El español II

Después de aquella experiencia y de que el español partiera hacia su país los días seguían pasando.
Encontré trabajo en un supermercado de la zona. Ya tenía experiencia en el sector pero lo había abandonado para cuidar de mi pequeño. Ahora que ya tenía 4 años e iba a la kindergarten me lo podía permitir. Además, si bien mi marido tenía buen sueldo yo quería ayudar.
Eso, hizo que tuviese la mente ocupada en otras cosas y que no estuviese todo el día tan cachonda.
Entre el niño, mi trabajo y el de Luis no nos quedó otro remedio que calendarizar nuestras relaciones sexuales al menos una vez a la semana.
Lo que hizo que hasta que llegase el ansioso día me tuviera que masturbar en el momento mi trabajo y mi hijo me diesen un respiro. Aún, y bajo esta contingencia preferiría estar así que no sin trabajar.

Al caso, un caballero de Amazon llegó un buen día con una caja la cual no adivinaba lo que era.
Ponía mis señas correctamente y el nombre de mi marido.
Le mandé una foto del paquete.
-Qué es esto?.
-Ábrelo. Es para ti.
Lo abrí y era un consolador de unos 19 centímetros en su parte insertable.
-Ohhhhhh!!!!. Cariño!!!!. Gracias!!!.
-Ahora que tenemos menos tiempo quizá lo necesites, amor. No me esperes. Estrénalo en cuanto el niño te de un respiro.
Mi marido gozaba con mi relación a distancia con ese extranjero. Hay muchos hombres que encuentran en ello su espíritu de superación. Además, saben sus mujeres están siempre cachondas para ellos si tienen esas fantasías.
Yo, desde luego las tenía.
Menos mal me dijo eso. Porque si tenía que esperar dos días a que regresara me iba a matar la curiosidad por utilizar mi consolador.
Al abrir la caja y verlo me puse cachondísima viendo su forma de pene pero lo encendí y no funcionaba. En las instrucciones ponía había que cargarlo vía USB y eso hice.
Eso me dio tiempo a pergeñar la travesura iba a cometer, ducharme, ponerme mi bata rosa de seda y aquellos ligueros blancos con los que si mal no recuerda mi lectora me habían follado mi marido y el extranjero. Tuve el cuidado también de ponerme unos zapatos de cuña para al tener los talones levantados resaltaran más mis piernas y mi coño.
Mientras me vestía para masturbarme advertí el espejo de mi habitación. Me miré en frente y pude observar como una mujer madura, radiante, limpia y con hechuras de hembra se iba a consolar. Eso me hizo sentir hembra sin duda.
No me maquillé puesto que el español me había dicho estaba mejor así.
Fui en busca de mi nuevo juguete y comprobé como su led estaba ya en verde.
Lo encendí y pude contemplar como ese cacharro infernal vibraba como diciendo...
-Quiero follarte y nunca me canso. Necesito un buen coño y un buen culo a los que joderme.
Subí a mi habitación y me puse caliente pensando en mi marido y el extranjero. Abrí el ordenador y fui pasando los cientos de pollas el español me enviaba una tras otra mientras acariciaba los pelos de mi coño en la silla.
El sonido de la vibración de mis recortados pelitos en mis uñas me hizo pensar que pronto estaría manoseando mi precioso coño.
-Buffff... qué calentorra me he puesto!!!.
Una gran verga impregnada de su semen hizo que me pusiera a cien pensando se había derramado por mi.
-Qué pijas, Dios mío!!!. Exclamé.
Dejé de mirarlas porque me iba a correr tan solo acariciando mis pechos y me senté delante del espejo de mi habitación mirando como me masturbaba.
Puse el móvil en frente de ese espejo en posición grabación y comencé a pasarme por las tetas ese látex vibrando con forma de pija. Estaba a punto de correrme y ni siquiera me lo había metido aún por el coño.
-Quiero pija!!!. Exclamé sin pensarlo entre sollozos.
-Mucha pija grande y tiesa!!!. En mi coño y en mi boca!!!. Alcancé a escucharme.
Bajé mis dedos y exploré mi ano pensando mis dos amantes me tomaban en una doble penetración.
-Ohhhh!!!!. Así, chicos trabajándome los dos, amores míos. Uno por mi culo y otro por mi ano. No dejéis ni un solo agujero por tapar. Dije. Quiero polla. Mucha polla!!!. No paréis de joderme!!!. Estoy cachonda y quiero me dejéis oliendo a hombre en celo!!!. Dije.
En verdad estaba cachonda como una perra en celo.
El dedo índice de mi mano izquierda entró en mi culo ya lubricado por el flujo emanaba mi vagina. Mientras que con tres dedos de mi mano derecha comencé a acariciar mi clítoris.
Muchas veces en el trabajo pensaba varios clientes me follaban por turnos en el almacén pero era solo una fantasía. No pensaba materializarla si bien muchos hombres allí compraban me miraban con deseo.
Estoy completamente convencida de que más de uno se masturbaba pensando me jodían apoyada en un palet diciéndome cosas asquerosas como si fuese una puta.

