Trios y aventuras con mi mujer 3

Me fui a cambiar y cuando volví estaba en la mesa tomando unos mates. Me senté con ella. Cada vez que se estiraba para alcanzarme uno le veía la mitad de las tetas. Ya me dolía la pija pero no avancé porque no quería cagarla con mí mujer que me había dicho claramente que no quería que me coja s sus amigas sólo. Me centré en la charla y se me pasó un poco la calentura, era piola ella y se me hizo ameno.  

Un rato después me puse a cocinar un pollito a la cacerola. Cuando mí mujer llegó ya casi estaba. Comimos eso con un vinito y nos quedamos charlando un poco. 

Cuando sentí que ya me había bajado un poco la comida me acerque a Sandra e hice lo que tenía ganas desde la mañana: le saqué la musculosa y le empecé a tocar y chupar las tetas. Contrariamente a lo que esperaba mí mujer no se prendió sino que se quedó mirando, no parecía molesta sino divertida. Sandra tampoco avanzaba más sino que se limitaba a gemir y suspirar así que me quedé un rato muy largo jugando con esas tetas hermosas. Hasta que Sandra me manoteó la pija y yo le respondí con mi mano dentro del short. La guacha no tenía nada abajo y la concha era un charco.  

La llevé al sillón y la volví a sentar encima de mí de espaldas. Recién ahí mí mujer se acercó y comenzó a besarla y tocarle las tetas mientras yo me la garchaba.  

Cuando Sandra acabó se bajó. Mí mujer se puso en 4 en el sillón y mientras me la cogía Sandra nos besaba a los dos alternadamente. Al final acabamos todos 

Propuse una siesta en la pieza para reponer fuerzas. Cómo hacia calor ellas fueron a la cama en tanga y tetas (Sandra fue a buscar una tanga a su bolso, una rosita que era medio infantil pero se le metía bien en el ojete y mi mujer con un hilo negro mortal). De camino a la cama Sandra le dijo que culo que seguís teniendo hija de puta y le dio una palmada. Y vos qué tetas conchuda.  

En la cama se pusieron a recordar cosas. Parece que a a Sandra medio que la cargaban las otras pibas porque era re plana. Las tetas le crecieron de golpe en un verano como a los 15 años y termino sorprendiendo a todos. También Sandra contó cómo todos los compañeros estaban locos por el ojete de mí mujer y ella lo sabía y se ponía el guardapolvo por arriba de la cola para que la miren. Hasta se acordaba de un jean que usaba que le quedaba brutal  

Ellas se terminaron durmiendo pero yo entre que había dormido hasta más tarde y lo que ellas contaron estaba al palo y no pude dormir. Las dejé dormir un rato hasta que la visión del orto entangado de mí mujer pudo más y empecé a tocarla y apoyarla 

Cuando se terminó de despertar me dijo con cara de putita 

Ay que atrevido me vas a hacer la cola al lado de mí amiga?  

Por supuesto que fue lo que hice. Pese a qué lo hacíamos bastante tiene la colita bastante apretada así que fue un placer. Sandra se despertó por los movimientos y ruidos y se fue. Pensé que quizás le había resultado incómodo. Fue hermoso e increíble ver ese culo entangado irse, no podía creer lo que estaba viviendo.  

Pero parece que solo había ido al baño porque volvió enseguida, todavía en tanga y tetas. Le tocó un poco la concha a mí mujer mientras yo le hacía la cola y medio enseguida acabó. Mí mujer se fue a bañar y me dijo: “le vas a hacer la colita s mí amiga también?  Aprovecha ahora que no creo que se repita” y me guiñó un ojo…. 

1 comentario - Trios y aventuras con mi mujer 3