está cansada y yo que estoy de acá para allá, ya estoy cansado - agregó Julián
- Nosotros tanto no tenemos, pero a veces... - me interrumpieron
- Dale Ju, no te hagas la bolu que ya sabemos lo que hacen y lo que Fer no hace jaja - me agarró sorprendida ese comentario de Manuel
- ¿Qué? ¿Les contó?
- Obvio - sumó Julian - somos sus amigos, si no nos cuenta a nosotros ¿a quién? Igual está bien, no vamos a decir nada.

Me sentí recontra mal porque de eso solo sabíamos nosotros y algunos pocos de confianza con los que había compartido la cama. Pero qué era lo que sabían, ¿que me gustaba el sexo duro con otros, que me gustaba que me aten y me lastimen o hasta dónde llegó ese chisme?

- Pero que boludo, ahora me siento re mal, que vergüenza - amagué a irme, pero Julián me agarró
- Tranqui, no pasa nada, nosotros no juzgamos, nos resultó llamativo porque sos hermosa - me dijo

Al agarrarme yo reboté y terminé acercándome a él casi chocando con su pecho. Sentí su perfume y combinado a sus ojos claros y sus ojos castaños me quedé un segundo mirándolo de muy cerca. Finalmente recuperé la entereza y me aparté, mirando hacia afuera donde aún estaba el resto y Fer.

- Jaja tranquila Ju, no pasa nada, después de todo somos todos amigos - remarcó Julian mientras se reía en voz baja.

Cuando me di vuelta Manuel se me había acercado. Él era rubio, muy carilindo, posiblemente la cara más hermosa que vi y tenía una remera ajustada con los abdominales marcados. Algo de carbón quedaba en la remera producto de algún roce con el asado, pero como él no lo hizo, no quedaban rastros de olor o algo por el estilo.

Lo tenía al lado y casi ambos encerrándome. De afuera no se llegaba a ver, pero temía que Fer me viera en ese lugar y pensara que yo estaba seduciendo a ambos cuando era al revés, aunque la verdad esa situación me excitaba mucho.

- Ju, ¿te parece si nos mostrás un poquito todo eso que te gusta? - se animó a tirarme Manuel.
- Nosotros nos encargamos de que quede acá hermosa, pero queremos ver lo puta que sos - sumó Julián ya casi apoyándome el bulto que sobresalía de su pantalón y denotaba el inicio de una erección.
- Mmm bue... bueno, pero... - un grito de Julián interrumpió todo
- FER, ¿TE JODE QUE USE EL BAÑO PARA SACARME EL OLOR A ASADO? - preguntó casi alejándose de mi para que mi novio no nos vea
- Si, Fer, yo de paso voy a comprar helado, ¿te va? - tiró Manuel también apuntando a mi novio.
- Vayan, vayan tranqui - respondió Fernando, sin saber que esa señal me daba vía libre para cogerme a dos de sus mejores amigos.

Manuel ya había comprado el helado. Estaba en el freezer, pero como Fer no salía del patio, nunca vio que yo lo guardé, y sus amigos tampoco, solo Julián que había llegado con él.

Ambos ya tenían la excusa perfecta, y yo estaba caliente. Es verdad que llevaba casi dos semanas sin tener sexo, y esos tremendos cuerpos además de la belleza de Manuel era algo recontra excitante, sobre todo sabiendo que mi novio estaba ahí, del otro lado de la puerta.

Agarré a Julian del bulto y a Manuel de la muñeca y solo dije "bueno, vamos" llevándolos a la habitación. Sentía cómo el bulto de Juli crecía y crecía, y apenas cruzamos la puerta la cerré y me arrodillé frente a ellos. Chupé ambas pijas como si no hubiera un mañana. Yo sabía que ellos buscaban diversión, porque yo conocía a Martina y Delfina, sus novias, pero también sabía que eran de esas milipilis que nunca se atreverían a mucho en la cama.

- Vas a ver como te tratan dos machos de verdad putita - me dijo Julian mientras me sacó la pija de la boca y me golpeaba con ella la cara
- No te das una idea la garchada que te vamos a pegar Juli, espero estés preparada porque no vas a poder caminar - añadió Manuel

No pude responderles porque no podía sacarme las pijas de la boca. Esas palabras me calentaban muchísimo. Cada tanto se reían y me escupían o me pegaban algún cachetazo.

Finalmente me sacaron la remera y el corpiño, también el pantalón luego de tirarme contra la cama. Con la tanga aún puesta, Julián me levantó de la cintura poniéndome en 4 y notó que estaba mojada.

- Mira lo trola que es esta Manu, ya está toda mojada y todavía no la tocamos
- Uff no sabes la que te espera Juli, te vamos a destrozar.

