[Video + Relato] "Tres deseos"

El contenido de estos relatos mezcla fantasías inventadas, deseadas y experiencias personales reales, intentando dar un toque extra de erotismo a través de esa incertidumbre de saber qué es verdad y qué es fantasía. De igual manera, el video que acompaña al relato, que pretende darle vida a lo que cada uno se va imaginando, puede haberse adaptado al relato o el relato haber surgido del video. Espero que les resulte agradable el contenido y son bienvenidos los comentarios para mejorar en futuras publicaciones. 
 
Información del video.
Título                                  Ex de 18 y novia actual de 18 chapando..
URL                                      https://www.xvideos.com/video66743713/ex_de_18_y_novia_actual_de_18_chapando
Duración del video      00.17      
Fuente                                Xvideos.com
Usuario (uploader)      basket69case (parejateenargenta en Phub)
Producción                       Casera
[Video + Relato] "Tres deseos"
Una hora había pasado, y Bel no terminaba de engancharse con la película, que no estaba mal pero resultó un poco lenta y hoy su ánimo no estaba para esas. Así que luego de abordar a Juan con algunas tontas preguntas, tomó otro rumbo mas interesante y le preguntó por sus novias anteriores.


–¿Qué hay? –Replicó Juan, mirándola un tanto sorprendido.
–¿Conservás sus fotos? –Cuestionó ella, desafiante.
–Y algún video, también. –Respondió él, de igual manera.
–¿En serio? –Preguntó Bel, encantada. Dejando ver que la pregunta anterior era a modo de juego, simplemente para ver como se lo tomaba.

Bel era muy poco celosa y su pensamiento y actitudes, eran abiertas a las posibilidades, mientras sintiera que todo se sucedía con honestidad y confianza.

–¡A ver, a ver, a ver! –Exclamó impaciente, mientras se estiró para alcanzarle el propio celular a Juan. Que también algo aburrido por la película, accedió al pedido.
–Esta es la Rollinga… –Dijo, mientras recorría la galería de imágenes.
–Qué bonita –Dijo su novia, a la tercer foto.
Luego de varias fotos, regresó y seleccionó otra carpeta.
–Y ésta… ¡Ja!... ¡Ésta sí!… ésta es Melanie. –Le dijo Juan, dejando entrever algo misterioso en ella.
–¡Woow! –Expresó Bel, impactada–. ¡Qué mujer!
–Estaba como loca por hacer un trío. –Confesó antes que ella preguntara por su expresión anterior.
–¿Con un chico? –Investigó, curiosa.
–Conmigo y una chica. –Finalizó, él.

Posteriormente hubo un largo silencio, hasta el final de la película que igualmente continuaron viendo, o simulando ver, porque era evidente que cada uno en su cabeza quedó pensando en la conversación. A la mañana siguiente, mientras compartían el desayuno, Bel retomó:

–¿Y qué diría si la invitamos a cumplir su deseo? ¿Y qué dices tú?
 
Juan sabía que se lo preguntaría y había pasado un rato antes de dormirse pensando como se lo podría plantear a Melanie. Sin tener una clara idea aún, respondió:

–Si vos estás cómoda, me encanta la idea. Pero no sé como encararla con eso.
–Fácil. –dijo convencida. Ella también se tomó un tiempo para pensar en un plan y en una de las fotos de Melanie observó un detalle en el que los tres coincidían.

