La hija de Luis de vacaciones...

Hasta entonces me creía la gran putita, pero nunca me habían garchado de esa manera.
Un domingo entré a la pieza a las 6 de la tarde y salí a las 6 de la madrugada.12 horas y salvo algunas paradas para tomar algún trago, el resto siempre ensartada.
El lunes fue más, porque me fui apenas me levanté claro había sido la primer noche del domingo y lo de disfrute 12 horas meta y ponga, que comía verga que me hacían acabar, que me ponían en 4 para darme por la cola yo estaba loca y contenta… ya de día, recogida y desarmada a pija.
Ahora sí sabía lo que era hacerte garchar y no las cogiditas de antes.
Que los viejos que el negro que el jefe todos esos eran simples nenes de mamá...
Buenos machos, buenas vergas, mucho rato y todas las noches por una semana, encima salía de mí apartamento y abajo estaba la casa de los sueños de toda mujer.... Jajajajja
Que divino!!!
Ésos días me aprovecharon a darme guasca por el orto, y yo no paraba de sacarle la leche pero la leche a toda verga que se me pusiera en frente... Era un animal salvaje mamadora y cabalgadora, de vergas era exitante, era noches cortas y de acabar y acabar...
Me sacaban tales polvos del ojete a la vez me hacía ver las estrellas me ardía la concha, de tanto garchar.
Dios mio, como me daban y sin lastima ninguna, me encajaba cada vergazo que me hacía bramar igual que una yegua.
Y yo siempre predispuesta pidiendo más, no me iba a achicar...
El martes de noche, cuando llevaban un par de horas garchandome mis malechores, llamaron por teléfono a uno de ellos y se fue ... Solo quedaron 4 me llamo la atención, ya que cómo que todos se reian...
(al final fueron casi tres horas que igual estuve bien atendida por mis 4 amantes).
En ese ínterin cae un negro con una verga gigante me puse de pie le miré aquel pedazo que estaba hediondo, me arrodillé y chupé toda aquella carne haciendo arcadas por angurrienta juro que acabe atragantandome con esa verga que no entraba en mí garganta, no la podía tragar toda, era súper larga y olía a diablos, era un olor repulsivo, hasta que me agarró de la cabeza y empezó a empujar y empujar en eso sentía como me entraba y se iba haciendo lugar a través de mí campanilla, me estaba perforando la traquea...
Con su pijón en mi boca lo miré bien regalada, y él que estoy segura tenía muy claro lo que yo deseaba, con una sobradora sonrisa me preguntó…
“que pasa nenita, que precisa”
Yo apretando bien fuerte el tronco de su guasca, mirando cómo se le hinchaba aquella brutal cabeza y el ojo de mear se le abría mostrando algunas gotas de leche que se asomavan le respondí...
“si quiero leche, la quiero toda ”
El hijo de puta burlándose de mí calentura, me dijo..
mirá que te vas a atragantar.
Y si
... y , me va a doler cuando me agas el orto riéndome no se por que y mire a mí alrededor había más gente eran un montón haciendo fila ya estaban los 5 de siempre y eran como 4 o 5 negros africanos esos que venden relojes en la feria...
El hijo de puta no me dió tiempo de prepararme para tal sorpresa, apenas me saco la verga de la boca me la metió otro mis ojos se isieron hacía arriba cuando una escupida tibia me empezó a puntear el ojete con un tripon que unos segundos antes había dejado tan duro como una roca...
Yo me había hecho la idea de que luego de ver tantos negros pijudos iba a estar toda la semana ensartada y adolorida .
Pero no sería como había calculado, cuando me entró la cabeza, yo de corajuda le paré bien el culo saque mí verga de la boca y le dije…
dale, dame verga…
Los hijo de puta se entraron a reír...
Y haciéndome caso, me encajaron por el orto hasta el fondo y una verga larga atravesó mí campanilla, otro me tocó una teta, dos me empezaron a manosear la concha, un guascazo me llegó en la mejilla de otro que estaba al costado que pensé que me iba a dar de tomar toda la leche, y no nada que ver se turnaron para desfondarme el orto a pijasos, me la estaba enterrando hasta el tronco y yo gritaba como loca, parecía que me iba a morir...
Juro que en un momento no fue divertido sentía asco y mucho dolor.... Pero nunca me achique, y la seguí como una loca putona....
igual al cabo de un par de horas , yo empecé a agarrar el ritmo y cada vez que se venía un pijazo echaba el culo hacia atrás y nunca dejaba de comermela toda la verga que estaba enfrente mío se desagotaba en mí boca, y yo como toda putita golosa tragaba y tragaba lo más loco de todo que cuando empiezas a tragar leche, te dan asco pero se te asé vicio con el tiempo...
Era tremenda garcha , y los negros hacían fila.
me cogieron bien cogido el ojete durante unas 4 horas, sin parar, sacándome cuatro o cinco polvos de novela.
Llegó un momento en que cuando después de cada vergazo que se echaban, al sacarme la pija los socotroco de carne parecían sopapa y me sacaba la mierda sin yo poder evitarlo.
A lo último, siempre en cuatro patas con la cara enchastrada y el orto bien ensartado, miré hacia atrás y vi que tenía un charco de mierda entre mis piernas a unos centímetros de mí desfigurado culo que estoy segura se veía muy abierto por qué sentía aire adentro era todo un asco...
No dije absolutamente nada, no me quería perder ni un minuto de pija, aguantando la respiración se la seguí gozando, hasta que me llenaron el culo con leche caliente creo que se pusieron de acuerdo y todos acabaron dentro mío....
Los negros mugrientos estaba asombrados, se la había comido toda a todos , hasta los huevos.
Le había dado unos polvos increíbles que pocas veces se dan.
.. *sos una yegua garchando, hija de puta… dijo uno
.. viste papi que puta que soy…
Y aprovechando que solo los negros estaban con la pija dura, fui a la carterita y saqué la cinta métrica, y empezar a medirles la vergas aunque cueste creerlo, tenía 22 centímetros la más corta y la más larga 27 de largo y casi 24 de grosor.yo no lo podía creer entre el culo y la garganta sumando los 2 tenía 50 centímetros de pija dentro mío ...
En todo el tiempo que llevo garchando, muy pocas veces me encontré con vergas de ese tamaño.
Cuando me toca una, le hago todos los honores para que me siga cogiendo un buen tiempo.
Hay un loco que me viene garchando hace como dos años y nunca le he dado la concha, siempre por el orto, y el loco de la vida, donde va a encontrar una guacha tan puta y con un ojete tragón como el mío.
Volviendo a Punta del Éste, estoy segura de que algunos se estarán preguntando que paso como terminó todo....
Muy simple los días de mis vacaciones los había pasado garchando con quién me pongan en frente, 3 días vinieron los negros, después un día el solo se quedaron los 5 y lo último fue un viejo y un pibe que entre los 2 no me sacaron un polvo...