Como bien he dicho antes, nuestras nuevas obligaciones calendarizaban los encuentros sexuales con mi marido. Eso hacía que días antes fuese cachondísima y precisamente faltaban solo dos días para jodérmelo.
-Qué ganas tenía de follar!!!. Pero iba a follarme sola ahora mismo.
Ver la forma de polla de ese vibrador me había puesto muy sensible.
Cogí el vibrador y me lo inserté en el coño.
-Un estertor hizo que pensara en mi marido mientras me daba gusto.
Tensé las paredes de mi vagina y atrapé esa polla de goma lo suficientemente fuerte para liberar mis manos pudiendo acariciar mis tetas.
-Así, así... tocadme las tetas entre los dos, cerdos... Exclamé pensando en el extranjero y mi marido mientras les hacía una paja a cada uno tendidos en mi cama de matrimonio.
-Joder... vais hacer me corra otra vez varias veces, bandidos. Que sois unos bandidos!!!.
-Vosotros si que sabéis como se trata a una mujer!!!. Les dije a los dos.
Me acaricié mi tetas, cuello y estómago pensando en esto mientras deseché tocar mi clítoris para así hacerlo con mis corvas.
Pasar mis uñas y las yemas de mis dedos por ellas pensando en esos dos sementales erizó todo el vello de mi cuerpo.
Pensé el español retiraba el capuchón de mi clítoris y me propinaba una buena mamada mientras la pija de mi marido hacía lo posible por entrar en mi boca.
-Así, chúpame bien el coño jodido español. Y tu dame por la boca, maridito mío no os cortéis con vuestra hembra que tiene ganas de jodienda!!!. Exclamé.

Esa pija infernal de plástico estaba completamente atrapada por la presión de las paredes de mi coño. Si hubiese tirado de ella habría salido como el corcho de una botella de champán. Pude observar en el espejo como la silla estaba ya perdida de mi flujo. Subí las vibraciones de esa polla artificial y mi coño vibraba desbocado extendiéndose hacia mi culo como si de un terremoto se tratase. Pensé en esos momentos sería buena idea joder mi otro agujero con un nuevo consolador.
Como a falta de pan buenas son tortas fui a la cocina por un pepino y me lo metí en el coño mientras que ese vibrador lo hacía en mi culo. El pepino era de un tamaño considerable. Muy grande para mi culo, me dije. Sin embargo el vibrador tenía su tamaño ideal.
El verme autopenetrada en el espejo por dos artilugios hizo que exclamara...
-Así, los dos. Dadme fuerte!!!. Salidos!!!. Que sois unos salidos!!!. No paréis degenerados!!!!
El móvil ya marcaba 10 minutos de grabación.
Por un momento vino a mi imaginación una foto de la polla del español me mandó sentado con su pija erecta hacia un lado debido a su peso. Lo que más me excitaba de esas fotos era como se ajustaban perfectamente a lo natural de su envergadura.
He estado con otros hombres con penes más pequeños pero ver como la polla del español debido a su tamaño levantaba la pernera de sus bóxer luchando por salir o como caía de lado en algunas ocasiones me ponía muy cachonda.
Seguí dándome de lo lindo.
Por un momento saqué esa hortaliza de mi coño impregnada de flujo y pude observar el tremendo boquete había dejado en mi volcán delante del espejo. Giré la silla y con mis piernas impulsé las ruedas hacia ese cristal para verme mejor metiendo cuatro dedos tocando el interior de mi pelvis por dentro. En ese descuido, el vibrador se salió de mi culo cayendo en la silla, oportunidad para pasármelo por mi clítoris.
-Mirad como está vuestra mujercita de abierta!!!. No os da pena no estar aquí???. Parece una perra en celo!!!. Exclamé.
Imaginé esos mis hombres ponían sus vergas en mi cara y las chupaba por turnos a punto de correrse en mi cara diciéndome cosas cariñosas y obscenas para excitarme.
-Así, así... golfos, más que golfos!!!. Bramé en mis sollozos.
En la cama me gustaban los hombres me hablasen de forma sucia, lenguaraz y sin remilgos.
Desde el día tuve aquel encuentro con el español y mi marido mi esposo siempre me hablaba en plural en nuestros encuentros semanales.
Cuando se la mamaba me decía...
-Qué bien chupas las pollas, Flor.
O...
-Te gusta te jodan bien, ehhhh???.
Y cosas por el estilo. Eso me hacía sentirme un poco puta. Filmándome en esos momentos para ellos más.
A esas alturas el consolador de mi marido entraba casi sin rozar las paredes de mi coño de lo abierta que estaba con lo cual me lo metí hasta dentro sintiendo como su sonido lo amortiguaba el interior de mi casita de amor. Su tamaño correspondia al de la pija del extranjero si bien no tan grueso. Como bien he dicho mi agujero estaba totalmente dilatado por el pepino pero estaba totalmente convencida la pija del español hubiera abierto aún más mi panocha que esa pija verde me estaba metiendo pensando en su polla.
Me lo habría comprado mi marido con esa idea?.
Seguro que si. Él era muy atento y siempre estaba en todo.
Cuando saqué el consolador del fondo de mi caverna un hilillo de flujo fue a parar a mi ano con lo que aproveché la ocasión para juguetear con el.
Por un momento me acordé del acento del español.
Haberme jodido a un español me ponía a 100 porque no era a lo que estaba acostumbrada.
Que me dijera le gustaba masturbarse pensando en una mexicana abrió las puertas de mi imaginación. Era algo en lo que nunca había pensado.
Recordaré toda mi vida el día aquel en que vino a despedirse y me tragué su blanco esperma solos en nuestra intimidad.
Eso no se lo he contado a mi marido.
Cada vez pensaba esto último me ponía terriblemente mojada.
-No me cabe toda en la boca amor!!!!. Exclamé pensando en ese día.
-La de mi maridito si, pero la tuya no, cariño!!!. Grité para que mis palabras las registrase el vídeo.

