Putita - 1 de 3

No dejes de pasar por mi mejor post

http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa.html

No te vas a arrepentir!



Empiezo por presentarme, me llamo Janete, bueno… así me gusta que me llamen, soy de contextura delgada aunque con fuertes curvas gracias a mi actividad física, con un culito hermoso, al que le hice un par de tatuajes en las nalgas, esos culitos redonditos que enloquecen a los hombres, no tenía mucho de busto, hasta los veinte que me hice implantes bastante generosos, cabellos castaños claro a media espalda, lacios, ojos negros con mirada de pecado, labios gruesos y marcados nariz pequeña y pómulos saltones, en resumen y sin falsa modestia, soy muy bonita, siempre estuve entre las más deseadas en mis grupos de amigas…



Y es que soy muy putita, me encanta el sexo en todas sus variantes, me encanta calentar a los hombres para que se les pare la verga, sentir cuando me refriegan la verga y me gusta que me cojan, bien cogida, que me hagan la colita y sobre todo, poder chupar pijas, me encanta chupar pijas, hasta el final…

Podría contarles muchas historias, como cuando me acosté con mi profesor para aprobar un examen, o como me conseguí el dinero para hacerme las tetas, o como lleno mis agujeros con los juguetes que tengo, o como le meto los cuernos a mi pobre marido, porque una buena puta como yo no puede ser fiel mucho tiempo…



Pero les voy a contar sobre Nestor y sus amigos, la vez que rocé la prostitución…



Tenía veintidós, veintitrés, noche de sábado, salida con las chicas, tenía unas terribles ganas de coger, aun me acostumbraba a mis nuevas y grandes tetas, recuerdo que me había puesto un top ajustado que me hacía ver los pechos bronceados como dos bolas de carne, unas calzas negro brillante que hacía que la tanga se me enterrara en el culo y en la concha, botas a la rodilla, con tacos de unos veinte centímetros, me veía mortal, me había maquillado y acomodado el cabello de lado.

Con las chicas dimos unas vueltas y fuimos a un pub de la zona, música, ruido, baile, calor…

En algún momento de la noche nuestros destinos se cruzaron, sobre la barra, a un costado había dos tipos sentados sobre unos taburetes tomando unas copas, frente a frente, uno en especial llamó mi atención, un rubio de cabellos enrulados a los hombros, con camisa desabrochada por la que notaba unos hermosos pectorales, un jean degastado que casi llegaba al blanco y unos zapatos lustrosos que le quedaban muy bien, tenía ese sexapil tan varonil, tan deseable, fue como un imán para mi…



En ese momento yo bailaba sola en la pista y empecé a moverme para él, entre puta y sensual, porque sabía que tanto el cómo su amigo, habían naufragado en mis curvas, en mis cantos de sirena, bebía, charlaban y reían sin quitarme los ojos de encima…

Pasados los minutos fui por él, a encararlo, decidida, llegué a su lado y me le pegué como estampilla rodeándolo con mi brazo por sobre su hombro le dije



Hola… me invitas un trago?


A lo que respondió



Te lo cambio por un beso…


Y ahí nomás le partí la boca con un terrible beso, metiendo mi lengua bien profunda, hasta su garganta, noté su brazo musculoso rodearme por la cintura, incluso su mano se pegó a mi escueta y desnuda cintura para arrastrarme a su lado.

Y después de esa presentación caliente entablamos una informal presentación, mientras tomaba la copa que me había ganado hablamos un poco con su amigo, Patricio, palabra va, palabra viene, risa va, risa viene, su mano había bajado poco a poco de mi cintura a mi culo, y me masajeaba delante de todos una de mis nalgas como si solo estuviéramos nosotros en ese lugar.

Me tomó de la mano nos fuimos a bailar, solo fue un pretexto para quedarnos a solas y dejar a su amigo de lado, nos movimos sensualmente, mis ojos se iban a su pecho transpirado y los suyos a mis tetas que se movían descontroladas de un lado a otro…



Poco después sin decir palabra, me tomó por la muñeca y me llevó a un rincón apartado, a unos sillones en la oscuridad, un lugar para pecar, fuimos a un rincón donde y nos acomodamos lado a lado, empezamos a besarnos como animales, mis manos recorrieron su pecho transpirado bajo la camisa, sus besos me humedecieron, y se portó como un pulpo, no tenía defensas, me agarraba las tetas, el culo, las piernas, estaba perdida…