Al día siguiente, Melanie recibía un breve y misterioso mensaje, algo extrañada con la reaparición de Juan. Aún así, accedió a la curiosa invitación. Llegado el fin de semana, Juan debió enviar un nuevo mensaje para acordar un punto de encuentro y no perderse en la multitud que había reunido el Festival de Rock que se organizó en la ciudad.
Encontrados allí, Bel quedó maravillada con Melanie, una joven de una presencia más imponente de lo que sus fotos mostraban. Mientras se acercaba a la pareja, vestida acorde para resaltar su cuerpo espectacular, fue recorrida visualmente por Bel desde su marcada pancita que quedaba al descubierto, continuando por su corto short de cuero que acentuaba una cadera y una cola monumental y unas potentes y grandes piernas. Luego Bel, la recibió con una sostenida mirada atraída por sus sensuales ojos y una simpática sonrisa que tuvo igual respuesta en la otra chica, que siempre se la veía sonriente, divertida y super hot. Luego la mirada de Bel se dirigió a Juan como diciendo extrañada “¿Este bombón dejaste?” y Juan la miró a Bel de arriba abajo como respondiendo “Pero mirá  cómo estás vos” Y tenía mucha razón, Bel no se quedaba atrás, para nada, y también Melanie se los hizo saber a ambos, mas adelante.

Si bien Bel, se lanzó a la aventura de concretar este encuentro, no le importaba como resultara el plan. Solo la adrenalina de jugarcon la situación, le bastaba. Y nunca imaginó tal éxito en su resolución. Se creó una linda energía entorno a los tres que compartieron charlas, canciones, risas y bebidas. La noche transcurrió de inmejorable manera y aún les esperaba el regreso a casa.

Entraron a la habitación entre canciones y carcajadas y las chicas se fueron hacia un rincón, junto a la ventana y Juan hacia el extremo opuesto a sentarse en su silla de escritorio, dejando su remera y su pantalón en el camino, poniéndose cómodo para contemplarlas. Empezaron a desvestirse en forma invertida. Mientras una se quitaba el pantalón o el short, la otra se quitaba la camiseta o top. Ya en ropa interior, las chicas insinuaron un baile que interrumpieron al instante para no perder tiempo en quedarse desnudas. Ambas quitaron las últimas prendas que las vestían y se las lanzaron a él, que miraba atentamente en su lugar. En el vuelo pudo atrapar, con un movimiento algo desganado, una bombacha. Melanie se señaló a sí misma para que supiera a quién correspondía el premio. Juan la desdobló y buscó la parte donde se apoya su conchita y olfateó profundamente para percibir el femenino aroma impregnado. Cuando terminó de saciarse de ese perfume, devolvió la pequeña prenda a su dueña, que volvió a vestirse con ella y con la camiseta que él había tirado. Lo propio hizo Bel, que encendía un cigarro. Las dos se acercaban bailando sensualmente y rozándose sutilmente. Lo que continuó con besos que fueron subiendo de intensidad. La que proponía en mayor medida, era Melanie que no paraba de comerle la boca a Bel, que tampoco se intimidaba y respondía apasionadamente, intercalando besos, caricias y caladas a su cigarro.



Inicio del video.
 
Prendidas en un beso interminable y entre sonrisas, sus lenguas se entrelazaban en sus bocas, sin separar sus labios. Se tomaron del cuello, una a la otra,  aumentando la excitación. Extasiadas en ese intercambio, se balanceaban levemente de un lado al otro, sin cuidado de pecharse contra los muebles. Bel exhibió su lengua y Melanie le dio un suave mordisco y un besito final para alejarse un momento de ella, que se asomó a la ventana para terminar de fumar.
 
Fin del video.



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Melanie aprovechó la pausa para, rápidamente, sentarse a los pies de la cama, quitarse la ropa y finalmente poder separar sus piernas. Su vulva estaba prendida fuego por las insinuantes caricias de su compañera, que pasando cerca de su zona más sensible pero sin contacto, la hacía estremecer de ganas.