El vibrador lo hacía al máximo. Era incansable. Además, tan flexible como podía ser una polla erecta. Procuré enfocarlo hacia arriba para estimular mi punto G y de ahí, pasármelo por mi clítoris que a esas alturas resaltaba su tamaño en lo más alto de mi concha y en el espejo.
-No tardaría en correrme. Pensé.
Así las cosas, comencé a frotar mi pepita con fuerza estremeciédose todo mi coño mientras con la otra mano me acariciaba las tetas.
En esos instantes me imaginé estar con mi marido haciendo un 69 mientras que el extranjero penetraba mi coño a 4 patas con su gran pija.
Era realmente tarde y las furtivas luces de un automóvil pasaron ráudas enfocando mi ventana. No creo se transparentaran las cortinas y mi vecino viese lo que me estaba haciendo. Si así fuese a esas alturas ya se la estaría cascando mirándome por la ventana el muy cerdo.
Deseché esa idea y seguí a lo mío.
Cuanto más erecto se ponía mi clítoris más fuerte me lo frotaba siempre que me masturbaba. Pero esta vez un extraño e inquieto aparato se movía en lo más fondo de mi vagina.
-Quiero polla!!. Musité poniendo los ojos en blanco. Polla, polla y más polla!!!.

-Poco a poco iría conociendo más a mi tercer amante... Me dije.
En ocasiones, el español me masturbaba vía Wattsapp. Me decía cosas prohibidas que me gustaban enormemente mientras frotaba mi coño leyéndolas. Me sentía así muy feliz y realizada. A partir de ahora probaría eso con mi consolador en el coño.

Pensé también en esas frases tipo...
-Tienes que estar preciosa, Flor.
-Me encanta me mandes fotos de tu dulce coño...
O...
-Tócate un poquito mientras te digo lo guapa que eres y lo que me atrevería a hacerte, amor.
O...
-Quiero estar dentro de ti toda la vida, amor mío.
Eran tan solo una pequeña parte de las prendas ese hombre me dedicaba.
Al otro día releía los textos y me volvía a masturbar con las frases húmedas de ese hombre. Rara era la vez no llegaba durante o después de nuestros digitales encuentros.
Era sencillo. Él me escribía cosas obscenas y bonitas por el móvil como este mail y mientras tocaba mi coño.
Cuando acababa se lo decía y como recompensa le mandaba una foto abierta con mi agujero chorreando flujo por él.
Tengo el celular repleto de esas frases y de su pija.
Muchas veces, mi marido me penetraba con el flujo había destilado mi cuerpo con ese hombre a distancia.
Mi marido me decía...
-Hoy mi florecilla está más mojadita que nunca... Qué habrá hecho a solas?.
Yo, le sonreía sin cesar haciéndome la tonta.
Una de mis fantasías era ponerle los cuernos a mi marido con el español dejándome el coño lleno de su leche y que al rato me jodiera mi marido con su semen aún caliente y espeso dentro. Eso me excitaba enormemente.
Mi coño lleno de sus semillas.