Puse mi mano sobre su jean, tenía una dureza terrible, le susurré al oído



Tengo unas ganas locas de chuparte la pija…


Putita - 1 de 3



El esbozó una sonrisa perversa, solo se reclinó al tiempo que aflojaba su cinturón y su jean para liberar a su amigo

Ah!!!! mierda… que rica pija! me incliné despreocupada por el entorno, llevé una mano a la besé tomando con firmeza sus depilados testículos tirando al mismo tiempo su cuero bien abajo, desnudando su glande para ya no volver a cubrirlo,

Pasé mi lengua de punta a punta, rendida al placer, lentamente, una y otra vez, luego me lo metí en la boca y lo hice como me gusta hacerlo, introducirlo bien profundo, hasta llegar a lamerle los testículos con la lengua, sentir su glande acariciando las mucosas de mi garganta, lentamente una y otra vez, solo cediendo de tanto en tanto para respirar y salir de la monotonía de la repetitividad…



Nestor estaba perdido, lo sentía contraerse y respirar excitado, me acariciaba los cabellos y me empujaba hacia abajo, aunque no hacía falta que lo hiciera…

Lo sentí venir, se puso más duro, por lo que solo hice más pausado los movimientos, una dulce tortura, sentí unas gotas de semen en mi boca, y unas pocas más, me seguí moviendo, era el principio del final…

De repente una explosión, un largo chorro de néctar en mi garganta, pero yo solo me seguía moviendo lentamente…

Empecé a tragar todos sus jugos tan rápido como podía, pero tener esa carne en mi garganta, me complicaba respirar y hacer todo al mismo tiempo…

Producto de la gravedad parte de su leche volvía a mi boca y podía degustar el sabor a hombre, hasta que al fin el grifo se cerró y solo seguí lamiendo hasta que empezó a perder erección.



Recobré mi postura y lo besé profundamente, aún tenía su sabor impregnado en mis labios…



Entonces el me atacó, levantó mi top para llenar sus manos con mis tetas, que rico! acariciaba mis pechos en una forma muy dulce y me miraba de una manera que me derretía…

Tenía deseos que me lamiera, pero el maldito solo metía sus dedos pulgares en mi boca para untarlos con saliva y luego si acariciarme dulcemente los pezones, me estaba enloqueciendo, me sentía toda mojada, y empezaron contracciones involuntarias en mi sexo, si él seguía tocándome los pezones de esa manera, y si me seguía mirando de esa manera seguro me acabaría… era cuestión de tiempo…

Pero en el mejor momento nos interrumpió personal de seguridad del lugar, fue un balde de agua fría, el tipo nos sacó de la pasión y me sugirió que me cubriera los pechos…



Nestor se excusó y se puso al medio, separándome del guardia, hablaron un poco y obviamente todo terminó, pero honestamente tenía un hormiguero en mi concha, así que le dije



Nestor, vámonos a un lugar más íntimo si? quiero ser tu putita…
Ok, - dijo el – vamos a mi departamento…


Él se despidió de su amigo Patricio y yo hice lo mismo con las chicas, salimos, fuimos a su motocicleta, me subí atrás de él aferrándome a su cintura, apoyando mis pechos en su espalda, saqué culo, me gusta que me vean sacando culo cuando subo a una motocicleta, y salimos raudamente a su lugar…

Llegamos, me ofreció una copa, pero fui directa, solo quería coger, así que sin preámbulos nos enredamos en un forcejeo de besos asesinos y manos calientes, que como en un torbellino de locura iban arrancando prenda a prenda de nuestros cuerpos, trastabillando hasta quedar completamente desnudos, Nestor me arrojó sobre la cama y se tomó unos minutos para contemplar las cuervas de mi cuerpo, mi piel bronceada, las marcas obscenas de mi diminuto traje de baño dibujada en mis partes íntimas, mi sexo depilado…



El intentó perderse entre mis piernas para devolverme parte de lo que yo le había dado en el pub, pero las cerré impidiendo su avance, honestamente mis fosas nasales me dejaban saber que tenía un nauseabundo olor a concha producto de mi calentura, y me dio vergüenza, puedo ser muy puta, pero soy muy pudorosa en algunos aspectos…

