Una camiseta morbosa

Había quedado con Elena en mi casa, para tomar algo y tener algo de buen, pues se suponía que había salido a comprar. Cuando llego, nos besamos y la pregunte que quería tomar. Iba bien guapa, como siempre, con un jersey fino blanco y un pantalón negro de tela. Cuando volví al salón con las cervezas me quede sorprendido y me encanto lo que vi. Elena se empezó a reír y me pregunto si le gustaba lo que veía. Se había quitado el jersey y llevaba una camiseta violeta clarito, de tirantes, con encaje, por el cual se la veían fantásticamente sus morenos y carnosos pezones.
Me senté a su lado sin decirla nada, simplemente sonreírla. Comencé a pasar las 2 latas de cerveza por sus pezones, que no tardaron en ponerse bien duros por el frio. Comencé a besar a Elena y las solté en la mesa. Agaché la cabeza y comencé a lamer y morder los pezones, con la camiseta puesta.
Tumbe a Elena en el sofá y me eche sobre ella. Continué jugando con sus pezones mientras la desabroché el pantalón y metí mi mano. La metí por dentro del tanga y comencé a masturbarla. Elena comenzó a pedirme que la follara. Me coloque de rodillas entre sus piernas y la quite el pantalón y el tanga blanco. Agaché la cabeza y comencé a comerla el coño. Mis manos subieron por su pecho para acariciar los pechitos con la camiseta puesta. Al poco, las metí por dentro de la camiseta para seguir jugando con ellas. Mi lengua no paraba de disfrutar moviéndose dentro de su coño empapado.
Me quité el pantalón y el slip y me puse un condón. Me tumbe sobre Elena y comenzamos a follar. Nos besamos muy acaloradamente y mis manos acariciaban sus pezones durísimos. Me coloque de rodillas y coloque sus piernas contra mi pecho. Metí mi polla en su culo y se lo follé despacio, pero hasta el fondo, Mientras acariciaba sus piernas.
Me senté en el sofá y Elena lo hizo sobre mí, rodeándome con las piernas. Continuamos follando y besándonos, con mis manos por dentro de su camiseta, pellizcando sus pechitos. Elena se quitó la camiseta y comencé a comerla y chuparla los pezones, como si fuera un recién nacido con hambre.
Cuando Elena se corrió, se giró y se sentó dándome la espalda. Metió mi polla en su culo y comenzó a dar botecitos, para follárselo bien. Pasé mis manos hacia delante y seguí jugando con sus pechitos.
Elena se bajó y se colocó de rodillas entre mis piernas. Me quito el condón y comenzó a hacerme un mamadón con su rica boca y sus gruesos labios. Encima cada poco me comía los huevos poniéndome más a mil aún. También un par de veces se pasó mi polla por sus pechitos, poniéndome atacadísimo el sentir sus duros pezones en mi glande.
Cuando me corrí solté el primer chorro grande en su boca, para inmediatamente esta apuntar con mi polla a sus pechitos, pasando mi polla nuevamente por ellos, para dejarlos manchaditos con mi semen. Elena no se había tragado mi semen y comenzó a escupirlo, también, sobre sus pechitos, poniéndome mucho esa imagen. Con sus manos limpiaba y recogía el semen de los pechos y se lo volvía a llevar a la boca, ahora sí, tragándoselo.

Elena se volvió a sentar sobre mí, de lado esta vez y nos tomamos las cervezas, mientras nos besábamos y hablábamos de lo morboso que me había puesto su camiseta. Elena seguía con los pechitos manchados de semen y saliva, por lo que dijo de ir a limpiárselos al baño. La acompañe y la dije que mejor nos diéramos una buena ducha juntos.
Debajo del agua, cayéndonos, volvimos a besarnos y mis manos acariciaron su culo y pechitos. Esta agarro fuerte mi polla, masturbándome y poniéndomela dura, de nuevo, rápidamente. No tardo en agacharse para hacerme un nuevo mamadón. Varias veces, metió mi polla entera en su boca y la mantuvo unos segundos, moviendo su lengua rápido.
La di un condón, me lo puso y se levantó. La coloque mirando a la pared y golpee su culo con mi polla bien dura. La metí por su ciño y volvimos a follar. Le agarre el pelo y tire de él, metiéndosela bien profunda. Poco a poco fui subiendo la intensidad de las penetraciones y ella gemía más fuerte cada vez. Cambié de agujero y seguí el mismo procedimiento con su culo. Al rato, la deje dentro de su culo, me apoye contra ella, aplastándola contra la pared. Elena giro la cabeza y nos besamos.
La giré, la cogí en vilo y volvimos a follar. Nos besamos y agarre fuerte sus muslos. No paramos de follar hasta que ambos nos corrimos, primera ella y luego yo. Entonces Elena volvió a agacharse, me quito el condón y me dio un buen repaso a la polla con su lengua. Se levanto y nos dimos algún beso más bajo la ducha antes de salir.

Nos secamos bien y volvimos al salón. Elena quería fumar, así que se puso la camiseta y se fue al lado de la ventana a hacerlo. Yo la observaba solo con la camiseta y me ponía cachondísimo. No tarde en acercarme a ella. Me puse detrás de ella, la besé el cuello, arrime bien mi paquete a su culo y con una mano acariciaba sus pezones con la camiseta puesta. Bajé una de mis manos y comencé a masturbarla. No pare de hacerlo hasta que se corrió. Cuando paso, dejo el cigarro y nos fuimos a la habitación.
Elena se sentó en el borde la cama y comenzó a hacerme una mamada. Puse mi mano en su cabeza y comencé a llevar yo el mando, follándola la boca. Poco a poco la metía más y la aguantaba un poco dentro. Al final apreté bien su cabeza contra mí, metiéndosela entera y moviéndola hasta que la daba alguna arcada y la sacaba.
La di un condón y esta me lo puso con su boca, mientras acariciaba mis huevos. La tumbé en la cama, la cogí las piernas y se las puse en mis hombros. Metí mi polla por su coño y la follé duro, agarrando bien sus piernas. La gire y la coloque a gatas en el borde, continuando follando su coño. La di varios azotes en el culo, antes de meter mi polla por él y follárselo duro. Le agarre la cintura para poder hacerlo fuerte, y que esta gimiera fuerte.
Volví a girarla y ahora me tumbé encima de ella. Volví a meter mi polla en su mojadísimo coño y follamos más despacio, besándonos y acariciando sus piernas. Nos cambiamos y ahora yo me quede tumbado abajo. Elena se sentó sobre mí y comenzó a cabalgar. Mis manos comenzaron en sus muslos, y fueron subiendo hasta llegar a sus pechos, por dentro de la camiseta. Elena se cambió de agujero mi polla y la folle el culo.
La avise que estaba para correrme y, Elena, volvió a metérsela en su coño. Se quito la camiseta y se inclinó hacia mí. Comencé a comerla los pechitos y acariciar su culo, lo que hizo que me pusiera más caliente aun y me acabara corriendo dentro de su coño.
Elena se tumbó sobre mí en posición para un 69. Me quito el condón y nos comimos ambos. Esta me dejo la polla bien seca y yo no pare de comerla hasta que se volvió a correr.

Por desgracia Elena se tuvo que ir, pues siempre es un gustazo estar con ella.

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