De repente, un instinto hizo que cerrara mis piernas abrazando ese objeto que llenaba todo mi coño pensando era mi amante y mi marido exclamando...
-Me voy a correr chicoooooos...!!!!!
Pasé mis manos por mis caderas tocando mis pechos y una oleada de placer hizo que mi cuerpo electrizase en un sonoro orgasmo perdiendo el control de mi vulva y de mis piernas, que se movían como autómatas. Estuve así durante unos segundos abrazada al consolador hasta que pasó el último de mis espasmos de placer. Cuando abrí las piernas aquel aparato saltó al suelo vibrando desde lo más profundo de mi coño y yo estaba totalmente prendida.
De esa guisa, pude contemplar como toda mi vagina se movía entre espasmos y se lo enseñé al espejo abriéndola con mis dedos. Ese día me había vuelto loca. Loca de placer.
Me di las gracias por tener un par de hombres a mi servicio y por tener un cuerpo y un coño tan agradecidos.
Me sentía una campeona y recogí mi vibrador del suelo apagándolo.
-Ohhhhhh!!!!!. La cámara.
Cogí el móvil y vi que marcaba 25 minutos de grabación. 25 minutos que me habían parecido 5.
-Bufffff!!!!. Demasiado pesado para mandárselo ahora a mi marido y a mi amante por WhatsApp. Me dije.
Me olvidé del asunto y es que no podía más. Guardé mi consolador en el cajón de la ropa interior y me quité los zapatos de cuña y mis ligueros con sombras de un espeso flujo que había saltado desde mi coño. Los eché a lavar y me tumbé con las piernas abiertas haciéndome unas cuantas fotos de mi almeja para esas si mandárselas al español. Me quedé profundamente dormida.
Cuando desperté estaba realmente mareada. Poco a poco mi cerebro fue recopilando datos. Estaba aún muy sensible y me volví a masturbar con mi vibrador.
Al otro día regresó mi marido de uno de sus viajes.
En cuanto llegó, un húmedo beso suyo mojó mis labios señal de que iba cachondo perdido.
Se duchó y me preguntó por el vibrador.
Le dije que lo había probado dos veces y me contestó...
-A ver si ahora no me vas a querer...
-No, tonto.
-Mira...
Lo llevé a nuestra habitación y le puse el video de lo que había hecho con el a la vez que bajaba sus pantalones sentada en la misma silla me había masturbado.
La imagen era nítida porque había dispuesto dos flexos alrededor mío.
-Ohhhh!!!!. Flor!!!.
-Déjate de flores y mira la pantalla.
Él estaba absorto. No sabía su mujercita era capaz de masturbarse así.
Saqué su polla, tanteé lo cargado de sus huevos y me la tragué entera.
Mi marido andaba escaso. No, no era ese tipo de gilipollas cada vez se iba de viaje se gastaba el dinero en zorras. Él prefería el coño de toda la vida y el amor de su mujercita a la vuelta aunque fuese una furcia.
-Te pone celoso me masturbe pensando en los dos???.
-Ohhhh!, no Flor. Para nada, pero sigue chupando. Hoy te voy a dejar llena de nata!. Me dijo agarrándome la cabeza fuerte hacia su polla.
Mi esposo, cada vez que escuchaba una de aquellas frases que en mi inconsciencia y excitación repetía en el video, se excitaba más hasta que no pudo ya y me dijo...
-Ven!!!. Que ahora te la voy a clavar toda entera!!!!.
Bajó mis bragas de debajo de mi falda levantando esta y me puso cara a la pantalla apoyada en la mesa.
Mis tetas se salieron inconscientemente de mi sujetador y cayeron dentro de mi camisa.
Mi duda era si iba a elegir mi culo o mi coño.
Su pija luchó por entrar pero poco a poco logró insertarla hasta dentro de mi vagina.
Mientras, en el monitor veíamos los dos como me masturbaba.
-Ohhhh!!!. Así, Luis. Dame así!!!.
Giré la cara un momento y vi en el espejo como mi marido me follaba de esa forma junto con las expresiones ponía viendo el video sin quitarle la vista de encima.
-Ábrete más!!!. Me dijo tocando mis muslos con voz imperiosa.
-Quiero joderte con el coño lo más abierto posible!!!.
Ante lo cual abrí más las piernas de pie. Fueron esos momentos en los que mis bamboleantes tetas tocaron con el canto de la mesa a cada embestida de mi marido cada vez más burro.
Por un instante pensé en la pija del español. Si hubiese sido él me estaría dejando como un colador y ya me habría corrido varias veces debido al rozamiento de su gran miembro. Pero mi marido hacía lo que podía poniendo más interés y cariño que nadie y eso estaba muy bien.
Mientras, el vídeo seguía su inexorable metraje.
Sin dejar de penetrarme me agarró de las tetas a través de la camisa bramando como un salvaje.
-Buffff... cómo has venido esta vez de viaje, amor!!!!. Pareces un toro!!!
-Qué buena está mi mujer y como me gusta hacerle esto. Exclamó entre sollozos intentando aguantar una eyaculación que yo daba ya por inminente.
-Lléname de leche!!. Le dije.
Soltó mis manos de mis tetas y pude apreciar en el espejo como se incorporaba poniéndose recto como una tabla y sacando su frondoso pecho de hombre. Cogió mis caderas más fuerte que nunca e incrementó la fuerza de sus bombeos.
Me dio la vuelta y me dijo...
-Te voy a dejar hoy perdida!!!.

