Apoyada postcuarentena en el San Martin

Luego de muchos meses me toco volver a la presencialidad enmi trabajo, tengo un puesto administrativo, soy de zona norte y trabajo enpleno microcentro, lo que me hace utilizar el tren San Martin.
Si bien soy casado, tengo 39 años, tengo cierta adición a lasaventuras de índole sexual en lugares públicos, en este caso, el transporte, lacuarentena se hizo difícil por temas personales y laborales pero a partir deNoviembre comencé a viajar nuevamente, mientras tanto, en plena cuarentena y llegando la primavera, ya notaba ciertodestape en mis vecinas, calzas mas clavadas de lo normal, se me agachaban adelantemio como si nada en el almacén, ni les importaba que les clave la mirada en sushermosos y redondos culos, no se si era yo pero alimente mi lujuria por meses.
Durante los primero meses el tren siempre iba vacio, y portemas de cuidados uno tiende a viajar siempre en el mismo lugar sin tocar anadie y entiendo que mucha gente hace lo mismo, lo que hizo que me empiece afamiliarizar con mis compañeras de viaje.
En una estación intermedia comenzó a subir en mi mismohorario una morocha de unos 40, pelo lacio, con una belleza típica de una mamaluchona, que se preparan muy pero muy bien para ir a trabajar, pechos normales,tirando a poco, pero un orto hermoso, jeans super ajustados siempre, y les repito,un culo hermoso, redondoy firme, siempre subia con una compañera, que alescucharlas hablar me entere que trabajaban en un salón de belleza donde lamorocha era la encargada.
Como por lo general pasa, las morochas con buen culo sabenque se lo miran, y yo creo que ellas eligen a quien mostrárselo o dejar que selo vean hasta ojearlo, yo por suerte fui ese elegido, quizá sea porque siempreestoy vestido de manera prolija para ir a la oficina y el tren San Martin aveces es un zoológico. Lo que pasaba siempre esa que me quedaba cerca de lapuerta, ella me veía, yo me corria y ella se ponía adelante mio a hablar con sucompañera, siempre apuntando su hermoso culo hacia mi, pero por desgracia eltren siempre vacio, por lo tanto solo se lo miraba y ella se paraba de maneratal que sus nalgas quedaba bien expuestas, y yo miraba ese orto los 38 minutosdel viaje, con la pija bien parada por el morbo de saber que la morocha erabuscona.
Una mañana llego a la estación y había mucha gente, entendí queel tren venia atrasado, mi cabeza comenzó a volar imaginando que era mioportunidad de apoyar y tocar el hermoso orto de la morocha, por lo tantomientras esperaba el tren, quería acomodar mi pija para dejarla lista paraapoyar, pero el baño estaba cerrado por protocolo, y lo que hice fue meterme lamanos en los bolsillos y bajarme el bóxer y de esta manera mi pija quedo massuelta contra el pantalon de vestir.
Cuando viene el tren estaba muy lleno, subo como puedo y mequede siempre cerca de la puerta, obviamente en cada estacion se escuchaban lasputeadas tanto de los querían subir como los que, con obvio motivos, se enojabanpor el tema del poco control del amontonamiento en esta situación de crisissanitaria, pero mi cabeza solo estaba en el culo de la morocha, antes de llegara la estacion me amase la pija la puse dura y me tape con mi bolso, llegamos ala estacion donde sube la morocha y veo que su compañera se niega a subir, y lamorocha me mira y se manda y yo la recibo con total descaro punteando suhermoso orto  con mi pija al palo, ellalo sintió, primero  se corio enseguida unpoco, pero era tarde, ya estaba lleno el tren, ahí me calme un poco, me corríla verga para el costado y ella se volvió a poyar sobre mi y solo deje que ellase relaje.
Mi pija seguía dura, y pasados unos minutos ella empieza aver su celu, se ve que estaba en grupos de compra venta, por lo tanto empieza acompartir cosas para vender en sus grupos, pero mi sorpresa llago cuando entraa su galería para buscar unas fotos, la muy puta baja el brillo de la pantalla,y empieza a pasar rápido fotos de ella en el baño en tanga, mi pija se puso amil!!! Me la acomode de nuevo y se la apoye en el medio del culo, la muy puta seguíaquietita, mientras yo me acomodaba la pija y le rozaba el orto.
Después de 3 estaciones mi pija babeaba muchísimo,  quise probar algo más, apoye mi mano contrasus nalgas, pero con la palma abierta, y que hace la muy trola?, se paralevantando el cachete donde puse mi mano, por lo tanto toda mi palma quedoagarrado su cachete derecho, era tremendo!!! Un culo hermoso, en un lugarpublico, una morocha diosa!! Toda esa acumulación de lujuria de meses y mesesahora estaba enfocada en disfrutar de ese momento.
Estábamos por llegar a nuestra estación (ella baja en lamisma que yo pero va para otro lado) entonces yo saco mi mano y mando pija, yano daba mas, y que hace la putona?, levanta cola y empuja, me di cuanta que queríasentir pija por debajo de su conchita, yo empujo y me acomodo para meterla lomejor que podía, pero ese empujon y la situación, me jugo una mala pasada, empecéa acabar a lo loco, pegado al calor de su entrepierna, como estaba con pantalonde vestir ella sintió la humedad, y se corrió enseguida, yo seguí acabando y sentíala leche bajar mis rodillas, ella se corre y se pasa bien la mano por el ortopara ver si estaba mojada, pero el del enchastre era yo.
Cuando bajamos, me tape con el bolso y deje que se vaya,ella se fue caminando y yo todo enlechado no me importaba nada porque despuésde meses había vuelto a mis aventuras.