Se lo hice saber, el solo respondió con una mueca perversa en sus labios…



Es el más rico perfume que una mujer pueda usar, y que un hombre pueda oler…


No hubo más barreras, me entregué, se perdió entre mis piernas, pronto su lengua recorrió mi pubis lampiño, mis labios, mi hueco, mi esfínter, lo busqué con la mirada, el también mi miraba perdido entre mis piernas, respiré profundo…

Sentí un par de dedos colarse en mi hueco húmedo, lo sentí rasgar dulcemente mi interior, arrancándome gemidos de placer, noté luego su pulgar en la puerta de mi ano, y como se metía lentamente sin resistencia. Ahhh! mierda…

Empecé a jadear con más fuerza, con su mano libre tomó una de mis manos para llevarla a mi pecho y sin soltarme hizo que yo misma me acariciara, era sexi, era mi mano la que tocaba mis pezones, pero no tenía voluntad, yo solo dejaba que el me guiara por donde quisiera hacerlo.



Estaba rodeada, sitiada por todos lados, y cuando al fin sus labios y su lengua llegaron a mi clítoris, supe que había perdida la batalla, toda abierta, toda entregada, toda chorreada…

Un enorme orgasmo estalló dentro de mí, haciendo que me encorvara, inconexa, inconsciente, grité sin darme cuenta, fue grandioso…

Aún estaba naufragando en placer cuando vino sobre mí, tomé su verga dura entre mis dedos y la conduje a la cueva para que me penetrara por completo, enterrado en mis mieles…

Volví a masturbarme porque en cada arremetida me arrancaba un nuevo orgasmo, estaba perdida…



Me giró y me hizo poner en cuatro patas, me tomó por la cintura y empezó a cogerme, me dijo que le gustaban mis nalgas tatuadas y lo diminuto de la marca del traje de baño, también me dijo que era muy putita por la forma en que tenía mi culito todo abierto, pero yo solo podía devolverle jadeas de perra en celo….

Se detuvo en un momento, me retuvo y lo siguiente que sentí es como me metía la verga en el culo, sin aviso, sin permiso, ensayé una protesta



Ayyy!!!! no te parece que vas muy rápido? recién nos estamos conociendo!!!


Entonces él me tomó los brazos y los llevó a mi espalda, como si fuera a esposarme, esto hizo que naturalmente mis pechos y mi rostro quedaran sobre el colchón y mi culo apuntando a su lado, respondió



Mirá putita, con el diámetro de ese culo es evidente que te comiste tus buenas vergas, así que no vengas a hacerte la estrecha conmigo…

Y empezó a sodomizarme, y en por cada embate le devolví un gemido, mientras el me rompía todo el culo yo solo disfrutaba y lo dejaba hacer, me encantaba cuando un hombre tomaba el control y me hacía lo que quería, cuando me hacía puta, cuando me rompía el culo…

Nestor me soltó las manos y me pidió que me abriera las nalgas para él, quería ver como quedaba mi culo abierto cuando el me sacaba la verga, y obviamente, no iba a contradecirlo…

Me dio unas estocadas más y al fin volvió a llenarme de leche, lo sentí retirarse un tanto y apuntar sobre mi trasero, como lava de un volcán arrasando todo a su paso sentí los chorros de semen pegar en mi esfínter dilatado, en mis nalgas, en mi concha, en mis piernas…

Cuando al fin terminó se inclinó exhausto sobre mí, y yo me dejé caer sobre el colchón…



Descansamos un rato, evidentemente al había dado por terminado el juego, pero yo fui muy putita, y notando que el me observaba empecé a jugar con toda la leche que me había dejado, porque estaba toda embardunada y empecé a arrastrar sus jugos a mi boca, a chuparme los dedos, mirándolo fijamente…

Mi juego dio resultado, y su verga comenzó a erguirse nuevamente, y terminamos la noche como habíamos empezado, con una terrible mamada para beber hasta la última gota de sus jugos…



En adelante empezamos a salir como… amantes? Solo nos unía una idea… tener sexo, el empezó a llamarme ‘putita’, siempre me decía ‘putita’ y me gustó que así me llamara…

Y realmente me cogió cuanto quiso y por donde quiso, hasta que el insinuó algo de su viejo amigo, Patricio, ya que ese era su amigo del alma, y le contaba todo lo que hacía, incluso, cada detalle de nuestra intimidad, pero esa es otra historia… y si quieres a saberla, tendrás que leer la segunda parte…




Si te gustó, puedes escribirme a con título ’PUTITA’ a dulces.placeres@live.com

0 comentarios - Putita - 1 de 3