El decano de mi colegio (REAL)

Buenas chicos como están?? espero que muy muy bien, disculpen por desaparecer tanto tiempo. Bueno, hoy les voy a contar una historia que pasó hace 4/5 años mas o menos, es real así que presten atención.


Nos tenemos que remontar mas o menos a finales de noviembre de 2018, ese había sido un año complicado para mis estudios, reprobaba materias, faltaba mucho, me regañaban por mi vestimenta, no iba a los exámenes, etc.


Uno de los últimos días de clase la administración acostumbraba a entregarnos un papel con nuestras calificaciones de cada materia.
 
La adscripta de turno me entrega mi papel y me dice: El decano quiere hablar contigo después de clase, Miguel. A lo que solo asentí con la cabeza.


Mi  mejor amigo me dijo: Te van a putiar otra vez por estar usando caravanas de aro pelotudo. "No creo" le respondí, digo... como si no se viera que también llevo delineador.


Suena el timbre y todos lentamente se empiezan a ir de la clase el ruido de las mochilas y los campeones retumbaron por los pasillos. Sin ser menos; Tomé mi bolso (para ese momento ya no escondía nada mi feminidad) puse mis cuadernos y me dirigí a la oficina del decano.


Miguel!, Si!, Pasa. Dijo cuando me vio asomarme por la puerta.


Corrió una silla y me invitó a sentarme, mientras el volvía a su lugar para entrecruzar sus brazos mientras me miraba fijamente a los ojos esbozando una sonrisa entre cálida y macabra.


El:
"Que ruido hacen tus tacones, casi te confundo con una de mis secretarias, jajaja. Cuéntame, que dicen tus padres al respecto de tu vestimenta?" 


Supuse que sacó este tema de conversación solo para que me sienta cómodo hablando de algo que me gusta.


Yo:
"Realmente nada, están cómodos con esto y son felices de que yo sea feliz"


El:
"Tienes mejor gusto que muchas  chicas de esta institución" 


Tengo que admitir que eso me hizo sentir un poco lindo. Este viejo sabe como hablarle a las personas.


La charla se empezó a desviar para el lado de mi rendimiento académico, hablamos aproximadamente 20 minutos sobre notas, faltas, exámenes, y demás. Hasta que:


El:
"Lamentablemente, Miguel, este año desaprobaste absolutamente todo. No queda de otra que repitas el año y que te centres esta vez mas en tus estudios. Y estoy siendo bueno, tengo mas que sabido las indecencias que haz estado haciendo en los baños de los hombres."


Ese comentario solo hizo que me acordara de lo rico que lo pasé en esos baños, y mas aun este año. Por suerte para mi suelo ser una persona bastante informada, cosa que pude usar a favor:


Yo:
"Es verdad, hice muchas cosas mal, todos hacemos cosas mal a veces, como su esposa por ejemplo" Acto seguido desbloqueé mi celular y le mostré una foto de la esposa de el entrando a un motel.


El:
"Esa hija de mil puta... YO SABIA, LA ODIO, CONCHUDA."


Yo:
"Yo lo puedo ayudar a vengarse si quiere, le puedo servir en bandeja de plata la venganza mas mojada, erecta y y profunda de todas. Y todo al alcance de desabrochar un botón y una bragueta"


Ni bien terminé de decir esa frase me paré de la silla, fui frente a el, apoyé mi tacón en el espacio que había entre sus dos piernas y empujé su silla con rueditas un metro hacia atrás. Y me arrodillé.


El:
"Eh escuchado a mas de un compañero del equipo de futbol decir que... eres de buen comer... por decir algo..."


Yo:
"Será cuenstion de averiguarlo, entonces."


Acto seguido le desabrocho el pantalón y dejo salir a relucir el hermoso y erecto pene de mi decano, todo venoso y palpitante. Comencé dándole besos en la base del pene y acariciando el tronco con mis labios por afuera sin llegar a metérmelo en la boca. Lo quería hacer desear.  En un punto el mismo me pidió que "me divierta un poco mas".


Sin perder ni un segundo apreté fuerte la base de esa enorme verga y me la tragué hasta el fondo de un solo movimiento. De ahí en mas solo escuché gemidos de placer. Estuve subiendo y bajando por las vengas y el prepucio de esa verga durante veinte minutos. El decano no había recibido un placer así en meses.


Llegué a donde ninguna lengua había llegado nunca, me metí sus dos enormes bolas en la boca para acariciarlas lentamente con mi lengua mientras lo masturbaba.


Hacia dos semanas que no tenia nada de acción así que decidí cerrar con broche de oro: Sacando y metiendo semejante falo en la boca entero, fueron como 12 o 13 gargantas profundas hasta que los gemidos empezaron a eclipsar. En ese momento únicamente mantuve el enorme glande de ese pene en mi boca dejando que palpite y me pinte la boca entera del blanco  de su dulce néctar de macho. Seria una obviedad decir que me tragué hasta la ultima gota. Por pura convicción quise seguir chupándosela pero se tuvo que ir. El resultado fue bueno para ambos ya que "Aprobé" la cantidad de materias suficientes como para no perder el año.


El decano de mi colegio (REAL)

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