10 años de casada y alguno mas de infiel

Elena y Dani cumplían 10 años de casados y habían decidido hacerse una sesión de fotos. Por suerte confiaron en mi para realizarla. Habían alquilado una casita de madera en un residencial, cerca de un precioso pueblo con unos campos de flores espectaculares. Elena llevaba un precioso vestido largo blanco, con estampado de florecitas rosas, de tirantes finos, escote en v y que marcaba sus pechitos.
Tras hacer las fotos en el campo y por el pueblo, volvimos al hotel, donde hicimos más fotos por sus jardines. Luego, en el porche de la casita, hicimos más fotos, varias de ellas brindando con champagne. Una de las veces que brindaron, vi como Elena echaba unos polvitos a la copa de Dani, mientras me sonreía. En ese momento supe que no me había hecho ir hasta allí, solo por las fotos.
Dani se fue al baño y Elena aprovecho para acercarse a mí y explicarme bien lo que tenía planeado. Le había echado algo de somnífero y luego en la cena romántica que tenían le echaría algo más, pues quería acabar la noche conmigo, poniéndole los cuernos, con el cerca, como ya pasara en la noche de bodas.
Durante la cena me fui al pueblo a cenar y esperé la llamada de Elena. Cuando ocurrió y oí su dulce voz diciéndome que su marido ya estaba roncando, cogí el coche y volví rápido a su casita de madera.
Cuando me abrió, casi no me dejo saludarla, cuando Elena se me abalanzo a besarme. Me metió para dentro y cerró la puerta. Allí estaba su pobre marido tirado en la cama, solo con un bóxer y roncando a todo pulmón. Elena me siguió besando, cada vez más apasionada, mientras comenzó a acariciar mi paquete. Mis manos acabaron en su culo.
Elena se echó para atrás, cogió sus tirantes, se los bajo y dejo caer su vestido. Solo llevaba un precioso culotte blanco con encaje. Sus pechitos carnosos se veían apetecibles, así que me arrime a ella. Nos volvimos a besar y mis manos jugaron con ellos, hasta poner sus gordos pezones duros y comenzar a comérselos. Entonces mis manos bajaron a su culo, acariciando la tela de su culotte.
Elena me llevo al lado de la cama. Nos volvimos a besar, antes de que esta se sentara en el borde de la cama. Me quito el pantalón y agarro fuerte mi polla, que ya comenzaba a estar dura. Empezó a masturbarme, mientras me lamia el glande y los huevos. Me ponía a mil ver a su marido allí dormidito sin enterarse el pobre cornudo.
Elena me puso un condón y se tumbó en la cama. Se aparto el culotte a un lado y me arrodille para pasar mi lengua varias veces por su coño. Me tumbe sobre ella y comenzamos a follar. Nos besábamos y mis manos acariciaban sus pechitos y muslos. Baje la cabeza para mordisquear sus carnosos pechitos, y que mi lengua jugara con sus pezones carnosos.
Me levante y la gire, colocándola boca abajo. Me arrodille y acaricie, bese y mordí sus tapados glúteos. En el encaje del culotte, me cabían los dedos. Metí un par de cada mano y tiré fuerte, hasta romperle el culotte. Seguí tirando hasta hacerla un agujero donde poder meter mi polla. Me tumbé sobre Elena, metí mi polla por el agujero y comencé a follarla el culo. Esta giro la cabeza y nos besamos, mientras la follaba y aplastaba contra la cama. Me levante y la coloque a gatas. La arrime bien al borde, para follarla el coño y el culo, bien duro.
No pare hasta que iba a correrme. Entonces Elena se sentó en el borde de la cama, me quito el condón y me comió la polla. Cuando me corrí, esta se tragó mi semen y acabo jugando con su lengua en mi glande, dejándomelo limpito.

Elena se levanto y nos besamos nuevamente. Mi mano volvió a agarrar su culo y acabe metiendo un dedo por el roto del culotte, masturbándola el culo. Mi cabeza acabo bajando para que mi lengua volviera a lamer sus carnosos pezones.
Elena cogió una botella nueva de champagne y me llevo al baño. Puso a llenar el jacuzzi, dejo la botella en el borde y volvimos a besarnos y meternos mano. Se quito el culotte, me desnude y nos metimos dentro. Me rodeo con sus manos y piernas y nos seguimos besando. Mis manos acariciaban sus muslos y sus pechitos.
Cogí la botella y la abrí. Empezó a salir el champagne a presión y apunte a Elena mojándola la cara y los pechitos. Me arrime a ella y la bese y lamí las tetitas, notando el sabor del champagne. Bebimos un par de tragos de la botella, antes de que Elena se colocara a gatas. Nos dimos un beso, antes de meter su cabeza bajo el agua, para hacerme una mamada. Cada vez que salía para coger aire, nos dábamos un beso, mientras me masturbaba. Cuando se sumergía, yo estiraba mi mano, para acariciarla el culo y los pechitos. La tercera vez que metió la cabeza, se la sujete con la mano y no la deje subir. Esta saco las manos fuera del agua haciendo aspavientos, indicándome que se estaba quedando sin aire. La aguante un poco mas antes de soltarla. Cuando salió del agua, estaba algo cabreada y me comenzó a golpear el pecho. La cogí fuerte, la arrime y empecé a besarla para calmarla.
Me puse de pie y Elena volvió a hacerme una mamada. Comencé a rociar mi polla con champagne y Elena lamia y abría la boca para que algo la callera dentro. La di un condón y esta me lo puso con su rica boca. Nos volvimos a sentar, metí mi polla en su coño y me rodeo nuevamente con las piernas. Mientras follábamos nos besábamos y mordí fuerte sus gorditos pezones, que se pusieron bien duros.
La coloqué a gatas y yo me puse de rodillas detrás de ella. Metí mi polla en su culo, follándoselo duro. Esta comenzó a gemir fuerte y tuve que inclinarme sobre ella para taparla la boca. La puse una pierna sobre el borde del jacuzzi y la volví a follar el coño, ahora fuerte y desde atrás. Me corrí dentro de su coño.
Me senté en el borde y Elena me quito el condón y me lamio la polla. Volví a sentarme en el agua con Elena sobre mis piernas, de lado. Mientras nos besábamos, la empecé a masturbar. Comencé despacio para acabar a buena velocidad, sin parar hasta que se corrió.

Tras un rato de mas besos dentro del jacuzzi, nos secamos, me vestí y me despedí de ella, con un largo beso, saliendo de la habitación.

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