Sabía lo que quería cuando agarró su pija en erección. Cogiéndola con la mano derecha la palmeó en su mano izquierda para comprobar su dureza. La llevaba bien tiesa.
-No querías leche?. Pues la vas a tener!!!.

Me puse de rodillas y él sin perder la vista del monitor y comprobando como su mujer se corría en la película eyaculó en mi cara 4 chorros de nieve densa, caliente y dulce.
-Joder, Luis!!!!!!. Exclamé.
-Me has echado hasta los posos de tus huevos!!!!. Se ve ibas apretado!!!.
Sus 4 tremendas corridas bañaron toda mi cara, pelo y camisa. Mientras, su verga desalojaba sus últimas gotas de semen y su pija iba sin control aparente de lado a lado. Cuando ya se había aliviado del todo agitó su polla en frente de mi cara y tres gotas se desprendieron de la ranura de su pija por si no había sido suficiente. Si, se había vaciado del todo en mi cara.
Justo, el video pasaba por el metraje en el que mi consolador caía al suelo después de correrme.
Apagué pues el ordenador.
Mi esposo cayó a nuestra cama de matrimonio exhausto y sin fuerzas para nada.
Fui al baño a limpiarme y me hice una foto que le mandé al español repleta del semen de mi marido.
-Te gusto así?. Le dije...
A lo que él me respondió...
-Veo que te has empleado a fondo...
Ya limpia acaricié a mi exhausto marido aún jadeante. Besé su verga aún en erección y su cara diciéndole...
-Te gusta lo que hace tu mujercita???.
-Claro que si, amor... me dijo abrazándome como un niño pequeño.
Yo me dejé hacer poniéndome hecha un ovillo entre sus brazos.
-Te quiero!!!.
Ese día supe mi marido no me iba a abandonar jamás.
Ni yo a él.
-Venga... que ya ha pasado. Ya estás en casa. Qué quieres que hagamos?. Hacemos la cena juntos o pedimos algo?.
-La hacemos juntos.
-Voy a buscar al niño a casa de Lupita y hacemos la cena, va?.
-Si. Aquí te espero. Voy a ducharme.
Lo vi alejarse en su Chevy desde la ventana y me metí en casa.
Estaba en el agua cuando llamaron a la puerta.
-Joder quién será ahora!.
Me puse un albornoz y una toalla en el pelo y abrí.
-Otra vez usted??????
-Es usted Florecillagolosa?. Un paquete desde el otro lado del Atlántico. Firme aquí, señora.
Firmé.
-Hasta otra. Pancho Carranza para servirla...
-Gracias!!!. Le di unos pesos de propina y largó contento como niño con vejiga.
Entré en casa no sin antes advertir en el sello estaba Felipe VI, Rey de España.
Abrí el paquete y en el había un Satisfyier insertable con forma de conejito con una nota que rezaba...
-Es la última moda en Europa. Pruébalo.
(El extranjero).
-Joder. Ya tenía un consolador con forma de pija y ahora esto!!!. Me dije.
-Se deben de pensar estos hombres que siempre voy salida perdida... Hummmmm!!!!. Aunque creo que si. Que soy una salida porque me están entrando unas terribles ganas de follarme a los dos ahora mismo...
Por lo que después de leer las instrucciones de ese nuevo cacharro me masturbé encerrada en el baño pensando en su remitente y aplacando así mis nuevas calenturas.
Si. Era cierto. Estaba más salida que un balcón...

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