Relato robot sexual versátil

Descripción.
Para los que todavía no llegaron a tener una pareja fija, para los problemas del mundo actual, individualismo, complejos, egos. Y otros trastornos actuales.
Se desarrollaron en un futuro cercano androides, la primera generación era tosca, solo para quehaceres domésticos y ayudas laborales. Con el tiempo fueron evolucionando hasta realizar muchas actividades. Pero lo más importante que voy a relatar aquí será como robot sexual. En ese caso también comenzaron como femenino y masculino. Pero con el tiempo a pedido de los clientes se desarrollaron variantes, similares al hentai animado. Osea ademas de los géneros conocidos, se desarrollaron trans hombres y mujeres. 
Elección.
En este caso Gerardo eligió una trans con aspecto femenino. 
Desnudas e inmóviles, las androides esperaban alineadas en filas a que se decidiera por una de ellas. Resultaba difícil elegir entre tanta variedad: las había rubias, morochas y pelirrojas, y con todas las tonalidades de piel y de color de ojos. 
-Solamente son androides, y ni siquiera están conectadas. Míralas bien –le recomendó el vendedor–. Mire, aquí tenemos modelos clásicos, usted puede elegir entre las actrices, modelos, deportistas conocidas de ayer y hoy.Pero veo que es usted un hombre más joven . Quizá prefiera algo más moderno. No hay problemas: tenemos reproducciones perfectas de las mujeres más sexys del momento. Todas están disponibles para usted.
No respondió y siguió mirándolas. Estaban muy bien hechas .
-A ver, dígame sus preferencias y así podré ayudarle. ¿Qué color de pelo le gusta más?
-Morocha... o quizás rubia.
-Que sea rubia entonces. Los ojos podrían ser azules.
-Mire este catálogo y elija. – Y le acercó un catálogo con fotos de todas las tonalidades y tipos de cabello, color de ojos y de piel, forma de los labios, de la nariz, del cuello, etc.
Escogió tomarse su tiempo, porque era una compra importante. El lugar estaba ambientado con música chill out del momento, sofás cómodos, reposó y observó el catálogo como detenido en el tiempo.
El vendedor le llevó luego entre las filas de androides. Era una sensación extraña la que producía moverse entre centenares de mujeres desnudas pero inertes. Por fin se detuvo el vendedor ante la androide elegida y quedó encantado. Pensó que había elegido la mujer más diferente que se le hubiera podido ocurrir. Para no tener recuerdos del pasado -Bien, si es tan amable, quisiera saber sus preferencias respecto a la personalidad –le dijo el vendedor, sacándole de esos pensamientos-. Es fundamental para que la programen nuestros ingenieros en sistemas.
Eligió una mujer cariñosa, sumisa y desinhibida. En cuanto al nivel de habilidades, le pareció que el nivel "complaciente" estaba bien. Con quehaceres, destrezas e idiomas varios, pero se le podían agregar módulos con nuevos conocimientos de manera muy fácil. Cómo agregar un pendrive. 
-Con esta mujer podrá cumplir casi todos sus caprichos. Menos sostenerla en brazos, porque las androides pesan unos ciento veinte kilos, y meterse en el jacuzzi con ella.
Por último, compró unos cuantos conjuntos de ropa: camisetas y jeans ajustados para ir por la calle, bikini para la playa, y lencería blanca y sexy para andar por casa. Portaligas, etc.
Adquisición.
-En cuanto al pago, ya sabe que tendrá que pagar el treinta por ciento y el resto en cómodas mensualidades. Unos 2.5 bitcoins en total, con cotización al día de la fecha. Tendrá que esperar un mes para que la programen y hagamos los trámites administrativos: después será toda suya. –Y, con una sonrisa, le acercó el contrato.

Firmó. No podría comprarse una auto nuevo ni hacer esas reparaciones pendientes en casa, pero valdría la pena. Acabó de rellenar los formularios y se marchó ansioso de que pasaran ese tiempo de espera.
Arribo.
Ese día llegó después de avisar por teléfono de que la androide estaba disponible y lista. El vendedor avisó que estaba en camino a su casa. Llegó en un camión con una caja embalada. Se lo dejaron en la puerta de su casa. El chofer de la empresa, le comunicó que tome su tiempo y luego se llevaría el embalaje, en una caja estan instrucciones. Todavía no había sido conectada y vestida con camiseta y pollera corta: algo relativamente discreto para que pudiera llevársela, si es que una mujer así podría pasar desapercibida. 

-Ahora debe colocarse delante de ella y quedarse muy quieto, durante un minuto, para que le examine y pueda retener sin problema en su memoria como su dueño. Esto es como el pollo que ve a la gallina después de romper el cascarón y la sigue. Ingresó al hogar y el chofer retiró el embalaje para llevarlo.

