Una escort paracogerse hasta morir

Hola atodos ¿Cómo están? Esta es la primera experiencia que subo y no pretendo quesea la última, asi que espero no incumplir con ninguna política del sitio y silo hago por favor avisen, que no es adrede.
 
La cosa fueasí, unos días antes de navidad se me ocurre entrar ahttps://www.dulceluxuria.com/ (O quizás fue https://www.sexyluxuria.net/, nosé, son de los mismos dueños seguros, pero son las dos páginas más hermosas quehay, las únicas que no siento que la PC se me va a llenar de virus cuando lasvisito, pero me voy de tema.
Entro a lapágina y y en la primera que bajo veo un ángel de cabello dorado con lospechitos semi-cubiertos que me saluda - Nuevita - dije y cliquee. Las fotos quetenían no decían mucho más que el hecho de que era jovencita, de piel tersa yde rostro de muñeca. Miré a las otras chicas, hacia mucho no entraba, habíabombón atrás de bombón, pero mi mente se quedó sobre Miel, la rubiecita cara deángel que sería mi nueva conquista.
 
No dudémucho más y le mandé mensaje, termine de lavar unas cosas y ya me habíarespondido. Me invadió esa ansiedad de mensajear una escort que no desaparecepor más veces que uno lo haya hecho ya. Me responde "¿Cómo estaba?""Bien" respondo "Quería conocerte" "Me manda el tanesperado speechcito, todo muy aceptable. Se la hago corta, le pregunto siestaba. No recuerdo que hora era, pero me dijo que esperara unas dos horas. Yono tuve problema, a la media hora me pregunta si quiere que vaya ahora que lecancelaron. Mi corazón se aceleró como cada vez que voy a conocer a una deestas diosas, le respondí un SI grande, que me espere que me tenía que bañar y estabaahi nomás. Ahi me hizo un chiste que no recuerdo bien, acerca de que si mebañaba antes iba a terminar chivado cuando llegara, que me hizo reir y me dioconfianza de que iba a ser copada.
 
Lleguéentre el quilombo diario que es capital a un edificio re cheto, parecía unedificio de oficina más que otra cosa porque había de gente de traje pordoquier. Con la carpa habitual toco levemente en una puerta mimetizada con elmovimiento local, previo a mensajearle que estaba ahi. Me abre y ya siento unaroma a frambuesa y miel que me avasalla, (Su nombre estaba bien puesto, jaja)Me hace pasar rápido y la veo al ángel. Un pulguita, de las chicas máschiquitas que estuve, ni con los tacos riveteados de dorado que llevaba habrállegado al metro sesenta, pero no importaba porque era perfecta. Tez pálida,pero bien bronceada, un rubio lacio voluminoso que le revestía el su conjuntitorosa y amarillo que retenía sus tetitas tersas y suaves. Me quedé detenido uninstante en el pasillo de su habitación, obnubilado por la hermosura de surostro femenino, sus ojos color miel que me miraban fijos, casi desafiantes,una juventud que hasta sentía la necesidad de pedirle algún tipo deidentificación, si no fuera por su voz más madura "Hola amor, comoestás?" preguntó con premura y coqueteo. Yo mostré la timidez que creo queestas chicas merecen en un primer encuentro, ella me sonrió y me dijo que lasiga. Hay le pude ver el culito, hermoso, entero, redondo que tenía sobre esaspiernas cortitas.
 