Bel terminó de disfrutar su cigarro sin apuro, observando como el cielo se comenzaba a iluminar, por el inminente amanecer, mientras se acariciaba tímidamente la pancita como si algo vibrara en su interior. Desde su posición, se arrodilló y se acercó gateando lentamente a su compañera, que al ver las intenciones de aquella se sonrió y tocándose sus delicados y firmes pechos, abrió un poco más sus piernas para facilitarle el juego. Enfrentada a Melanie y observando los detalles de su piercing en la nariz y sus tatoos, Bel empezó a besarle desde una de sus  rodillas y continuó avanzando sin prisa por el interior de sus muslos, finalizando el recorrido con la puntita de la lengua, que tímidamente rozó el clítoris de Melanie haciéndole sentir un leve cosquilleo en todo el cuerpo. Retiró la lengua unos centímetros y regresó extendiéndola ahora más, haciendo más amplio el contacto con la entrepierna y pudiendo sentir el rico sabor y aroma de los fluidos de la otra chica.

La conexión entre ellas era muy intensa y ambas lo estaban disfrutando. Por lo que empezó a presionar más y con mayor rapidez lamiendo una y otra vez, saboreando toda la vulva de Melanie, quien ya se estremecía del placer y dejaba escapar algún dulce y leve gemido. Instantes siguientes, se relamió y mordió sus labios, haciendo contacto visual con Juan que se levantaba de su silla y se acercaba a Bel, atraído por su vulva hinchadita que se abría y dejaba caer algunos finos y transparentes hilitos de fluido. Se colocó por detrás y dejando al descubierto toda la cabeza de su pene, la apoyó en la conchita de Bel y la recorrió de arriba hacia abajo replicando el movimiento que ella hacia con su lengua a la otra chica.

Luego le separó un poco mas las rodillas, quedando bien abierta para recibir el miembro de su novio. Sin perder mas tiempo, la penetró unos centímetros, solo hasta perder de vista su glande. El que mantuvo allí unos segundos preparando una embestida fuerte y profunda que contuvo hasta el primer gemido que escuchó de Bel, que fue la señal para finalmente llenarla con toda su pija bien dura. Su novia reaccionó levantando la cadera y la cabeza mirando hacia Melanie, curvando su espalda como una gatita, lamiendo al aire y sin timidez de mostrarle sus gestos de placer.

Melanie que no podía más de excitada, la tomó cuidadosamente del cabello y le regresó su cara frente a su concha abierta presionando para que siguiera comiéndosela y que no parara. Aunque era su primera experiencia con una chica, Bel conocía muy bien su propio cuerpo por lo que sabía bien donde estimular a su compañera. Los gemidos tiernos de Melanie eran continuos y se interrumpían con aquellos más intermitentes de Bel que comenzaron a ser casi gritos desgarradores cuando Juan comenzó a bombear incesantemente y sin piedad. Bel estaba prisionera entre Melanie que la apretaba contra su vulva y Juan que la montaba desde atrás, tomándola de su camiseta y tomándole una de sus manos que ella le extendía hacia atrás sobre su espalda. Pasaron un par de minutos más, y Juan se retiró de Bel y fue a buscar un preservativo. Melanie se estremeció porque no creyó que la fuera a penetrar estando en presencia de su novia. Bel es muy abierta a todas las iniciativas que les proporcione placer sexual a ambos, tienen muchas ideas alocadas y ella permite todo.