Pero, no era que en lugar de pasar las noches en una pieza de cuarta, garchando sin parar. Hubiera resuelto, dedicarlas saliendo a bailar y divertirme, que en definitiva es a lo que todo el mundo viene a Punta del Este.
No, no, era nada de eso.
Mi opción tenía poca diferencia con la rutina que ya traía.
O sea, de mañana cuatro o cinco horas durmiendo a pata suelta, de tarde mucha playa y a la noche mucha verga.



El único cambio sería el de pieza, ya que cruzaría la calle hasta la casa de uno de los negros y pasaría las noches, encerrada en otra pieza, garchando con 4 o 5 machos de verdad esa era mí idea.

Había llegado a esa decisión luego de lo que ahora les cuento.
Uno de los negros el hijo de puta que la tenía bastante gruesa con su enorme pedazo de verga, me había desarmado el ojete sin ninguna compasión, sacándome de lo más profundo de los intestinos cuatro o cinco brutales acabadas y al final, (conmigo en cuatro patas, con las rodillas en un charco de caca que por primera vez me sacaban a fuerza de verga.
El hijo de puta no sólo tenía la verga más dura y más gruesa que yo conocía, sino que,encima de eso luego de sentir que ya le había comido totalmente, sus centímetros de negra, gruesa y hedionda verga.
Apenas sintió a sus huevos rebotando en mis nalgas el loco se olvidó de todo y conmigo en el piso, de cabeza enterrada en otro vergon parando el orto al máximo y las manos prendidas de mis nalgas intentando abrirme el culo un poco más, mientras el loco, aprovechando mi postura y manteniéndose de pie flexionando sus rodillas comenzó con una especie de lagartijas o sentadillas, en las que al flexionar las rodillas como para agacharse su tripon me llegaba bien al fondo, para de inmediato erguirse hasta quedar casi de pie dejándome apenas la punta de la pija en el orto, para nuevamente descargar su cuerpo sobre el mío y por tanto su verga en mí culo.
Fue monumental me enamoré del negro o de su verga no se pero siempre garchaba con el más que con los demás...
El negro me tenía bien ensartada, me había dicho al oído,...
…"Querés que te siga garchando el orto como ahora…
…"Si papi por supuesto"…
…"Entonces no seas mala, dejá de venir a esta pieza y empieza a visitarme en mí casa...
"Yo a estos no los banco mucho, éstos días vine para sacarme el gusto de cogerte bien"
"Pero si querés que te siga dando verga, vas a tener que empezar a visitarme a mi y a mis amigos del trabajo"
"Yo lo mire y pregunté…
… "Cuántos son"
…"7, nada más, dijo"
"Siete escuché y la cabeza me dió vuelta".
"Sin pensar ni un segundo le respondí"…
"Si papito mañana mismo empiezo a ir"



Continúara....

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