La analicébien en corto trayecto de ese hermoso departamento hasta la habitación máscercana. Era perfecta, no tenía ninguna marca, grano, nada. Me esperó en lapuerta de la habitación y me agarró la mano para llevarme a la cama, me sentó yme empezó a acariciar mientras me hacía preguntas. La verdad que quizás no leinterese a todos, pero era una chica re simpática y divertida, me daban ganasde invitarla a joder porque sí, La dejo que tome la iniciativa porque lo veníahaciendo muy bien, me fue besando detrás de las orejas mientras me acariciabael cuerpo, se sentó casi encima mio y le agarré esa cola enorme que tenía y fuimanoseandole los pechitos a través de la lencería. Me gustó porque fue lento,pero sin dar vueltas ni mucha chachara,
Me fuemanoseando el pantalón y creo que se empezó a dar cuenta, esta es una parte queme gusta de estar con una chica nueva, verle la cara cuando ven que tengo unapija de más de 25 cm. y bien gruesa, el momento que se dan cuenta que van atener que meterse todos esos 25 cm. bien adentro. Mielcita puso una cara de queno voy a olvidar más, una boca abierta de la sorpresa, seguida por una bocaabierta casi saliviante.Hasta se le desviaron un poco los ojos cuando seacuclilló para empezar a besarme levemente el tronco.
Le pedí queme pusiera un preservativo porque así lo prefiero yo (No sé si hace sin o no, adecir verdad) y me lo puso de la mejor forma que se puede poner, con la boca.Me fue besando todo el glande y me fue bajando despacito "Que rico"me decía "Que rica pija me voy a comer hoy" y siguió mandandosela, dea poquito hasta llegarle a la garganta. "Me gusta hacer petes con muchasaliva" Me dice antes de acelerar, me succionó bien el glande y melengüeteó todo, fue cogiendome con la boca mientras me pajeaba con una de susmanitos delicadas, no me dio tregua y le acabé ahi, si no hubiera tenidopreservativos hubiese terminado con la boca con gusto a semen por semanas. Medrenó los huevos, cuando acababa me succionó bien fuerte y me la fue sacandotoda con la mano, hast la última gota.
 
Si el díaterminaba ahi, ya le daba un 10, pero por suerte siguió. Hizo un par más dechistes si ya había terminado y que había domado a la bestia antes de montarla,me gustaba era picante y juguetona, nunca un momento aburrido. Le dije dechuparle la concha, pero no quería mucho. Yo necesitaba interacción hasta quese me vuelva a parar. La remé, le dije que iba a ser suavecito, que le teníaque devolver el favor, y me dijo que sí, pero si primero le chupaba las tetas.Acepté con placer, tenía unas tetas hermosas, suaves, bien paradas, le jugueteecon las areolas, chupe como si fuese a sacar leche de esas tetitas y fuebesándola hasta llegar a lo que más deseaba aquí.
 
Primerobesé sus piernas, las acaricié y masajeé para que circulara la sangre a suvagina y después le di una chupeteada con todo el largo y ancho de mi lengua.Tenía un sabor dulce, hermoso, me repito, pero como si fuese Miel. La chupeteebien profundo, me gusta tener el sabor de las mujeres tan hermosas por el restode la tarde, la nena gemía de forma leve, tranquila y no muy sobreactuada, masno importaba, lo importante era ganar tiempo e iniciativa para que se vuelva aparar y tener mi venganza, con esta diosa, habré tardado 5 minutos.
 
Detuve elcunninlingus sin decir una palabra, solo exponiendo mi miembro rebozante queclamaba su turno con su bella entrada. Me di cuenta que dudó un poco, seguro nosabía como iba a introducir todo eso, y no la culpo, porque yo tampoco estabaseguro, Miel es MUY chiquita. No obstante, me puso con la boca devuelta, lasujeté un poco de la nuca y le cogí la boca como para mostrarle lo que sevenía.
 
Cuando lasoltó me preguntó si quería subirme, "Que vaya despacio" dijo sinnecesidad, le fui metiendo la puntita y ya estaba rebozante. Tenía una conchitabien apretadita y jugosa, bien carnosa. Dio un gemido mezclado de dolor ni bienmetí la punta que fue tan femenino que quise metersela toda ya. Fui de a poco,ella ayudaba meneandose con las caderas. Se le iban los ojitos, "Ay, querico" repetía. No tardó mucho en aceptarme entero, me miró seductoramentecon sus ojos del color de su nombre y fue besandome mientras le hacía el amorapasionadamente. Generalmente no me gusta tranzar con estas chicas, pero eradificil la tentación; creo que ella habrá sentido lo mismo. En un momento meacomodé y empezó a darle más fuerte y rápido, ella seguía mi ritmo con suscaderas, aceptando todo como una diosa.
 