Manu se puso por delante, y mientras me daba su verga en la boca, Julián inició la penetración. Sin forro, Juli iba y venía y aunque su pija no era tan larga como la de Fer o incluso la monstruosidad que tenía Manu, sentía un placer inmenso porque al fin me estaban cogiendo.

Unos 10 minutos entre diferentes posiciones. Misionero, cabalgando, sentados, siempre tenía la pija de Julián en la concha mojada y de Manuel en la boca. Cada vez que hacía un ruido que atinaba a acabar, la verga de Manu me ahogaba enterrándomela hasta el fondo cogiéndome la garganta.

- Vení ruso - le dijo Julian a Manuel - te toca a vos cogerla mientras yo le doy el chupete a la puta esta.

Intercambiaron y volví a estar en 4. Yo ya estaba toda acabada, y había terminado varias veces, aún preguntándome cuándo iban a terminar, y con el miedo de que Fer nos descubra.

- Te voy a romper el culo pedazo de puta, total ya me lubricaste toda la chota con la boca - me dijo Manu
- Por favor no, la cola es de Fer - le dije haciéndome la negada, aunque deseaba con ansias sentir ese pedazo de pija en mi agujero.
- Mira, te estas viniendo para atrás, sos nuestra puta y haces lo que queremos - respondió.

En ese momento me enterró la pija en el culo. Me dolió muchísimo, pero no pude gritar porque Julián estaba metiéndome la verga hasta el fondo de la garganta.

Nunca había tenido un pene tan hermoso como el de Manuel adentro de la cola, yendo y viniendo, e incluso sentía como él no aguantaba más.

Julian dijo que estaba por venir, y Manuel le dijo que lo haga adentro mio. Me volví a hacer la difícil pero me cachetearon al unísono uno la cara y el otro la cola. Ya era su puta personal y poco les importaba mi opinión.

Juli se puso por debajo mio y uno me cogía la vagina y Manu nunca dejó de cogerme la cola. El placer era total, nunca sentí algo más placentero, hasta que escuché el grito de placer de Julián y sentí todo el calor dentro de mi concha.

- Tomá puta, para que lo disfrutes, voy a llegar a casa y voy a hacer que Delfi me coma toda la verga para que saboree todo de vos - me dijo casi humillándome.

Inmediatamente sin aviso alguno sentí como Manuel me tiró toda su leche adentro. Era un desastre, nunca pero nunca vi a nadie acabar de esa manera, y la sensación de puta que sentí al ser acabada en ambos lugares fue increíble.

- Escuchame una cosa putita barata, vos ahora te ponés la tanga y lo que queda de noche te quedas con nuestra leche adentro, vas a hacer todo normal hasta que nos vayamos - me dijo Manuel después de escupirme la cara.

No respondí más que afirmando con la cabeza. Ambos se vistieron y volvieron al patio. Manuel sacó el helado del freezer sin que lo viera nadie y llegó con el postre como el salvador, mientras que Julian se mojó un poco el pelo e hizo lo mismo.

Yo también pasé por el baño para limpiarme la cara y secarme un poco el sudor que tenia por tanto esfuerzo. Me puse la tanga y la ropa arriba. Fui al patio y con cada paso que daba sentía cómo todavía la leche de Manu y Juli se desparramaba por mi cola y mi concha.

- Eh amor, ¿dónde andabas? - me dijo Fer. - Venite a comer que Manu trajo helado

Vi cómo Julian y Manuel se reían por lo bajo haciéndose los boludos. Ninguno de toda la mesa se dio cuenta que esa noche, el postre había sido yo, y que me habían roto toda, me humillaron y me hicieron su puta privada, incluso sabiendo que iba a volver a tener que ver a Fer y a sus novias en persona.

Así transcurrió la noche y todo pasó sin novedades. Ya cuando se fueron y antes de bañarme, cercioré que ya todo estaba seco o fuera, e hice que Fer me chupara la concha y el culo, pero no le permití cogerme, aunque nuevamente conseguí acabar sabiendo que él estaba saboreando el semen de sus amigos.

Me fui a bañar, el daño ya estaba hecho, me toqué pensando que las novias de Manu y Juli habían probado todos mis fluidos y volví cansada a la cama, después de todo, yo fui la puta de los amigos de mi novio.

4 comentarios - Soy la puta de los amigos de mi novio

kellcito +1
me encanta tu manera de relatar como vas te vas sintiendo con todo..

Me dejaste la verga durisima Juli..
GUSSTY9 +1
Muy buenos van 10
leloir2010
Resultaste toda una putita, humillada y enchastrada de leche por los dos augero. Van puntos