Madre Argentina 12 (2021)

Autor original: http://www.poringa.net/BarcenaG


Después de tremenda cogida en el auto, mi vieja seguía moviéndose suavemente sobre mi. Estaba tan inmerso en mi mundo, que no vi una patrulla que se acercaba. Al ser iluminados por las luces de la patrulla, me moví rápido al asiento del conductor mientras me subía los pantalones. Mi vieja se quedo atrás, acomodándose el vestido.

Se acerco uno de los policías hasta mi auto y yo baje la ventanilla.
- Buenas noches.- Saludo el policía.- Qué está haciendo por acá?-
- Buenas, nada oficial...- Conteste.- Estoy con mi acompañante.-
- Recibimos una queja por un auto que estuvo mucho tiempo por esta cuadra.- Informo el oficial.- Creo que son ustedes. Por favor, bajen del vehículo.

Bajé del auto. Mi mamá al hacerlo, el vestido le quedo cubriendo solo la mitad del culo gordo que tiene. Cuando finalmente salió, se lo acomodo. Los policías estuvieron muy atentos a mi mamá, pero a los segundos comenzaron a revisar el auto.

- Me parece que vamos a tener que secuestrar el auto.- Dijo el policía al ver la botella de cerveza.
Yo les decía que nos dejaran ir, que no vivíamos lejos.

- Las manos sobre el capó...- Ordeno el oficial.- Usted también señora.-
Mi vieja trataba de calmarlos, diciéndoles que no hacíamos nada malo.

- Señora, estaban teniendo relaciones.- Le contesto el oficial.- Voy a necesitar que también me den sus documentos.
Empecé a temer que descubran que somos madre e hijo. Pero por suerte, mi mamá parecía una puta, y seguro pensaron que la había alzado por ahí.

Primero me revisaron a mi, no tardaron mucho. Pero después siguieron con mi vieja. A ella sí que la revisaron bien. El policía empezó manoseándole los muslos, subiendo y metiéndole mano por debajo de la falda. Después retiro las manos de ahí, para ir subiendo por la cintura y tocarle los pechos.

- Revisa bien ese culo.- Hablo el otro oficial.- Que seguro esconde algo.-

Mientras reían, se la apoyaban toda a mi mamá. Mientras le manoseaban con descaro las tetas. Al rato, los policías se fueron después de haber tocado como quisieron a mi vieja.

- Todavía tenes ganas de ir al telo?- Le pregunté, ya estando solos. 
- No, ya me sacaron las ganas esos polis.- Contesto.
- Menos mal que pensaron que eras una puta...- Dije, como para descontaminar el ambiente.- Pensé que te iban a pedir que se las chupes para que nos dejen ir.-
- Jajaj... Igual, ese poli me toco toda...- Dijo, divertida y un poco excitada.- Me apoyo un re paquete, pensé que me iba a atravesar toda la ropa.
- Quedaste caliente?- Le pregunté, estacionándome donde pude.- Vení, chúpamela un poco, putita.- 

Mi vieja no lo pensó dos veces y empezó a chupar como loca. Mientras lo hacía, me masajeaba los huevos. Con la calentura que tenía, le puse una mano sobre su cabeza y presioné para que se la trague toda. Pero no duro mucho, ya que empezó a tener arcadas y tuve que parar.

- Te gusta comerte la pija de tu hijo, ma?- Le pregunté, al sacársela de la boca.
- Me encanta la pija de mi hijo...- Contesto, dándome chupones en el glande.- Que rica pija... Te la chuparía toda la noche... Te gusta como la chupa mamita?.-
- Ahh sí, así... Seguí...- Le dije.- Mírame a los ojos, me gusta que veas a tu hijo mientras te llena de leche la cara.- 

Al escucharme, mi mamá se levantó y se saco las tetas del vestido.
- Te gustan las tetas de mami?.- Me pregunto, juguetona.- Queres que ponga tu rica pija entre mis tetas?-

No tuve que contestar, ella sola se acomodo como pudo y se puso la pija entre medio de las tetas mientras me miraba.
- Ahh, mami. Querés que te llene de leche las tetas?.- Le pregunté 
- Uhmm ay, si hijo.... Lléname de leche...-

Al instante comencé a soltar toda la leche que tenía sobre ella. La mayoría fueron a la boca sedienta de mi mamá, mientras que un poco termino en sus tetas. Mi vieja obviamente se la trago toda, hasta la que tenía en las tetas. Después de limpiarnos y acomodarnos bien, regresamos a casa. 

Cuando llegamos, caímos rendidos hasta el otro día. Los sonidos del teléfono me despertaron, así que me levante de mala gana para contestar. Pero cuando lo iba a hacer, cortaron. No me quedo otra que quedarme despierto, y fui a la cocina. Cuando entré, vi a mi mamá. Bueno, no a mi mamá, sino más bien el culo gordo de mi mamá. Ella estaba preparando el desayuno en tanga.

Como me gustaría despertarme así todo los días. Viendo ese ojete hermoso yendo y viniendo solo en tangas. No me contuve, fui hasta ella y me agache para morderle una nalga.
- Salí boludo...- Decía ella, empujándome con la cola.

Me levanté para besarle el cuello, mientras le apoyaba toda la pija en el culo. Hasta que volvió a sonar el teléfono, eran del banco para reclamar un pago. Mientras hablaba con la chica del banco, mi vieja se acerco hasta donde estaba y se arrodillo al frente mío. Me bajo el bóxer de un tirón y me empezó a pajear mientras me miraba. La chica del banco me hablaba, pero no le prestaba atención. Solo estaba atento a mi vieja, que empezó a jugar con la punta de mi pija con su lengua. 

Me encanta que sea tan petera, es la mejor. Yo no podía creer que mi viejo la haya dejado o que ella no tenga pareja con lo buena que es chupando pija.

Termine colgado el teléfono y la levanté del brazo para llevarla hasta mi cama. La puse en cuatro al borde del colchón.
- Querés la pija de tu hijo?- Le preguntaba, mientras la nalgueaba.- Queres que te llene de leche, puta?-
- Ay, si... si... si...- Contestaba ella, encantada.- Pero decime mamá...-

Le baje la tanga y le metí la pija con toda la fuerza. Ella empezó a suspirar profundamente, mientras se entregaba a su hijo. Podía ver cómo disfrutaba por el espejo que hay en nuestra pieza. Tenía los ojos cerrados y la boca soltado gemidos mientras sentía como se la cogía su hijo. La tome con fuerza de las caderas y le empecé a poner colorada la cola de tantas nalgadas que le di.

- Ay... Hijo... Me vengo...- Dijo, totalmente agitada y excitada.
Pude sentir como sus fluidos envolvían mi pija. Ya sintiendo que iba acabar, se la saque y le pegue con la pija dura en los cachetes del culo hasta que acabe, llenándole la espalda de leche.

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