En unmomento, mordiendose los labios juguetonamente, me dice "Quiero sentirlatoda" se libró de mi peso y pronto se puso en cuatro con la cola biencerca de la cara y me meneo la conchita inundada en la cara. Me rei, le di unpar de lengüetazos y me puse en posición "Estás segura?" chicaneé yella solo respondió "Cogeme! Cogeme!" y sin más le metí todo elchorizo adentro. Le di bien duro, rápido y profundo, obviamente sin quererlastimarla, ella una tigresa absoluta, nunca rebotó en la pija, quizás algunavez que se resbaló por la diferencia de altura, pero nunca paró. Tenía ungemidito hermoso, bien femenino, le gustaba contornearse, podía sentir como elglande chocaba por toda la pared vaginal, jadeaba con gusto, le pistoneabafuerte mientras ella mordía la almohada. Estaba ya todo sudado.
 
En unmomento paramos un poco y me dice "Ahora te voy a sacar toda laleche" me acuesta y se sube "Ahora te voy a coger esa pijahermosa". Y empezó a pistonear, yo quedé inmovil, expectante de que podríahacer ahora esta mujer perfecta. Pistoneo, meneo bien fuerte con toda la pijaenterrada en ella, "Así me gusta cogerme a mis machos" gemía, me besaba,me acercaba los pechitos para que se los besara "Te gusta, potro mío? Tegusta como te coge tu putita?" No podía más de la calentura, pero tampocopodía concebir una realidad donde no estuviese dentro de ella. Se dio vuelta unsegundo y empezó a cogerme con mucha más fuerza que antes "Te gusta micolita?" Me gritaba en sus gemidos "Quiero que me la lenes deleche" Volvió a voltearse, mirandome con su rostro de facciones dulcespero muecas perversas, se acuclilló con sus pies en la cama, con un equilibrioque pocas tienen y empezó a fusilarme "Quiero toda la leche bien dentromío. Bien, bien adentro" Ordenó y yo cumplí.
Sentí queacabé más que antes, le descargué suficiente para hacer yogurt. Ella sonrió,agotada pero victoriosa. Ya casi era la hora, no hizo falta que me lo dijerapara irme vistiendo. Le pedí un vaso de agua y se fue al instante de lahabitación para traermelo, como si el único que hubiera recibido castigohubiese sido yo
 
Por Diosque diosa increible" Pensaba "Una mina así no es real" Mielvolvió, desalineada, sudada, pero mucho más femenina que antes.
Hablamos unpoco antes de irme, me dijo que le gustaba los perros y que cosa hacía con lossuyos, me hacía muchas preguntas, pero ninguna pernisiosa o íntima, muyubicada.
Salimos alpasillo, no lo comenté, pero todo el edificio era un lujo inmaculado. Miel mecontó que era nuevo y se notaba, no tenía muchos muebles y estaban por poner unaire acondicionado, al salir me encuetro con una de sus amigas, una amazonamorena, con cuerpo escultural, una cola preciosa y unos pechos naturales queeran más grandes que mi cara. La reconocí de la página(https://www.dulceluxuria.com/escorts-argentina/escort/escort-natasha/) mesaludó muy amable, Miel me miro suspicaz "Te gusta?" preguntó, comosi yo pudiera dar una negativa "La próxima que vengas podemos conocerlajuntos" y guiñó con esa picardía que la embelleció toda la tarde. Yo rei,estaba anonadado, no podía hacer más que eso.
 
La amiga meabrió mientras Miel se fue a bañar, la chica era más diosa de lo que parecía yme dio una certeza de quien sería la protagonista de mi próximo relato.
 
Ese fue elrelato, espero lo haya disfrutado casi tanto como yo.


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