Acto seguido, se encendió la androide y ésta observó a su dueño durante un minuto de una forma que a él le hizo ruborizarse. Después le saludó con un sencillo "hola" que le traspasó. Tenía una voz preciosa, también elegida, que en absoluto parecía la voz fría de una máquina.

La cogió de la mano e ingresaron a su hogar. Él no acababa de creer que la mujer que veía. 


Ella le sirvió la cena con cariño. Pudo hacer una rica comida, ya que tenía innumerable cantidad de programas de cocina. Igualmente había como replicadores de comida que funcionaban muy bien. Pero era capaz de cocinar también. 
Apartado, sabía también hacer todos los quehaceres domésticos, electricidad, albañileria, plomeria, gas, podría ayudar a cualquier actividad, programas de idiomas, inglés, francés, chino, hindi, arabe, alemán, ruso y japonés totalmente fluidos. Conocimiento de salud, farmacología y cuidados primarios de la salud. Además literatura budista de todas las ramas a gusto del usuario actual. 

Desde luego la androide no necesitaba comer. Se sentó frente a él para observar con una bonita sonrisa. Resultaba difícil empezar una conversación con una mujer artificial y se sentía algo intimidado, pero es que era muy agradable verla tan sonriente y con ese escote.

-Puedes mirarme mientras te sirvo –añadió servicial-, eso estimulará tu sexualidad y te preparará fisiológicamente para el acto sexual. Mis pechos están recubiertos de piel orgánica y rellenos de una fibra que les proporciona una consistencia perfecta. Podrás comprobarlo esta misma noche, después de cenar, si deseas entonces que te proporcione entretenimiento.
La cena fue liviana para la acción.
Ambos fueron de la mano a la habitación, podría ella haber hecho un strip tease, pero no llegaron, se quitaron la ropa y quedaron piel con piel, la sensación más hermosa. Parecía una mujer real. Ella hacía lo mismo que él se comenzaron acariciar suavemente y reconociendo sus cuerpos. Se besaron apasionadamente un buen rato en el que el tiempo pareció detenerse. Hasta que fueron moviéndose a un 69 el quedó arriba y ella debajo, (era lo aconsejable por el peso del androide), él visualizó la zona y comenzó a pasar la lengua, ella comenzó hacer el mejor felatio de su vida. Era espectacular, sus movimientos, suaves delicados, lubricados. En su boca emitía pequeños chorros de lubricante, y se movía muy bien. 
A ello siguió la penetración, que fue un rato en misionero, y luego él pidió para terminar en perrito y así fue. 
Los días transcurrían apaciblemente él se levantaba, le pedía un pete mañanero, se bañaba e iba a trabajar.
A la vuelta había un baño y comenzaba la acción. Había tenido un encuentro totalmente clásico, pero ese día era el extra. 
Encuentro especial. 
Se colocó Gerardo boca abajo, o decúbito ventral y le pidió al androide femenino que le haga masajes. Ella colocó aceite, e hizo un masaje completo desde la columna cervical hasta los gemelos. Espectacular, profesional y delicada.
Bien, le dijo Gerardo al androide RST, (robot sexual trans), por favor activar tu pene y le mencionó una clave personal, por lo que salió un pequeño pene de catorce centímetros, que se podría alargar unos centímetros y engrosar a pedido, de la parte superior del pubis. Gerardo se colocó almohadones debajo de la pelvis y le pidío al androide RST, que le practique un beso negro. El androide accedió, suavemente comenzo a pasar su lengua, circularmente en la parte exterior del ano, hasta que comenzó a pasar la lengua en punta en la base del pene hacia el orificio anal. Además de la boca salían pequeños chorros de lubricante, que preparaba la zona para la penetración. Allí fue rodeando el ano con el dedo todo lubricado hasta que introdujo suave y lentamente un dedo, toda la zona estaba limpia y lista. 
Gerardo le pidió a RST, por favor, penétrame con cuidado y masturbame suavemente, y así lo hizo, se incorporó el androide, presentó el pene en la puerta y lo comenzó a frotar totalmente lubricado en la puerta del ano. Lentamente fue ingresando, Gerardo sentía algo de dolor, pero era mínimo. Era un vaivén suave y lento mientras lo penetraba, sentía como rozaba el punto g de la próstata con ese pequeño pene, hasta que el orgasmo fue total, chorros de esperma salieron. Y Gerardo le pidió luego de varias contracciones del cuerpo, del pene y del ano, que saque despacio el pene. Así lo hizo RST, y quedaron tumbados ambos en la cama. Que placer era quedarse en silencio sin tener que hablar nada obligado ni sentimental. Hasta que vino el sopor y una buena siesta.


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