Melanie se paró recostada apenas sobre una pared y mientras él se colocaba el condón, ella misma se palmeaba su hermosa cola con fuerza, apurándolo para que viniera. Cuando se colocó detrás de ella, él le marcó la mano en la otra nalga. La tomó de sus anchas caderas y la penetró sin más espera, dándole y dándole bien duro como a ella siempre le gustó. Ella no podía creer lo que estaba viviendo, estaba cogiendo nuevamente con su ex, fantasía que con frecuencia daba vueltas en su cabeza y que nunca creyó cumplir. Extrañaba mucho la gran verga de Juan y aunque envidiaba un poco a Bel le estaba muy agradecida por permitir compartirlo. Estaba en pleno éxtasis, sintiendo como su interior se llenaba, con aquel que al menos por una noche, volvía a ser nuevamente su hombre. Las palmadas, en su amplia cola, resonaban en la habitación y acompañan los dulces gemidos de la muchacha. Bel, ahora sí totalmente desvestida, era testigo y simplemente abrazaba a Juan por detrás acariciando cariñosamente su pecho y dándole algún tímido beso en el cuello, como no queriendo intervenir demasiado, dejando el espacio y el momento para los amantes que se reencontraban. Volvió a la acción, solo cuando luego de varios minutos de penetración desenfrenada, Juan les ordenó que se arrodillaran frente a él, mientras se quitaba la protección. Una, comenzó a chuparle la cabeza de la verga con entusiasmo pero sin antes cargar delicadamente su lengua con algo del líquido preseminal que del interior emanaba y la otra chica, tomándolo desde la base del tronco comenzó a masturbarlo sin parar mientras le chupaba los huevos. Melanie, se acomodó y acercó su cabeza colocando su mentón sobre la frente de Bel quedando alineados los tres y al sacar la lengua una, lo hizo la otra sincronizadamente. A pesar que las chicas no habían llegado al orgasmo aún, sabía que mas tarde jugarían entre ellas para satisfacerse y viendo cómo estaban posicionadas pidiendo su leche, Juan no quiso aguantar más y les largó todo su semen contenido, en nueve chorros de distinta intensidad donde el segundo alcanzó las caritas de ambas y el resto los repartió en sus bocas. Saboreando la miel de su hombre, intercambiaron entre sus lenguas lo que cada una había recibido, dejando caer un poco sobre sus tetas.

Sin tomar un respiro, las chicas subieron a la cama moviéndose sensualmente y ya enfrentadas una a la otra, abrieron sus piernas para hacerse el amor mutuamente. Antes de hacer contacto, y pareciendo arrepentida, Melanie cambió la posición y se puso boca abajo, en cuatro, y entonces sí, fueron acercando sus zonas íntimas hasta sentir sus labios vaginales dándose pequeños besos. Luego de un minuto de experimentar estas nuevas sensaciones, no les bastaba solo con esos leves toquecitos y juntaron sus entrepiernas lo más que pudieron y frotaron con mucha presión. Sus gemidos eran sostenidos entre rasgados y tiernos. De sus vaginas, brotaban los exquisitos fluidos en donde sus clítoris chapoteaban. Mientras se movían alocadamente en una cabalgata horizontal, aún caían sobre la cama algunas de las gotas de Juan que corrían por los cuerpos femeninos. La escena que él estaba contemplando era la más lujuriosa que había visto. Sus chicas en celo, prendidas de sus conchas, escurriendo el semen que les había regalado. Sin haber soltado su pene, ahora erecto nuevamente, buscó entre las prendas tiradas en el suelo aquella bombachita que anteriormente había olfateado. Rodeando su pija con ella, continuó pajeándose y cuando estaba por venirse por segunda vez, la extendió y acabó todo dentro de la prenda para que se la llevara como recuerdo de aquella noche inolvidable y por qué no conservarla bajo su almohada para usarla en sus pajas nocturnas.

Melanie, que miraba encantada todo lo que hacía Juan, aguantó y aguantó pero el placer la venció y explotó en un glorioso orgasmo que la dejó gritando contra una almohada. Bel, cerró los ojos, no tuvo piedad y continuo frotando unos instantes más sobre su amante, hasta que se abrió bien para dar su orgasmo como una ofrenda a su compañera. Los dos cuerpos se retorcían como queriendo exprimirse uno al otro. Todas las nuevas situaciones que generaron con el trío y la ex y el placer que experimentaron en todos sus sentidos llevaron a que los tres, sintieran sus orgasmos más intensos que lo habitual.

Cuando las chicas pudieron despegarse, Juan se hizo un espacio entre ellas y se acostó. Así se quedaron los tres, entrelazados en brazos y piernas, con la sensación de estar flotando en el aire, alcanzando el mundo onírico, en una placentera transición.
relato

Muchas gracias por la lectura y especialmente a quienes inspiraron este relato,
Melanie, Bel y Juan.
EnergíaEspíritu.

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