La madre de mi mejor amigo (6ª parte)

Nota: Si te perdiste los primeros capítulos empieza por el principio: 
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Me quedé anonadado con su confesión, justamente aqueldetalle y no otro fue el que quedó impresionado en su mente.
—¡Oh, mi lengua bajo tus bragas mojadas por el pipí!—añadí—. Pero no me importó que fuese así, te las hubiese comido igual desaberlo.
—¡Oh, Beltrán qué vergüenza! Te confieso que eso fuejustamente lo que más me enervó, no me dio tiempo a limpiarme pues te oí llegary al ver la puerta abierta me levanté y me las subí.
—Para mí fue la primera vez Ana Belén, pues como supondrássoy virgen —le confesé.
—Eso era algo de esperar Beltrán. El caso es que una no esde piedra, ¿sabes? Y verte allí, arrodillado, lamiéndome tan íntimamente, esalgo que no se me va de la cabeza.
El silencio se abrió entre nosotros, yo sabía que ellaquería algo, pero no me atrevía a dar ese primer paso. Estaba aterrorizado.
—¿Bueno y ahora qué? —dije soltando una risita nerviosa.
—Pues no sé Beltrán, yo tampoco soy muy lucha en estassituaciones sabes.
—¿Quieres que te lo coma? —dije casi sin pensar.
Ana se quedó mirándome, con su pelo recogido y sus dedosentrecruzados, con sus codos apoyados en las rodillas.
—¡Oh Beltrán! No se si me arrepentiré de esto, pero ven, venconmigo —dijo.
Se levantó y me tendió su mano para que la acompañase. Obedecí,pues yo deseaba ser el chico más obediente del mundo en ese momento.
Me condujo al estrecho baño donde el otro día tuvimosnuestro fugaz encuentro. Mi corazón palpitaba a mil por hora, bien parecía quese me fuese a salir del pecho.
—No digas nada, tú solo haz lo que yo te diga, ¿vale?
Asentí y entonces ella bajó sus bragas por sus piernasflacuchas y se sentó en la taza del váter. El sitio no estaba muy iluminado porlo que apenas pude ver su sexo entre sus muslos. A continuación el pipí cayó achorro en el agua mientras ella me miraba con inquietante mirada.
Luego se levantó y sin limpiarse se las volvió a subir.
—Ahora hazme lo del otro día, quiero recordarlo de nuevo,¿te atreves? —me dijo mientras se levantaba el vestido y me ofrecía sus bragas.
E hincando mis rodillas ante ella, ésta me acercó sus bragasmojadas por su pipí y…
—¡Ahora cómetelo! ¡Cómetelo todo! —me ordenó
Y mi lengua se paseó por todo sus bragas, su mojadas bragascon sabor y olor a pipí. Una zafia sensación para un momento muy caliente yperturbador. Sus manos cogían mi pelo y paseaban mi cabeza por ahí abajo. Meagarré a su culo y lo apreté con ganas lo cual incrementó mi excitación.
—¡Oh, sí Beltrán! ¡Sigue! —insistió.
Y yo lamí hasta que ella apartó sus bragas blancas y ofreciósu sexo abierto, entonces clavé mi lengua en sus raja y lamí todos sus jugos,sus calientes jugos y degusté su dulce sabor salado.
El sabor del pipí había desaparecido, ahora todo eran jugosque manaban abundantemente de su sexo mientras yo seguía lamiendo y bebiendo sudulce néctar.
Y ella gemía y se contorsionaba mientas apretaba mi cabezacontra su sexo. Hasta que estalló en un mar de placer, corriéndose en mi boca, mientrassus muslos comenzaron a temblar y temblar al ritmo de mis lamidas bajo sucaliente sexo, mientras ella bufaba y se sofocaba en los estertores delorgasmo.
 
22
Cuando se hubo repuesto se limitó a limpiar su sexo con unagran bola de papel mientras yo me incorporaba y no dejaba de mirar curioso,aquel acto de intimidad femenina.
—¿Y ahora qué? —dije yo expectante.
—Ahora te vas Beltrán. Ya te dije que lo nuestro no puedeser, si te quedas me querrás follar y yo sé que me gustará Beltrán, puesllevado años follar. Pero esto ha estado bien, ¡y no sabes cuánto te loagradezco! ¡Uy, qué tarde es, son casi las dos y aún no he hecho la comida!—añadió como excusa.
—¿Y yo, qué pasa conmigo?
—Vamos Beltrán, eres joven, conoce a otras chicas yfóllatelas. Yo recordaré este encuentro y me masturbaré pensando en tu polla,pensaré que me la metes muy adentro y me correré pensando en ti.
Entonces ella se acercó y me dio un morreo muy húmedo ytremendamente caliente que me desarmó por completo.
Como en estado de shock me acompañó a la puerta y medespidió de esa forma tan poco apropiada, a quien tanto placer le había dadohace apenas un momento.
Deambulé sin rumbo fijo, estaba ido, aún recordaba latórrida escena en mi mente. Un vivido recuerdo que ahora me atormentaba yexcitaba a partes iguales. Sentía el sabor de su sexo aún en mi lengua, supenetrante olor en mi pituitaria y sólo había una cosa que desear en esemomento: ¡follarla! Y una gran pregunta, ¿por qué no me dejó hacerlo?


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La madre de mi mejor amigo es una obra de sesenta y nueve capítulos "cortos", gracias a ello la acción se desarrolla de forma rápida, espero que os estéis disfrutando de sus primeros capítulos. Mientras vea que la serie tiene apoyo seguiré publicándola, aquí os dejo su sinopsis:
En esta vida hay cosas que no podemos elegir. Una de ellas es de quién nos enamoramos, pues cuando el amor llega, nos sorprende, nos supera, nos eleva, nos aplasta, nos zarandea como el viento al junco y en esos momentos sólo hay dos opciones: o nos plegamos como el junco y nos entregamos a él, o nos resistimos y la locura hace mella en nuestra alma.
Tal vez digo esto como justificación, pues yo terminé enamorándome de la madre de mi mejor amigo...

3 comentarios - La madre de mi mejor amigo (6ª parte)

DnIncubus
Tarde o temprano llegará el momento