Roman y Fiorella. Segunda cita (II)

Román se puso a guardar todo. Las copas, el vino, los snacks, todo para poder disfrutarlo después. 
Mientras iba y venía entre la sala y la cocina escuchaba los gemidos de Fiorella en el cuarto. 
- Ya vienes?? Necesito esa pinga en mi culo yaaaaa. No me alcanza sólo con mis dedos!! Veeeen
Se escuchaba el chapotear de sus dedos en una concha inundada de sus jugos. Román solo la escuchaba y la dejaba hervir mientras el se tomaba su tiempo. Quería que Fiorella llegue al límite de excitación para poder hacer de todo. 
- ahhhhh. Ohhhh. Romaaaaaaan. Ven mi amor. Ven metemela por favoooor
- Acá estoy perrita
- Ay por fin. Metemela yaaaaa
- Quiero ver como te tocas para mí primero. 
Fiorella estaba tal cual se le había indicado. En cuatro, de rodillas sobre la cama. La cara contra el colchón para levantar la cola todo lo que podía. Dos dedos en su concha y dos más jugando con su culito. Volteó a mirarlo, se lamió ambas manos y siguió con la faena sin romper el contacto visual. Primera vez que se masturbaba con público. Y le encantó. 
Mientras ella se seguía tocando, Román se iba desvistiendo. Ya estaba totalmente desnudo masturbandose viéndola meter hasta 4 dedos en su concha de lo caliente que estaba. 
A Fiorella le calentaba muchísimo ver como Román se hacía una paja mirándola tocarse. Román tenía todo el culo de Fiorella a su alcance, podía observarlo en toda su gloria. Ver como le brillaban los labios vaginales por todos los flujos que corrían desde su concha bajando por sus muslos. Ver como se le iba dilatando más y más el culito como esperando que lo revienten. Ver la cara de zorra de Fiorella mirándolo masturbandose. Verla mirarle la pinga y lamerse los labios esperando para chuparla. 
Roman no la hizo esperar mucho más. Le agarro ambas manos y se las sacó de sus labores. Las aseguró a ambos lados de sus piernas, limitando el movimiento de Fiorella al punto que ella sentía que no se podía mover aunque quisiera. Román acercó su cara a la concha de Fiorella y desde los muslos subía lamiendo todos los flujos que se habían desbordado. Ella quería seguir masturbandose de lo arrecha que estaba pero él sabía que al hacerla esperar el placer de ambos solamente podía aumentar. 
A Fiorella le ganaba la desesperación. Roman pasaba su lengua por entre sus muslos, entre sus labios, dentro de su concha, dentro de su ano. Estaba tocando todos los puntos para que ella tuviera el orgasmo más rico de la noche y ella solo podia pensar en que quería pinga. 
- Ah carajooo me vengooooooo
- No. Todavía no- Román paró en seco. 
- Que mierda pasaaaa??? Por qué me dejas asiii puta madre
- Por esto
Fiorella estaba tan excitada que el pene de Román entro todo de un solo envión. Cuando sintió sus bolas chocando con su clitoris se vino en un torrente de fluidos y un grito que se habrá escuchado en toda la cuadra. 
- MIERDA QUE RICO ME CACHAS
Después de unos minutos de darle así, Román levantó una pierna en la cama. Lo que hizo que se le meta un poco más al fondo a Fiorella. 
Ella no había tenido una pinga tan profundamente antes; se sentía en el cielo, se corria y se volvía a correr y Román no paraba de taladrarla. No sabía cuantos orgasmos había tenido y no le importaba. Solamente tenía mente para apreciar los pingazos que estaba recibiendo. Ya ni siquiera le daba para gritar. Gemía como podía con una desesperación por tenerlo más adentro. 
Román estaba a punto de venirse así que tuvo que salir de esa concha que lo apretaba deliciosamente. Se paró al costado de la cama y le ofreció su pinga chorreando de sus flujos a Fiorella para que la chupe. Ella se echó boca arriba en la cama con la cabeza para el borde. Según había leído (se había preparado para la cita), en esa posición era más fácil hacer garganta profunda. Lo agarró del culo decidida a metérsela toda hasta dejarlo seco. 
Eso fue demasiado para Román; ver a Fiorella masturbandose en primer plano mientras se la chupaba hasta el fondo hizo que soltara toda la leche que tenia acumulada con un grito que quiso, pero no pudo acallar. 
- Ay mierda, ay mierda me VENGOOOOOO
Aunque se atoró un poco, Fiorella estaba satisfecha. Por fin había logrado que Román se viniera. Siguió chupando hasta dejarle el pene limpio de todo rastro de semen. Se paró, le dio un beso y se fue al baño. 
La cara de felicidad de Fiorella en el espejo del baño era solo comparable a la de Román echado en la cama. Ambos habían tenido una experiencia sexual espectacular y la noche recién empezaba. 
Fiorella salió del baño más fresca y empezó a recoger su ropa para ponérsela. 
- Que haces?
- Como que hago? Me tengo que poner la ropa. O quieres que esté todo el rato desnuda?
- Que pregunta es esa? Claro que te quiero ver siempre desnuda! Es una opción?
- Jajajaja tarado
- Bueno, puedes ponerte la ropa y salimos o podemos seguir acá un rato más 
No fue necesario que Fiorella responda. Ese brillo en sus ojos al desvestirse fue respuesta suficiente.  Esta vez ella se puso encima y se empezaron a besar mientras a él se le volvía a parar. Cuando el empezó a lamerle las tetas se terminó de poner duro y la volteó en la cama quedando frente a ella en misionero. 
A pesar que ya habían tirado hace momentos la impresión inicial de tener una pinga de ese tamaño siempre era una grata sorpresa y al estar cara a cara Román podía ver la cara de Fiorella mientras se la iba metiendo poco a poco. 
Cuando ya parecía que estaba toda adentro Román agarro la pierna izquierda de Fiorella y se la puso al hombro derecho. Lo mismo con la derecha. Salió y antes de entrar hasta el fondo la besó y ahogó un poco sus gritos de placer al tenerla más al fondo de lo que había estado hasta ahora. 
Fiorella no sabía que hacer. Estaba teniendo el mejor sexo de su vida, le temblaban las piernas de tanto correrse y no podía dejar de decirle cochinadas al oído. 
-Que rico cachas huevon. Quiero que me la metas así todos los días
- Todos los días te voy a dar pinga hasta que te canses
- Nunca me voy a cansar. Que rica pinga tienes puta madre. Mierda me voy a correr de nuevo
- Correte de nuevo perrita. Correte para mi
- Si carajo. Soy tu perra. Dame duro. Lléname con tu leche
- Ay mierda me vengo
- Correte conmigo. Vente conmigo amor. Termina conmigo. Lléname de lecheeeeee
Cayeron rendidos los dos en un orgasmo simultáneo que los dejo en un estado de semi inconsciencia. 
- que rico conchasumadre
- Round 3?

0 comentarios - Roman y Fiorella. Segunda cita (II)